Revista Una Apuesta a la Vida N°281

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Diciembre 2018
NÚMERO 281
Somos
arquitectos
de
nuestra
vida

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por alguno de estos medios,
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Silvia Rodríguez Borges
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DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281

EDITORIAL
Silvia
Rodríguez
Borges
Directora
Año
25
Número 281
DICIEMBRE 2018
Ideas, poesías, información,
conocimientos… se entremezclaban
en mi mente junto al
deseo de compartir con personas
ávidas y dispuestas de ver la
vida de una mirada diferente.
¿Cómo sería posible?
Irrumpió un día en mi imaginación
la idea de una revista.
Y aquel 21 de diciembre de
1994, con Mariana Calcaterra,
quien alimentó y formó
parte de mi sueño,
entregamos
unas páginas
escritas.
Un sueño
nacía a la
realidad.
La revista
experimentó
adversidades
y las atravesó
durante estos 25
años.
El sustento siempre fue el
afecto de las personas que la
han apoyado.
En el tiempo, imperceptibles,
existieron cambios. Otros,
como la tapa a color, dibujaron
diferencias.
Seguí soñando…
Deseaba ver cada página de
la revista impresa pincelada de
color.
En cada escrito, iba mi intención
de colorear el alma del
lector aunque llegaran a sus
manos páginas en blancos y
grises.
¡Qué mejor cierre de una
etapa, haciendo realidad otro
sueño!!
En esta edición se viste de
gala para ustedes y para mí.
Que la alegría del color, sea
la alegría que inunde nuestros
corazones sabiendo que cuando
un ciclo se cierra, se
abren otros.
No existe ni
el espacio ni el
tiempo.
Bastará
tener una
revista en
mis manos,
para sentir
que ustedes
están allí.
Elegirán alguna
y sentirán
que mi energía sigue
estando presente. Nuestros corazones
se fueron entretejiendo
en lazos de unión.
Seguiremos haciendo “Una
Apuesta a la Vida” y expectantes
caminaremos para descubrir
de qué otra forma nos
reencontraremos.
Nos recordaremos con una
sonrisa por todo lo compartido
que queda guardado en cada uno..
Y… sigamos transitando la
“Vida”.
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SUMARIO
Somos arquitectos
A través de soñar…
desear…
Somos arquitectos
A través de los
pensamientos
Somos arquitectos
Reconociendo el
poder de la palabra
Somos arquitectos
Sanando
nuestras heridas
Somos arquitectos
con nuestra actitud
No es más que un
hasta luego…
Somos arquitectos
Reconociendo
nuestro valor
Una anecdota de mi vida
El ciclo de la vida...
Crear, conservar y
transformar
Que tus despertares
te despierten
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Somos
arquitectos
A través
de soñar…
desear…
Sin sueños no hay rumbo en la vida.
Sueños y deseos van de la mano.
La vida transcurre entre apreciar
lo que tenemos y sentir
de lograr lo que no tenemos.
Cuando emerge la intención
de alcanzar “algo”,
estamos enfrentándonos
a un límite y queremos
trascenderlo.
Se atraviesan los no
para convertirlos en sí.
Todo deseo impulsa
a movernos para hacerlos
realidad.
Es el inicio de un camino.
Zarpa hacia tus sueños,
ve tras ellos con fe
y compromiso.
Tus acciones los nutrirán.
Los obstáculos te fortalecerán.
Sostén tu intención, y los vientos
soplarán para que arribes al
destino deseado.
La realidad se teje de sueños y solo el
miedo puede detenerlos.
Un deseo es como una semilla
que germinará en la estación
adecuada.
Si es sostenido en el
tiempo, con atención, intención,
soltando su resultado
que es confiar,
su fuerza implícita nos
llevará a la acción.
Soñar impulsa a vivir.
Los deseos nunca terminan.
Son parte de la Vida.
El arquitecto crea, lo que para
alguien fue un sueño en el comienzo.
Carolina Morin
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Somos
arquitectos
A través de los
pensamientos
La mayor parte de los pensamientos son repetitivos.
Por lo tanto nos llevarán a las mismas
elecciones, los mismos comportamientos, a las
mismas emociones.
Y las emociones nos vuelven a los mismos
pensamientos y así quedamos atrapados en un
círculo.
¿Queremos un cambio en
