Origen y sentido de las hermandades y cofradías de Semana Santa

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Origen y sentido de las hermandades y
cofradías de Semana Santa
Resumen realizado por Francisco Javier Arbolí
con motivo del X Aniversario de la Hermandad
Esperanza Macarena de Miami
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" " " JUNTA DIRECTIVA
Manuel Gobea Rev. Padre José Luis Menéndez Santiago Hermida
Hermano Mayor! Director espiritual Mayordomo!
Susi Hermida y Silvia de Larrúa
Secretarias
Panchita García
Camarera de la Esperanza Macarena
Jesús López y Francisco Javier Arbolí
Consejeros
Documentación: Manuel Gobea
Fotografías de Juan Moñino, Manuel Gobea y Francisco Javier Arbolí
Boletín informativo elaborado por Francisco Javier Arbolí
Índice
INTRODUCCIÓN
(I) ORIGEN DE LAS COFRADÍAS Y HERMANDADES
(II) QUIÉNES SOMOS
(III) ADÓNDE VAMOS
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Introducción
X Aniversario de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nuestro Padre Señor de las
Misiones, Cristo Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.
El 25 de agosto de 2001 se fundó la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nuestro
Padre Señor de las Misiones, Cristo Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la
Esperanza Macarena, más conocida popularmente como la Hermandad de la Macarena
de Miami, que tiene su sede canónica en la Iglesia del Corpus Christi, situada en el
3220 NW 7th Avenida, Miami Florida 33127.
Con nuestra sencilla exposición comenzamos nuestro décimo aniversario a modo de
reflexión recordando de dónde venimos y adónde vamos como Hermandad, dándole un
verdadero sentido cristiano, que es en definitiva, el objetivo evangelizador y su única
misión.
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( I ) ORIGEN DE LAS COFRADÍAS Y HERMANDADES
LOS CATÓLICOS NO ADORAMOS IMÁGENES
Desde la antigüedad, el hombre ha usado dibujos, cuadros, relieves y otras figuras para recordar a las
personas queridas.
De la misma forma lo hicieron las primeras comunidades cristianas, que pronto recordaron con ellas a
Cristo, la Virgen María y a los santos por su vida ejemplar. Dichos objetos sirvieron como herramientas
para enseñar, ya que entre ellos había muchas personas de origen muy humilde, sin mucha educación,
por lo que dichas imágenes fueron usadas para instruir.
Los primeros útiles de enseñanza fueron los dibujos y relieves,
que ya los encontramos en las catacumbas (antiguos cementerios
subterráneos usados durante algún tiempo por las
comunidades cristianas y hebreas, sobre todo en Roma; al
principio eran solo lugares para sepultura, pero durante las
persecuciones también sirvieron como refugio para celebrar la
Eucaristía).
Catacumbas en Roma
El lenguaje de los símbolos
Aquellos primeros cristianos vivían en medio de una sociedad
mayoritariamente pagana y hostil. Desde el año 64 después de Cristo,
por órdenes de Nerón los perseguían, encarcelaban y condenaban al
destierro o a la muerte, hasta la legalización del cristianismo en el año
313, por el Edicto de Milán, que permitió la libertad de culto.
Como no podían profesar abiertamente su fe, usaban esos símbolos
que pintaban en los muros de las catacumbas, en relieves, en estatuas
y, con mayor frecuencia, grababan en las lápidas de mármol de las
tumbas, lo que era como un sello o identidad de que el difunto allí
enterrado era cristiano. Los símbolos más usados eran:
- El Buen Pastor (simbolizaba a Cristo salvador de almas con una
oveja sobre los hombros).
- El "orante" (figura con los brazos abiertos que simbolizaba el alma
que vive ya en paz).
- El monograma de Cristo y el pez (símbolo muy difundido de Cristo,
emblema de la fe cristiana).
Otros símbolos eran la paloma, el Alfa y la Omega (principio y el fin
del abecedario griego, anunciando que Cristo era principio y fin de
todo), el ancla, el ave fénix, etc.
