Revista Una Apuesta a la Vida N° 279

$80
AÑO 24
Octubre 2018
NÚMERO 279
LO QUE HACES
TE LO HACES
EL EFECTO
DOMINÓ
SÓLO EL
DOLOR
DESPIERTA?
AÚN NIÑOS
O ADULTOS?
NOS DICE
“ABUELA MARGARITA”
23 años de edición

Hoy es el mañana
del cual te preocupabas
ayer, ¿valió la pena?
Gandhi
en Facebook
Una Apuesta a la Vida
Solicita amistad en:
Silvia Rodríguez Borges
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

E D I T O R I A L AÑO 24 - Número 279
OCTUBRE 2018
Silvia Rodríguez
Borges
Directora
“Quien mira hacia afuera, sueña;
quien mira hacia dentro, despierta”.
Carl Jung
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SUMARIO
AÚN NIÑOS
O ADULTOS?
9
RUDYARD KIPLING
¡Qué significativo es estar consciente de lo que sentimos, de
lo que pensamos!
¡Escucharnos hablar!
¡Reconocer las reacciones y los gestos!
Es el momento en que comenzamos a liderar nuestra propia
vida.
A través de estas acciones, esparcimos semillas eligiendo
sus frutos.
El acto de tomar consciencia nos otorga “libertad”.
Es la observación sin juicio.
Es contemplar internamente con atención lo que acontece.
Es ver con los ojos no físicos.
Es conexión con nosotros mismos.
Ser “autoconsciente” es estar transitando el camino de la
evolución.
Es ser dueño de nuestra propia vida.
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UNA ANÉCDOTA DE MI VIDA
SÓLO EL DOLOR
DESPIERTA?
REFLEXIONES PARA
LA VIDA COTIDIANA
REFLEXIÓN DEL MES
LO QUE HACES
TE LO HACES
EL GENIO DE
LOS DESEOS
EL EFECTO DOMINÓ
SABÍAS QUÉ
DIALOGANDO
GUSTAVO ORTEGA
Y FUERON LIBRES…
NOS DICE…
“ABUELA
MARGARITA”
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AÚN NIÑOS
O ADULTOS?
Algunas personas sostienen como verdad,
que cuando se nace queda un deseo oculto por
volver al vientre de la madre. Que en esa transición
se siente angustia y también amenaza.
Se identifica un instinto que comanda al
niño de volver al estado anterior. Está en la
memoria de las células.
En la etapa de “niño” ciertas características
se manifiestan.
Al nacer como no pudo volver, lloró y logró
que lo atendieran.
Durante varios años se hace presente la
“demanda”. Puede ser ejercida a través del
llanto u otros recursos para lograr lo que se
necesita.
Ocurre en forma similar cuando
“manipulan”.
Se dice que ellos son “expertos”.
El niño pide a su madre que le compre una
golosina y su madre le contesta que NO. Comienza
a llorar y a insistir, pero su madre sostiene
el NO.
Carolina Morin
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El niño sube su nivel de agresividad. Además
de llorar, comienza a gritar y a patalear.
Su madre mantiene el NO.
El niño sube el tono de su manifestación
y estando en un supermercado la madre se
pone nerviosa, se enfada, y decide comprarle
la golosina para poner fin a esa situación que
le incomoda.
En esta ocasión el niño aprende que cada
vez que quiera conseguir algo tiene que aumentar
su agresividad para conseguirlo.
Aprenden que la “manipulación” es una
herramienta poderosa para conseguir lo que
quieren y la ponen en práctica cuando consideran
oportuno.
Quieren que las cosas se hagan como quieren
y si no es así, muestran con gestos y actitudes
que no lo soportan.
Es querer manejar el entorno para lograr lo
que se desea.
Son los demás los que tienen que darle lo
que piden.
Es un estado de “niño”.
También en esta etapa se instalan miedos,
creencias, conductas, reacciones, gestos,
actitudes…
Algunos sostienen como verdad, que la
mayor parte de la Humanidad quedó en la
etapa “niño”.
¿Por qué?
Hay una energía instintiva del “niño”, en
cada persona, que quiere prevalecer y que
obstaculiza el cambio. Prefiere lo conocido.
Muchas civilizaciones hacen un ritual en
determinadas edades para dejar establecido
los nuevos estados: adolescente, adulto,
adulto mayor…
Reconocemos que los adultos quedaron
atrapados en el estado “niño” cuando utilizan
los mismos recursos.
Manipulan, demandan, culpan, hacen responsables
a los demás para que sus deseos se
cumplan, mienten…
Se quedan con las historias del pasado,
aferrados, sin poder avanzar.
Se justifican diciendo: “soy así porque me
maltrataron”.
Se sienten víctima sin comprender que fue
lo mejor la experiencia que tuvieron: “Tuve
que salir a trabajar porque no me daba dinero
mi padre”.
Realizar el cambio, es dejar atrás esos recursos
para obtener lo que se quiere.
Es reconocer los miedos que se tenía cuando
niño y que ya no tienen sentido.
Es darse cuenta de que muchas creencias
correspondían a los padres, a la sociedad y a
otros y que pueden reemplazarse.
“El amor a uno mismo
es el punto de partida
del crecimiento de la persona
que siente el valor
de hacerse responsable
de su propia existencia”.
Viktor Frankl
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Hacer el cambio de niño a adulto es muy
evolutivo.
Algunos prefieren expresarlo diciendo: de
“niño” a “el hijo”.
Esto último significa: “ELIJO”.
Significa no entregar el poder a otros para
tener lo que deseo.
Se es, el que “ELIGE”.
Con esta consciencia, el pasado no se vive
como historias de personajes, escenarios, situaciones…
sino como experiencias con valor.
No queda atrapado en el estado de víctima,
sino en un estado de apreciación al reconocer
para qué le sirvió en su desarrollo personal.
Es pasar a otra etapa emocional.
Esta transición tendría que formar parte de
la educación.
Hay que crecer y dejar de ser niño.
Es encontrar los recursos para crear lo
que se quiere sin caer en el “pobrecito”, en la
“víctima”, en el “verdugo” que reclama y pasa
factura porque las cosas no se le dan.
