CABALGATA EPISTOLAR CRISTOPHER JAMES

Cabalgata epistolar con MI
General Francisco Villa
Cristopher James Barousse
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Edición Personal de Cristopher James Barousse
Este documento se realiza sin fines de lucro,
con propósitos didácticos para contribuir a la
curiosidad histórica de las nuevas
generaciones de mexicanos.
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INDICE
Presentación 5
Carta Uno 9
Carta Dos 11
Carta Tres 13
Carta Cuatro 16
Carta Cinco 19
Carta Seis 21
Epílogo 24
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Presentación
“Ya que tan duramente hemos increpado en este lugar a militares ambiciosos que han
sido la causa del desmembramiento de la República, conviene hacer una aclaración
importante.
Siempre hemos tenido en nuestro ejército militares pundonorosos, valientes hasta la
temeridad, caballerosos hasta lo novelesco y nobles y abnegados hasta el sacrificio.
Ellos están siempre listos para defender a su patria cuando corre algún peligro, luchan
valientemente en su defensa, y cuando el riesgo ha pasado, se retiran a la vida privada
o siguen en su puesto, habiendo satisfecho su ambición, con inscribir en las páginas de
la historia patria un día más de gloria al salvarla del peligro que corría.
Tan valientes y modestos héroes, no hacen alarde de sus servicios ni exigen a la patria
el pago de la sangre por ella derramada; saben que al defenderla han cumplido con su
deber, y con eso están satisfechos…”
Francisco I. Madero en su libro “La Sucesión Presidencial”,
obra insignia y manifiesto fundamental para iniciar la Revolución Mexicana
Yo soy nativo del estado de Chihuahua y tengo admiración
personal por el legado histórico de mi General Francisco Villa. Así,
en mi opinión, el mítico Doroteo Arango nació en Durango, pero el
héroe nacional Pancho Villa es orgullosamente chihuahuense,
para regocijo de todos los que nacimos en esa entidad.
En la historia del México revolucionario es imprescindible estudiar
la conducta de los dos grandes ejes que hicieron posible la
culminación de la lucha armada revolucionaria: Villa y Zapata.
Muchos connotados historiadores han realizado estudios
exhaustivos de todo el proceso revolucionario y amplias
investigaciones acerca de los personajes que participaron en esa
gesta.
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Emiliano Zapata era el que encabezaba el Ejército Libertador del
Sur y Francisco Villa al mando de la División del Norte. Aunque de
personalidades distintas, compartían desacuerdos con los
simpatizantes del carranzismo y otras facciones revolucionarias;
situación que les hizo tener una fluida comunicación por
correspondencia, en donde en un tono respetuoso intercambiaban
puntos de vista acerca de los planes que debían emprender de
manera conjunta y cada uno manifestaba sus discrepancias
argumentando siempre acerca de las mismas.
Al adentrarnos a las cartas, fácilmente quedan al descubierto el
alto sentido patriótico de Villa y Zapata, puesto que nunca
existieron en el papel afrentas o reproches, sino que cada uno
estaba dispuesto a negociar en beneficio del sufrido pueblo
mexicano.
En el epígrafe de esta sucinta presentación puede leerse un
fragmento de Francisco I. Madero de su monumental obra “La
Sucesión Presidencial”, en el capítulo en donde reflexiona en torno
al papel histórico de las fuerzas armadas del país. En ese texto
Madero dibuja el nacionalismo que veremos exacerbado en el
intercambio epistolar entre “Centauro del Norte” y el “Atila del Sur”,
que aun siendo hombres de armas, tienen ante todo la perspectiva
del ideal democrático de su lucha por la libertad del pueblo. Lo
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apuntado por Madero en su libro, es una fotografía fiel de Villa y
Zapata.
A continuación propongo al lector el análisis de una selección de
cartas intercambiadas entre Francisco Villa y Emiliano Zapata
durante exactamente un año, entre enero de 1915 y enero de 1916.
Aunque estos próceres mantuvieron su comunicación más allá de
esta fecha, desde mi perspectiva su heroico nacionalismo queda
desnudo ante quienes tienen la oportunidad de leer las misivas que
a continuación les presento de manera textual.
