CONTRASTE nº212
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Entrevista<br />
PROTAGONISTAS<br />
22<br />
Contraste Octubre 2018<br />
Antoni Farré, 66 años de profesión<br />
“Lo mejor ha sido esta última etapa cuando<br />
sentí que ya podía hacer lo que más quería”<br />
© Beatriz Badás Álvarez<br />
Una exposición y un libro que<br />
analizan la trayectoria de este<br />
joyero y una entrevista en la que<br />
fue un placer escuchar hablar<br />
sobre las diferentes etapas, los<br />
diferentes trabajos, las diferentes<br />
técnicas y toda una vida profesional;<br />
la de Antoni Farré.<br />
Desde el 6 de septiembre y<br />
hasta el 7 de octubre se pudo<br />
visitar la exposición “Antoni<br />
Farré, joier als 80 anys. Trajectòria<br />
d’una professió”. Un espacio<br />
en el que se pudieron conocer de<br />
cerca diferentes obras de este<br />
artista; desde su primera creación<br />
con 16 años, hasta la última.<br />
Aprovechando esta ocasión,<br />
Antoni Farré ha contado para<br />
Contraste algunos aspectos sobre<br />
su vida profesional.<br />
Esta exposición es como una fotografía<br />
de su vida personal, toda su<br />
trayectoria, ¿qué significa para<br />
usted?<br />
Poder hacer esta exposición ha<br />
sido para mí, y teniendo en cuenta<br />
mi edad, una manera de ver como<br />
mi trabajo es reconocido. Además<br />
también me han pedido que esto se<br />
hiciera posible, para los alumnos de<br />
las escuelas de joyería, ya que una de<br />
las partes de la exposición tiene una<br />
función didáctica.<br />
Cuando una persona ama el<br />
oficio que tiene, le duele ver el empobrecimiento<br />
en el sector. Hoy en día<br />
las técnicas y el oficio ya no son como<br />
años atrás y se ha perdido mucho el<br />
saber trabajar; por eso, considero<br />
que esta exposición es muy importante,<br />
para así poder enseñar que<br />
detrás hay un oficio, un saber hacer<br />
y, sobre todo, interés y amor.<br />
¿Y qué nos puede contar sobre<br />
Imma Gilbert y Roser Masip, las<br />
dos comisarías de las exposición?<br />
Son muy buenas amigas ante<br />
todo, y la idea de hacer esta exposición<br />
viene de ellas. Imma era profesora<br />
de joyería y Roser es profesora<br />
doctorada en dibujo.<br />
Durante su última etapa ha podido<br />
dar clases a los alumnos de la<br />
escuela de joyería Llotja, ¿Qué le<br />
han aportado estos chicos y qué<br />
valores les ha querido transmitir<br />
usted?<br />
Durante cinco años tuve a<br />
alumnos en mi taller; venían todos<br />
de escuelas oficiales y ya con un<br />
título, por lo que yo no les enseñé<br />
el oficio de la joyería. Mi función se<br />
centró en transmitir que el oficio<br />
hay que amarlo, hay que quererlo;<br />
no puedes hacer obras de arte si no<br />
amas aquello que haces. Esto fue<br />
para mí mi principal objetivo.<br />
Ellos me han aportado todo,<br />
chicos y chicas de edades jóvenes,<br />
entre 15 y 20 años. Para mí fue algo<br />
muy agradable, teniendo en cuenta<br />
que yo en aquel momento tenía 64<br />
años. Fue un estado nuevo de mi<br />
vida.<br />
A lo largo de los años ha ido<br />
cambiando de estilo a la hora de<br />
diseñar sus joyas, ¿cuál ha sido<br />
su mejor momento dentro de este<br />
sector?<br />
Cada pieza tiene su historia, su<br />
momento, y un motivo de creación.<br />
Son piezas que se salen de lo normal<br />
y, aunque en ocasiones parezca lo<br />
contrario, se alejan de lo clásico,<br />
sobre todo mis últimas creaciones.<br />
A lo largo de mis años, trabajé<br />
según lo que me exigía el mercado.<br />
Siempre he ido sacando cosas<br />
nuevas, adelantándome a los acontecimientos<br />
en lugar de seguir las<br />
tendencias; unas veces tenía suerte,<br />
otras no tanto. Los mejores años<br />
para mí han sido estos 10 últimos,<br />
cuando sentí que ya podía hacer lo<br />
que realmente quería.<br />
La obra del castillo de Neuschwanstein<br />
le llevó nada menos que cuatro<br />
años, ¿cómo fue el proceso?<br />
En el año 1988, la joyería Pedro<br />
Durán, de Madrid, me pidió este<br />
encargo; un trabajo muy laborioso<br />
pero a la vez muy gratificante para<br />
mí. Hice de arquitecto, empezando<br />
con los dibujos y levantando las<br />
paredes y los patios en este.<br />
Todo se realizó totalmente en mi<br />
taller pero, cuando llegó el momento<br />
de fabricarlo, me di cuenta que si lo<br />
“Detrás del<br />
oficio hay<br />
un saber<br />
hacer... e<br />
interés”<br />
“No puedes<br />
hacer obras<br />
de arte si<br />
no amas lo<br />
que haces”<br />
hacia con el sistema tradicional de<br />
la orfebrería y platería, me resultaría<br />
muy costoso. Entonces decidí<br />
emplear otro sistema, trabajando<br />
todo el castillo en cera. Tenía mi<br />
propia fundición por lo que me<br />
resultó más fácil y fuimos haciendo<br />
parte por parte hasta fabricarlo por<br />
completo.<br />
Fue una novedad trabajar en<br />
cera, la gente ya la utilizaba para<br />
piezas pequeñas, pero yo fui el<br />
primero en hacerlo en algo tan<br />
grande. Después, los acabados ya los<br />
hicimos con el sistema tradicional,<br />
el de microfusión en plata de diferentes<br />
tonalidades: oxidada, matizada,<br />
chapada de oro y acabados<br />
diversos.<br />
La obra consta de un total de<br />
800 piezas y 1.500 roscas de plata;<br />
las 360 ventanas son de esmalte<br />
al fuego de color azul. Una obra<br />
de arte que mide 115 x 60 x 85 cm<br />
y que se entregó al cliente en julio<br />
de 1992.<br />
66 años de profesión es mucho<br />
tiempo, ¿qué le diría a los jóvenes<br />
que quieren adentrarse en este<br />
mundo?<br />
A las nuevas generaciones les<br />
diría que hagan suyas las técnicas<br />
de ahora, que las utilicen como una<br />
herramienta más para trabajar y no<br />
caer en que, en estos tiempos, todo<br />
puede hacerlo un ordenador.