ML volumen 10 6
MANTENER VIVA LA ESTRATEGIA DE MANTENIMIENTO LLAMADO DE TODAS LAS METODOLOGÍAS LOS PATRONES DE FALLO, LA EDAD Y LA FIABILIDAD ¿QUÉ HA PASADO CON EL LEGADO DE NOWLAN Y HEAP? SISTEMA DE LUBRICACIÓN AUTOMATIZADO RADAR DE MANTENIMIENTO 2018 LIBRO RECOMENDADO
MANTENER VIVA LA ESTRATEGIA DE MANTENIMIENTO
LLAMADO DE TODAS LAS METODOLOGÍAS
LOS PATRONES DE FALLO, LA EDAD Y LA FIABILIDAD
¿QUÉ HA PASADO CON EL LEGADO DE NOWLAN Y HEAP?
SISTEMA DE LUBRICACIÓN AUTOMATIZADO
RADAR DE MANTENIMIENTO 2018
LIBRO RECOMENDADO
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Mantenimiento<br />
ISSN 2357-6340<br />
en Latinoamérica<br />
La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />
Volumen <strong>10</strong> N°6<br />
Noviembre – Diciembre 2018<br />
los mismos autores, aún advirtiendo en la referencia de la figura de los<br />
seis patrones, que el eje vertical “Y” es “probabilidad condicional de<br />
fallo” y el eje horizontal “X” es “edad operacional”, caen en la fatal<br />
omisión de simplificar y referirse en las notas explicativas a<br />
“probabilidad de fallo”
2019 es tu año, no pierdas la<br />
oportunidad de certificarte con<br />
la mejor universidad
Contenido
Editorial<br />
El servicio con visión 20/20<br />
Una de las labores que normalmente realizamos los<br />
consultores es realizar investigaciones sobre activos para<br />
ayudar a dirimir situaciones, algunas veces no muy amistosas,<br />
entre compradores de equipos y los fabricantes o sus<br />
representantes. Esta tarea implica en muchos casos la<br />
realización de un buen análisis de causas, análisis de<br />
laboratorio, ensayos de diferentes tipos, cálculos de<br />
confiabilidad y cálculos financieros.<br />
Todas las veces estos estudios muestran que alguna de las<br />
partes debe asumir el valor de lo que se requiera; la<br />
sustitución del activo o parte de este, la reparación y algunos<br />
otros costos. Cuando el tema es de características<br />
importantes es una empresa de seguros con la que se debe<br />
mediar y ellos, dependiendo de los montos facilitan o no el<br />
llegar a un acuerdo.<br />
Todo esto, es mas simple si en primera instancia el<br />
interlocutor es un técnico con vocación de servicio. Es el caso<br />
de Ricardo, gerente de servicios de un dealer en Colombia con<br />
quien me correspondió tratar el problema de mi vehículo<br />
“nuevo” (24.000 km) el cual presentaba un problema de<br />
embrague del cual la marca aún no ha tomado la decisión de<br />
responder a sus muchos clientes que confían en una marca<br />
pero que sus tramites burocráticos no permiten que se<br />
resuelvan los problemas a la velocidad requerida por los<br />
clientes.<br />
Un buen distribuidor (dealer) como este, asumió el problema<br />
que no es suyo, pues sabe que de los clientes bien atendidos<br />
viene de la mano un nuevo cliente, mientras que de uno mal<br />
atendido viene la salida de muchos mas, aunque la marca sea<br />
reconocida.<br />
En este editorial, felicito a este distribuidor, a Ricardo,<br />
Mauricio y Catalina, gerente de servicio, gerente de ventas y<br />
asesora comercial. Quienes muestran que aún existen<br />
personas comprometidas con sus clientes y hasta con su<br />
marca, con quienes rápidamente llegamos a un buen acuerdo<br />
y hoy tengo ese vehículo de la marca en la cual siempre he<br />
confiado, hoy mas por sus representantes que por su equipo<br />
técnico y directivo de planta, quienes solo envían respuestas<br />
evasivas o peor aún no dan respuesta a un vehículo que<br />
presentaba una confiabilidad a 365 días de menos al 12% por<br />
embrague.<br />
Un abrazo!!!<br />
Mantenimiento<br />
en<br />
Latinoamérica<br />
Volumen <strong>10</strong> – N° 6<br />
EDITORIAL Y COLABORADORES<br />
Juan Carlos Orrego Barrera<br />
Luis Felipe Sexto<br />
Elkin Andrés Chacón M.<br />
Zanndy B. Gualdron B.<br />
Jeisson H. García Aguilar<br />
Juliana Sanabria M.<br />
El contenido de la revista no refleja<br />
necesariamente la posición del Editor.<br />
El responsable de los temas, conceptos e<br />
imágenes emitidos en cada artículo es la persona<br />
quien los emite.<br />
VENTAS y SUSCRIPCIONES:<br />
revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
Comité Editorial<br />
Juan Carlos Orrego B.<br />
Beatriz Janeth Galeano U.<br />
Tulio Héctor Quintero P.<br />
Carlos Andrés Saucedo.<br />
Maria Isabel Ardila.<br />
Juan Carlos Orrego Barrera<br />
Director
MANTENER VIVA LA ESTRATEGIA DE MANTENIMIENTO<br />
LLAMADO DE TODAS LAS METODOLOGÍAS.<br />
El PMO la forma mas rápida y efectiva<br />
Por:<br />
Cuando se habla de cualquier metodología para estructurar estrategias y<br />
programas de mantenimiento es frecuente encontrar el llamado que hacen ellas<br />
mismas en que deben de mantenerse vidas.<br />
Y no es ni mucho menos una novedad que yo les diga que eso no se hace o por lo<br />
menos no con la frecuencia requerida por la dinámica de las plantas, la falta de<br />
recurso humano o la falta de conocimiento de ese recurso humano.<br />
“Eso del mantenimiento es tan fácil que cualquiera puede dirigir el personal<br />
técnico especializado para que repare los equipos luego de que han fallado,<br />
después de todo, los que saben reparar son los técnicos y no quienes los<br />
coordinan”. Por lo menos, eso dicen muchos de quienes administran empresas,<br />
pero no saben nada de mantenimiento.<br />
Los programas de mantenimiento tienen que ser ajustados cuando cambia de<br />
forma sustancial uno o varios de los aspectos que son importantes para la<br />
empresa de su contexto operacional y mi recomendación siempre ha sido y será,<br />
que se haga una revisión al inicio del año fiscal pues por lo menos cambian los<br />
objetivos o expectativas de ventas y con ello, todo el proceso productivo que las<br />
acompañan.<br />
Una herramienta metodológica que ayuda fácilmente al objetivo de mantener viva<br />
la estrategia de mantenimiento es el PMO, como se verá a continuación.<br />
Juan Carlos Orrego<br />
Barrera.<br />
Ingeniero Mecánico<br />
Esp. Finanzas, prep. y Eval.<br />
Proyectos<br />
Msc Gestión Energética Industrial<br />
Director Mantonline.com<br />
servicio@mantonline.com<br />
Colombia<br />
Si la labor de mantenimiento es generar<br />
beneficio para las organizaciones, ese<br />
beneficio debe de evidenciarse bajo el<br />
lenguaje que entienden las organizaciones.<br />
RENTABIIDAD.<br />
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6
Para efectos de descubrir la importancia de mantener<br />
actualizado el contexto del negocio y de sus activos, los invito<br />
a revisar el escrito que publicamos en la revista<br />
Mantenimiento en Latinoamérica en el mes de enero del<br />
presente año y con ello saltar rápidamente a ese punto de<br />
mantener viva la estrategia mediante PMO.<br />
Recuerde el lector que PMO invita a ser realizado cuando ya<br />
se tiene en marcha algún proceso de mantenimiento,<br />
estructurado o no, documentado o no, es decir sin partir de<br />
cero, pues lo que se pretende es optimizar y por lo tanto,<br />
encaja perfectamente en<br />
el objetivo definido por<br />
las metodologías que es<br />
mantenerse vivas. Y es<br />
visto como los<br />
encargados de mantenimiento agobiados por las múltiples y<br />
repetidas fallas, los incumplimientos de sus promesas y un día<br />
a día que no deja de traer retos, saltan de metodología en<br />
metodología y hasta compran ideas salidas de sombreros de<br />
magia para poder intentar mejorar su proceso de<br />
mantenimiento.<br />