Los símbolos y los frescos eran como un Evangelio en miniatura, una
síntesis de la fe cristiana.
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Sesión del Concilio de Trento
celebrado entre 1545 y 1563
Después de la legalización del cristianismo se hizo más común el
uso de imágenes y fue especialmente en el Concilio Niceno II, en
el año 787, cuando se expresó que "siguiendo la doctrina
divinamente inspirada de nuestros Santos Padres y la tradición de
la Iglesia Católica", se defendió con fuerza la veneración de las
imágenes sagradas: "Definimos, con todo rigor e insistencia que, a
semejanza de la figura de la cruz preciosa y vivificadora, las
venerables y santas imágenes, ya pintadas, ya en mosaico o en
cualquier otro material adecuado, deben ser expuestas en las
santas iglesias de Dios, sobre los diferentes vasos sagrados, en los
ornamentos, en las paredes, en cuadros, en las casas y en las
calles; tanto de la imagen del Señor Dios y Salvador nuestro
Jesucristo, como de la inmaculada Señora nuestra, la santa Madre
de Dios, de los santos Ángeles, de todos los Santos y justos".
Pero si bien la veneración de las imágenes, en cualquiera de
sus formas de representación, constituye un elemento
relevante de la piedad popular (pues los fieles rezan ante
ellas, tanto en las iglesias como en sus hogares), ésta no debe
ser confundida. Los católicos adoramos solo a Dios. La Iglesia
Católica venera a los santos pero no los adora. Hay que saber
distinguir entre adorar y venerar.
Repetimos la función educativa con las que nacieron. Durante
los primeros 1600 años de cristianismo, la mayor parte de la
gente no podía leer ni escribir. Cada vitral, cada
estatua en el templo, contaba una historia.
Cualquiera podía mirar las escenas de los vitrales
en las ventanas de las iglesias y comprenderlas.
De modo que no solamente estaban ahí por
belleza y reverencia, sino también porque eran
lecciones bíblicas. Así que las imágenes sagradas
son solamente un estímulo para la fe. Veneramos
en la imagen a quien representa no al objeto
mismo.
En el Concilio de Trento se afirmó sobre las imágenes:
"...se deben tener y conservar, principalmente en los
templos, las imágenes de Cristo, de la Virgen madre
de Dios, y de otros santos, y se les debe dar el
correspondiente honor y veneración: no porque se crea que hay en ellas divinidad, o
virtud alguna por la que merezcan el culto, o que se les deba pedir alguna cosa, o que se
haya de poner la confianza en las imágenes, ...sino porque el honor que se da a las
imágenes, se refiere a los originales representados en ellas; de suerte, que adoremos a
Cristo por medio de las imágenes que besamos, y en cuya presencia nos descubrimos y
arrodillamos; y veneremos a los santos, cuya semejanza tienen”.
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LAS COFRADÍAS Y HERMANDADES
Etimológicamente la palabra “cofrade” viene de los términos latinos cum= con, y frater = hermano.
Las cofradías tuvieron su origen en Roma, donde existieron antes de Cristo con otros objetivos. Podían
ser reuniones de personas de algún gremio, origen o de la misma condición social. Entre sus diversos
fines estaba el asegurar a cada uno de sus asociados una sepultura en el cementerio de la misma.
Las primeras comunidades cristianas comenzaron a organizarse siguiendo un esquema parecido,
centrándose en la fraternidad entre sus miembros, las obras caritativas y la práctica de las actividades
religiosas.
Siendo el catolicismo ya una religión oficial, el número de cofradías aumentó, y en la Edad Media
muchas se organizaron tomando a algún santo como patrón, especialmente en ciertos gremios.
Se celebraron procesiones inicialmente con reliquias y más tarde lo harían con imágenes, desde el siglo
XVI, hasta consolidarse hacia finales del siglo XVIII.
