Cosas del tango y del lunfardo - edUTecNe
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COSAS DEL TANGO Y EL LUNFARDO - Eduardo Giorlandini<br />
12<br />
<strong>edUTecNe</strong><br />
COCOLICHE<br />
¨Cocoliche¨ es el italiano emigrado que imita a los nativos, en la Argentina, y es la lengua torpe<br />
<strong>del</strong> italiano inmigrado, mezcla de italiano y argentino; la voz puede deberse al apellido de un peón<br />
oriundo de Italia, de la compañía teatral de José J. Podestá, que se llamaba Antonio Cocoliche o<br />
a lo mejor Cocoliccío.<br />
Se manifiesta ostensiblemente en el sainete, <strong>del</strong> que es ejemplo representativo ¨El Conventillo de<br />
la Paloma¨, de Alberto Vacarezza. Véase cómo el personaje que tiene el mote de Conejo y hace<br />
una mezcla entre el italiano y el porteño:<br />
-CONEJO.- ¡Vení, pasá, hombre! Adiós, Tanolai, ¿cómo Vázquez?<br />
-MIGUEL.- ¡Hola, mi simpático Conejo, por fine te veo lo diente!... ¿Qué decise de bueno?<br />
-CONEJO.- Aquí me tenés completamente a tus Ordoñez, Un Amiguelli, che: don Miguel, el encargado<br />
y el famoso Paseo de Julio ¡punto muy Altamirano!<br />
-MIGUEL.- ¡Que amigo me trajiste! ¿Má de dónde me lo hai sacado? ¿De la Ponontenciaría?<br />
-CONEJO.- Despacelli, hombre, y no lo toriés. Está así ... medio Chivanosky desde que se le fue<br />
la Mujica.<br />
-MIGUEL.- ¿Qué mojica?<br />
-CONEJO.-La mujer, hombre.<br />
-MIGUEL.- Ah, descolpame. No me acordaba que Mojica es otro arpollido. ¡Qué Otarielli soy yo!<br />
... ¿Y qué se le ha hecho la Mojica?<br />
-CONEJO.- ¡Qué sé Llorca! ... Hace como tres Mezzadri que la anda Buscandioti y no la puede<br />
Trovezky.<br />
-MIGUEL.- Antonces es Segura que se Ascondosky.<br />
-CONEJO.- ¡Vaya a Saavedra!<br />
-MIGUEL.- ¿Qué vaya a Saavedra yo? ¿Qué voy a hacer a Saavedra?<br />
-CONEJO.- Digo que andá vos a Saavedra dónde estará. Pero el Bancalari es bastante Roncoroni<br />
y donde quiera que la Chiapori se la va a dar de Ferreyra para que corra Sanguinetti.<br />
-MIGUEL.- Sanguineto, Ferreyra, Chiapori... Pero éste es un hombre o es la guía <strong>del</strong> taléfano.<br />
Antonces vamos a pasare a mi Cuartucci per arreglare esto asunto de la Orquestoni...<br />
7. Italianismos en las letras populares<br />
En ocasiones, se discute, con estadísticas inclusive, qué porcentaje de palabras o cuál es el<br />
influjo <strong>del</strong> español o <strong>del</strong> italiano afincados en el orbe <strong>del</strong> idioma nacional argentino; y también en<br />
el <strong>lunfardo</strong>, en el habla viva, en el lenguaje <strong>del</strong> pueblo. Pero se olvidan -excepto el recuerdo que<br />
hace Gobello- que muchos vocablos llegaron al español directamente <strong>del</strong> italiano, en un intercambio<br />
remoto, de cuyo saldo -dice- nos aprovechamos todavía. Juan de Valdés, por él citado, en<br />
¨Diálogo de las Lenguas¨ escribió: ¨Pienso yo que jornal, jornalero y jornada han tombado principio<br />
<strong>del</strong> giorno, que decís acá en Italia...¨. Y es un ejemplo solamente.<br />
Sigue Gobello: ¨El lenguaje porteño también tiene ya por dueñas a todas las naciones, pues todas<br />
contribuyeron a formarlo. Quizá, contra lo que se supone, no sea la de Italia y sus encantadores<br />
dialectos una contribución desproporcionada, pero muchas voces nos dió la península, de cualquier<br />
manera. Para encontrarlas no hace falta descender al bajo fondo, ni arriesgarse a la vendetta<br />
de ninguna maffia, ni ponerse a hurgar en jergas carcelarias. Muchas llegaron al lenguaje<br />
corriente por el camino resbaladizo <strong>del</strong> <strong>tango</strong> canción y <strong>del</strong> sainete y, hasta ahora, los esfuerzos<br />
por desarraigarlas han fracasado provechosamente¨. Los italianismos los encontramos en generosas<br />
proporciones en la poesía popular y en las letras de <strong>tango</strong>.<br />
Además de algunos ejemplos ya citados, podrían señalarse tantos como para tener cabida en una<br />
voluminosa obra. Recorriendo solamente parte <strong>del</strong> repertorio de Edmundo Rivero, encontraremos<br />
muchos, de modo muy frecuente, pues son pocas las letras de <strong>tango</strong> en las que no aparecen ita-