Un proceso un poco mas detallado es el que se muestra a<br />
continuación y llevado, fase por fase y paso a paso, logra los<br />
beneficios correspondientes para los activos y sistemas de<br />
activos de interés para el negocio. Mientras racionaliza las<br />
tareas de mantenimiento existentes y agrega tareas que<br />
faltan para garantizar la menor cantidad de paradas no<br />
programadas posibles.<br />
El proceso de PMO se divide generalmente en tres fases<br />
distintas y al interior de ellas en pasos, así:<br />
Un PMO bien aplicado y trabajado cada año, generará los tan<br />
esperados procesos dinámicos para el contexto operacional<br />
actual.<br />
Por ello, deseo regresar a la base y recordarles algunas<br />
consideraciones de tan poderosa herramienta, tan poco<br />
valorada por muchos de quienes realizan actividades de<br />
mantenimiento.<br />
El PMO inicia con las tareas de mantenimiento existentes, de<br />
tal forma que se reconozca lo que se está haciendo, ya sea<br />
cobijado por alguna metodología o no. Como se muestra en la<br />
siguiente figura, para continuar hacia adelante con el historial<br />
de fallas del o los equipos bajo análisis y con ello, determinar,<br />
como lo veremos luego, cuáles de ellos son los que más<br />
afectan el negocio, para continuar con un análisis causal de<br />
ellas y definir una política de mantenimiento ajustada a esta<br />
realidad, lo que lleva consigo un proceso de optimización de<br />
las actividades de mantenimiento.<br />
Como el RCM, propone su desarrollo a través de siete<br />
preguntas básicas inmersas en las fases y pasos mostrados<br />
anterior mente y que arrojan como resultado la evaluación de<br />
la táctica de mantenimiento, estas preguntas son:<br />
1. ¿Qué tareas de mantenimiento se llevan a cabo por parte<br />
del personal de mantenimiento y operaciones (recopilación<br />
de tareas)?<br />
2. ¿Cuáles son los modos de falla asociados a una inspección<br />
de la planta (análisis de modos de falla)?<br />
3. ¿Qué funciones se perderían si cada modo de falla se<br />
presentara de forma inesperada (funciones)?<br />
4. ¿Qué pasa cuando ocurre cada falla (efectos de falla)?<br />
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7
5. ¿En qué forma afecta cada falla (consecuencia de falla)?<br />
6. ¿Qué se debe hacer para predecir o prevenir cada falla<br />
(tareas proactivas y sus intervalos)?<br />
7. ¿Qué se debe hacer si una tarea proactiva no previene la<br />
falla (acciones por omisión)?<br />
Respondiendo a estas preguntas, no como lo desarrollan<br />
algunos, sino entrando en detalle y aportando evidencias de<br />
lo que se tiene o no se tiene, puede encontrar elementos<br />
importantes para mejorar desde su estrategia hasta los<br />
planes y programas de mantenimiento, y con ello alcanzar<br />
objetivos importantes que aportan sustancialmente a la<br />
organización, entre algunos que hemos logrado en diferentes<br />
organizaciones están:<br />
qué, teniendo las competencias correctas puede calcularse<br />
con facilidad. Pues además de proponer mejoras puntuales o<br />
porcentuales en algunos de los aspectos que trata el<br />
mantenimiento, hay que cuantificar lo que se está gastando<br />
hoy, lo que se está obteniendo financieramente con las<br />
acciones pagadas por esas erogaciones, lo que cuesta en un<br />
período prudente después de la aplicación de las mejoras al<br />
igual de lo que se obtiene y lo que se espera de ambos<br />
valores en el plazo estimado antes de la siguiente revisión.<br />
Algo como lo que se muestra en la siguiente figura.<br />
1. Entendimiento del “nuevo negocio” al revisar el contexto<br />
operacional actual<br />
2. Identificación de nuevos objetivos y niveles de metas<br />
3. Reconocimiento de roles y responsabilidades que deben<br />
ser ajustadas<br />
4. Necesidad o exceso de personal para las labores a<br />
necesarias<br />
5. Documentación que falta o que no es necesaria<br />
6. Perdidas en producción debidas a exceso o falta de<br />
mantenimiento<br />
7. Utilización inadecuada de energéticos, insumos y en<br />
general de recursos por estrategias mal definidas<br />
8. Listado de actividades requeridas con su frecuencia de<br />
realización para mejorar el rendimiento de la planta<br />
9. Listado de actividades que deben dejar de ejecutarse para<br />
mejorar eficiencia del personal y disponibilidad de activos<br />
<strong>10</strong>. Modos de falla mas frecuentes y con mayor impacto que<br />
deben ser atendidos<br />
11. Contratos mal definidos con contratistas o entre áreas de<br />
la empresa que requieren ajuste de los acuerdos de nivel<br />
de servicio<br />
12. Recursos requeridos para atender los activos bajo el<br />
presente contexto operacional<br />
13. Planes de capacitación requeridos por el personal de<br />
mantenimiento para atender el conjunto de activos<br />
actuales y futuros<br />
14. VALOR ECONÓMICO AGREGADO por la implementación<br />
del PMO y por la estrategia actual<br />
Como se observa, son muchos los beneficios que se pueden<br />
obtener, con esta y con las otras metodologías, y al final de la<br />
lista aparece ese beneficio tan esquivo para muchos, pero<br />
Si la labor de mantenimiento es generar beneficio para las<br />
organizaciones, ese beneficio debe de evidenciarse bajo el<br />
lenguaje que entienden las organizaciones. RENTABIIDAD.<br />
Bibliografía:<br />
Moubray , John. Reliability-Centered Maintenance Second<br />
Edition 2nd Edition (1997)<br />
NTC-ISO. COLOMBIANA. 3<strong>10</strong>00. 2011-02-16. Gestión del<br />
riesgo. Principios y directrices.<br />
Pistarelli , Alejandro J . Manual de Mantenimiento. Ingeniería,<br />
Gestión y Organización. 1ª Ed. El Autor Buenos Aires (20<strong>10</strong>).<br />
Silva y Orrego, Confiabilidad en la practica. 2ª Ed. Barranquilla<br />
(2016).<br />
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8
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9
LOS PATRONES DE FALLO, LA EDAD Y LA FIABILIDAD<br />
¿QUÉ HA PASADO CON EL LEGADO DE NOWLAN Y HEAP?<br />
Es conocido que uno de los resultados que trascendieron el report publicado en<br />
1978 títulado “Reliability Centered Maintenance”, fue la evidencia de la<br />
existencia de seis patrones de fallos identificados con letras (desde A y hasta F),<br />
por los autores. Estos patrones estaban basados en curvas obtenidas en United<br />
Airlines para componentes de aviones.<br />
Tal resultado, fue descrito por los firmantes F. Stanley Nowlan y Howard F. Heap.<br />
en un report de 495 páginas codificado A066-579 y desde hace tiempo<br />
desclasificado. El report, fue desarrollado institucionalmente por United Airlines y<br />
esponsorizado por la “Office of Assistant Secretary of Defense” de Estados Unidos.<br />
Por:<br />
¿Quién de los apasionados y profesionales del mantenimiento y la confiabilidad,<br />
no ha leído en libros, tanto en inglés como en español, o escuchado en<br />
disertaciones de expertos la mención a los seis patrones de fallos referidos<br />
originalmente en el trabajo de Nowlan y Heap?<br />
Luis Felipe Sexto<br />
Ing. Msc.<br />
Member of European Technical<br />
Committee CEN/TC 319 -<br />
Maintenance<br />
Management Consultant<br />
Radical Management<br />
lsexto@radical-management.com<br />
Cuba-Italia<br />
Lo primero que salta a la vista es la continua<br />
referencia en los comentarios explicativos de<br />
los seis patrones de fallo, al término<br />
‘’probabilidad de fallo”, cuando, en realidad, las<br />
figuras están describiendo el comportamiento<br />