El poder ya no está afuera, sino dentro de
sí. Se hace responsable para cambiar las situaciones
que no agradan.
Es no levantar ese dedo acusador, sino actuar,
crear, hacer.
Quien se aferra a su rol de víctima no puede
transformarse. En la terapia no es posible
ayudar a quien se lamenta: “Ay, pobre de mí,
cuántas cosas me han pasado”. De esa forma,
permanece prisionero de su papel de víctima.
Mientras que si dice: “Sí, así fue. Aprendí algo
de todo eso y pude sacar fuerzas y le saco pro-
Pa r B i o m a g n é t i c o
Cel y whatsapp:
Terapeuta María Porteiro, egresada año 2012,
México DF del Dr. Isaac Goiz Durán
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S e a t i e n d e e n t o d o e l p a í s . M a r í a P o r t e i r o
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vecho”, se convierte en un sujeto activo. Entonces
sí podrá dejar atrás aquello que sucedió.
- Bert Hellinguer -
Algunas personas no quieren estar donde
viven, no encuentran su lugar, lo rechazan.
Sienten que no lo han elegido. Quedan
en la culpa hacia los demás que no le dan lo
que necesitan, no le pagan lo que quieren, no
obtienen el cargo que desean… Son condicionantes
en que se queda atrapado el que no ha
realizado la transición: niño - adulto.
Necesitan de los demás para tener lo que
desean.
Ir más allá de los condicionamientos, de la
zona de confort, de lo conocido, es salir del
estado “niño”.
Es ser capaz de hacer posible lo imposible.
Atravesar las limitaciones para desarrollar
nuevas capacidades.
Es darse cuenta de las programaciones que
se tienen, que hacen vivir una y otra vez lo
mismo.
Es observar sin juicio el entorno.
Saber que no se es víctima de lo que se
atrae a la vida.
Todo esto abre una puerta a la evolución.
Es avanzar.
Es ver el valor en todo lo que ocurre.
Comprender que todo tiene un sentido.
Es el que encuentra recursos para transformar
su propia realidad.
Es creador.
¿Estamos en la etapa NIÑO o ELEGIMOS ser
ADULTOS?
“Lo que niegas te somete,
lo que aceptas, te transforma”.
Carl Gustav Jung
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En vida, Rudyard Kipling fue valorado y
respetado como poeta, e incluso se le ofreció
el galardón Poet Laureat en 1895, la Orden
de Mérito del Reino Unido y el título de Sir de
Caballero de la Orden del Imperio Británico en
tres ocasiones. Todos ellos los rechazó.
Escribió novelas, poemas y relatos ambientados
principalmente en la India.
Este es uno de sus poemas más conocidos.
Algunos lo titulan “Si…” y otros “Carta a un
hijo”. Palabras emotivas y conmovedoras que
nos ofrece para reflexionar, motivarnos e
inspirar.
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Si…
Si puedes mantener la cabeza en
su sitio cuando todos a tu alrededor
la pierden y te culpen a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti
mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan
dudas.
Si puedes esperar y no cansarte
de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes
con engaños,
o si siendo odiado, no incurres
en el odio.
Y aún así no te das de bueno ni
de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños
te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de
tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el
triunfo y el fracaso,
y tratar a esos dos impostores de
la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad
que has dicho
tergiversada por villanos para
engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello
por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo
con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus
ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo
desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre
tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus
nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho
después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda
nada
salvo la Voluntad, que les dice:
“¡Resistid!”
Si puedes hablar a las masas y
conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin
menospreciar por ello a la gente
común.
Si ni amigos ni enemigos pueden
herirte.
Si todos pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable
minuto,
con sesenta segundos de diligente
labor
Tuya es la tierra y todo lo que
hay en ella,
y -lo que es más-: ¡serás un Hombre,
hijo mío!
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Una anécdota de mi vida
SÓLO EL
DOLOR
DESPIERTA?
Si reveo mi vida, he tomado conciencia de
muchas cosas importantes a través de cursos,
lecturas, conferencias…
Sin embargo situaciones de dolor emocional
y físico, han generado que dé saltos cuánticos
en comprensión.
Recuerdo aquella rama pequeña que veía
agitarse con el viento detrás de una pequeña
ventana, mientras yo estaba internada con
un diagnóstico grave. Fuerte era el deseo de
apreciar el mundo desde afuera, contemplar
los árboles, el sol y el entorno. Para ello necesitaba
salud.
¿Y cuál había sido la causa que me condujo
a ese estado?
¿Sería el no saber establecer los límites?
¿Falta de valor en mí misma? ¿Cobardía para
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accionar? ¿No elegir lo que me hacía bien y
dejar lo que me dañaba?
Desde aquel momento, muchas son las
respuestas que me voy dando y sigo encontrando
más valor a esa experiencia tan significativa
en mi vida.
Vivir una estafa económica y con ausencia
casi total de dinero para la vida diaria,
me motivó a encontrar cursos que hablaran
de este tema. Y como “el que busca encuentra”,
atraje lo que necesitaba para salir de esa
situación. El dinero prestado por una amiga
me permitió asistir a talleres. Desperté en
conciencia a esta energía llamada “dinero” y
dejé de ser víctima de la situación para comprender
que en mí estaba la posibilidad de
cambiarla. En el tiempo compartí este conocimiento
y recuerdo anécdotas que me dieron
certeza de que muchos también hicieron
transformaciones en su economía.
Que me informaran que no iba a seguir teniendo
un trabajo con el que contaba para
pagar al Banco, que me permitía ir abonando
la cuota de mi casa, hizo resurgir fortalezas
para salir adelante, encontrar otras posibilidades
y solucionar la situación.
Sentir que mi cuerpo suplicaba descanso,
poner la intención de hacerlo pero no sostenerla
con la debida importancia que tenía,
hizo que atrajera un accidente automovilístico
que me llevó a estar varios meses en
quietud y con un cuello ortopédico que me inmovilizaba.
Después de este tiempo reflexionando
iba esclareciéndose el valor de esta
vivencia.
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El darse cuenta…
nos induce a
tomar consciencia…
y la toma de consciencia
nos lleva a
¡DESPERTAR!
