Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe

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edUTecNe COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO- Eduardo Giorlandini pero la palabra, lira, es un término genérico que designa una familia de instrumentos; la llamada lira de braccio es una variante de la familia de la viola. En las antiguas civilizaciones la lira salvaba la vida a quienes la tocaban; en esos tiempos, los músicos eran los más respetados, después de los reyes y los sacerdotes, especialmente en Asiria, y se ha escrito que cuando las tropas capturaban una ciudad siempre perdonaban la vida a los músicos. Los griegos tomaron sus conocimientos musicales de Mesopotamia y Egipto, según un historiador de la música, que afirma también que uno de los instrumentos más destacados era la lira, a la que llamaban kithara, palabra que, según se advierte, es muy parecida a guitarra. Entre los africanos un instrumento similar se denominó kissar o kerar. Es decir, la historia enseña el carácter universal del instrumento y su presencia en el tiempo justifica su condición de emblema representativos de la música. 6.Avenida Esquina Tango * Las noches son distintas. Empero, algunas se parecen como sombras. En esta noche se hizo una nueva esquina, conjuncional del tango, la canción y la gratitud. Y aquí acallamos el barullo callejero, el batifondo del mundo. Mientras los astros nos acompañan callan las voces y los oídos se abren como abanicos para el gotán. Así se hacen los silencios que enriquecen el alma humana, pero se agitan las ansias que nos llegan empujadas por algún misterio, o un hado arcano, o algún destino, de los que no se empardan. Porque las melodías llegarán desde los cielos. Es la canción de las estrellas, que bajan dulcemente para confundir sus voces con el silencio y expresarse en los instrumentos para recordar un tiempo magistral, que es el tiempo de un gran maestro. Sigamos el itinerario de las fuentes, para decir que es la virtud la que hace la bondad del arte, en la humildad de una noche como ésta, en la confluencia del pasado y del futuro que siempre está empezando. Siempre... siempre... Muchos, muchos años han pasado y no está rota la ilusión en este día. Y los años se juntan y vienen en patota. Y siguen... siguen. Y el tango sigue, en la huella. Se transforma. Se enriquece. El artista absorbe su circunstancia y hace su amasijo, entreverando el drama y el romance, juntando las antiguas querencias con las nuevas, expresando las viejas canyenguerías de la esquina, del boliche y de los santuarios del suburbio con las que se agitan en el ser argentino de nuestro tiempo. Así es. Y así lo canto. Con este naipe nochero, en la travesía vital, con un fuerte abrazó querendón, con el corazón en Bahía y por derecha. El tango es una resultante cultural artístico-musical y literaria, que se va transformando constantemente; la orquesta que lo expresa, en el transcurso del tiempo, igualmente fue renaciendo en cada instancia. Por eso el tango es eternamente llegador. Cada grupo tiene su estilo, su signo individual y su mensaje. El Maestro Mario Grossi se presenta con personería propia. Se distingue tanto por su cimiento instrumental como por sus solistas de canto y sus arreglos. Se hacen ostensibles dos expresiones: cuarteto y orquesta típica, identificable en la interpretación del tango, con los instrumentos tradicionales, en los temas instrumentales o cantables. La temática cultivada comprende un amplio espectro y la diversidad de especies y señales de sus interpretaciones son el academicismo de la experiencia, el buen gusto, el clasicismo tanguero, el equilibrio, la justa y relativa independencia de los instrumentos en el conjunto, los toques de color propios de una orquesta moderna –creados del mismo modo que crea el pincel que pinta o las manos que dan forma a la arcilla. 1

COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO - Eduardo Giorlandini 1 edUTecNe Asimismo: la innovación propia, el estilo particular, el enriquecimiento de recursos, la condensación del espíritu romántico o evocador, las resonancias y voces nuevas. Es refinado y sencillista, sin espectacularidad efectiva, pero tiene un ideal estético, sin arrebatos, con lindeza y ajustando el tango a sus elementos substanciales, alimentados por las parcelas del derrotero fundamental tango: el arrabal y su franja subrural desde donde se divisa el horizonte y, hacia adentro, el peringundín, el café con su palco tanguero, el cabaret y la milonga del barrio, el teatro, la calle o los antiguos patios con pisos de ladrillo. En la ciudad de Buenos Aires finisecular, el tango comenzó a trascender los arrabales. Y fue avanzando hacia el corazón de la ciudad. Hacia 1909 un comentarista escribió: ¨El tango se muere¨. Después de varias décadas, entre otros ámbitos distantes, en el pleno centro de la Reina del Plata, su rasgo trascendental fue el palco tanguero en el café y la orquesta convocante que colmaba con gente en la calle y las veredas y paraba el tránsito. Cuando todo hacía pensar que esta historia estaba sepultada, aquí, en nuestra Bahía Blanca, por obra de una ensoñación y un sentimiento raigal, se exhumó la historia y la Pizzería Avenida, en Chiclana 83, todos los jueves, se transformó en café tanguero, en Avenida Esquina Tango, con una suerte de palco tanguero y con la presencia cotidiana y la actuación frecuente del Maestro Mario Grossi. Vaya, pues, mi homenaje sentido a los hermanos Rodolfo y Carlos de Arriba, Chiche para los amigos. En nombre del Maestro Grossi y en el mío propio. Y a todos ellos les digo, y asimismo a ustedes, quienes nos han acompañado y lo agradezco de corazón, como en los versos que hice para Avenida Esquina Tango: ¨Y no es por chamuyar al bardo que escracho la querencia de gomía; me aceitan los patines viejos tangos que encautan nostalgias y alegrías¨. Como una invocación sin compadraje. Que valga para Avenida Esquina Tango y para este Teatro, hoy y siempre: tango, a puro tango y meta tango, desde la calle hacia adentro. 7.Ginés García. Aniversario de su muerte El 31 de diciembre se cumple el aniversario del fallecimiento de don Ginés García, persona cabal y ejemplar, de modo que su vida y su lucha constituyeron una personalidad mentora, en ideas, en afectos y buenos sentimientos, así como paradigmática en cuanto al sentido espiritual con relación a la familia, los convecinos, los protagonistas humildes del mundo del trabajo y la comunidad. Cuando se reconstruye su itinerario aparecen en la memoria los signos ostensibles de su abnegación, su sacrificio y su entrega, desde el trabajo constante en la defensa de los trabajadores hasta la pérdida de su libertad de manera irrazonable en circunstancias conflictivas en la sociedad argentina. En medio de una tormenta desatada en ese tiempo, en una de las tantas etapas de nuestra historia en que parecía perderse la mínima armonía en las relaciones político-sociales, ejerció su magisterio con bondad, fraternidad y altura moral, dando pruebas de que es posible actuar principios y normas éticas sin caer en el agravio, la calumnia o la injuria ante el abuso del poder o la injusticia. La vida de don Gines es conmovedora. Una síntesis no reflejaría, aquí, con exactitud, su alcance y significación. Bastaría tan sólo una muestra de anteceden-tes dispersos, en un espectro que presenta calidad humana, grandezas y virtudes. Entre estas referencias pueden exhibirse las cartas enviadas por compañeros de lejanos tiempos, con motivo del libro con su biografía, publicado por su hijo, autor de la obra, Oscar Dante García. Deberíamos destacar, asimismo, sus notas periodísticas, sus reseñas culturales, cartas y artículos aparecidos en ¨La Nueva Provincia¨, comentarios de discursos, así como correspondencia

COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO - Eduardo Giorlandini<br />

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Asimismo: la innovación propia, el estilo particular, el enriquecimiento de recursos, la condensación<br />

<strong>del</strong> espíritu romántico o evocador, las resonancias y voces nuevas.<br />

Es refinado y sencillista, sin espectacularidad efectiva, pero tiene un ideal estético, sin arrebatos,<br />

con lindeza y ajustando el <strong>tango</strong> a sus elementos substanciales, alimentados por las parcelas <strong>del</strong><br />

derrotero fundamental <strong>tango</strong>: el arrabal y su franja subrural desde donde se divisa el horizonte y,<br />

hacia adentro, el peringundín, el café con su palco tanguero, el cabaret y la milonga <strong>del</strong> barrio, el<br />

teatro, la calle o los antiguos patios con pisos de ladrillo.<br />

En la ciudad de Buenos Aires finisecular, el <strong>tango</strong> comenzó a trascender los arrabales. Y fue<br />

avanzando hacia el corazón de la ciudad. Hacia 1909 un comentarista escribió: ¨El <strong>tango</strong> se muere¨.<br />