de la “tasa de fallo local.<br />
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<strong>10</strong>
Sin embargo, una serie de interpretaciones de múltiples<br />
autores fácilmente consultables llevó a una distorsión de lo<br />
planteado, dando lugar a teorías o meras afirmaciones<br />
carentes de sentido y distantes del resultado obtenido por<br />
Nowlan y Heap, pero repetidas con mucha frecuencia<br />
(provocando una especie de verificación de la teoría<br />
propagandística de Goebbels, donde la repetición genera<br />
creencias y la mente se va adaptando). Pero también es cierto<br />
que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Invito al<br />
lector a leer detenidamente la literatura del RCM más común<br />
que se divulga y encontrar las afirmaciones sobre los<br />
patrones de fallo y el modo en que se argumentan.<br />
A continuación, una muestra de cuatro de estas frecuentes y<br />
grandilocuentes afirmaciones derivadas de interpretaciones<br />
que usan términos impropios a lo planteado según los<br />
resultados de Nowlan y Heap:<br />
1. “La mayoría de los fallos no son más probables<br />
cuando el equipo envejece”.<br />
2. “la mayoría de los fallos no dependen de la edad”.<br />
3. “La probabilidad de fallo se mantiene constante<br />
para la mayor parte de los fallos.<br />
4. “Cuando se cumple el patrón E, no hay nada que un<br />
reemplazo pueda hacer para reducir la probabilidad<br />
de un fallo”.<br />
3. El patrón D se caracteriza por una “baja<br />
probabilidad de fallo cuando el componente es<br />
nuevo, seguido de un rápido incremento a un nivel<br />
constante”.<br />
4. El patrón E presenta una “probabilidad de fallo<br />
constante en todas las edades (función de<br />
supervivencia exponencial”).<br />
5. El patrón F, presenta “mortalidad infantil, seguido<br />
por un constante o muy bajo incremento de la<br />
probabilidad de fallo (particularmente aplicable en<br />
equipos electrónicos”.<br />
Lo primero que salta a la vista es la continua referencia en los<br />
comentarios explicativos de los seis patrones de fallo, al<br />
término ‘’probabilidad de fallo”, cuando, en realidad, las<br />
figuras están describiendo el comportamiento de la “tasa de<br />
fallo local, λ(t)=λ” o “probabilidad condicional de fallo”. El<br />
problema que parece banal, lo sería, sino fuera porque<br />
“probabilidad condicional de fallo” no significa ni expresa lo<br />
mismo que la “probabilidad de fallo” a secas. Se trata de dos<br />
conceptos diferentes con curvas también diferentes.<br />
LOS PATRONES DE FALLOS Y EL LÍMITE DE EDAD OPERATIVA<br />
En la sección “2.8 Age Reliability Characteristics”, del report<br />
de Nowlan y Heap sobre RCM, es que encontramos la figura<br />
(ver figura 1) que ya por años ha sido referenciada<br />
repetidamente en artículos, libros, congresos, programas<br />
académicos en universidades, entrenamientos en empresas,<br />
tesis de maestría, sea por parte de algunos expertos, como<br />
por profesores, divulgadores y técnicos del tema de la<br />
confiabilidad y del Mantenimiento Centrado en la<br />
confiabilidad en particular.<br />
A continuación, la síntesis de lo planteado en el propio report<br />
de Nowlan y Heap, con respecto a los patrones de fallos. En<br />
negrita o cursiva lo subrayado por el autor. El lector que<br />
prefiera puede leer directamente los comentarios originales<br />
en la figura 1:<br />
1. Los patrones A y B presentan un “constante o<br />
gradual incremento de la probabilidad de fallo,<br />
seguido de una pronunciada región de desgaste” y<br />
por tanto “una edad límite puede ser deseable”. La<br />
curva B “es característica de aviones con motores<br />
reciprocantes”.<br />
2. El patrón C viene descrito con un “gradual<br />
incremento de la probabilidad de fallo, pero no se<br />
identifica una zona de deterioro. Usualmente no<br />
sería deseable imponer una edad límite (esta curva<br />
es características de aviones con motores de<br />
turbina)”.<br />
Figura 1. Representación original de los patrones de fallos.<br />
Extraído del report de Nowlan y Heap. Reliability Centered<br />
Maintenance. United Airlines, 1978.<br />
La evidencia es reveladora ya que son los mismos autores del<br />
report de 1978, que referencian que el patrón A se conoce en<br />
la literatura de confiabilidad como “curva de bañera”. Y en la<br />
curva de bañera como es conocido se hace referencia al<br />
comportamiento decreciente, constante y creciente ¿de<br />
quién? Pues, de la tasa de fallos local o probabilidad<br />
condicional de fallo (para los períodos respectivos de<br />
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11
mortalidad infantil, vida útil y envejecimiento o deterioro<br />
acelerado).<br />
Con mayor evidencia se nota la incongruencia entre figura y<br />
descripción de la figura en el patrón E. Donde se sigue<br />
llamando “probabilidad de fallo constante” a lo que es tasa<br />
de fallos local o probabilidad condicional de fallo constante.<br />
En este caso, se menciona incluso a la distribución<br />
exponencial de probabilidad para el cálculo.<br />
Sin embargo, unos párrafos más adelante, en el report<br />
original, los autores hacen uso explícito del término<br />
probabilidad condicional de fallo y así llegan a las siguientes<br />
conclusiones:<br />
• Alrededor del 89% de los componentes analizados no<br />
presentan una zona de deterioro acelerado (wearout<br />
zone); por lo que su desempeño no podría mejorarse<br />
imponiendo una edad límite (para proceder al tipo<br />
mantenimiento que corresponda).<br />
• De hecho, después de cierta edad la probabilidad<br />
condicional de fallo continuó a un ritmo constante<br />
(curvas D, E y F).<br />
• Un 5% no tenía una zona de deterioro bien definida, pero<br />
tenía cada vez más probabilidad de fallar a medida que<br />
aumentaba la edad (curva C). Para unos pocos de estos<br />
elementos, un límite de edad podría resultar útil, siempre<br />
que fuera favorable un análisis de costo-efectividad.<br />
• Sólo un 6% de los componentes estudiados mostraron una<br />
pronunciada zona característica de deterioro creciente<br />
(curvas A y B).<br />
Y SIN EMBARGO CRECE…EJEMPLO DEMOSTRATIVO DE<br />
CURVAS DE UN PATRÓN E<br />
Para demostrar (lo demostrado ya) que no es lo mismo<br />
probabilidad condicional de fallo y probabilidad de fallo, en<br />
el siguiente ejemplo, se ha generado una población de<br />
tiempos hasta el fallo de un equipo a través de una<br />
simulación de <strong>10</strong>0 muestras aleatorias, con una distribución<br />
exponencial y asignando una tasa de fallos igual a<br />
λ(t)=λ=0,01.<br />
Asumamos, que se trata de un determinado motor eléctrico,<br />
por ser un equipo común en todas las industrias. Se observa<br />
en la figura 2 la curva obtenida de fiabilidad o sobrevivencia<br />
del equipo en función del tiempo de operación, acompañada<br />
de la función densidad de fallo. Esta última, será necesaria<br />
para obtener la probabilidad condicional de fallo en función<br />
del tiempo de operación.<br />
Se ha utilizado para la simulación el software DataAnalysis<br />
Proyecto PlanetRAMS. Grupo de Investigación CEANI,<br />
Instituto de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones en Ingeniería<br />
(SIANI), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).<br />
Y más adelante, siempre en la misma sección 2.8 del report,<br />
se encuentra la siguiente afirmación:<br />
• En muchos casos mantenimiento programado, realmente<br />
incrementa la tasa de fallo general debido a la<br />
