Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe
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COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO - Eduardo Giorlandini<br />
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<strong>edUTecNe</strong><br />
En su misma entraña se entrevera el alma <strong>del</strong> mundo y <strong>del</strong> universo, con las vibraciones cósmicas<br />
que le fueron dando una singularidad y un rostro humano y a la vez mítico, místico y casi divino.<br />
Es, éste, el arcano <strong>del</strong> <strong>tango</strong>, y también el misterio <strong>del</strong> <strong>lunfardo</strong>, amasado con el fluir cotidiano<br />
<strong>del</strong> lenguaje oral de toda la historia humana.<br />
Es, el <strong>tango</strong> argentino, hijo <strong>del</strong> suburbio, pero descendiente de la habanera cubana, o <strong>del</strong> español,<br />
o la payada o el candombe, ya que <strong>tango</strong> era, a principios <strong>del</strong> siglo XIX, la reunión de los<br />
negros bozales, para bailar al son de sus tambores o atabales. Bozales eran los negros recién sacados<br />
de su país, y atabal, una especie de tambor o timbal. Tango, en la ciudad de Buenos Aires<br />
<strong>del</strong> siglo pasado, en las primeras décadas, las casas donde los negros realizaban sus bailes.<br />
Inserción <strong>del</strong> piano<br />
Junto al <strong>tango</strong> estuvo el piano, pero no apareció en su embrión. Y, hasta ese entonces, en ese<br />
primer tramo, como lo afirma Ezequiel Martínez Estrada: ¨En los bailes familiares, el arpa, el piano<br />
y la flauta, llevaban en sus alas de paloma de tarjeta postal, valses, schotis, polkas y lanceros¨.<br />
Lancero era un vocablo para representar un baile parecido a la contradanza, danza inglesa de<br />
origen campesino, que generó la contradanza cubana, con influencias africanas.<br />
El piano comenzó a ser instrumento de <strong>tango</strong> recién cuando éste consolida su personería. Como<br />
no entonaba su presencia en la calle, donde se bailaba, o en el peringundín, en el escenario<br />
suburbano, se hace presente en las casas de familia según el recuerdo de Martínez Estrada, sumándose<br />
a las otras especies musicales, y además campea en cierto tipo de casas públicas. No<br />
debemos olvidar que, en la segunda mitad <strong>del</strong> siglo pasado tener piano era signo de fortuna, y el<br />
<strong>tango</strong>, en su génesis, talló en el suburbio, se enancó en la jarana y se ató a la coyunda <strong>del</strong> disturbio:<br />
¨Tango argentino,<br />
sos el hijo <strong>del</strong> suburbio<br />
y en jaranas o disturbios<br />
siempre supiste tallar¨.<br />
Y, asimismo:<br />
¨Es hijo malevo,<br />
tristón y canyengue,<br />
nació en la miseria<br />
<strong>del</strong> viejo arrabal;<br />
su primer amigo<br />
fue un taita de lengue<br />
su novia primera<br />
vestía percal...¨.<br />
No era, entonces, el suburbio, el ambiente y la circunstancia <strong>del</strong> piano, pero sí pudieron serlo primero<br />
las casas de familia; luego los conjuntos instrumentales; después los cafés y algunas casas<br />
importantes administradas por mujeres famosas, en la historia <strong>del</strong> <strong>tango</strong>, donde se escuchaba<br />
música interpretada por un pianista y se bailaba <strong>tango</strong>.<br />
Laura, La Vasca y otras<br />
¿Quiénes fueron estas mujeres, mencionadas en las letras tangueras? Ellas contrataron pianistas<br />
que actuaron como solistas, a saber: Madame Blanche o Blanc, cuyo lugar de diversión era<br />
frecuentado por escritores, políticos, periodistas y noctámbulos, entre otros, evocada por Enrique<br />
Cadícamo en un poema:<br />
¨Cuando no existía la buat ni el cabaret<br />
y cuando el automóvil era una extravagancia,