nuestra vida? ¿Seguiremos pensando
lo mismo?
¿Nos alimentan, nos motivan,
nos dan vitalidad, nos empoderan
o también debilitan nuestra
autoestima, nos culpan, nos
desvalorizan…?
Cuando elegimos pensar de
forma diferente, se generan nuevas
conexiones en nuestro cerebro.
Comienzan a activarse otras secuencias, que
llevan a que veamos en el exterior, lo diferente.
Generalmente pensamos automáticamente.
Debemos escuchar esa vocecita que habla
en nuestro interior, para darnos cuenta si es-
“Los pensamientos te
llevan a tus propósitos.
Tus propósitos a
tus acciones.
Tus acciones a tus hábitos.
Tus hábitos a tu carácter
Y tu carácter determina
tu destino”.
Tyron Edwards
tamos eligiendo o repitiendo lo que nos dijeron
alguna vez nuestros padres, maestros, amigos,
autoridades…
Recordemos que al ser vibración
"atraeremos lo similar”. Y
esto hace que se reafirmen una
vez más.
Siempre tenemos la posibilidad
de cambiar los pensamientos
que afectarán no sólo nuestro
presente, sino que influirán
en nuestro futuro.
Recuerda que “ellos” importan.
Son creadores.
Arquitectos de nuestra realidad.
“Sé que sólo hay una libertad:
la de pensamiento”.
Antoine de Saint-Exupéry
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Somos
arquitectos
Reconociendo
el poder de la
palabra
La palabra es un don que debemos atesorar
para cambiar nuestras creencias limitantes, para
alentarnos, reconocernos, honrarnos, respetarnos.
También con ellas damos alas a los demás
o podemos aprisionarlos en un juicio que toman
como verdadero.
Una palabra puede cambiar una historia.
Es el sonido que se graba en el agua de nuestro
cuerpo y desde ahí se crea también nuestra
realidad.
“Nuestras palabras
tienen el poder
de cambiar nuestra
vidas”.
Es imprescindible usarla con
conciencia en lo que hablamos
de nosotros y en lo que le decimos
a los otros.
Con cada palabra que pronuncio
estoy creando mi realidad.
Hemos oído “A las palabras se las lleva el viento”.
No es así.
La palabra expresada en voz alta contiene un
poder, quizás inimaginable.
Cuidemos los pensamientos, porque ellos se
convierten en palabras y cuidemos las palabras
porque ellas “crean”.
Las palabras dejan huellas.
Somos sabios si elegimos cuándo hablar y
cuándo callar.
Hemos escuchado decir que no nos contamina
lo que entra por la boca sino lo que sale de ella.
La energía que carga y le da fuerza es la emoción
que le acompaña.
Es importante descubrir qué intención hay detrás
de nuestras palabras.
Discernir si provienen de nuestro
ego o de nuestro corazón nos convierte
en arquitectos de la realidad
que queremos. De lo contrario somos
víctimas de lo que pronunciamos
inconscientemente.
Son tiempos de convertir nuestras palabras en
un elemento luminoso en cada momento y de conexión
y unión con el otro.
“Piensa antes de hablar,
y habla sólo aquello que sea
cierto, amable, útil y necesario”.
Gurudeva
Par Biomagnético
Terapeuta María Porteiro, egresada año 2012,
México DF del Dr. Isaac Goiz Durán
Cel y whatsapp:
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Nuestras heridas emocionales
son invisibles.
Son lesiones que quedaron
guardadas en el interior, por
la interpretación que hicimos
ante hechos, palabras,
gestos, circunstancias…
Lo que sentimos está
influenciado por lo que
vivimos en el período
de gestación, infancia,
adolescencia y
otras circunstancias
de la vida.
Es una respuesta
inmediata y subjetiva
ante lo vivido.
Como son energías,
tienen que circular,
moverse, liberarse.
Negar una emoción
es encerrarnos
en una prisión,
teniendo la llave en nuestras manos.
No sanar las heridas nos conduce a que se
reactiven fácilmente ante circunstancias similares.
Y de esta manera las ahondamos.
Pueden traer como consecuencia que nos
pongamos fácilmente a la defensiva, levantemos
un muro en nuestro corazón, critiquemos
con demasía, nos apeguemos fácilmente
y queramos controlar a los demás con comportamientos
destructivos. En vez de acercarnos
al bienestar nos mantendrán en vilo
generando sufrimiento.
Somos
arquitectos
Sanando
nuestras heridas
A las heridas que existen, hay