Las hermandades tenían un claro sentido de comunidades fraternas que cumplían finalidades
religiosas y de asistencia mutua. Desde el siglo XI y mucho más, después del siglo XIII, fueron
creando sus propias reglas o condiciones de asociación.
Después del Concilio de Trento la Iglesia buscó propagar por todos los medios la religiosidad al
pueblo. A partir de este Concilio Ecuménico, es cuando la Semana Santa inició una evolución hasta
adquirir las formas actuales de las cofradías.
Las cofradías o hermandades no siempre lograron sus objetivos fundacionales, y en algunos casos su
éxito no fue el que originalmente se esperaba. Para tratar de estimular la fe y sus fines, el Papa
Clemente VIII estableció en el año 1604 la necesidad de autorización de los prelados de cada diócesis,
para que fueran ellos quienes dieran la aprobación de la Santa Sede, esta decisión generalmente
estuvo en manos de los obispos. Muchas cofradías conservan sus reglas originales, que con algunas
modificaciones, respetan y mantienen con esmero.
Hay hermandades o cofradías de diversos tipos: de culto interno,
de culto externo que a su vez podían ser de gloria o de pasión,
solamente asistenciales, vinculadas por sus reglas a alguna orden
religiosa, militar, a un gremio, etc.
Aunque las cofradías y hermandades vienen a significar lo
mismo, con el paso del tiempo, se ha venido a nombrar a las
cofradías como aquellas hermandades que salen en procesión.
Reglamentos de la Hermandad
Esperanza Macarena de Sevilla
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LAS COFRADÍAS Y LAS PROCESIONES
El Derecho Canónico (conjunto de leyes que rige la Iglesia Católica) establece que toda congregación
constituida con objetivos piadosos, conformada como un cuerpo orgánico y jerarquizado y con la
aprobación de la institución eclesiástica, es una hermandad, y si además se le da especial importancia
a la pública manifestación religiosa se llaman cofradías.”
Las procesiones son la máxima expresión religiosa de una cofradía. Todos los elementos de ambas son
símbolos encaminados a la fe, puesto que en sus manifestaciones religiosas, el cristiano recuerda la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y el inmenso dolor de su divina madre, la Virgen María. Un dolor
que el domingo se transformará en júbilo y gozo, con la victoria de Cristo sobre la muerte y al pecado
en su gloriosa resurrección.
Las cofradías alcanzaron su máximo desarrollo en España, especialmente en Andalucía después de la
Reconquista.
Desde el siglo XIII, se extendió la costumbre de escenificar pequeñas obras teatrales, durante el Jueves
y Viernes Santo, como complemento de los textos evangélicos. Pero estas creaciones dramáticas se
volvieron algo irreverentes y profanas, por lo que el rey Alfonso X de Castilla, en 1263, en su Código
de las Siete Partidas, recomiendó la realización de estas representaciones “que estimulen a obrar bien,
muevan a devoción y recuerden la memoria del pasado”, dando pie a estas representaciones callejeras
de la Pasión, en ocasiones con imágenes articuladas que se movían durante la narración de un clérigo o
religioso, especialmente después de la Contrarreforma.
Templete de la Cruz del Campo de
Sevilla, origen del Vía Crucis.
En Sevilla el Vía Crucis a la Cruz del Campo, es considerado el
comienzo de la Semana Santa sevillana. Lo instituyó en 1521 don
Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa, a su
regreso de un viaje a Tierra Santa. Según una antigua tradición, el
Vía Crucis de las "doce estaciones" era el que había seguido a
diario la Virgen para recordar la Pasión de su hijo. En dicha
ciudad se puede decir que la primera cofradía es la de la Vera
Cruz, que da culto a la reliquia de la Verdadera Cruz, que pudieron
traer sus fundadores, los franciscanos. Se duda como fecha de su
fundación entre los años 1380 y 1448, en que se presentaron unas
reglas aprobadas en 1501. En 1507 se fundó la Hermandad de la
Sangre, en Málaga en 1507, a las que les seguirían muchas otras.