Creo que el estar más en el aquí y ahora en
la vida diaria, nos permite apreciar a nuestros
seres queridos, a la casa que nos cobija,
a la actividad que realizamos intercambiando
tiempo por dinero, al cuerpo físico en todas
las funciones que cumple.
Y tantas otras cosas.
Muchas veces “perder” el trabajo, un ser
querido, la casa, el dinero, una amistad…
hace que se “despierten” comprensiones sobre
el valor que tienen.
“Nadie se ilumina
fantaseando figuras de luz,
sino haciendo consciente
su oscuridad”.
Carl Jung
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¿Sólo el dolor despierta?
Cuando hablo de “despertar”, me refiero a
ser más consciente.
Creo que en la medida que tenemos más
intención de evolucionar, comprendernos y
comprender a otros, NO es imprescindible
pasar por situaciones dolorosas para que nos
“demos cuenta”.
Recuerdo cuando Deepak Chopra en un
curso que asistí, dibujó varias líneas paralelas
como si fueran un pentagrama. Marcó un
círculo sobre la primera de abajo. Y ese mismo
círculo lo fue dibujando cada vez más pequeño
en las líneas superiores, explicándonos
que en la medida que más evolucionáramos
en consciencia, ese hecho que se requería que
vivenciáramos, nos afectaría menos.
A mayor consciencia menos dolor, fue mi
conclusión.
Es imposible evaluar cómo hubiéramos vivido
una determinada situación si estuviéramos
con muy bajo nivel de consciencia.
Pienso que cuando veo la misericordia en
las experiencias, observando que pudo ser
más grave de lo que sucedió, pueda ser que
quizás esté en una línea más arriba de aquel
dibujo que me dejó una clara comprensión.
No dudo que pueda llegar un tiempo en que
no necesitemos del dolor para ¡despertar!.
¿Por qué tener que sufrir?
Silvia Rodríguez Borges
Es duro
saber lo que
desearías ignorar,
pero mucho peor
es tratar de
ignorar lo
que deberías saber.
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Reflexiones para la vida cotidiana
Mantente fresco cuando otros estén
furiosos y pierdan la cabeza. Tú tienes
el control sobre tus emociones, no lo
pierdas. No se trata de no demostrar
tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente,
sin después arrepentirte de
una acción cometida en un momento
de descontrol.
Recuerda que cada discusión tiene
al menos tres puntos de vista: el tuyo,
el del otro y los de terceros, los cuales
probablemente están más cerca de
la objetividad. Siendo más versátil y
viendo las cosas desde la perspectiva
de los demás, enriquecerás tu propio
punto de vista.
Espera a calmarte antes de hablar.
Ten en cuenta que la relación es más
importante.
Busca el lado positivo y agradable,
aún de las situaciones más complicadas
y dolorosas. Es una disciplina que
te ayudará a pasar más fácilmente los
momentos difíciles, y a convertir los
problemas en oportunidades.
Establece el hábito de hacer preguntas
y sobre todo, de escuchar las respuestas.
Pregunta antes de reaccionar.
Algunas veces disparamos y después
preguntamos. También preguntamos,
pero escuchamos para contestar y no
para tratar de entender.
No hagas o digas nada que pueda herir
o hacerle daño a otra persona. Aférrate
al proverbio que dice que todo lo
que uno haga, se devolverá. La gente no
recuerda tanto lo que tú dices o haces,
sino la intención con la que lo haces.
Sé consciente de la diferencia entre
análisis amigable y crítica destructiva.
Observa si el propósito de tus palabras
es ayudar, desahogarte o hacer daño.
Ten presente que si toleras a los
demás, ellos también serán pacientes
contigo en los aspectos no muy gratos
de tu personalidad.
El verdadero líder sabe reconocer
sus errores y aceptar responsabilidad.
No olvides que un conflicto bien manejado
fortalece la relación, y te ayuda
a aprender de las diferencias.
Por: Napoleón Hill
Tomado de su libro
“La magia de pensar en grande”
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Reflexión del mes
LO QUE HACES
TE LO HACES
Muchas veces hemos escuchado esta expresión:
“tú eres yo, y yo soy tú”.
Puede conducirnos a diversas reflexiones.
Una de ellas es comprender que todo es
energía.
Cada palabra que decimos, contiene en sí
una determinada vibración. Y ella por ley regresará
a nosotros.
Lo que “le diga” a alguien, volverá a mí.
Lo que “haga”, también.
Se equivocan en darme un vuelto y omito decirlo.
Si observo con atención mi vida cotidiana,
veré que en un momento una cifra similar tendré
que gastar en una circunstancia imprevista.
Recuerdo la anécdota de unos jóvenes.
Durante la etapa de estudio convivían en
un apartamento de la capital.
Entre risas contaban que cuando iban a
hacer las compras en un comercio cercano,
mareaban a la dueña, ya mayor, y terminaban
pagando de menos.
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¡Disfrutaban de esta travesura!
Aproveché para comentarles algunas leyes
universales. Entre ellas, la ley de atracción,
la ley de vibración, contenidas en una
simple frase: “lo que va, vuelve”.
Algunos me miraron con curiosidad, otros
con expresiones de descreimiento o de
incomprensión.
No había terminado de explicar cuando el
que relataba esta picardía, se apoya en una regla
especial de considerable valor, utilizada en
su carrera de arquitectura, y se le quiebra.
Todos casi a la misma vez dijeron: -Ahí
está!! ¡Ahí se cumplió la ley!
El joven quedó atónito.
Fue una significativa experiencia. Se había
hecho visible a los ojos de todos.
Si soy consciente cuando actúo, que lo que
digo, hago… volverá a mí, me permite ser
dueño de mi vida y creadora de lo que deseo
atraer a mi mundo.
Muchos son los mensajes que venimos escuchando:
“No hagas a otros lo que no quieres
que te hagan”.
Todos estamos conectados. La energía va y
viene. Es un mundo invisible que se hace visible
cuando arriban las consecuencias.
Muchas veces no entendemos lo que nos
sucede.
En la medida que más presentes estemos
en nuestras acciones, será posible elegirlas.
Todo esto fue comprobado por las investigaciones
del Dr. Masaru Emoto.
