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El cuerpo en Marí a Guadalupe<br />
Al estar la vida estructurada sobre las normas de género, se valora al individuo<br />
por su adaptación al comportamiento y a las normas establecidas. Encontramos<br />
como ésta configuración ha asignado a las mujeres el espacio de lo impuro,<br />
asiéndolas culpables del mal en el mundo (Eva), así como figuras débiles que<br />
caen en tentación pero que además hacen caer a los hombres en tentación. Esta<br />
asignación ha ejercido control sobre los cuerpos de las mujeres, como una<br />
forma de controlar la vida, pero además de justificar la violencia.<br />
Ese aspecto de entrega a los demás y abandono a las riquezas que encontramos<br />
en Lupita, expresa la necesidad que tienen estas mujeres religiosas de<br />
desligarse del cuerpo como una forma de abandonar lo mundano, lo débil<br />
(siempre representado por lo femenino). Recordemos que La carne se ha<br />
presentado como aquello en donde el pecado cobra vida, es por ello, que<br />
abandonar las riquezas, los placeres, la estética , expresa la importancia que tienen de<br />
liberar el espíritu de ese espacio por donde se concreta el pecado .<br />
La vestimenta utilizada por las mojas es representación de la negación a lo<br />
femenino, un alejamiento a aquello que “genera” tentación, es por ello que<br />
vemos como en las sociedades las violaciones o los llamados “piropos”, son<br />
justificados por la forma de vestir de las mujeres. Por lo anterior, estas mujeres<br />
religiosas siguen el camino de superar esa feminidad como una forma de entrar<br />
a un estadio “superior”; el viril.<br />
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