Igual sucedió en América donde se extendieron las cofradías.
Así por ejemplo, ya en 1540, Francisco Pizarro fundó en Lima la
Cofradía de la Vera Cruz de Caballeros, para venerar una reliquia
insigne de la Santa Cruz. A ella le sucederíán otras reuniendo a
muchas personas de una misma condición, origen o de un mismo
gremio, que habitualmente tomaban un santo como patrón y
organizaban fiestas, cuyos gastos eran financiados por sus
propios miembros.
Tanto en Lima, como en muchos otros pueblos peruanos existen hermandades en las que se venera el
Señor de los Milagros.
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En América los frailes misioneros usaron profusamente las representaciones procesionales como
medio de catequesis. Algunos de sus personajes y escenas, incluso los relacionados con los soldados
romanos, se siguen representando en nuestros días por los indígenas en poblados perdidos en la selva.
Exiten varios tipos de hermandades:
- Hermandades sacramentales:
Tienen por misión el cuidado del culto al Santísimo Sacramento.
- Hermandades penitenciales: Rinden culto a advocaciones relacionadas con la Semana Santa. Son las
más identificadas con el quehacer cofrade genéricamente concebido.
- Hermandades de gloria:
Se centran en advocaciones patronales relacionadas con santuarios de la más variada naturaleza, bien
en torno a Jesucristo o a la Virgen María, pero también alrededor de importantes reliquias santas o de
sepulcros especialmente venerados.
Aparte podemos encontrar órdenes de franciscanos, dominicos o carmelitas, así como las
congregaciones jesuíticas y otras asociaciones de laicos.
LAS PROCESIONES
Sería muy difícil y extenso enumerar toda la simbología usada en las cofradías. Todo en una procesión
es como una orquesta que como ya hemos mencionado, se recrea y reflexiona en la Pasión del Señor y
el dolor de su madre. Podemos citar algunos ejemplos:
Las flores blancas aromáticas recuerdan la blancura inmaculada de María Santísima y su pureza.
Las imágenes que portan una palma, que es símbolo del triunfo de resurrección.
Hay pasos en los que aparece un cáliz, que es la representación de la sangre preciosa de Nuestro Señor.
El color de las vestimentas también está relacionado con la liturgia y
los sentidos: el rojo recuerda la sangre de Cristo, el verde es el color
base en las hermandades de la Veracruz y simboliza la Esperanza, el
negro es la muestra de luto en la Semana Santa, el blanco es la pureza y
gloria de María, el rosa nos recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén,
ya que es el color usado por la liturgia como puente entre dos
festividades importantes; el morado es penitencial, el azul es
mariano…
Los cirios y velas simbolizan la luz de Jesús al mundo. Luz y calor que
se consume y entrega por nosotros.
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Así como las banderas simbolizan los países y sus ideales, el escudo de
una hermandad es su marca de identidad y que se suele repetir en la
medalla, ese elemento que mostramos con orgullo, anunciando a los
cuatro vientos nuestro compromiso y amor por la cofradía y hacia
los otros cristianos.
Para entender el sentido y la forma del traje de penitente
tendríamos que remontarnos a aquellos tiempos en los que estaba
vigente el tribunal de la Santa Inquisición. Por aquella época,
cuando una persona era castigada por motivos religiosos se le
imponía la obligación de usar una prenda de tela que le cubriera el
pecho y la espalda, así como un cucurucho o capirote de cartón en
señal de penitencia. Esta costumbre fue adoptada por ciertas cofradías de
Semana Santa y en algunos sitios se usó con antifaz o sin él.
También llevaban una túnica ceñida por un cordón a la cintura. Normalmente también portaban
cruces o cirios. Se les llamaba “nazarenos” a los penitentes acompañantes de la cofradía de Jesús
Nazareno, aunque luego el nombre se extendió
al resto de las cofradías.