Cuando se conocieron sus descubrimientos
nos permitió ver a través de sus fotografías
de moléculas de agua, cómo las palabras
y las actitudes impregnan el agua,
demostrándonos que no caen en el vacío
sino que impactan.
Tanto nos afectamos nosotros como a
otros.
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Primero experimentó con palabras positivas
como “Amor” y “Gracias”, notando cada
vez un bello y delicado patrón cristalino. Incluso
obtuvo resultados diferentes dependiendo
del idioma utilizado.
Luego analizó qué ocurría con términos
“Me enfermas, te voy a matar” observando
patrones distorsionados, asustados y turbios.
En suma, para Masaru Emoto sus fotografías
demuestran que los pensamientos, la
voz y las emociones humanas pueden alterar
la estructura molecular del agua.
Si en un alto porcentaje somos agua,
cuando pensamos, hablamos, sentimos y
actuamos, afectamos beneficiosamente o
no a nuestra estructura molecular y a la de
los demás.
Lo descubierto por Emoto podría explicar
por qué una persona puede llegar a enfermarse
si es constantemente bombardeada
por pensamientos y palabras negativas. Por
ejemplo, frases como “eres un tonto”, o decirle
“inútil, estúpido, sos un incapaz…” pueden
influir en los fluidos y el agua que contiene
el cuerpo de esa persona. Mientras que
frases amorosas, pacíficas y de luz elevan su
nivel vibracional protegiéndolo y cuidándolo.
Quizás, nos pareció muy interesante esta
investigación de Masaru Emoto.
¿Nos impactó lo suficiente?
¿Tenemos presente estos descubrimientos
al momento de actuar?
¿Comprendemos que lo que hacemos a
otros nos afecta a nosotros mismos?
Nuestra responsabilidad es estar atentos
para sembrar aquellas semillas que después
queremos ver sus frutos.
Por ello sugiero que antes de… te digas
interiormente
“Yo soy Tú y Tú eres Yo”.
Luego actúa.
Silvia Rodríguez Borges
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El Genio de
los Deseos
Un hombre se entera un día de la existencia
de un mercader que vendía un genio,
que complacía todos los deseos de su amo.
Reunió todo el dinero del que disponía y
se dirigió presuroso al mercado, rogándole
al vendedor que se lo vendiera.
Este así lo hizo no sin antes advertirle:
- “Debes pedirle nuevos deseos continuamente,
pues si no lo mantienes ocupado, te
cortará la cabeza”.
- “No te preocupes”, respondió el comprador.
“Son tantas las cosas que deseo, que
no tendrá tiempo para descansar”.
Salió contento del lugar y al poco camino
la voz del genio le dice:
- “¿Y bien amo, que deseas?”
Sorprendido el hombre contesta:
- “Deseo ser dueño de un enorme palacio”.
En pocos segundos se erguía ante él un
magnífico palacio.
- “¿Y qué más?”, volvió a preguntar el genio,
al tiempo que el palacio se poblaba de
servidores.
- “Deseo un harén con muchas y hermosas
mujeres”.
Al instante bellas jóvenes lo rodearon.
- “¿Y ahora mi amo?”
- “Pues deseo un gran banquete con exquisitos
manjares, muchos invitados, músicos
y baile”. Con la última palabra se presentó
ante su vista todo lo solicitado.
Entonces se sintió aterrorizado, corrió
hasta el mercader y le dijo:
- “Tu me lo advertiste, pero dime, por favor,
¿qué puedo hacer? El genio es tan rápido
que en algún momento no tendrá qué
hacer y me matará”.
- “Eres una persona agradable y te ayudaré”,
respondió el mercader. “Dile al genio
que construya una columna altísima y que
suba y baje por ella hasta que tú le ordenes
que pare. Mientras tanto, puedes dejar de
desear y disfrutar lo que ya tienes”.
FOTOGRAFÍA Y
VIDEO DIGITAL
CARLOS
GEYMONAT
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EL EFECTO
DOMINÓ
El principio
es la mitad del todo.
Imagina varias fichas de dominó, una detrás
de la otra.
La primera muy pequeña y las que le siguen
ascienden en altura.
Tocas levemente la inicial y todas comienzan
a caer de a una.
Vemos una reacción en cadena.
Eso mismo puede ocurrir en nuestra vida.
Una simple acción para cambiar un hábito
que nos daña, luego otra y otra, nos llevaría
a lograr el resultado que nos proponemos.
Si observas que siempre reaccionas impulsivamente
cuando algo te frustra. Aprecias
el daño que haces a los demás y a ti mismo.
Decides observarte para evitar caer en esta
conducta. Te reconoces cada vez que lo haces
y te premias. Esto te impulsa a continuar y así
cada vez será más fácil lograr el propósito.
Cuando llegas a la meta habrás logrado
cambiar tu vida cotidiana.
Tomamos consciencia de que tenemos hábitos
sedentarios. Un día decidimos salir a caminar,
al otro día hacemos lo mismo con algo
de esfuerzo y continuamos. Llega un momento
que salir a caminar se convierte en un deseo.
Ya no hay esfuerzo. Se ha logrado instalar
un nuevo hábito.
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

La primera acción es la
fundamental.
También se puede observar lo contrario.
Hay un hábito alimenticio nada beneficioso
para nuestra salud. Nos va afectando y como
una bola de nieve cada día nos perjudicamos
más hasta poder enfermarnos.
En esta circunstancia el efecto dominó es
perjudicial.
¿Qué aspectos de tu vida deseas cambiar?
Elige uno que sientes como prioridad.
Comienza por una acción. Realízala. Luego
otra y otra… Mientras vas haciendo puedes
ir disfrutando del camino que te llevará al
cambio.
“El mejor momento para
plantar un árbol
fue veinte años atrás.
El segundo mejor
momento es ahora”.
A.A.
Cambiar hábitos empieza con un pequeño
hábito saludable incorporado a tu rutina (poner
la primera ficha de dominó).
Cada acción tiene su eco en la vida.
Genera una cascada de consecuencias positivas
que a su vez se van multiplicando.
Para lograrlo hay que sentir el deseo y
comprometerse.
