Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe
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COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO - Eduardo Giorlandini<br />
papeles y diarios<br />
yo pienso que sos un cantor.¨.<br />
1<br />
<strong>edUTecNe</strong><br />
5. Órganos de prensa escrita que difundieron el <strong>lunfardo</strong><br />
Con respecto a los diarios importantes debo mencionar ¨Crítica¨, donde escribieron numerosos<br />
periodistas y poetas <strong>lunfardo</strong>s; ¨La Nación¨, que inició la publicación de los primeros estudios sobre<br />
<strong>lunfardo</strong> y la vida lunfarda de fin de siglo; ¨La Razón¨, ¨Noticias Gráficas¨, ¨Clarín¨ y , en nuestro<br />
medio ¨La Nueva Provincia¨.<br />
En cuanto a revistas, ¨PBT¨, ¨Caras y Caretas¨, donde también se comentaron los procedimientos<br />
<strong>del</strong> <strong>del</strong>ito, instrumentos y vocabulario <strong>del</strong>incuencial; y, con relación al deporte, ¨El Gráfico¨ y otras<br />
de los clubes profesionales, además de otras relacionadas con el turf.<br />
Publicaciones específicas fueron los tradicionales álbumes, repertorios y recopilaciones; la ¨Canción<br />
Moderna¨, ¨El Alma que Canta¨ y ¨El Cantaclaro¨; ¨El Lunfa¨, ¨Publicación Porteña <strong>del</strong> Círculo<br />
de Poetas Lunfardos¨; el ¨Suplemento de Tango y Lunfardo¨, <strong>del</strong> diario ¨La Campaña¨, de Chivilcoy,<br />
dirigido por Gaspar Astarita, célebre autor de ¨Pascual Contursi¨, un libro sobre este famoso<br />
hombre de <strong>tango</strong>; luego, el periódico ¨Tango y Lunfardo¨, dirigido por Astarita.<br />
Pero, con respecto a ¨La Nueva Provincia¨, quiero echar un párrafo aparte.<br />
Hubo tiempo en que el diario esgrimió un idioma despojado de lunfardismos; probablemente una<br />
actitud razonada y <strong>del</strong>iberada sobre el desideratum de mantener la pureza idiomática.<br />
Sin embargo, la realidad no puede reflejarse exactamente si no se utilizan los términos de esa<br />
misma realidad; el periodista recoge el lenguaje <strong>del</strong> pueblo, de la realidad humana, se trate <strong>del</strong><br />
campo <strong>del</strong> <strong>del</strong>ito, <strong>del</strong> deporte o los lugares de trabajo. Más, cuando no se trata de ¨dar bombo¨<br />
sino de ¨escrachar¨ entonces recurre más todavía al <strong>lunfardo</strong>.<br />
Así parecen haberlo comprendido algunos y, en otros, opera de modo inconsciente, como mecanismo<br />
<strong>del</strong> subconsciente o <strong>del</strong> inconsciente humano, donde se embolsa todo lo que reprime la<br />
conciencia.<br />
Creo que el diario comprendió la inevitabilidad <strong>del</strong> uso <strong>del</strong> <strong>lunfardo</strong> alrededor de 1970, pues por<br />
primera vez me hizo un extenso reportaje sobre el tema, el periodista de ¨La Nueva Provincia¨,<br />
Silvio Gómez, a quien cariñosamente le apodaban ¨El Negro¨, igual que Celedonio Esteban Flores.<br />
Hasta ese año, 1970 más o menos, a Miguel Ángel Cavallo le habían sustituido algunas palabras<br />
en comentarios que enviaba desde Buenos Aires y, así, ¨rajá pibe¨ - según lo que me contó<br />
Cavallo- era reemplazado por ¨andate muchacho¨.<br />
Luego, en la columna ¨Aquí Buenos Aires¨ fueron introduciéndose numerosos lunfardismos y<br />
porteñismos. En ocasiones colaboré con él, en las oficinas de calle Tucumán, acercándole comentarios<br />
de interés que yo ¨pescaba¨ en la Academia Porteña <strong>del</strong> Lunfardo, que funcionaba en<br />
las dependencias <strong>del</strong> Círculo de Periodistas, en calle Rodríguez Peña, casi Rivadavia, donde<br />
también funcionaba la Escuela de Periodismo, donde era profesor el Decano de los periodistas de<br />
la Reina <strong>del</strong> Plata - hoy ¨La Reina sin Plata¨-, don José Barcia, a la sazón presidente de la Academia<br />
Porteña <strong>del</strong> Lunfardo, maestro de algunos periodistas que con el tiempo también recalaron en<br />
Bahía Blanca.<br />
Lo cierto es que después de 1970 no hubo limitaciones o recelos y las páginas se fueron poblando<br />
de vocablos populares, <strong>del</strong> idioma vivo. El ciclo alcanza a épocas recientes, en que ¨Ideas/<br />
Imágenes¨, suplemento de ¨La Nueva Provincia¨ publica mi extenso artículo sobre Benigno Baldomero<br />
Lugones, periodista y fundador de los estudios de lunfardía, hacia fines <strong>del</strong> siglo pasado.<br />
Quiero recordar como anécdota que, gracias a un equívoco de un grupo de periodistas jóvenes<br />
que fueron a Buenos Aires de vacaciones hace ya varias décadas, todos de ¨La Nueva Provincia¨,<br />
se difundió una nueva palabra. Según mi interpretación, habrían escuchado el lunfardismo ¨tanolai¨<br />
y divulgaron una parecida, ¨tananai¨, con el significado de individuo lelo, tonto; yo la registré y<br />
ahora está documentada en la Academia Porteña <strong>del</strong> Lunfardo, con ese significado, a través de