que aceptarlas.
Significa observar detenidamente
para saber qué
emociones hay que liberar.
Reconocerlas, revivirlas
y resolverlas es
uno de los caminos
para sanar. Si recordamos
una situación,
surgirán
los sentimientos
que debemos
soltar, dejar ir,
abandonar.
De esta manera
podemos
identificarlos, ponerle
nombre. Ira?
Humillación? Abuso?...
Sabremos que hemos
sanado cuando pensemos
en el hecho y no se despierten los
sentimientos anteriores.
Toda herida permite que nos conozcamos
más para descubrir nuestras debilidades.
¿En qué evolucioné? ¿De qué me di cuenta?
Surgen para dar el mensaje de que algo hay
que sanar, trascender.
Depende de nuestra actitud verle sus beneficios
para el crecimiento personal o quedarnos
atrapados en el papel de víctima.
Cuando somos libres, los sentimientos,
surgen de lo que sucede en el presente. No
de los hechos no resueltos en el pasado.
¡Sólo tú puedes elegir ser libre y arquitecto
de tu vida!!
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Somos
arquitectos
con nuestra
actitud
Actitud es la capacidad que tenemos todos
los seres humanos de cómo enfrentar al
mundo y a las circunstancias que se van presentando
en el transcurso de la vida.
Ante un hecho, esto marca la diferencia.
Se reconoce una actitud positiva si en
una adversidad se encuentra su valor, su
aprendizaje.
La persona rápidamente sale del papel de
víctima para resolver el desafío que se le presenta,
siempre está dispuesta a solucionar los
conflictos y llegar a la armonía.
Es protagonista de su vida, no espera que
alguien le venga a resolver sus asuntos, toma
el control de la situación. No se deja envolver
por ella ni se paraliza.
Si se puede cambiar, realiza todo lo necesario
para hacerlo. Si no es posible, tiene
en claro que lo que se puede cambiar es la
actitud.
“Si quieres cambiar al mundo,
cámbiate a ti mismo”.
Mahatma Gandhi
Cada momento es como una “Y griega”, o
se toma un camino o se toma otro.
Lo importante es ser consciente adónde me
conduce.
Podemos tener mucha experiencia, mucho
conocimiento, pero lo que realmente nos
hace atractivos es la actitud ante la vida.
Somos vibración.
Según lo que emitimos, es lo que atraemos.
Desde este punto nuevamente nos convertimos
en arquitectos de nuestra vida.
“Una persona feliz no
tiene un determinado
conjunto de
circunstancias,
sino un conjunto
de actitudes”.
Hugh Downs
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No es más
que un
hasta
luego…
Contar la historia de mi presencia en “Una
Apuesta a la Vida”, quizás no sea necesario.
Todos saben que allá por 1994, soñadoras, Silvia
y yo, fuimos el cimiento, la raíz, de algo
que nació de lo profundo del corazón.
Una revista para contar lo que aprendíamos,
para compartir la riqueza de la apertura
a nuevos paradigmas.
Podría decir y rescatar mil cosas
de aquellos tiempos... ratos de risas,
miradas cómplices, ansias de
superarla día a día.
Entre sus páginas rescato recuerdos
de mi propio pasado...
Por un tiempo debí ausentarme físicamente
de ella (aunque mi corazón estaba
AHÍ) pero de la mano mágica de Silvia,
creció, se multiplicó, y llegó a rincones insospechados,
a seres que anhelantes, esperaban
mes a mes por su edición.
El tiempo nos encuentra celebrando esa
vida que le dimos, el mismo que me permitió
volver a esas hojas tan queridas.
Hoy los pimpollos se hacen rosas en el libro
que ha escrito Silvia, y la revista le da paso,
para que florezca y se expanda con hálitos de
suaves brisas...
Una Apuesta a la Vida nos deja sus tesoros
más preciados en lo profundo del alma...
Es un momento que vivimos con una mezcla
de ternura, emoción y un dejo de tristeza...
Silenciosamente agradezco a los que durante
tantos años recibieron su rica historia.
Personalmente me despido en un apretado
abrazo, demorando el “hasta luego” para que
nunca acabe y podamos sentir el sublime olor
de la tinta recién salida del horno artesanal
de los moldes de la imprenta...
Mariana Calcaterra Ostolaza.
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DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281