Acciones sencillas que se van sumando, interrelacionando
y con ello se empieza a sentir
plenitud, placer y satisfacción.
“Mucha gente pequeña en
lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas
pueden cambiar el mundo”.
Eduardo Galeano
Utiliza el efecto dominó
para tus propósitos.
Un suave empujón y puede
llegar a moverse significativamente
tu vida.
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Batiendo el récord
En 1954, Roger Banister, neurólogo
británico, fue el primer
hombre en la historia capaz de
recorrer una milla (1609 metros)
en menos de 4 minutos
(3 minutos
59,4 segundos) batiendo
así un récord que
se había intentado romper
por más de 100 años.
En ese entonces, los
científicos y médicos decían
que conseguir esa hazaña
era humanamente imposible.
En el lapso de 7 meses de batido este récord,
otros 37 atletas consiguieron romper también
con la barrera de los 4 minutos, y en los siguientes
3 años lo hicieron otros 300.
Esto nos permite darnos claramente cuenta
de cómo lo que creemos de nosotros mismos
y lo que otros creen de nosotros puede limitar
nuestra vida y nuestras posibilidades.
Es importante reconocer entonces que todos
tenemos nuestro propio registro de creencias que
nos restan libertad, y en este punto es bueno detenerse
y reflexionar sobre todos aquellos pensamientos
que no nos dejan desplegar nuestro
potencial, que no nos dejan ser lo que realmente
estamos llamados a ser y que van frenando
en forma permanente lo que nuestro corazón
nos pide.
La Monotarea
Ver una película en un cine de verdad,
en lugar de en casa, tiene muchos
beneficios añadidos. Mientras
SABIAS
QUE
que una casa está plagada de
distracciones, ver una película
excelente en un cine es una manera
fantástica de practicar la
monotarea.
Aparte de ser un medio de entretenimiento
accesible y relativamente
barato, ver una película ocupa tu mente con
exclusión de cualquier otra cosa que suceda en
tu vida. La historia se apodera de tu imaginación,
y sentarse en una cómoda butaca envuelto en la
tenue penumbra te aparta de cualquier estímulo
físico que no sean las imágenes y los sonidos de la
película.
El cerebro procesa las películas de manera
parecida a las experiencias reales. Una de las
razones de que algunas personas se sientan
atraídas por las películas de aventuras es la excitación
que les produce unos hechos realizados
por terceros. Y ver una película de época o que
se desarrolla en un país extranjero es como llevar
en cierta manera a tu mente unas breves
vacaciones por el tiempo y el espacio. Cuando
te enfrascas en una película – o para el caso en
un libro, una exposición u otro entretenimiento
artístico -tu mente queda atrapada en el asunto
que trate. Está practicando la monotarea. Y
sales renovado. Es como una ducha de lujo para
tu mente.
Hay salidas que revitalizan el cuerpo,
mente y espíritu.
Como sociedad, cada vez estamos
más ocupados. Lo estamos con una
atención cada vez más difusa.
De: “Una cosa a la vez” Devora
Zack
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

DIALOGANDO
GUSTAVO
ORTEGA
No tengo nada que enseñarle a un caballo,
antes de aprender yo su lenguaje.
Gustavo, ¿cuándo fue la primera
vez que sentiste la conexión con los
caballos?
Me crié en el campo y a la escuela iba
a caballo. Desde muy niño sentí una conexión
especial con ellos. En casa de mi
abuelo había uno que era muy manso y
desde muy pequeño jugaba a ser domador
con él. Frente a la escuela rural que
iba, había un almacén donde llegaba mucha
gente de a caballo, troperos, gauchos
con carro, con carretas, tropillas. Me encantaba
sentir el latir de los cencerros.
Era como un llamado para mí.
¿Hubo algún hecho significativo que
marcó un antes y un después en tu
vida?
Anécdotas e historias tengo muchas.
Un hecho significativo que me marcó fue
cuando hace muchos años, un señor, me
llevó a amansarle sus potrillos. Al segundo
día de estar trabajando, me hizo
ir a su escritorio. Me dijo: Ortega de la
manera que usted trata a los caballos
va a tener que empezar a dar cursos. A
lo que contesté enfáticamente con un
“¡No!, No!!!
Siempre soñé ser domador pero nunca
dictar cursos.
Indudablemente que él abrió una
puerta en mi mente, que al tiempo se
hizo realidad. Le estoy muy agradecido
por sus palabras. Hizo que ampliara mis
propios límites mentales.
OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279 23

Con el tiempo esa idea que me había impactado,
me motivó a aprender más, a asistir
a cursos y empezar a compartir estos
conocimientos.
¿Qué beneficios puede ofrecerle al hombre
esta relación?
El caballo nos ofrece muchísimo. Nos recuerda
la existencia de la naturaleza, porque él es
parte de ella. Nos hace dejar un poco el materialismo
y logra que nos conectemos con nosotros
mismos. Nos enseña a ser más realista,
a cultivar la paciencia, la tolerancia. A ser más
perseverantes, disciplinados. A sentir la libertad.
También nos ayuda a pensar, a superar
miedos, a comprender. A mejorar en muchos
aspectos personales. A estar más concentrados,
enfocados, ya que tendemos a irnos
al pasado o al futuro, y él nos trae al aquí y
ahora. También permite que la persona desarrolle
habilidades y se potencie.
¿Puedes mencionar qué sentimientos y
emociones pueden despertar en nosotros?
Se despiertan si se está en un ambiente
propicio tanto para el caballo como para la
persona. Es necesario un entorno de calma,
silencio.
Se puede pasar de sentirse fracasado a
motivarse. De la angustia a la alegría. Permite
en la conexión con él, sentir. Lo ideal es estar
en la tierra no sobre asfalto u hormigón.
No hay que saber de caballos para que ayude,
sólo ser guiado por alguien que sí entienda
muy bien del tema. Personas que trabajan en
oficinas sienten un estado de relajación muy
disfrutable.
Desearía que compartieras alguna experiencia
de sanación que tuvo otra persona al
relacionarse con el caballo.
Han llegado personas con mucho miedo
y lo han superado. También han comentado
que tiene consecuencias en su vida diaria.