Después de varias décadas, entre otros ámbitos distantes, en el pleno centro de la Reina <strong>del</strong><br />

Plata, su rasgo trascendental fue el palco tanguero en el café y la orquesta convocante que colmaba<br />

con gente en la calle y las veredas y paraba el tránsito.<br />

Cuando todo hacía pensar que esta historia estaba sepultada, aquí, en nuestra Bahía Blanca, por<br />

obra de una ensoñación y un sentimiento raigal, se exhumó la historia y la Pizzería Avenida, en<br />

Chiclana 83, todos los jueves, se transformó en café tanguero, en Avenida Esquina Tango, con<br />

una suerte de palco tanguero y con la presencia cotidiana y la actuación frecuente <strong>del</strong> Maestro<br />

Mario Grossi.<br />

Vaya, pues, mi homenaje sentido a los hermanos Rodolfo y Carlos de Arriba, Chiche para los<br />

amigos. En nombre <strong>del</strong> Maestro Grossi y en el mío propio. Y a todos ellos les digo, y asimismo a<br />

ustedes, quienes nos han acompañado y lo agradezco de corazón, como en los versos que hice<br />

para Avenida Esquina Tango:<br />

¨Y no es por chamuyar al bardo<br />

que escracho la querencia de gomía;<br />

me aceitan los patines viejos <strong>tango</strong>s<br />

que encautan nostalgias y alegrías¨.<br />

Como una invocación sin compadraje. Que valga para Avenida Esquina Tango y para este Teatro,<br />

hoy y siempre: <strong>tango</strong>, a puro <strong>tango</strong> y meta <strong>tango</strong>, desde la calle hacia adentro.<br />

7.Ginés García. Aniversario de su muerte<br />

El 31 de diciembre se cumple el aniversario <strong>del</strong> fallecimiento de don Ginés García, persona cabal<br />

y ejemplar, de modo que su vida y su lucha constituyeron una personalidad mentora, en ideas, en<br />

afectos y buenos sentimientos, así como paradigmática en cuanto al sentido espiritual con relación<br />

a la familia, los convecinos, los protagonistas humildes <strong>del</strong> mundo <strong>del</strong> trabajo y la comunidad.<br />

Cuando se reconstruye su itinerario aparecen en la memoria los signos ostensibles de su abnegación,<br />

su sacrificio y su entrega, desde el trabajo constante en la defensa de los trabajadores<br />

hasta la pérdida de su libertad de manera irrazonable en circunstancias conflictivas en la sociedad<br />

argentina.<br />

En medio de una tormenta desatada en ese tiempo, en una de las tantas etapas de nuestra historia<br />

en que parecía perderse la mínima armonía en las relaciones político-sociales, ejerció su<br />

magisterio con bondad, fraternidad y altura moral, dando pruebas de que es posible actuar principios<br />

y normas éticas sin caer en el agravio, la calumnia o la injuria ante el abuso <strong>del</strong> poder o la<br />

injusticia.<br />

La vida de don Gines es conmovedora. Una síntesis no reflejaría, aquí, con exactitud, su alcance<br />

y significación. Bastaría tan sólo una muestra de anteceden-tes dispersos, en un espectro que<br />

presenta calidad humana, grandezas y virtudes. Entre estas referencias pueden exhibirse las cartas<br />

enviadas por compañeros de lejanos tiempos, con motivo <strong>del</strong> libro con su biografía, publicado<br />

por su hijo, autor de la obra, Oscar Dante García.<br />

Deberíamos destacar, asimismo, sus notas periodísticas, sus reseñas culturales, cartas y artículos<br />

aparecidos en ¨La Nueva Provincia¨, comentarios de discursos, así como correspondencia

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