Incluso hay una faceta poco conocida en la historia, la cuál debo
reconocer que me vi sorprendido al leer estas cartas: Francisco
Villa intentó lograr el apoyo de Emiliano Zapata para que su
hombre de confianza –el General Felipe Angeles- fuera designado
como Presidente de la República. El caudillo del sur tuvo la sutileza
de negarse a la petición de Villa, porque identificaba a Angeles
como un tipo que podía rendirse ante la presión de los Estados
Unidos. El intercambio de correspondencia se mantuvo mientras
se consideraban otros nombres, lo cual demostraba de nuevo lo
afirmado por Francisco I. Madero, los grandes líderes del ejército
no buscan el poder pero se saben los grandes defensores de la
Patria, así como Villa y Zapata.
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Finalmente el argumento que marginó la propuesta, fue el pasado
de Felipe Angeles, puesto que Emiliano Zapata aseguraba que…
mejor no les cuento más, disfruten las siguientes líneas.
Ciudad de Chihuahua, Chihuahua.
Otoño de 2018.
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CARTA UNO
Emiliano Zapata a Francisco Villa
Tlaltizapán, Mor., 11 de enero de 1915.
Señor General Francisco Villa
México, D.F.
Muy estimado compañero y amigo:
En mi poder la muy apreciable carta de Ud., fecha 27 del pasado
diciembre, como respuesta, tengo el gusto de manifestarle que me
satisface sobre manera su modo de pensar y pensando y obrando
según sus ideas, algún día salvaremos a la Nación.
No es difícil que pronto nos unamos y entonces tendré satisfacción
en estrechar su mano con el afecto sincero de dos compañeros de
armas y de ideales.
Quedo de Ud. afmo. atto. y S.S.
Emiliano Zapata (rúbrica)
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Reproducción de la carta antes citada
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CARTA DOS
Francisco Villa a Emiliano Zapata
Sr. Gral. Emiliano Zapata.
Donde se encuentre.
Monterrey, marzo 19 de 1915.
Muy estimado compañero y fino amigo:
Habiendo sido engañados tantas veces y sorprendidos en nuestra
buena fe, por individuos perversos y malvados que, como Carranza
y Gutiérrez, se han olvidado del pueblo tan luego se han visto en
el Poder y lo han traicionado, creo muy conveniente que en esta
vez tome posesión de la Presidencia Provisional de la República,
un hombre formal, serio y adicto completamente a la causa del
pueblo, que por su patriotismo y honradez, garantice los ideales de
la Revolución y en mi concepto, creo que llena esas cualidades el
señor general Felipe Ángeles, a quien pienso despachar con una
fuerte columna de infantería a que tome posesión de la Ciudad de
México y se haga cargo provisionalmente de la Primera
Magistratura; pero como en todo deseo caminar de acuerdo con
usted, le suplico se sirva decirme si está conforme con tal
designación y en caso contrario, darme el nombre de su candidato
para el puesto de referencia, que le suplico sea inmediatamente, si
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es posible a vuelta de correo especial, con objeto de resolver este
punto de vista de vital importancia para nuestra patria.
Sin otro particular y deseándole toda clase de éxitos en sus
operaciones militares, quedo su afmo. compañero que bien le
aprecia y estima.
Francisco Villa (rúbrica)
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CARTA TRES
Emiliano Zapata a Francisco Villa
Cuartel General de Tlaltizapán, a 10 de abril de 1915.
Sr. General Don Francisco Villa.
Su Cuartel General en donde se halle
Muy estimado compañero y fino amigo:
He tenido conocimiento, por mi representante encargado del
Cuartel General de la División del Sur, que el señor West, enviado
especial del señor Presidente Wilson, vino a México con la misión
de tratar con los Jefes de las facciones revolucionarias, para que
se escoja persona que, con el carácter de Presidente Permanente
en el periodo preconstitucional, ocupe dicha presidencia,
proponiendo en terna a los señores Generales don Felipe Ángeles,
Roque González Garza y Samuel García Cuéllar.