Para los niños, adolescentes, andar con caballos
en medio de la naturaleza se produce
un cambio notorio.
A veces a los chicos les es suficiente con
darles de comer, cepillarlos, llevarlos de un
lugar a otro sin montarlos. Los padres manifiestan
las consecuencias positivas que
observan.
Sé que tu enseñanza en el manejo del caballo
es especial ¿puedes contarnos?
Mi enseñanza y manejo está basado en mi
observación permanente del caballo y la naturaleza,
la práctica y el amor. La etología,
que es el estudio del comportamiento de los
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24
OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

El Centro de Rehabilitación que lleva tu
nombre ya es una realidad, ¿qué objetivo o
misión cumplirá?
Estará enfocado en la recuperación de los
caballos que estén con problema, ya sea de
trabajo, de deporte o paseo. Ejemplos, un caballo
que no suba al tráiler, un caballo que
no se deja herrar, otros que se espantan, que
tienen traumas. Cuando giran o no se quedan
quietos y la persona no puede subir.
También para recuperar los caballos de deporte
que a veces se desgastan mucho. Estos
son solamente algunos casos.
A las personas se les va a dar capacitación
para que puedan disfrutarlos. Muchos los
compran y a veces no pueden lograr lo que
quieren con ellos.
animales en su interacción con el medio, me
ha aportado mucho. También tuve grandes
maestros uruguayos y extranjeros que me
dieron muchísimo conocimiento.
En mi trabajo de tropero andaba mucho en
la calle, en pastoreo. Pasaba día y noche con
los animales. Estar bajo la lluvia, conviviendo
con ellos, se aprende muchísimo.
Hay una anécdota de mi vida que siempre
recuerdo. Cuando tenía 12 años, la maestra y
mis padres se reunieron para convencerme de
ir a estudiar a la ciudad. Yo les dije que quería
ser domador, y salir a conocer. Me fui de tropero,
no me interesaba la ciudad, sí el campo
y el caballo.
¿Qué mensaje le darías a toda persona
que casi diariamente se relaciona con el
caballo?
El mensaje es también para los que aún
no han entrado en el mundo del caballo. Lo
principal es que inviertan en conocimiento.
No comprarse primero un caballo para ver
después qué van a hacer, quién le va a dar
de comer… Hoy los motores han suplantado
a los caballos y la gente necesita práctica.
Considero importante que los adultos hagan
relacionar a los niños con este animal
y con la naturaleza. Sólo hay que saber que
ellos necesitan tres cosas: alimentación,
compañía y libertad.
OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279 25

Y FUERON
LIBRES…
Vivimos la vida presos en celdas transparentes.
Pasamos atados a nuestros miedos,
a la imagen de lo que somos, a las cosas que
tenemos... Nos hemos construido celdas que
nos limitan y nos hemos habituado a vivir en
lo angosto de nuestro encierro. La libertad es
nuestra esencia y podemos experimentarla
en tanto encontremos las llaves de nuestra
propia prisión.
Existe un conocido método para entrenar a
los elefantes en los circos: cuando el animal
es muy pequeño, se ata su pata a una estaca
con una cuerda delgada, entonces el elefante
no tiene la fuerza de romper la cuerda o
derribar el poste. Lo intenta por un tiempo y
finalmente se da por vencido. Cuando crece,
ni la cuerda ni el poste cambian sus dimensiones,
pero el elefante alcanza un tamaño
tal que podría liberarse fácilmente de sus
ataduras, sin embargo ya no hace esfuerzos,
como lo intentó tanto y falló, deja de probarlo
convencido de que se encuentra atrapado.
Ese elefante, enorme y poderoso, no escapa
porque cree que no puede.
Como aquel elefante: ¿A cuántas estacas
estamos nosotros atados? ¿A cuántas delgadas
amarras nos anudamos durante nuestra
vida? ¿Cuánta libertad nos restan, cuánta
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

felicidad nos roban? ¿De qué somos prisioneros,
cuál es nuestro carcelero, quién tiene las
llaves de nuestra celda?
El hombre ha sido creado en libertad, ya Aristóteles
lo decía: “La libertad no es más que la
tendencia natural del hombre que lo conduce
a ser feliz”, o dicho de otra forma por Teilhard
de Chardin, “la libertad es la facultad puesta en
manos del ser humano para llegar por sí mismo
a ser lo que realmente es”. Sin embargo, para
alcanzarla debe necesariamente liberarse de su
más oscuro calabozo, el que no está tras las rejas
sino que en su propia mente.
Cual paradoja, se puede ser el más libre de
todos los hombres aun estando en prisión. De
eso han dado testimonio muchos en la historia:
Mandela, Walesa, el sacerdote Nguyen
van Thuan y quizás el más emblemático:
Viktor Frankl.
¿Qué han tenido en común estos personajes
que aún encerrados entre rejas han podido
vivir la libertad que muchos en el mundo
añoramos a experimentar?
Ellos y muchos otros han roto los barrotes
de su prisión con su espíritu, han encontrado
las llaves de su celda dentro de sí mismos.
Frankl decía que la última de las libertades
humanas, aquella que no se puede arrebatar
con nada, es la elección de la actitud personal
frente al destino para decidir su propio camino.
Frankl preso de los horrores de la Alema-
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279 27

nia Nazi, encerrado durante tres años en 4
campos de concentración, pudo sobrevivir a
la degradación, a la indignidad, al dolor profundo,
al hambre, a la enfermedad, a la pérdida
de todos sus seres queridos.
Viktor Frankl
El número 119.104 era el que identificaba a
este hombre que había perdido todo menos
su libertad interior. Él podía elegir cuál era la
actitud frente a esa determinada situación
y eso lo convertía en un hombre libre. Es así
como decide no morir y para eso lo primero
que hace es contactarse con su interior y darle
un sentido a lo que estaba viviendo, ponerse
un propósito y avanzar hacia él.
Frankl dice que una de las cosas más importantes
que lo mantuvieron vivo fue la determinación
de terminar su obra “psicoanálisis y existencialismo”,
ese libro le salvó la vida. Mientras
vivía todas las atrocidades imaginables, este
siquiatra estudiaba el comportamiento del ser
humano en situaciones límite, lo que le permitió
descubrir la “Logoterapia”, una terapia centrada
en el sentido de la vida.