introducción de una alta tasa de mortalidad infantil en un<br />
sistema que de otro modo sería estable (“in an otherwise<br />
stable system”).<br />
En pocas páginas del report, se ha creado una convergencia<br />
de conceptos fiabilísticos ─tasa de fallo, probabilidad de fallo,<br />
probabilidad condicional de fallo─ que hasta los mismos<br />
autores, aún advirtiendo en la referencia de la figura de los<br />
seis patrones, que el eje vertical “Y” es “probabilidad<br />
condicional de fallo” y el eje horizontal “X” es “edad<br />
operacional”, caen en la fatal omisión de simplificar y<br />
referirse en las notas explicativas a “probabilidad de fallo”<br />
en cada uno de los patrones de fallo de la figura.<br />
Serán justo estos comentarios imprecisos en la figura, que<br />
omiten la palabra “condicional” (pero correctamente<br />
referidos en el título de la misma y en el texto explicativo), los<br />
que darán la vuelta al mundo en interpretaciones<br />
superficiales y contrarias al significado expresado en las<br />
curvas originales de probabilidad condicional de fallo, en<br />
componentes de aviones, sintetizadas por Nowlan y Heap.<br />
Figura 2. Función Confiabilidad [R(t), supervivencia] y<br />
Función densidad de fallo, FD. Ambas funciones son<br />
.<br />
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12
necesarias para la determinación de la Probabilidad<br />
Condicional de Fallo (PCF), para cualquier valor de edad del<br />
equipo. Muestra de <strong>10</strong>0 datos con distribución exponencial<br />
de tiempos para fallar de un equipo. Demostración con el<br />
Software libre Data Analysis*.<br />
En la figura 3, se observa la curva de probabilidad de fallo, en<br />
función del tiempo de operación. Se evidencia que es<br />
siempre creciente y no constante). Cualquiera que analice sus<br />
datos de fallos y determine las probabilidades de no fallar,<br />
R(t) o de fallar, F(t), conoce de estos resultados de<br />
incremento de la probabilidad de fallo con la edad<br />
operacional.<br />
Por fuerza, si se trata de una distribución exponencial, debe<br />
corresponder al patrón E de fallos aleatorios, pero ¿Y qué ha<br />
pasado con aquella historia que algunos autores nos han<br />
contado enfáticamente que la “probabilidad de fallo” debía<br />
ser constante en este patrón E, y que no crece cuando el<br />
equipo envejece? ¿qué ha pasado con las cuatro<br />
afirmaciones iniciales de ejemplo, que sostienen la idea que<br />
el incremento de la probabilidad de fallo y la edad<br />
operacional no se relacionan en la mayoría de los casos?<br />
• “Probabilidad condicional de fallo (también referida<br />
como “local failure rate”, section 2-7, p43): como la<br />
probabilidad que un componente pueda fallar durante<br />
un particular intervalo de tiempo, dado que sobrevive el<br />
entero intervalo (ver densidad de probabilidad de fallo).”<br />
• “Densidad de Probabilidad de Fallo: es la probabilidad<br />
que un componente pueda fallar en un intervalo<br />
definido, es la diferencia entre la probabilidad de<br />
supervivencia al inicio del intervalo y la probabilidad de<br />
sobrevivir al final del intervalo (ver probabilidad<br />
condicional de fallo).”<br />
• “Probabilidad de supervivencia: probabilidad que un<br />
componente sobreviva, sin fallar, a una determinada<br />
edad operacional, bajo específicas condiciones de<br />
operación (ver curva de supervivencia).” Sería la curva<br />
de fiabilidad, R(t). Recordando que probabilidad de fallo,<br />
F(t)=1-R(t). Nota del autor.<br />
En la tabla 1, se presentan los resultados fiabilísticos<br />
resultantes del procesamiento de las muestras de tiempos<br />
hasta el fallo del motor, para seis (6) tiempos de operación.<br />
La probabilidad condicional de fallo, se obtiene del siguiente<br />
modo: si el motor comienza a trabajar de 0, tiene una<br />
fiabilidad o probabilidad de no fallar a las 200 horas igual a<br />
R(200)=<strong>10</strong>% y la densidad de fallos (FDF) para las próximas 50<br />
horas (a las 250 h) es igual a 0,0007.<br />
Si el motor sobrevive las 200 horas, tiene una probabilidad<br />
condicional de fallo (PCF) entre 200 y 250 horas, igual a<br />
0,0007/0,<strong>10</strong>. Es decir su PCF=0,0065. Resultado que se<br />
mantiene constante para el período de vida útil analizado en<br />
intervalos idénticos como se aprecia en la tabla. Esto es lo<br />
que significa mostrar una tasa de fallos constante. El lector<br />
puede notar que estos valores de probabilidad condicional de<br />
fallo (PCF) se mantienen constantes para todos los intervalos<br />
analizados. Además, si los valores obtenidos de PCF los<br />
aproximamos a dos cifras decimales, coincidirían para todos<br />
los intervalos con la tasa de fallos 0,01 aplicada para simular<br />
la distribución exponencial de probabilidad (caracterizada de<br />
una tasa de fallos constante).<br />
Figura 3. Función Probabilidad de Fallo creciente [F(t),<br />
infiabilidad]. Para datos con tasa de fallos constante y<br />
distribución exponencial. Muestra de <strong>10</strong>0 datos de tiempos<br />
para fallar de un equipo. Simulación con el Software libre<br />
Data Analysis.<br />
La probabilidad condicional de fallo (o tasa de fallos local)<br />
esta relacionada con la probabilidad de sobrevivencia<br />
(función fiabilidad) y con la función densidad de probabilidad<br />
de fallo. Y es esa la razón por la cual determinados la curva de<br />
densidad de probabilidad de fallo en el ejemplo.<br />
En el glosario del report, Nowlan y Heap definen<br />
(textualmente):<br />
Tabla 1. Resultados del análisis fiabilísticos para 6 tiempos<br />
de operación diferentes del motor de ejemplo.<br />
t FDF R(t) F(t) PCF o Tasa de<br />
Fallos Local<br />
1 50 0,0065 56% 44% 0,0065<br />
2 <strong>10</strong>0 0,0036 32% 68% 0,0065<br />
3 150 0,0021 18% 82% 0,0064<br />
4 200 0,0012 <strong>10</strong>% 90% 0,0065<br />
5 250 0,0007 6% 94% 0,0065<br />
6 300 0,0004 3% 97% 0,0065<br />
A continuación, en la figura 4, se demuestran gráficamente<br />
los resultados de comportamiento de cada función<br />
relacionada, a través de las curvas resultantes.<br />
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13
CONCLUSIONES<br />
Figura 4. Comportamiento de las funciones fiabilísticas<br />
relacionadas con un patrón de fallos con probabilidad<br />
condicional o tasa de fallo constante.<br />
La figura 5 muestra dos ejemplos extraídos del report de<br />
Nowlan y Heap, donde se evidencia la relación entre<br />
probabilidad condicional, densidad de probabilidad de fallo y<br />
probabilidad de supervivencia para la aplicación de una<br />
distribución exponencial y para una distribución de Weibull.<br />
La probabilidad condicional de fallo se mantienen constante<br />
para la distribución exponencial (patrón E), mientras que la<br />
probabilidad condicional primero crece y luego se mantiene<br />
constante en el segundo caso (patrón D) e igualmente los<br />
datos se ajustaron a una distribución de Weibull (para que no<br />
se crea que es aplicable únicamente al patrón A). En ambos<br />
casos, la probabilidad de no fallar (de supervivencia) decrece<br />
con el tiempo de operación (o lo que es lo mismo crece la<br />
probabilidad de fallo con la edad operacional).<br />
Figura 5. Ejemplos del comportamiento de las diferentes curvas probabilísticas<br />
(probabilidad condicional, densidad de probabilidad y probabilidad de<br />
supervivencia) para una distribución exponencial y una distribución de Weibull.<br />