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DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281 11

Somos
arquitectos
Reconociendo
nuestro valor
Desde niños aprendimos a buscar y recibir
el aprecio de los demás satisfaciendo a otros.
El valor quedó en manos ajenas.
Es a nosotros que nos corresponde darnos
“valor” por nuestros aciertos y nuestros errores.
Si depende de algo externo, variará según
lo que nos digan los demás. O si alcanzamos
las metas o no, si tenemos éxito o no, si somos
como los demás quieren o no.
En estas circunstancias no somos dueños
de nosotros mismos y es imposible empoderarse.
Nuestra apreciación varía.
El auténtico valor radica en mi auto-valoración.
En el que nos otorgamos por ser
como somos. Por todas las experiencias que
hemos tenido acertadas o no.
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DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281

“El valor que cada uno se otorga
es invulnerable y eterno”.
El valor se encuentra cuando caminamos
hacia la meta sin que nos interese si se llegamos
o no. Lo importante es el trayecto, las
adversidades, si descubro en cada paso su beneficio
en mi evolución o crecimiento personal.
Es decir sí y no, acertar y errar, disfrutar
y rechazar…
El valor es reconocerme en mis cualidades,
virtudes y defectos, y aceptarme y amarme
sin necesidad de tener que cambiar nada. Sé
que soy lo más perfecto que puedo ser en este
momento por mi nivel de consciencia.
El primer valor es el de existir.
Es lo que me permite vivir, experimentar,
ser cada día más rica espiritualmente, volar
con mis sueños.
Cuando lo entendemos, acompañamos
a los demás para que ellos mismos se lo
reconozcan.
“El valor que habita en mí,
sólo espera ser reconocido”.
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UNA ANÉCDOTA DE MI VIDA
Cerrar el ciclo de la revista ha estado en mi
pensamiento desde mucho tiempo atrás. Quizás
lo escondía por el dolor que me generaba.
Me apasionó cada mes hacerla.
Disfrutaba. Era como sentarme a jugar
con las sincronicidades mágicas. Parecía que
seres invisibles se convocaban y me guiaban
por laberintos, a los que no entendía cómo
había llegado. Allí encontraba lo que iba en la
revista. Así lo sentía.
Las razones se fueron sumando en el transcurso
del tiempo hasta que me fue imposible
girar la cabeza para no ver que todo conspiraba
con señales, coincidencias, hechos, situaciones…
que me acorralaban de alguna
manera para no postergar esta decisión.
Recuerdo el impacto en el centro del pecho
que sentí el día que leí un artículo escrito por
Eva Julián en el año 2017.
El ciclo de
la vida…
Crear,
conservar y
transformar
“Llega un momento en el que para crecer
se hace necesario soltar, y puede ser aquello
que te costó tanto esfuerzo conseguir y por
lo que tanto luchaste.
Pero recuerda que no hay energía suficiente
para nutrir los grandes logros ya realizados.
Esos permanecen y permanecerán, no es
necesario sostenerlos.
Cada período tiene su propio crecimiento,
sus propias metas y retos…”
Y allí empezó mi diálogo interior.
¿Por qué sentí esto?
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DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281