La procesión penitencial de las cofradías
recibe el nombre de estación de penitencia.
Estacionarse es detenerse. Estación es pues lo
contrario de procesión, que significa “avanzar
caminando”. La cofradía procesiona y hace
estación. Se refiere a la parada solemne que
hacen al llegar a la catedral. Así entendido el
término estación se comprende mejor cuando
se habla de las estaciones del Vía Crucis.
El palio es el dosel (tela que sirve de techo)
sostenido por varales. El uso del palio
procede del catolicismo oriental, de la liturgia
bizantina, que acostumbraba poner imágenes
sagradas, sobre todo las que representaban a
la Santísima Virgen, bajo un baldaquino
(techo) de tela, como señal de reverencia y de
rendirle honor. Aunque se fue usando para
proteger la imagen de la posible lluvia, poco a
poco se fue acentuando el sentido simbólico:
ir bajo palio era señal de reverencia, respeto,
honor.
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Las mantillas usadas por las mujeres es de
origen prerromano. En tiempos de los íberos
solían cubrir sus cabezas con mantos o velos. En
la Edad Media siguieron usando diferentes tipos
de tocados para cubrirse la cabeza. La mujeres
usan mantillas bordadas de luto en la víspera de
la muerte del Señor. Suele ir acompañada de una
peineta de carey, de esa forma lo honran cuando
acuden a los Santos Oficios y visitan Sagrarios.
Es la manera de respetar el luto por la muerte de
Cristo.
Los pasos que también en algunos sitios se
les llama andas, poseen adornos florales
hermosísimos, que unas veces forman
tapices llenándose de fragancias y colorido
y otras toman formas ornamentales que se
alimentan con la iluminación, tomando un
auténtico derroche de insólitos matices y
reflejos. Acompañan y resaltan a a las
imágenes que representan los momentos
más dramáticos.
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La saeta es un canto religioso, generalmente improvisado y sin acompañamiento, que tiene su
origen en el folclore andaluz. Se trata de una melodía de ejecución libre, llena de lirismo y de
influencia árabe. Exigen conocer el estilo del cante jondo propio de la tradición musical del
flamenco.
También existe la cruz de guía, insignia que abre la marcha de las procesiones, la banda de música que
ambientaliza con sus marchas fúnebres la Pasión, y no podemos olvidar los exquisitos trabajos de
orfebrería, el pregón, y muchos otros elementos, que como ya dijimos, sería demasiado extenso relatar.
SENTIDO DE LAS PROCESIONES
La Semana Santa es solo el prólogo de la vigilia Pascual: de la Resurrección. El sentido de las
procesiones es triple:
- Teológico, como sentido de pueblo de Dios en marcha camino de la Jerusalén celeste.
- Litúrgico, procurando que haya representación eclesiástica en la presidencia y con oraciones al inicio
y al terminar, portando velas los asistentes.
- Antropológico, poniendo de manifiesto el significado de procesión como camino que se hace juntos
participando en el mismo clima de oración.
Las procesiones son manifestaciones de la fe y piedad populares con grandes connotaciones culturales
y que despiertan el sentimiento religioso de los fieles.
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(II) QUIÉNES SOMOS
NUESTRA HISTORIA
La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena llegó a Miami en 1997, por iniciativa de unos
empresarios sevillanos con el objetivo de promover el arte sacro en los Estados Unidos.
Nuestro director espiritual, el padre José Luis
Menéndez, pastor de Corpus Christi , coordinó y
organizó para traer dicha imagen con palio y
todos sus enseres. La imagen bajo palio estuvo
inicialmente expuesta en la Universidad de San
Thomas y se mostró en diversas ferias de arte
litúrgico.
Finalmente la Parroquia de Corpus Christi
adquirió el muestrario de la empresa que incluía
además de la imagen su el palio, sin bordados ni
terciopelos.
