Compostela Marista nº 45

Escuela Champagnat
tiempo libre a los chicos de Atlantis, una
población a unos 70 kilómetros de Ciudad
del Cabo, llena de vida, de niños y
adolescentes y de situaciones complicadas.
Y me doy cuenta que, hasta cierto
punto, los jóvenes comparten muchas de
las inquietudes que tienen los chicos de
ahí, pero en otro contexto: necesidad de
sentirse queridos, de buscar su sitio en el
mundo, necesidad de expresarse (¡cómo
bailan!) y de soñar.
mezcla entre lo personal-identitario y lo
profesional.
Por otro lado, he descubierto que estar
entre los niños y jóvenes es la manera
de expresar mi vocación y soy realmente
privilegiada por poder hacerlo, aquí y ahí.
Estar con ellos en el tiempo libre, me permite
conocerlos desde otros ámbitos que
no tan fácilmente descubro en el aula.
Son tiempos y espacios privilegiados y
por eso veo esencial formarme-formarnos
para ello.
Sudáfrica
Para los que no me conocéis, estoy
en Sudáfrica desde octubre, como
miembro de la Comunidad Internacional
Lavalla200>, que se ha creado este
curso. Aquí la comunidad estamos por
el momento colaborando con varios grupos
juveniles que ofrecen actividades de
Últimamente he tenido la suerte de poder
compartir con ellos algunos de los recursos
y dinámicas que he aprendido a lo
largo de estos años. Destacaría lo receptivos
que son a lo nuevo, lo inesperado y
lo que viene de fuera. A mí, me permite
conocerles un poco más y compartir algo
de lo que tengo.
Al terminar las reuniones, la coordinadora
del grupo les dice siempre: “Gracias
por estar aquí, porque podríais haber elegido
estar en cualquier otro sitio”, con lo
que me identifico realmente. Educar desde
el tiempo libre, es para mí una elección
vital.
A 10.000 kilómetros de Valladolid, me
siento agradecida y afortunada de poder
ser parte de la familia marista, aquí y ahí.
Y descubrir, como dijo Mandela, que la
educación es un arma poderosa con la
que poder cambiar el mundo.
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