¿Qué me está diciendo mi ser interno?
En lo más profundo de mí, sabía qué era lo
que tenía que hacer, pero aún
no estaba preparada.
Y así fue pasando el tiempo y cada vez sentía
en mi corazón, que se acercaba el momento
de permitir una transformación.
Cierto día vino a mi mente el recuerdo de
una situación que mi madre vivió antes de
decir “no trabajo más”.
Me hizo comprender que mi dolor en esta
transición era también el de ella.
Desde los 15 años fue peluquera. No recuerdo
bien la edad que tenía y seguía trabajando.
Le costaba dejar de hacerlo y jubilarse.
La vida se lo indicó, no de la mejor manera.
Inició con una contractura muy fuerte derivada
de una posición que había tenido por
esta profesión. Casi un mes estuvo internada.
Una noche comenzó a llorar y me dijo:
-“mamá dice que aún no es el momento”.
¡Qué fuerte verla llorar y que dijera esto!
Pienso, ¿ qué dolor sentiría por tomar esta
decisión que la llevó tan cerca de la muerte?.
Nunca dijo nada de lo que estaba viviendo
interiormente.
¡Ahora puedo comprenderla!
Entró caminando a este centro médico y
cuando le dieron el alta porque ya no sabían
qué hacer, casi no tenía dominio de sus piernas.
Claramente por lo que hoy sabemos interpretar,
sentiría que su vida quedaba sin rumbo,
sin sentido…
Toda una vida trabajando en una profesión
que amaba, el contacto con la gente… ¿y ahora…?
se preguntaría.
Estuvo en mi casa por un tiempo recuperándose
y luego se quedó a vivir conmigo y sus
nietos.
En ese tiempo comenzó una nueva etapa
totalmente diferente para ella que lo único
que había hecho era trabajar y trabajar.
Mimaba a sus nietos, se ocupaba de cocinar,
y de atender lo de la casa mientras esto
me permitía viajar con total tranquilidad a
todos los lugares que iba a dar conferencias.
Aquella mamá dura, autoritaria, exigente,
se transformó en puro amor y comprensión.
Cada acto era para mimarme, no a través
de sus manos que tanto le costaba, sino en la
comida, en la bolsa de agua caliente, en atenderme,
en estar junto a mí.
DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281 15

Yo lo había añorado en mi niñez.
Y así cerró un ciclo soltando lo que quería
conservar, la peluquería, iniciando una nueva
etapa de su vida que vivió con alegría y muy
acompañada.
Cuando vino a mi mente este recuerdo, me
sorprendí dándome cuenta que estaba repitiendo
la misma historia.
¿Iba a esperar que algo sucediera en mi vida
para hacer la transición a otra etapa?
El dolor que sentía por esta decisión era
muy fuerte, pero lo expresaba y lo conversaba
con mis hijos y amigas.
Y esa misericordia que siempre he encontrado
en mi vida, hizo que un día comprendiera,
desde lo más profundo de mi ser, que el
dolor provenía de la lucha por conservar algo
que ya necesitaba transformarse.
Todo pedía salir de la zona de comodidad y
aventurarme a lo nuevo.
Y como si una varita mágica hubiera tocado
mi corazón, borró todo el dolor y la alegría
ocupó su lugar.
Mi centro de atención en dejar de hacer
la revista cambió y pude ver que ya hacía un
tiempo una nueva etapa había nacido al escribir
el libro “Rosas de mis espinas”.
La transición estaba realizada en forma
material. Faltaba acompañarla con una nueva
comprensión cuando solté y realmente solté.
Mis brazos decidieron abrirse para recibir lo
nuevo, que ya está, y lo desconocido a llegar.
¿Podemos hacer que una flor
permanezca por siempre?
¿Cómo llegará la abundancia
de verlas si no permitimos
que continúe su ciclo para
ofrecer las semillas que harán
nacer muchas más…?
La vida es un flujo constante
de “Crear, conservar,
transformar”.
Silvia Rodríguez Borges
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DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281

