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La guerra en el imperio azteca - Isabel Bueno Bravo

EXPANSIÓN, IDEOLOGÍA Y ARTE En busca de la tierra prometida, el pueblo mexica, después de doscientos años de migración, llegó a orillas del lago Texcoco. En aquel extraordinario lugar, donde florecía la superpoblada ciudad de Tenochtitlán, los mexicas se asentaron. En tan sólo dos siglos, entre 1320 y 1521, después de largas luchas, intrigas y alianzas, los mexicas fueron capaces de superar su condición de extranjeros y dominar la mayor extensión del área mesoamericana, fundado lo que hoy conocemos como el imperio azteca. Bajo su dominio, Tenochtitlán, su capital, alcanzó la cifra de 300.000 habitantes y deslumbró a los primeros conquistadores, pues las ciudades europeas no reunían entonces más de 100.000 habitantes. ¿Cómo el pequeño grupo mexica se convirtió en la cabeza del imperio azteca? ¿Qué estrategias utilizaron? Este estudio desarrolla la tesis de que los aztecas fundaron unas estructuras de poder propias de un gran imperio con argumentos y recursos similares a los utilizados por los pueblos mediterráneos. Analiza los mecanismos de la expansión política, militar, económica y cultural, el auge y la caída del imperio azteca y realiza una brillante y documentada reflexión sobre la ideología, el arte y el imperialismo.

EXPANSIÓN, IDEOLOGÍA Y ARTE
En busca de la tierra prometida, el pueblo mexica, después de doscientos años de
migración, llegó a orillas del lago Texcoco. En aquel extraordinario lugar, donde
florecía la superpoblada ciudad de Tenochtitlán, los mexicas se asentaron. En tan sólo
dos siglos, entre 1320 y 1521, después de largas luchas, intrigas y alianzas, los
mexicas fueron capaces de superar su condición de extranjeros y dominar la mayor
extensión del área mesoamericana, fundado lo que hoy conocemos como el imperio
azteca. Bajo su dominio, Tenochtitlán, su capital, alcanzó la cifra de 300.000
habitantes y deslumbró a los primeros conquistadores, pues las ciudades europeas no
reunían entonces más de 100.000 habitantes.
¿Cómo el pequeño grupo mexica se convirtió en la cabeza del imperio azteca? ¿Qué
estrategias utilizaron? Este estudio desarrolla la tesis de que los aztecas fundaron
unas estructuras de poder propias de un gran imperio con argumentos y recursos
similares a los utilizados por los pueblos mediterráneos. Analiza los mecanismos de
la expansión política, militar, económica y cultural, el auge y la caída del imperio
azteca y realiza una brillante y documentada reflexión sobre la ideología, el arte y el
imperialismo.

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con su asist<strong>en</strong>cia. <strong>La</strong>s ceremonias no estaban restringidas al ámbito de la nobleza,<br />

sino que se repetían a m<strong>en</strong>or escala <strong>en</strong> todos los estratos sociales [488] .<br />

<strong>La</strong> importancia de la <strong>guerra</strong> queda bi<strong>en</strong> reflejada <strong>en</strong> <strong>el</strong> cal<strong>en</strong>dario de festejos:<br />

graduación, toma de cautivos, sacrificio gladiatorio, etc., donde se realizaban las<br />

ceremonias <strong>en</strong> las que se imponían las condecoraciones. Se mant<strong>en</strong>ían vivos los lazos<br />

de lealtad y dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que los guerreros debían mant<strong>en</strong>er hacia su tlatoani, y a<br />

cambio se veían recomp<strong>en</strong>sados con <strong>el</strong> favor de su señor y con mejoras materiales,<br />

que les situarían por <strong>en</strong>cima de los demás ciudadanos.<br />

<strong>La</strong> ceremonia más impresionante era la fiesta de tlacaxipehualiztli, donde se<br />

sacrificaba a los prisioneros de los militares con más alto rango. Era un combate<br />

ficticio <strong>en</strong>tre los cautivos con armas falsas y los guerreros de las órd<strong>en</strong>es águila o<br />

jaguar armados conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te [489] .<br />

En este combate se revivía <strong>el</strong> éxito d<strong>el</strong> guerrero <strong>en</strong> la batalla con la c<strong>el</strong>ebración<br />

social. En cierto modo era esc<strong>en</strong>ificar los cantares de gesta, grabándose <strong>en</strong> la<br />

memoria colectiva. Era un gran ev<strong>en</strong>to al que estaban invitados los señores de<br />

provincias amigas y <strong>en</strong>emigas, constituy<strong>en</strong>do una repres<strong>en</strong>tación perfecta que<br />

mant<strong>en</strong>ía con mucho éxito su estudiado programa de terror psicológico con los<br />

señores tributarios, porque muchas veces los sacrificados podían ser súbditos suyos e<br />

incluso pari<strong>en</strong>tes, y con los señores pot<strong>en</strong>ciales, a los que se mostraba la ferocidad d<strong>el</strong><br />

régim<strong>en</strong> de manera gráfica [490] . Puede resultar extraño que estos últimos aceptaran<br />

asistir a tamaño espectáculo; pero una negativa constituiría un “casus b<strong>el</strong>li”;<br />

asimismo, también podría extrañar que <strong>en</strong> T<strong>en</strong>ochtitlan se aceptara la pres<strong>en</strong>cia de<br />

dirig<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>emigos, sin que su asist<strong>en</strong>cia exasperara los ánimos patrióticos. <strong>La</strong>s<br />

crónicas nos describ<strong>en</strong> cómo estos señores llegaban amparados <strong>en</strong> la noche. En la<br />

actualidad estamos acostumbrados a ver cómo líderes <strong>en</strong>emigos se si<strong>en</strong>tan juntos para<br />

hablar de temas comunes, porque son r<strong>el</strong>aciones de Estado que están a un niv<strong>el</strong><br />

distinto d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>tir popular.<br />

<strong>La</strong> ideología alcanza la máxima perfección al glorificar la muerte de su propia<br />

g<strong>en</strong>te, y su aceptación, para la consecución de los objetivos estatales. <strong>La</strong> historia está<br />

ll<strong>en</strong>a de ejemplos que no se limitan a T<strong>en</strong>ochtitlan. Lo vemos <strong>en</strong> Roma, <strong>en</strong> las zonas<br />

de ideología islámica, <strong>en</strong> Japón, etc. El Estado se <strong>en</strong>carga de proclamar la concesión<br />

de toda clase de parabi<strong>en</strong>es y privilegios, más allá de este mundo, a qui<strong>en</strong>es muer<strong>en</strong><br />

por él. Nos dice: si a través de la <strong>guerra</strong> no has alcanzado una exist<strong>en</strong>cia m<strong>en</strong>os<br />

mísera <strong>en</strong> esta vida, no hay por qué preocuparse.<br />

El Estado, padre b<strong>en</strong>efactor, también se ocupa de ti <strong>en</strong> la otra, ofreciéndote allí los<br />

mismos privilegios. Por lo tanto, ir a la <strong>guerra</strong> siempre reportaba b<strong>en</strong>eficios. Era la<br />

máxima id<strong>en</strong>tificación con la ideología imperante.<br />

El Estado prebélico creado por algunas sociedades mesoamericanas responde a la<br />

necesidad de mant<strong>en</strong>er <strong>el</strong> poder a través de la am<strong>en</strong>aza armada, aunque<br />

paradójicam<strong>en</strong>te se int<strong>en</strong>taba no desembocar <strong>en</strong> <strong>el</strong>la, pues resultaba muy costoso.<br />

www.lectulandia.com - Página 145

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