Se aprecia como la probabilidad de supervivencia decrece con el tiempo de<br />
operación (probabilidad de fallo crece) Fuente: Nowlan y Heap. Reliability<br />
Centered Maintenance. United Airlines, 1978.<br />
1. La interpretación de los patrones de fallos, resultados de<br />
las curvas de probabilidad condicional de fallo<br />
presentados en el report de Nowlan y Heap de 1978, se ha<br />
prestado a interpretaciones inadecuadas, al interpretarse<br />
impropiamente por algunos autores que el término<br />
probabilidad condicional de fallo significa lo mismo que<br />
probabilidad de fallo.<br />
2. Algunos autores referencian correctamente el término<br />
probabilidad condicional de fallo cuando se refieren al<br />
eje Y de las curvas representadas en los seis patrones de<br />
fallo, pero al explicar los patrones se refieren a que, en “la<br />
mayoría de los casos, la probabilidad de fallo se mantiene<br />
constante” y por esa razón “no tiene sentido reemplazar<br />
componentes a una cierta edad si la probabilidad de fallo<br />
es constante en el tiempo”. Sin embargo, la probabilidad<br />
de fallo no es constante en el tiempo de operación.<br />
3. El anterior razonamiento tendría sustento si no fuera por<br />
el hecho que la probabilidad de fallo no es lo mismo que<br />
probabilidad condicional de fallo. Y justo para los<br />
patrones y zonas de los patrones donde la probabilidad<br />
condicional de fallo es constante [λ(t)=λ], su probabilidad<br />
de fallo con la edad operacional, dentro del intervalo de<br />
vida útil, es creciente (¡!).<br />
4. La asimilación del hecho que cuando la probabilidad<br />
condicional de fallo (o tasa de fallo local) es constante, la<br />
probabilidad de fallo crece en función del tiempo de<br />
operación, puede significar sensibles modificaciones de<br />
corrección de frecuencias de mantenimiento para muchas<br />
empresas que han creído que sus sistemas mantenían una<br />
probabilidad constante para todas las edades dentro del<br />
intervalo de vida útil.<br />
5. Como la probabilidad de fallo es creciente en el tiempo de<br />
operación, durante el análisis y elaboración de las curvas<br />
fiabilísticas se debería dar respuesta a preguntas como:<br />
¿Cuál sería el valor de probabilidad de fallo aceptable para<br />
los sistemas críticos específicos en mi contexto? ¿Para qué<br />
valor de probabilidad de fallo consideraríamos<br />
inaceptable el riesgo de continuar operando sin realizar<br />
algún tipo de intervención? ¿Qué deberíamos hacer para<br />
reducir la probabilidad de fallo a valores aceptables para<br />
cierto tiempo de operación y en mis condiciones de<br />
contexto?<br />
6. Lo planteado por Nowlan y Heap con respecto a la edad y<br />
la fiabilidad, es que si la probabilidad condicional de fallo<br />
(obsérvese el término probabilidad condicional) de un<br />
componente crece con la edad, mostrando una zona de<br />
incremento rápido del deterioro, entonces sería<br />
oportuno asociar una “edad límite” de uso y lograr<br />
ejecutar alguna acción antes que el componente entre<br />
en la zona de deterioro (wearout zone). Esto con “el<br />
objetivo de reducir la tasa de fallo general” (overall<br />
failure rate). En este contexto, el deterioro (wearout)<br />
que se refleja con el incremento de la probabilidad<br />
condicional de fallo ─y cito textual─, “describe el efecto<br />
adverso de la edad en la fiabilidad y no necesariamente<br />
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14
implica cambios físicos”. Nowlan y Heap afirman en su<br />
report que solo un 6% de los componentes de aviones<br />
estudiados presentaban una pronunciada “wearout zone”<br />
(curvas A y B) y una “edad límite” debería ser aplicable a<br />
esos componentes.<br />
7. De otra parte, del estudio de Nowlan y Heap, resultó que<br />
el 89% de los componentes de aviones estudiados estaban<br />
representados por curvas de probabilidad condicional de<br />
fallo constante (curvas de la C a la F) ─que no mostraban<br />
una zona con crecimiento de la probabilidad condicional<br />
de fallo asociada con una cierta edad y por ello no sería<br />
recomendable establecer una “edad límite” para realizar<br />
alguna acción de reemplazo. Sin embargo, si habría que<br />
determinar hasta qué edad la probabilidad de fallo del<br />
componente que se analiza sería aceptable para continuar<br />
operando sin intervenciones de mantenimiento. En este<br />
punto, el análisis fiabilístico y el mantenimiento<br />
preventivo predeterminado y según condición (donde<br />
pueda ser aplicable y valer la pena) tienen espacio para su<br />
aplicación con éxito. A este propósito, hay que decir que<br />
ya Nowlan y Heap le llamaban "on condition task" e<br />
incluían al "mantenimiento predictivo" como parte de las<br />
"on condition tasks", exactamente como esta<br />
estándarizado hoy en la norma europea EN 13306<br />
Terminología de mantenimiento.<br />
8. Los patrones con probabilidad condicional de fallos<br />
constante se asocian a la probabilidad de ocurrencia<br />
aleatoria de los fallos. Es decir, que un fallo puede ocurrir<br />
en cualquier momento de la vida del equipo, pero la<br />
probabilidad de que ese fallo aleatorio ocurra es<br />
diferente de momento a momento.<br />
9. El report Reliability Centered Maintenance, presentado<br />
por los autores Nowlan y Heap, fechado en 1978,<br />
constituye una fuente original y confiable para asimilar el<br />
RCM, y establece claramente los elementos esenciales de<br />
un proceso RCM, que luego otros autores han extraído<br />
prácticamente sin modificaciones y otros han interpretado<br />
con fuerte distorsión, como demuestra este caso de la<br />
interpretación de los patrones de fallos (donde las curvas<br />
de probabilidad condicional de fallo han sido asumidas e<br />
interpretadas erróneamente como curvas de<br />
probabilidad de fallo).<br />
<strong>10</strong>. Si usted pertenece a una empresa que ha basado su plan<br />
de mantenimiento asumiendo que para sus sistemas más<br />
complejos la probabilidad de fallo se mantiene constante<br />
con la edad operativa, pues sería recomendable que con<br />
los datos de fallos acumulados, construya realmente sus<br />
curvas para los sistemas críticos y actué de consecuencia<br />
con los resultados de probabilidad de fallos que<br />
resultarán, y sean consideradas aceptables, en función de<br />
la edad operacional.<br />
Referencias<br />
1. F. Stanley Nowlan y Howard F. Heap. “Reliability<br />
Centered Maintenance”. December 29, 1978, U.S.<br />
Department of Commerce, National Technical<br />
Information Service. Produced by Dolby Access Press.<br />
2. EN 13306: 2017 Maintenance - Maintenance<br />
terminology.<br />
www.radical-management.com<br />
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15
SISTEMA DE LUBRICACIÓN AUTOMATIZADO.<br />
El presente artículo se encuentra orientado al desarrollo del diseño de un<br />
sistema de lubricación automatizado para la empresa Coohilados del Fonce Ltda.<br />
Los propósitos son, contribuir con el medio ambiente eliminando las pérdidas de<br />
lubricante, reducir el ruido, aumentar la eficiencia del activo, eliminando carga<br />
resultante por fricción, y la reducción de costos en mantenimiento y operación, ya<br />
que alarga la vida útil de los componentes del activo, así mismo, aumentar el<br />
tiempo medio entre fallos por desgaste causado por el contacto directo de metal<br />
– metal.<br />
Por:<br />
Elkin Andrés Chacón M.<br />
Ingeniero de Mantenimiento,<br />