Nelson Mandela
“Siempre soy libre, aún en prisión. Mis pensamientos,
mis sueños y mis aspiraciones no
pueden ser destruidos materialmente”, decía
Lech Walesa. Nelson Mandela, en tanto, en
sus 27 años de prisión en penosas condiciones,
reflexionaba: “La gente tiene que aprender
a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar,
también se les puede enseñar a amar, el amor
llega más naturalmente al corazón humano
que su contrario”.
La libertad entonces se presenta como la
posibilidad de no estar determinado en cualquier
circunstancia, sino que la opción de
poder inclinarse hacia una predeterminación
interna que nos permite avanzar y ser más.
Es entonces la mente la que, en definitiva,
enajena la libertad del hombre. Es nuestra
manera tradicional de sentir y de pensar lo
que muchas veces nos mantiene presos. Los
miedos, el apego a las cosas y a las ideas
nos ciega. Las creencias, los paradigmas, los
prejuicios, el culto a la imagen son nuestro
calabozo.
Raúl Herrera, consultor de la empresa
Gestión Holística, comparte con Desafío su
experiencia que da muchas luces al respecto:
“Siento que la libertad es poder elegir
dentro de las opciones que tengo en cada
momento determinado de mi vida. Unos meses
atrás me diagnosticaron cáncer y me dieron
entre 3 y 6 meses de vida.
Por cierto que hoy no puedo elegir si quiero
o no quiero tenerlo, pero sí puedo decidir
sobre cuáles son mis cursos de acción y en
ese sentido soy libre y así lo he experimentado.
He decidido seguir trabajando porque
es lo que me gusta, he decidido por la calidad
de vida en vez de la cantidad y en ese
sentido también he manejado el tema de las
quimioterapias. He decidido dedicarme a lo
que más me gusta y vivir esta enfermedad
en plena paz, por eso que no me importa
contarla a los demás”.
Fuente: Desconocida
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C O M E N Z Ó L A P R E V E N T A
Silvia Rodríguez Borges
Rosas de mis espinas
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Nos dice…
“ABUELA
MARGARITA”
Es hora de manifestar
lo que queremos,
cuándo lo queremos y
cómo lo queremos.
Nuevamente tuve la oportunidad de encontrarme
con ella a mediados de setiembre
en Santiago de Chile.
Como lo mencioné el año pasado, tenerla
enfrente es estar de cara a la sabiduría.
Cada palabra que pronuncia tiene un contenido
profundo.
Su humildad y agradecimiento es permanente
hacia los que la escuchamos. Nos repite
con emoción, que lo que le da sentido a
su vida es “compartir” o “recordar juntos”.
Deja huellas profundas, no sólo con lo que
dice sino también con sus cantos breves que
rápidamente repetimos y hacemos carne su
contenido.
Resuena en mi mente su voz cuando nos
dice: sólo estamos “recordando”, no aprendiendo.
De esta última manera nos estamos
declarando ignorantes.
Cuando se nos escapa delante de ella el
vocablo “aprender”, vuelve a decirnos lo
mismo y además afirma: ustedes también
me ayudan a mí a recordar.
En esta ocasión sólo le pedí un mensaje
sobre las distintas edades del ser humano y
las comparto con ustedes.
Cuando uno nace, nace con todo un potencial
de papá y mamá. La energía cósmica la
recibimos a través de la eyaculación de papá.
El niño nace con toda esa energía. Cuando
nacemos, que somos bien chiquitos, tenemos
ese cuerpo que es lo que pudo hacer nuestra
mamá como una escultura chiquita. Después,
gracias a la Madre Tierra nos alimentamos y
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

al Sol que la fecunda con su calor. Y así vamos
creciendo y nuestra escultura la seguimos
haciendo nosotros mismos.
Luego llega la adolescencia que es de 13 a
26 años y entonces ahí es un despertar hormonal
y un despertar de una parte fisiológica
muy necesaria en nosotros que no tenemos
ahorita. La educación está muy tergiversada
en cuanto a la educación sexual. Una verdadera
educación como se dice que había antes,
cuando los abuelos educaban a los adolescentes,
los mayores de 60 años. Ahora no
funciona así. Los adolescentes están como
están porque no hay abuelos presentes que
les enseñen. Pues bueno así estamos pero hay
que continuar, hay que ir modificando. Somos
en sí un gran misterio, somos espíritu.
Al adolescente hay que enseñarle porque
tiene mucha creatividad, mucha claridad,
pero no sabe lo que quiere. Entonces si no
sabe lo que quiere hay que enseñarle a “enfocar”.
La etapa del adolescente es una etapa
de manifestar lo que necesita, cuando lo
necesita y cómo lo necesita. La claridad que
tienen, la fuerza y la energía, le hacen ver
todo tan fácil pero tan lejano a la misma vez,
porque no sabe enfocar en lo que quiere.
En la primera infancia pasamos de cero a
3 años en una inocencia y una pureza total.
Cuando pasamos de los 3 a 4 años tratamos
de agradar y modificamos nuestra conducta
porque queremos ser buenos, porque queremos
agradar a papá, a mamá. Queremos
agradar a los abuelos, a la gente que nos rodea.
Así vamos modificando nuestras conductas,
nuestra manera de ser y pasamos a
hacer lo que los demás requieren de nosotros.
El ser es inocencia y pureza y es maravilloso
pero empezamos a modificar nuestra manera
de actuar. La primera infancia es hasta
los 7 años.
La segunda infancia es de 7 a 13 años, comenzamos
a tener conductas modificando
cada vez más nuestra manera de actuar y
nos vamos alejando de ese pensamiento del
ser natural que somos, ese dios natural que
somos.
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Entonces cuando llegamos a los 26 años,
dejamos de ser adolescentes y comenzamos
ya a ejercer nuestra manera de ser. Y en
esta etapa de los 26 años, un poquito antes,
un poquito después, podríamos agradecer a
nuestros hijos e hijas: -gracias por haberme
escogido como mamá, gracias por haberme
escogido como papá, pero tu vida es tu vida,
no te dejes influenciar ni por uno ni por otro;
sé tu mismo y cuando quieras sugerencias yo
te las doy con mucho gusto, sugerencias no
consejos, y si otra persona te los da, también
acéptalos siempre cuando sean en una línea
bella.
