05.12.2018 Views

CODIGO-CIVIL

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

instrumento tiene vida propia e independiente del acto que contiene y en esa<br />

medida, cada uno de éstos ostenta requisitos de validez particulares; claro que,<br />

recuerda que conforme al Código Civil, el acto puede subsistir a pesar que el<br />

instrumento se declare nulo.<br />

Siendo así, de una simple lectura de la Ley del procedimiento administrativo general<br />

se advierte que los actos administrativos tienden a conservarse; tienen requisitos<br />

especiales ante cuya omisión acarrea la nulidad, pero que deberá ser declarada<br />

por el poder judicial; se informan bajo la guarda del Principio de Autotutela de la<br />

Administración Pública y por si fuera poco son “ejecutivos”, es decir que una vez<br />

configurados o expedidos surten pleno efecto; salvo claro está algunos supuestos<br />

excepcionales. Dicho todo esto, te pregunto ¿el Registro puede “en base al<br />

Artículo 2011º del Código Civil” tachar un título de nulo –no válido– y por tanto<br />

ininscribible?<br />

Decreto Legislativo Nº 295 Código Civil<br />

PAULO: Bueno César, estás retratando al Estado contra el Estado y efectivamente,<br />

a pesar de que lo que sostienes es real, el Registro no le reconoce ejecutividad a los<br />

actos administrativos en los que se reconoce dominio sobre predios… por ejemplo,<br />

o los observa por supuestos defectos subsanables (vicios menores)… pero, y qué<br />

pasa en el ámbito notarial? En este caso no hay ejecutividad proclamada, ¿o sí? No<br />

hay autotutela…<br />

CÉSAR: En el ámbito notarial, el “acto notarial” merece el mismo respeto que<br />

su naturaleza jurídica le debe dispensar. Si recuerdas tus lecturas de Derecho<br />

Notarial Argentino, recordarás en Mario Zinny que “adviértase en efecto, cómo<br />

la inquietud de los autores se ha venido centrando en el documento (que no es<br />

el acto sino la obra, esto es, el papel escrito que del acto resulta), cuando no en<br />

el negocio. Adviértase incluso cómo se les confunde, asignando al documento<br />

efectos negociales o, directamente, naturaleza de negocio jurídico. Pero claro está<br />

que una cosa es la compraventa y otra su narración por el notario (dación de fe de<br />

la compraventa). Y claro está también que en modo alguno es posible confundir<br />

a uno y otro acto con el papel escrito que sirve para probarlos, ni a los efectos del<br />

primero (derechos y obligaciones respectivos) con los del segundo (fe pública), ni a<br />

la invalidez de aquél con la de éste (en tanto una puede darse sin la otra); tampoco<br />

cabe por fin, confundir todo ello con los efectos probatorios del documento y las<br />

vicisitudes que pueden afectarlo (deterioro, destrucción, pérdida, adulteración, etc.)”.<br />

649<br />

LIBRO IX<br />

REGISTROS PÚBLICOS<br />

PAULO: Me queda muy claro que el acto notarial obedece a una estructura<br />

jurídica propia e individualizable, y por lo mismo con efectos propios.<br />

CÉSAR: Ciertamente; y como bien señalas con efectos propios que difícilmente<br />

pueden tenerse por inexistentes o enervarse. La verdad empero es, que nuestra<br />

propia Ley del Notariado no le hace mucho caso, o bien dichas las cosas, no trata

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!