Como le dije en una de mis anteriores, debemos escoger entre los
jefes revolucionarios, a la persona de más sanos principios, que
esté perfectamente identificado con los ideales de la Revolución a
fin de que no lleguemos a un fracaso, resultando con ello, inútiles
los esfuerzos hechos, las vidas cegadas, el tiempo transcurrido y
la sangre derramada. Además, hay que tener presente, y esto
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juzgando según mi humilde criterio, que no debemos admitir en
manera alguna proposiciones hechas por el señor presidente de
los Estados Unidos; pues de hacerlo así, es tanto como admitir la
tutela de aquel Gobierno dándole injerencia en la resolución de
asuntos que nosotros somos los únicos llamados a resolver y que
usted, en su calidad de hombre de sanos principios y de recto
criterio, no admitirá jamás.
Como usted lo sabrá mejor, en Laredo, Tex., radica el núcleo
principal de nuestros eternos enemigos que no desperdician
oportunidad para entrometerse en los asuntos políticos del país, y
sería muy triste que a la sombra de la revolución y con nuestros
propios elementos hicieran fracasar el triunfo completo de la misma
revolución.
Juzgo oportuno obrar enteramente de acuerdo con usted, para
contrarrestar los efectos de nuestros comunes enemigos en todos
sus maléficos intentos. Insisto nuevamente en la proposición que
hice a usted en una de mis anteriores cartas, para que el señor
general Calixto Contreras, que pertenece a la heroica División de
su mando, sea el que ocupe la Presidencia provisional, por reunir
las condiciones que el caso requiere; esto, apartándome por un
momento del Plan de Ayala al que he normado mi conducta y en el
que se encuentra previsto el caso que nos ocupa, en el artículo
doce. Le acompaño un ejemplar del folleto del Plan de Ayala de los
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que me acaban de obsequiar. Sin otro particular de momento
deseándole todo bien, me repito de usted como siempre afmo.
amigo, compañero y atto. S.S.
(sin firma)*
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CARTA CUATRO
Francisco Villa a Emiliano Zapata
Irapuato, Gto., abril 17 de 1915.
Sr. General Don Emiliano Zapata
Su Cuartel General Donde se encuentre.
Muy estimado compañero y fino amigo:
Agradezco infinito la cariñosa felicitación que se sirve hacerme con
motivo de mis últimos triunfos que han alcanzado las fuerzas de mi
mando en diversas partes de nuestro territorio nacional, y esté
usted seguro de que siempre lucharé por los principios
revolucionarios que con tanta abnegación han sabido sostener la
fuerzas del Sur que son a sus dignas órdenes, y las del Norte que
me honro en comandar.
Quedo impuesto de que está organizando debidamente sus
fuerzas, para emprender una batida estratégica contra el enemigo
que se halla en posesión de Puebla y Veracruz, y ojalá que pronto
obtenga usted nuevos y señalados triunfos para bien de nuestra
querida patria. En cuanto a la proposición que me hace usted, para
que el señor Calixto Contreras ocupe la Presidencia de la
República, debo de manifestarle que, aunque este Jefe merece
toda mi confianza, es completamente leal y adicto a la causa del
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pueblo, de convicciones firmes e invariables y honrado como el que
más, no me parece que sea él la persona indicada para
desempeñar cargo tan delicado y de tanta trascendencia para el
futuro porvenir de nuestro país, porque su gran bondad y
complacencia le impedirían obrar con la energía que la situación
reclama y es seguro que muchos de nuestros enemigos
alcanzarían perdón.
Por otra parte, el señor general Contreras aunque es un Jefe
ameritado, valiente a toda prueba y siempre se ha sabido distinguir
al frente de su Brigada, no es conocido en todo el Ejército ni es
personalidad política de relieve, circunstancia que le hace ser
desconocido en el extranjero y con seguridad no sería bien
aceptado por el Gobierno de los Estados Unidos; por consiguiente
y salvo la mejor opinión de usted, insisto en la conveniencia de que
sea el señor general Ángeles quien se haga cargo de la
Presidencia Provisional de México y estoy seguro de que él sabrá
dominar la situación y dar al país la tranquilidad deseada.