UNISANGIL<br />
elkinchacon@unisangil.edu.co<br />
Zanndy B. Gualdron B.<br />
Ingeniero Electrónico, UNISANGIL<br />
zanndygualdron@unisangil.edu.co<br />
Jeisson H. García Aguilar<br />
Ingeniero de Mantenimiento,<br />
UNISANGIL<br />
Docente del Programa en<br />
Ingeniería de Mantenimiento<br />
jgarcia@unisangil.edu.co<br />
Juliana Sanabria M.<br />
Ingeniera Mecánica, UIS<br />
Magister en Sistemas Energéticos<br />
Avanzados, UDES<br />
Docente Investigador del Programa<br />
en Ingeniería de Mantenimiento,<br />
UNISANGIL<br />
msanabria@unisangil.edu.co<br />
Colombia<br />
Utilizar la solución correcta de lubricación<br />
ofrece nuevas oportunidades para<br />
aumentar la rentabilidad, al reducir los<br />
costos de funcionamiento de la maquinaria,<br />
mejorar la confiabilidad y seguridad,<br />
ampliar los intervalos de servicio y<br />
optimizar los recursos de mano de obra<br />
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16
INTRODUCCIÓN<br />
La fibra de fique y sus productos derivados son autóctonos e<br />
insignias de Colombia, sin embargo, el sector en las últimas<br />
décadas ha atravesado varias crisis y solo en los últimos años<br />
ha venido tomando importancia dada la necesidad del<br />
cuidado del medio ambiente, y consecuentemente el uso de<br />
materiales <strong>10</strong>0% biodegradables.<br />
A nivel nacional solo hay tres grandes industrias, Compañía<br />
de Empaques, Empaques del Cauca, y Coohilados del Fonce<br />
Ltda. Está ultima es única en el departamento de Santander, y<br />
es en la cual se desarrolla este proyecto.<br />
Se parte del conocimiento que se tiene de la lubricación de<br />
maquinaria en esta industria, la cual cuenta con un<br />
presupuesto limitado y escaso personal idóneo para realizar<br />
un control o seguimiento periódico de los equipos con el fin<br />
de establecer criterios técnicos referentes a la tribología de la<br />
maquinaria, así como diseñar sistemas que automaticen el<br />
proceso de lubricación.<br />
De este modo, se busca una alternativa que traiga consigo la<br />
optimización del proceso de lubricación, y el modelo de un<br />
sistema de lubricación automatizado adaptable al equipo de<br />
estudio, por lo que se inicia con la caracterización del<br />
funcionamiento de la maquinaria, y la lubricación actual,<br />
posteriormente, con el resultado de este diagnóstico se<br />
obtienen los parámetros, condiciones y características<br />
específicas para realizar la selección de las herramientas y<br />
materiales que permitan automatizar eficazmente el sistema<br />
de lubricación. Finalmente se procede a realizar las<br />
simulaciones y validaciones pertinentes.<br />
1. GENERALIDADES<br />
La obtención de la fibra parte del cultivo de fique (Furcraea),<br />
planta de la cual se van obteniendo las hojas adultas, las<br />
cuales pasan por un proceso de desfibrado en el que se<br />
separa la fibra de la corteza, se procede a lavarlo con<br />
abundante agua para extraer los residuos restantes.<br />
Posteriormente se deja secar exponiéndose a la luz solar, y<br />
finalmente se realiza un proceso de escarmenado, en el que<br />
se peina, desenreda y se dispone para su respectivo proceso<br />
de transformación industrial.<br />
Inicialmente el lavado de la fibra se realizaba en las fuentes<br />
hídricas, lo cual contaminaba y afectaba los ecosistemas<br />
dependientes, siendo hasta los años 90 que se legisla al<br />
respecto, prohibiendo estas prácticas, y obligando a los<br />
productores a implementar tanques de lavado.<br />
Dado que la implementación de los sistemas de lavado en<br />
aquel entonces implicaba una inversión onerosa para los<br />
cultivadores sin presentar utilidad, y al mismo tiempo el<br />
cultivo de café presentaba su más grande crecimiento,<br />
ocasiona que los agricultores inclinen sus labores al sector<br />
cafetero minimizando drásticamente la cantidad de fibra<br />
disponible para procesar.<br />
La limitada cantidad de materia prima en el sector provoca<br />
una crisis y la decadencia de la industria, donde algunas<br />
productoras de empaques, telas, cordeles y sogas tuvieron<br />
que dejar sus labores, dejando así, solo tres grandes<br />
industrias a nivel nacional (Compañía de empaques-<br />
Antioquia, Coohilados del fonce Ltda. – Santander, Empaques<br />
del cauca – Popayán).<br />
En contraste, en los últimos años ha tomado vital importancia<br />
el cuidado del medio ambiente, y consecuentemente el uso<br />
de materiales <strong>10</strong>0 % biodegradables, lo que ha favorecido e<br />
impulsado este sector productivo.<br />
Consorcio Industrial de Santander, fue una cooperativa<br />
dedicada a la transformación de la fibra desde 1940,<br />
posteriormente llamada Hilanderías del fonce S.A, la cual en<br />
1997 debido a la crisis fiquera tuvo que abandonar sus<br />
labores, sin embargo, un grupo de trabajadores en 1998<br />
retoman estas actividades y constituyen Coohilados del Fonce<br />
Ltda en su lugar, siendo la Cooperativa Multiactiva<br />
productora de empaques, telas, cordeles y sogas a base de<br />
fibra de fique en San Gil, y única en Santander.<br />
Dadas las dificultades que se han presentado, la cooperativa<br />
Coohilados del Fonce Ltda no ha contado con los recursos<br />
necesarios para avanzar significativamente en la<br />
automatización de los procesos, de hecho, su maquinaria<br />
tiene más de 60 años de antigüedad, es decir, los<br />
instrumentos empleados en la manufactura en su mayoría<br />
son exclusivos y antiguos (ocasionando inconvenientes por<br />
compatibilidad), exigiendo que la opción a implementar sea<br />
específica y modificable, por lo tanto, se genera la necesidad<br />
de llevar a cabo sistemas de lubricación diseñados acorde a<br />
cada necesidad.<br />
2. LUBRICACIÓN<br />
La importancia de la lubrificación radica en evitar el desgaste,<br />
el cual es un fenómeno bastante común y a su vez complejo<br />
de analizar, el cual se presenta frecuentemente en la<br />
industria, ya que ocurre al existir contacto y movimiento<br />
relativo entre dos o más elementos. [1] Por lo tanto, la<br />
lubricación es una de las actividades más importantes dentro<br />
del mantenimiento de las máquinas, sin embargo, es una de<br />
las más olvidadas por los directivos de las empresas. [2]<br />
No obstante, utilizar la solución correcta de lubricación ofrece<br />
nuevas oportunidades para aumentar la rentabilidad, al<br />
reducir los costos de funcionamiento de la maquinaria,<br />
mejorar la confiabilidad y seguridad, ampliar los intervalos de<br />
servicio y optimizar los recursos de mano de obra. [3]<br />
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17
Por ende, una mayor productividad de los equipos se logra si<br />
se reduce al máximo la fricción de sus diferentes<br />
mecanismos. Es así como hoy en día, la lubricación no se<br />
considera una ciencia aislada, sino que está íntimamente<br />
relacionada con la fricción, con el desgaste, con los materiales<br />
empleados en la fabricación de los equipos, con su diseño,<br />
con su operación y con la calidad de su mantenimiento. [4]<br />
La literatura acerca de sistemas de lubricación automatizados<br />
es limitada. Inicialmente la dosificación de lubricante se<br />
utilizaba para permitir la buena relación entre los<br />
mecanismos. El proceso hace 40 años estaba conformado por<br />
un recipiente sostenido por una estructura a cierta altura y<br />
conectado a una manguera con una válvula y unas duchas. El<br />