Que tus despertares
te despierten
¡Que tus despertares, te despierten!
Y que, al despertarte, el día que comienza te
entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los
rayos del Sol que se filtran por tu ventana, en
cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de
rescatar lo más positivo de cada persona que se
cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente,
aunque “sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el
día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada
hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de
la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio
interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por
tus seres queridos.
Y que tus abrazos, abracen.
Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca
dejen de maravillarte. Y que llegues cansado y
satisfecho al anochecer, por la tarea satisfactoria
realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador, y sin
sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni
tampoco al valor de las cosas, con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque, sólo
los ignorantes desconocen que no somos más
que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que
cada segundo de vida es un regalo, un obsequio,
y que, si fuésemos realmente valientes, deberíamos
bailar y cantar de alegría al tomar conciencia
de ello.
Como un pequeñísimo homenaje al misterio
de la Vida, que nos acoge, nos abraza y nos
bendice.
Atribuido a F. Daniel Karpuj
Agradecimiento
A todas las personas que en estos 25 años formaron parte de la Revista “Una Apuesta a la Vida”.
A los lectores, auspiciantes, vendedores, diagramadores, imprentas, personas anónimas que la apoyaron, a
los que me acompañaron en la organización y distribución de la revista, a los que me motivaron y ofrecieron
su energía para que llegara a más personas, a los medios de comunicación que difundieron su contenido y a
tantas otras personas que no tengo conocimiento de sus acciones anónimas.
¡Gracias! por haber sido parte de este sueño y haberme permitido seguir soñando cada mes.
Mi gratitud quedará guardada por siempre en mi corazón.
Silvia Rodríguez Borges
DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281 17

Estimados lectores:
En esta página que es la última, de la última
edición de la revista, quisiera que habitara
la alegría en cada uno de nosotros por haber
disfrutado de 281 ejemplares.
Todo lo que llegó al corazón de ustedes les
pertenece.
Al escribir, y ustedes al leer, compartimos
sonrisas, nos divertimos, aprendimos,
se deslizaron lágrimas y asomaron diversas
emociones…
Eso es lo que realmente nos unió.
Estamos ante
un final que es un
comienzo.
Al salir la oruga
de su capullo, hay
una vida que le espera.
Desplegará
sus alas
para volar.
Quedan
guardadas
en mi corazón
todas las palabras de reconocimiento.
Me queda la satisfacción de haber entregado
lo mejor en cada página.
Sincero y profundo agradecimiento a ustedes
por permitirme expresar y compartir.
Muchas pueden ser las posibilidades de
volvernos a encontrar.
Lo que cambiará será la forma.
Ya no hay distancias en estos tiempos.
¡Celebro que nos hayamos encontrado en
el camino de la Vida!
¡Gracias! a cada uno de ustedes por
haber tomado en sus manos
esta querida revista
“Una Apuesta a la Vida”,
que no perece, sino permanece,
al igual que
nuestra conexión.
¡Hasta que la
Vida nos vuelva a
conectar!
Silvia Rodríguez
Borges
18
DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281

DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281 19

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Los libros se entregan en Diciembre
Lanzamiento oficial en Montevideo
De mi primer libro
“ROSAS DE MIS ESPINAS”
Tendré el agrado de compartir este día tan especial.
Será un gusto que inviten a familiares y amigos.
FECHA: 21 de Diciembre de 2018
HORA: 20
LUGAR: BIBLIOTECA NACIONAL - Auditorio
Carlos Vaz Ferreira
DIRECCIÓN: 18 de Julio 1790 (subsuelo)
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Contacto: Cel: +598 99 43 76 87
ENTRADA GRATUITA
DICIEMBRE 2018 - AÑO 25 - Nº 281