Por supuesto que al estar usted de acuerdo conmigo sobre este
particular, juntos haríamos nuestra proposición a la H. Convención
para que fuera discutida. En estos días he estado sosteniendo
rudos combates con la columna de Álvaro Obregón, que en número
de diez y seis a diez y ocho mil hombres pretende avanzar hacia el
Norte y creo que si fuerzas de usted atacan al enemigo por la
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etaguardia y avanzan rápidamente hasta Querétaro o sus
cercanías, se obtendrá el éxito apetecido y el enemigo tendría que
fijar su atención en dos partes y dividir su columna. No dudo que,
convencido usted de lo importante que es aniquilar a Obregón, me
ayudará a derrotarlo y efectuará los movimientos que indico. Sin
otro particular y deseándole toda clase de éxitos, me es grato
enviarle un cariñoso abrazo y repetirme de usted su afmo. amigo y
compañero y S. S.
Francisco Villa. (rúbrica)**
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CARTA CINCO
Emiliano Zapata a Francisco Villa
Tlaltizapán, a 10 de mayo de 1915.
Sr. General Don Francisco Villa.
Jefe de la División del Norte. Su Cuartel General.
Muy estimado General y fino amigo:
Contesto con el gusto de siempre su apreciable de fecha 17 del
próximo pasado abril, que tuve el gusto de recibir. Tomo en
consideración lo que me indica del señor general Calixto
Contreras, y aunque los inconvenientes que existen para que
ocupe la primera Magistratura de la Nación, serían fáciles de
allanarse con un buen Gabinete integrado por hombres bastante
conocidos entre nosotros y las potencia extranjeras, de buenos
antecedentes, de moralidad e identificados con los principios de la
Revolución, esto no obstante, desisto de mi intento para que dicho
alto puesto lo ocupe alguna persona más conocida entre el Ejército
y política de relieve, como usted lo indica.
Debo manifestarle, con mi estilo franco que acostumbro tratar
todos los asuntos, que el señor general Felipe Ángeles, a quien
estimo en mucho y reconozco su entereza y conocimientos para
llevar al terreno de la práctica nuestras aspiraciones que son las
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de todos nuestros representados, que no es muy apropiada en la
actualidad por haber sido militar de la época de Porfirio Díaz, y este
solo hecho sería más que suficiente, para sembrar la desconfianza
en las filas de las fuerzas que son a mi mando, lo que, como usted
comprenderá, me traería gravísimas dificultades.
En vista de lo antes expuesto, he de merecer que el designado sea
alguna otra persona de la entera confianza de usted, por ejemplo
el Licenciado Francisco Escudero y no el querido amigo Ángeles,
cuyos servicios en mi humilde concepto, son más importantes en
el campo de operaciones que en la silla Presidencial, en donde a
semejanza de los transformistas, cambian de modo de pensar
nuestros queridos compañeros, mareados por el incienso de la
adulación que se complacen en quemar nuestros enemigos. En
espera de sus respetables indicaciones a este respecto y
deseándole todo bien, quedo como siempre amigo suyo que lo
saluda con estimación.
(sin firma) ****
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CARTA SEIS
Francisco Villa a Emiliano Zapata
Aguascalientes, junio 12 de 1915.
Señor General Emiliano Zapata,
Donde se encuentre.
Mi querido compañero y amigo.
Me refiero su carta del día 10 de Mayo último, que tuve el gusto de
recibir por conducto de sus enviados.
Veo con verdadera satisfacción que sin dificultad de ningún
género, lograremos ponemos de acuerdo en lo relativo a la
elección de Presidente de la República.
Ya he tomado nota de que a pesar de que reconocen ustedes
plenamente los magníficos servicios que ha prestado a la causa
revolucionaria el señor General Felipe Ángeles, no desean que
llegue a ocupar la primera Magistratura de la República, por haber
pertenecido al Ejército de la Dictadura y porque se teme que
pudiera descarriarse a influjo de la adulación cuando ocupara tan
alto puesto.
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Siento mucho que no haya podido designarse a tan apreciable
amigo, en quien he visto siempre un sincero demócrata y un
fervoroso defensor del pueblo.
Por mi parte, no tengo el menor inconveniente en aceptar la
personalidad del señor Licenciado Francisco Escudero, en quien
he visto siempre un esforzado y digno defensor de nuestros
ideales, un liberal bien convencido y un entusiasta partidario de las
libertades públicas y del beneficio de las clases desvalidas.