recipiente se alimentaba manualmente por un operario que<br />
revisaba periódicamente el estado del recipiente.<br />
Después de un tiempo la lubricación consistía en un depósito<br />
ubicado directamente en el punto, cuyo funcionamiento era<br />
por acción de la gravedad y el lubricante se aplicaba por<br />
goteo. Luego este método de lubricación se cambió para<br />
lubricar el seno de la cadena, esto consiste en sumergir la<br />
cadena mientras esta en movimiento logrando la lubricación<br />
constante.<br />
Cabe resaltar que la mezcla de estos lubricantes degrada sus<br />
características, y el suministro de aceite es aplicado una vez a<br />
la maquina por día laboral, en consecuencia, se observa<br />
exceso o falta de lubricante en la mayor parte de los puntos.<br />
Para determinar la acción del lubricante en un buje o<br />
chumacera, se puede observar a partir de un análisis<br />
termográfico, esto debido a que la fricción y la temperatura<br />
están directamente relacionadas, en la figura 1, en la cual se<br />
muestran dos bujes, el primero (a) lubricado adecuadamente,<br />
el cual corresponde al buje del eje que sostiene la estrella del<br />
sin fin rápido de la carda; el segundo (b) sin la lubricación<br />
adecuada, corresponde al buje del eje central del mechero de<br />
la línea de empaques, evidenciándose una temperatura<br />
superior al límite de 40 °C.<br />
En la parte (b) de la figura 1 se evidencia una mala<br />
lubricación, trayendo como consecuencia esfuerzo adicional a<br />
la máquina, perdida del lubricante aplicado, desgaste de los<br />
elementos móviles, así como costes adicionales en<br />
mantenimiento, ya que se hace pertinente cambiar la pieza,<br />
rectificar el eje y para ello detener el activo, disminuyendo<br />
producción por tiempo.<br />
Posteriormente se estudió la manera de optimizar y asegurar<br />
la lubricación en todos los puntos, así que se optó por tener<br />
una central de lubricación donde se bombeara<br />
constantemente el lubricante por medio de aspersores y así<br />
asegurar que este llegara a los lugares necesarios de los<br />
trenes de envase. Así nació la idea de constituir una central<br />
de lubricación.<br />
Años más tarde, se implementa un sistema automatizado<br />
para controlar los tiempos en la dosificación y se instaló<br />
también un sistema de anillo de presión en la salida de la<br />
bomba donde se homogenizará la presión en todas las líneas<br />
y con esto asegurar el sistema esté siempre estable y que la<br />
dosificación llegará a todos los puntos necesarios. [5]<br />
Por su parte, en la empresa Coohilados del Fonce Ltda, se<br />
implementa un sistema de lubrificación manual, es decir, se<br />
dispone de dos trabajadores que se encargan de realizar la<br />
lubricación a la totalidad de los activos; esta rutina es diaria a<br />
excepción de algunas máquinas que se realiza semanal o<br />
quincenalmente, dependiendo de sus horas de servicio. En<br />
este proceso se manejan tres tipos de lubricantes que son:<br />
aceite ISO 32, aceite ISO 150 y aceite ISO 680, así mismo, se<br />
realiza la mezcla entre dos de estos para lubricar alrededor<br />
del 75% del proceso.<br />
Fuente: autores.<br />
3. AUTOMATIZACIÓN<br />
Dentro del área de la producción industrial de cualquier<br />
empresa, la automatización ha pasado de una forma de<br />
trabajo deseable a un proceso indispensable, con el objetivo<br />
de poder competir en el mercado globalizado. Actualmente<br />
ninguna empresa puede excluir la automatización de sus<br />
procesos, ya que esto sirve para aumentar la cantidad y<br />
calidad de producción, racionalizar los procesos y los<br />
insumos, liberar al hombre de peligros, estrés y errores, de<br />
igual forma, reducir desperdicios o piezas mal fabricadas,<br />
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18
minimizar los tiempos de manufactura y realizar tareas<br />
complejas. [6]<br />
Es importante destacar que las pequeñas y medianas<br />
empresas, en automatización, presentan una gran adecuación<br />
innovadora, potenciando su flexibilidad para adaptarse al<br />
nuevo panorama que nos entrega el mundo, buscando<br />
nuevos servicios de automatización, favoreciendo a estas<br />
industrias en beneficios tangibles como el ahorro de energía,<br />
la integración de procesos de alta complejidad; incorporando<br />
dispositivos de control que han contribuido<br />
significativamente en la optimización de los procesos<br />
productivos.<br />
Se han realizado estudios que demuestran como las empresas<br />
que se han sometido a la automatización de sus procesos,<br />
haciendo uso de la implementación adecuada, con la asesoría<br />
correcta, han llegado a aumentar su producción hasta un<br />
30%. [7]<br />
mínima requerida, en este caso para que la velocidad del<br />
mecanismo no expulse el lubricante.<br />
Con los datos obtenidos se realiza el cálculo de la viscosidad<br />
mínima necesaria para los diversos puntos y de ser factible<br />
reducir la cantidad de lubricantes a emplear, seguidamente<br />
seleccionar el sistema óptimo de lubricación en el proceso<br />
que se esté analizando.<br />
Para completar el diseño se realiza el algoritmo que permita<br />
la automatización del proceso (diagrama de escalera), para de<br />
este modo obtener la lista de los elementos y equipos<br />
necesarios para hacer factible la puesta en marcha del<br />
sistema de lubricación en la máquina. Lo anteriormente<br />
mencionado se ilustra en la figura 2.<br />
4. METODOLOGIA<br />
Se realiza la respectiva documentación referente a la<br />
empresa, la tribología de la maquinaria, y sistemas de<br />
lubricación automatizados. Seguidamente se realiza una<br />
caracterización de la lubricación actual de la empresa.<br />
Posteriormente se hace necesario la aplicación de un<br />
diagnostico que permita obtener el sistema tribológico<br />
(basado en algunos de los ítems de NORIA [8]), aplicando los<br />
tres más relevantes:<br />
• Temperatura<br />
Se toma la temperatura de cada uno los puntos de lubricación<br />
del equipo a trabajar con ayuda de un instrumento que<br />
cumpla esta función (cámara termográfica y/o pirómetro),<br />
teniendo presente que la temperatura máxima que se debe<br />
presentar en un rodamiento, buje o chumacera es de 40 °C.<br />
La importancia de esta medición radica en que si la<br />
temperatura es superior a los 40 °C el lubricante pierde sus<br />
características y el desgaste por fricción en el buje es mayor.<br />
• Geometría de los elementos de las máquinas y<br />
requerimientos de lubricación<br />
Luego de tener la medición de temperatura se procede a<br />
realizar la medición del diámetro promedio de estos<br />
rodamientos, bujes o chumaceras.<br />
La relevancia de este parámetro es que se encuentra<br />
directamente relacionado con la carga del mecanismo móvil y<br />
cuyo objetivo es indicar la mínima viscosidad a la cual se evita<br />
que las fuerzas que se presenten expulsen el lubricante.<br />
• RPM<br />
Se realiza el mismo recorrido anteriormente hecho, a fin de<br />
obtener las revoluciones por minuto en cada una de las<br />
partes que se lubrican, esta toma de datos se puede realizar<br />
mediante el uso de un tacómetro. De igual forma a los ítems<br />
anteriores, está medición permite determinar la viscosidad<br />
Figura 1. Metodología a seguir. Fuente: autores.<br />
5. CONCLUSIONES<br />
El sistema automatizado trae mejoras en producción y<br />
aumenta la calidad del proceso, por tanto, una mayor<br />