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LAS IMÁGENES
Nuestra Señora de la Esperanza de la Macarena es una talla de 1997, del artista sevillano Miguel
Berajano, y el Cristo Cautivo de Medinaceli, de 1998, procede de los Talleres Granda de Madrid.
LA PROCESIÓN
Con gran entusiasmo y en medio de una gran expectación, en 1998 se celebró por primera vez la
procesión de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena de Miami.
Por aquellas fechas había llegado a Miami el devoto macareno sevillano Manuel Gobea, que junto
con el misionero jesuita, José María Herrera Díez (fallecido en 2004), el padre José Luis Menéndez y
un pequeño grupo de laicos, organizaron e iniciaron la nueva experiencia cofrade.
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Desde entonces los fieles de la
Parroquia Corpus Christi así como
muchos otros feligreses de otras
parroquias de esta ciudad, han
participado cada año con mucho
amor y veneración en la estación
de penitencia.
De esta forma se sembró en esta
ciudad la semilla de una tradición
tan desconocida hasta aquella
fecha, pero que poco a poco va
dando sus frutos.
El Viernes Santo, después de los Santos Oficios, el humilde
barrio de Allapatah en Miami, Florida, se viste de gala con la
estación de penitencia del Cristo de Medinaceli y Nuestra
Señora de la Esperanza Macarena que tienen su salida entre
sones de saetas y tambores. Es un barrio de posibilidades
económicas muy humildes pero muy solvente e
inmensamente rico en devoción, y eso es lo único que la
Macarena busca de ellos.
Ya son varios miles de personas los que acompañan a las
imágenes, caminando por sus calles, fervorosas entre
oraciones y cánticos compartiendo con la Madre de Dios su
dolor mientras recuerdan la Pasión.
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Nuestra Esperanza Macarena sale bajo palio ovacionada por los fieles que acuden ansiosos a cada cita,
aguardando el momento tan esperado. Allí es aclamada por los asistentes y luciendo esplendorosa,
recorre los 70 metros de alfombra floral que se coloca para la especial ocasión, alfombra que es una
tradición de origen canario y desarrollada en América de una manera increible en Guatemala.
Inmediatamente se interpreta su himno en honor a
todas las hermandades Macarenas del mundo, una
forma simbólica de unirnos con sus acordes y letra a los
otros hermanos cofrades, rompiendo la única barrera
geográfica que nos separa.
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El amor a la Esperanza Macarena lejos de mermar ha ido en aumento y cada vez son más los que
participan en los cultos, que incluyen triduos, besamanos y por supuesto, la salida procesional.
El cortejo penitencial recorre varias millas, donde participan los cerca de trescientos hermanos que
forman parte de la cofradía y varios miles de acompañantes, según los estimados de la policía local.
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Las habitualmente ruidosas y transitadas vías de asfalto, por una noche detienen su ritmo y un sonido
muy distinto de oraciones y cánticos impregnado de incienso, envuelve la noche a la Reina del Cielo.
El drama de la Pasión irrumpe en un pregón con timbre de saeta. El barrio se sorprende por la inusual
visita de la Esperanza Macarena.
Hay quienes se preguntan… ¿pero quién tomará el relevo de esta tradición?. Tranquilos, en la
Hermandad hay más de 60 niños en preparación eucarística, que son una pequeña muestra y garantía
de su futuro. Por algo Ella quiso llevar el sobrenombre de Esperanza…
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Las calles se estremecen al paso del Cristo de Medinaceli. Se vive un contraste de emociones difíciles
de narrar. El luto penitencial contrasta con el brillante colorido de la Macarena.
Los hay que vienen por primera vez y miran con asombro cada elemento del sacro ritual que tienen
ante sus ojos. Tienen muy claro que algo grande está pasando y la experiencia les llena de preguntas,
curiosidad y de fe...
El 25 de agosto del año
2001 se fundó oficialmente
la Hermandad.
Desde entonces también se
han realizado convivencias
y eventos de fraternidad
con diferentes
comunidades, bolsa de
caridad y la procesión en la
festividad del Corpus
Christi.