Como Ministro de Hacienda ha hecho un papel brillantísimo y yo
estoy seguro que sabrá corresponder plenamente a nuestras
esperanzas y a nuestros entusiasmos. Como le digo a usted en
otra carta de esta fecha, el Gobierno de los Estados Unidos está
en disposición de reconocer al Gobierno de nuestro partido,
siempre que se lleve a efecto de un modo efectivo, la plena unión
revolucionaria entre los elementos del Ejército Libertador y los de
la División del Norte.
La unión práctica se conseguirá trasladando la Convención a estos
lugares que dominamos, con el objeto de reconsiderar el
nombramiento de Presidente de la República. Esa será la mejor
oportunidad de nombrar a nuestro querido amigo Escudero, e
inmediatamente vendría el reconocimiento por parte del Gobierno
de los Estados Unidos y obtendríamos el triunfo completo de
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nuestros ideales y principios y el término de esta guerra fratricida
que tantas desgracias y lágrimas ha costado a nuestra bendita
Patria.
Dadas las razones antes expuestas y con la plena convicción de
que me dirijo a un hombre honrado y a un patriota de corazón,
espero que usted y todos sus elementos me ayuden en lo que les
propongo, con el fin de salvar a la República y poder, después,
morir tranquilamente con la conciencia de haber cumplido con
nuestros deberes. Reciba un apretado abrazo y las protestas de
sincero cariño que le tiene su afmo. compañero y amigo.
Francisco Villa (rúbrica)**
P.D. Si como creo, apoya usted el traslado de la Soberana
Convención, le suplico que sea inmediatamente porque el
Gobierno americano no dejaría mucho tiempo para que obráramos.
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Epílogo
Por lo hasta ahora leído, el dilema era encontrar a una persona con
las suficientes cualidades para ser nombrado Presidente de la
República.
Del diálogo por correspondencia quedó claro en que a Zapata le
preocupaba tanto que Felipe Ángeles podía postrarse ante los
Estados Unidos como que además lo condenaba su pasado como
integrante destacado del ejército durante el gobierno de Porfirio
Díaz.
La contrapropuesta de Emiliano Zapata que fue Calixto Contreras,
fue vetado por el “Centauro del Norte” porque en su opinión se
trataba de un hombre de poco carácter y tibieza política, lo que
significaría que muchos de sus enemigos podrían ser perdonados
ante un Ejecutivo Federal timorato.
Pero el aparente acuerdo para que Francisco Escudero fuera
ungido Presidente finalmente no prosperó, pues el ex Gobernador
de Veracruz Francisco Lagos Cházaro había recibido el
nombramiento por la Convención de Aguascalientes, precisamente
dos días antes de que Villa manifestara su adhesión a la propuesta
de Zapata.
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Con todo, la comunicación se mantuvo fluida entre Zapata y Villa,
hasta que incluso Villa le propuso a Zapata invadir a los Estados
Unidos.
Aunque la carta nunca llegó a las manos del caudillo del sur, el
texto final al que aludo en esta compilación puede sumar más
admiradores a las causas enarboladas por Francisco Villa. Debo
apuntar que todos los textos citados se han reproducido
textualmente y se encuentran bajo resguardo del Archivo General
de la Nación.
La misiva donde Villa convoca a Zapata a invadir al vecino del
norte, de acuerdo al autor de “Nosotros los hombres ignorantes que
hacemos la guerra” –Armando Ruíz-, fue encontrada en el bolsillo
de uno de los villistas que fueron atrapados en Columbus y por tal
razón nunca fue leída por Zapata
En esta última carta a la que me refiero, Villa le daba un plazo de
seis meses a Zapata para reunir el mayor número de hombres y
unírseles en el norte para invadir Estados Unidos.
"Hemos decidido no quemar un cartucho más con los
mexicanos y prepararnos y organizarnos debidamente para
atacar a los americanos en sus propias madrigueras", le
escribía Villa a Zapata.
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La historia demostró que Pancho Villa ha sido el único extranjero
que se ha atrevido a iniciar una expedición invasora en los Estados
Unidos de América (¡y eso hasta Donald Trump lo sabe!).
Francisco Villa sigue cabalgando entre los revolucionarios, la lucha
sigue.
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