competitividad, a su vez prolonga la vida útil de los elementos<br />
móviles, se obtiene su funcionamiento adecuado, y se<br />
lubrican mientras operan. En efecto, menos paradas no<br />
programadas, más tiempo de producción y disminución de<br />
costos de mantenimiento.<br />
Con la implementación de este proyecto se puede contribuir<br />
con una reducción de los gastos generados en el sistema de<br />
lubricación en 25% – 40%, gracias a la disminución en los<br />
costos de lubricantes, personal, piezas, y prolongando la vida<br />
útil del activo. Además, se buscan establecer criterios<br />
técnicos referentes a la tribología de la maquinaria, así como<br />
diseñar sistemas que automaticen el proceso de lubricación<br />
en la empresa COOHILADOS DEL FONCE LTDA.<br />
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19
Es necesario que la empresa realice de forma previa a la<br />
implementación, la estandarización de la máquina, es decir,<br />
se renueven los bujes, chumaceras, rodamientos, y se<br />
restauren las partes desgastadas, de igual forma, se realice el<br />
respectivo estriado, figura 3, esto a fin de mantener el<br />
lubricante en el punto, disminuyendo las fugas y posterior<br />
desgaste por fricción, garantizando el óptimo desempeño de<br />
la máquina<br />
[7] Central, F. B. (2009). Importancia de la<br />
Automatización. Disponible en:<br />
http://www.aie.cl/files/file/comites/ca/articulos/automat_tie<br />
mpos_de_crisis<strong>10</strong>-9.pdf<br />
[8] Lauer, D. (18 de noviembre de 2016). Tribología: la<br />
clave para la selección correcta de lubricante. Disponible en:<br />
http://noria.mx/lublearn/tribologia-la-clave-para-la-correctaseleccion-del-lubricante/<br />
Figura 3. Buje estriado<br />
Fuente: autores.<br />
La implementación adecuada de un sistema de lubricación<br />
automatizado garantiza una mayor eficiencia en el<br />
funcionamiento de los activos, así mismo, mitiga la<br />
contaminación ocasionada por la manipulación errónea de los<br />
lubricantes. Se resalta que la metodología empleada es<br />
adaptable, es decir, se puede aplicar a otras máquinas, e<br />
inclusive a otras industrias.<br />
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />
[1] Almonacid, J. H. (2017). Análisis de desgaste abrasivo<br />
en acero AISI SAE H13.<br />
[2] Camacho, A. (2017). DISEÑO DE UN SISTEMA DE<br />
GESTIÓN DE LUBRICACIÓN BASADO EN CONFIABILIDAD.<br />
[3] Sánchez, L. (2014). El poder de la lubricación. Rev.<br />
Chil. Dermatol, 17(4), 299. Disponible en:<br />
http://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/es/lil-480460<br />
[4] Albarracin, P. (1993). Tribología y lubricación<br />
industrial y automotriz (Segunda ed., Vol. I). Bucaramanga,<br />
Colombia: LITOCHOA.<br />
[5] Restrepo, M. (2009). Rediseño de un sistema de<br />
lubricación centralizado en una línea de transporte de<br />
botellas en una empresa de bebidas, 98. Disponible en:<br />
https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/<strong>10</strong>784/438<br />
0/AndresMauricio_AlzateRestrepo_2009.pdf?sequence=1&a<br />
mp;isAllowed=y<br />
[6] Prado, D. (2016). La importancia de la<br />
automatización dentro de empresas, factores que la<br />
destacan. Disponible en:<br />
https://www.academia.edu/18938259/La_importancia_de_la<br />
_automatizacion_dentro_de_empresas_factores_que_la_des<br />
tacan<br />
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Encuentre en Internet<br />
www.mantonline.com , especialistas en<br />
gestión de mantenimiento, plantación, estrategia,<br />
capacitación.<br />
www.clubdemantenimiento.com.ar/,<br />
asociación de mantenedores en Argentina, cursos,<br />
talleres, seminarios.<br />
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certificación en Gestión de activos y mantenimiento<br />
para Latinoamérica.<br />
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de las compañías<br />
www.aciem.org , portal de la Asociación de<br />
Ingenieros de Colombia.<br />
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a la Confiabilidad de Activos de las compañías<br />
www.suempresa.com.<br />
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Convocatoria de Artículos<br />
Mantenimiento en Latinoamérica<br />
La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />
Responsables con el compromiso de convertirse en un espacio vital para que la comunidad de mantenedores de<br />
Latinoamérica, que reflexionen y generen nuevo conocimiento en la disciplina, se permite comunicar que su proceso de<br />
convocatoria de artículos para su número ordinario bimensual se encuentra abierto.<br />
La revista se constituye en un importante medio para la socialización y visibilidad de aportes que nuestras comunidades de<br />
mantenedores vienen desarrollando, en especial, aquellos relacionados con la administración del mantenimiento y la<br />
aplicación de labores tendientes a mejorar la confiabilidad de los activos físicos. Así mismo, son bienvenidos aquellos textos<br />
de orden interdisciplinario que aborden problemas de la realidad industrial Latinoamericana.<br />
Plazo de entrega: La convocatoria y recepción de artículos es permanente aquellos que se envíen antes del 15 de los<br />
meses de Febrero, Abril, Junio, Agosto, Octubre, Diciembre de cada año, serán considerados para el numero<br />
siguiente. Sin embargo pueden ser considerados en el Volumen 11, Número 1 de la revista,<br />
aquellos que lleguen hasta el 15 de diciembre de 2018.<br />
Política editorial: Quince días después de la fecha de recepción de las colaboraciones el Comité editorial notificará a sus<br />
autores si cumplen los requerimientos de calidad editorial y pertinencia temática por lo cual serán publicados.<br />
Pautas editoriales:<br />
1. Presentación del texto: enviar archivo electrónico en formato Word 2007, letra Arial, tamaño <strong>10</strong>, a espacio sencillo,<br />
hoja tamaño carta con una extensión máxima de 15 hojas.<br />
2. Contenido del texto: una portada que contenga: título del artículo y nombre del autor (o autores, sin son varios),<br />
títulos académicos o cargos que indiquen su autoridad en la materia.<br />
Adicionalmente, se debe incluir:<br />
o Fotografía del autor en formato JPG.<br />
o Las direcciones electrónicas y país de Origen.<br />
o Las citas bibliográficas, deben de ser escritas preferiblemente en forma manual y no con la función del Word.<br />
o Referencias: Bibliografía y/o Cibergrafía.<br />
o Ilustraciones, gráficos y fotografías: Deben ser originales, para mayor calidad al imprimir. Y de ser tomadas de otro<br />
autor citando su fuente y en lo posible adjuntar su permiso de utilización y deben ser en formato JPG.<br />
PARA TENER EN CUENTA:<br />
o Ni la Revista, ni el Comité Editorial se comprometen con los juicios emitidos por los autores de los textos. Cada<br />
escritor asume la responsabilidad frente a sus puntos de vista y opiniones.<br />
o Es tarea del Comité Editorial revisar cada texto y si es el caso, sugerir modificaciones. Igualmente puede devolver<br />
aquellos que no se ajusten a las condiciones exigidas.<br />
o No tienen que ser artículos de carácter “científico” la revista es de todos los mantenedores y quienes apoyen o<br />
interactúen con ellos.<br />
o Dirección de envío: Los artículos deben ser remitidos al editor de la revista a los siguientes correos electrónicos en<br />
los plazos indicados anteriormente: revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />
¡Esperamos sus trabajos!<br />
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Mantenimiento<br />
en<br />
Latinoamérica