En el año 2005 se produjo
el hermanamiento con la
Hermandad Madre de
Sevilla, en su Basílica y en
presencia de Nuestra
Señora la Esperanza
Macarena de Sevilla.
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Además la Hermandad
a menudo ha sido
noticia por sus
actividades durante
estos diez años.
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En 2008 la Hermandad participó en el I Encuentro de Hermandades y Cofradías de la Esperanza
Macarena de Sevilla, que congregó a cerca de 300 macarenos llegados de todo el mundo, de unos 17
lugares distintos, y en cuya ocasión, la visita de los representantes llegados de Miami, causó enorme
sensación en los diferentes medios de comunicación.
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Inspirada en la Macarena de Sevilla
Nuestra Hermandad está inspirada y sigue los pasos de la Hermandad de la Macarena de Sevilla, que
tiene sus raíces y tradición de varios siglos.
En el sevillano barrio de la Feria se estableció a finales del siglo XVI la orden monacal de los basilios.
En aquel templo, se fundó la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y Hermandad de Penitencia,
siéndole aprobadas sus primeras Reglas por la Autoridad Eclesiástica el 24 de Noviembre de 1595. La
Hermandad radicó en este templo hasta el año 1653, en el que se trasladó a la Iglesia del Señor San Gil.
A lo largo de los siglos la evolución de la cofradía ha sido incesante. Hoy día cuenta con más de dos
millares de nazarenos que acompañan tanto el paso de la Sentencia, como el de la Virgen de la
Esperanza Macarena. El fervor popular y la devoción que despiertan las imágenes cuando salen en
procesión, convierten a la Estación de Penitencia de la Hermandad de la Macarena en la madrugada
del Viernes Santo sevillano, en uno de los momentos más esperados de la Semana Santa de dicha
ciudad.
Arco de la Macarena de Sevilla e imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena de Sevilla.
La Hermandad y la imagen de la Esperanza Macarena en Miami ha impresionado a todos los
visitantes sevillanos que la han conocido...
Dúo Los Del Río
Agrupación A3Bandas
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(III) ADÓNDE VAMOS
“A Jesús por María” Juan Pablo II
La Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena solo ha comenzado su andadura.
Estamos comenzando nuestro décimo año, pero a pesar de lo vivido, solo hemos dado nuestros
primeros pasos.
El primer objetivo de la Hermandad es dar a conocer a Nuestra Señora, promover su devoción y
fomentarla entre los laicos de Miami.
Hay planes muy ambiciosos de ampliación del patrimonio, entre otros objetivos, se pretende
adquirir una réplica de la imagen sevillana del Gran Poder para completar el cortejo, e incluso otras
imágenes para organizar un Santo Entierro Grande.
El futuro de la cofradía es parte del compromiso de nosotros todos los parroquianos y los que
admiramos y sabemos encontrar en la Esperanza Macarena, un buen motivo de acercamiento a
Dios.
Mientras tanto, la Esperanza Macarena seguirá sus pasos en tierras floridanas hechizando con su
Divina estampa a sus admiradores e inspirando nuevos corazones a la fe.
Mirando al mañana...
Como cualquier Hermandad viva que incluye actividades religiosas y sociales, entre nuestros
planes futuros de crecimiento se encuentran:
La creación de una Bolsa de Caridad, o lo que es lo mismo, establecer un programa de obras de
beneficencia con los más necesitados.
Catequesis
Mantener la Cuaresma viva y hacerla sentir en nuestra parroquia, dándole el verdadero sentido
que ésta tiene.
Inciar una bolsa de empleo tratando de ayudar a tantos fieles que en nuestra propia comunidad
necesitan una solución para darle sustento a sus familias.
Publicaciones periódicas, documentales didácticos, exposiciones y seminarios informativos para los
fieles o cualquier interesado.
La celebración de encuentros gastronómicos tradicionales.
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