De 26 a 39 años sería la juventud. Y cuando
hablas de la juventud es el dar sin esperar recibir.
Por regla general es el momento cuando
uno tiene hijos y cuando uno tiene hijos entrega
todo. También trabaja uno de más, porque
hasta en las noches no hay tiempo para
descansar a veces. Si has manifestado en la
adolescencia, seguirás manifestando fácilmente
y no tendrás tanto que trabajar. En
general no se ha aprendido a manifestar y es
lo que lleva al adulto a estar trabajando desde
primera hora hasta la última y dejar de
lado a los hijos; no deja de lado a los hijos sino
que se ocupa de generar el dinero para vivir,
pero no está generado el tiempo para estar
con ellos en la medida que lo necesitan.
En la parte adulta de los 39 a los 52 años
no espere a ahorrar para cuando llegue a viejo.
En esta etapa es saber dar, saber ser y saber
disfrutar. Saber dar sobre todo, que no
mutilemos a los hijos, que no mutilemos a los
nietos, sino darles y pedirles que les enseñen
a trabajar.
“Lo primero que quiero decirte es que
nada es aprendido: toda la humanidad
tiene la sabiduría divina dentro.
Nadie aprende, todos recordamos.
Y
creo que estamos aquí para recordar
quiénes y qué somos: esencia y
presencia divina. Hay que recuperar la
memoria, y eso yo lo digo a través de
los cantos, como este que dice:
Soy el poder dentro de mí,
Soy el amor del Sol y la Tierra.
Soy gran espíritu y soy eterna.
Mi
vida está llena de amor y alegría”.
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OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279

Los niños tienen que ejercitar la responsabilidad.
Les doy y también ellos tienen que
hacer algo a cambio.
Una vez cumplidos los 52 años debemos
comenzar a recordar qué es ser niños. Comportarnos
como niños desde cero, para que
podamos gatear, jugar, tener fantasías, tener
una tablita para hacer una casa, tener la
imaginación y el empeño que ponía un niño
en construir cosas maravillosas. Es recordar
cómo ser niños. Vivir ese niño interno que hay
dentro de nosotros. El 52 significa el 5 es el yo
soy y el 2 ejercer nuestra dualidad del masculino
sobre el femenino, saber pensar y saber
amar. Es muy bonito a los 52 años.
De los 52 años a los 65 años es el segundo
despertar hormonal y me gusta porque todavía
estamos en un despertar tremendo, en
plenitud de acción y con un empeño grande
de parecer. Sería muy bueno en esta etapa ser
los educadores de los adolescentes.
Los 65 años es quemar los apegos, donde
hay más poder.
Los 78 años, es la maternidad universal y a
los 91 se ejerce el poder de vivir plenamente y
servir a la Humanidad.
Me da mucho gusto mandar este mensaje,
un saludo a todos los que leen esta revista
-dice “Abuela Margarita”, y si les gusta lo que
dice pásenla, pásenla, no se queden con ella
guardada como archivo. Yo tengo una que me
regaló hace un año Silvia, la he prestado y enseñado
a varias gentes ya que hay mensajes
muy interesantes que son bellas palabras.
Mi profundo agradecimiento a todo lo que
confluyó para que volviera a encontrarme
con “Abuela Margarita”.
OCTUBRE 2018 - AÑO 24 - Nº 279 33

Estimados lectores:
Las agujas del reloj siguen girando sin parar…
¿Hay algún deseo que con sólo pensarlo sonríes, tu corazón se siente pleno y sin embargo sólo queda
sobrevolando tu mente mientras el tiempo transcurre?
¿Qué es lo que te detiene ir hacia él?
¿No lo crees posible?
La postergación ¿te visita?
¿Se adueña de ti una creencia que suavemente te dice “¡no lo lograrás!”?
¿O escuchas voces que te hablan desvaneciendo tu sueño?
¿Sientes que lo desconocido es una amenaza?
Detrás de todo ello está agazapado el miedo.
Necesita ser reconocido para escucharlo y ser libre de avanzar.
Cuando llegue el ocaso de la vida sólo nos arrepentiremos de lo que no hicimos y dejamos pasar.
Hasta la próxima edición.
Silvia Rodríguez Borges
“Todos tenemos dos vidas.
La segunda comienza
en el momento
en que nos damos cuenta
de que tan sólo
tenemos una”.
Tom Hiddleston
Muchas de las ilustraciones de esta revista proceden del buscador de imágenes en Google. Si el autor de alguna de ellas desea que
se cambie, puede ponerse en contacto e inmediatamente se suspenderá del medio digital que esté reproducida.
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ESCUELA DE ARQUITECTURA DE LA CONDUCTA HUMANA, presenta
4º DIPLOMADO EN CHILE
“Técnicas Ancestrales de Sanación” 2019 - 2020
Neurobiología aplicada a una experiencia de aprendizaje de chamanismo. Formación de 1/2 años
Consultas e Inscripciones:
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escuelarquitecturadelaconducta@gmail.com
mundochamanico@gmail.com
Imparte: María Amalia Jeria
www.mariamaliajeria.cl
Arquitecto U. de Chile. Diplomada en Neurociencias, Neurobiología
del Conocimiento. Graduada en Chamanismo Transcultural,
Chamanismo Africano entre otras disciplinas.
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R E G E N E R A D O R
E N E R G É T I C O
Forma, proporciones, símbolos y cuarzos trabajan en la
creación de un sistema coherente de ondas de forma.
armónico.
Ofrece las funcionalidades y usos del Emo® Esencial en un
formato más transportable y compacto.
¿Cómo usarlo?
regenerador que produce el Emo® Quantum durante un período
aproximado de treinta minutos.
Su radio de acción es de un metro.
Para alinear los chakras se coloca en contacto con el cuerpo.
Cuando es colocado en algún lugar o habitación, se potencian
frecuencias de equilibrio.
Si es de tu interés resérvalo
Comunicarse al 099 437 687
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