Compostela Marista nº 45

Centro Cultural Vallisoletano
realizar esta importante labor sin la colaboración
de las familias que deben
acompañarnos orientando a los niños en
el ejercicio de sus derechos y responsabilidades.
Es fundamental que las relaciones
entre el centro y las familias sean
intensas y de calidad y que participen en
la toma de decisiones en el colegio.
obligados a respetar los derechos de los
demás, sean niños o no. Por ejemplo,
reírse de alguien que tiene una discapacidad
atenta contra su derecho a no ser
discriminado y a no recibir malos tratos;
difundir rumores sobre alguien vulnera su
derecho a la imagen y acusar a alguien
de algo que no ha hecho va contra su derecho
a ser tratado con justicia.
Además de formar niños y jóvenes
comprometidos con el cumplimiento de
los Derechos Humanos les educamos
para que generen cambios en su vida y
entorno próximo (solidaridad, participación,
responsabilidad,
diálogo, paz, tolerancia,
justicia social y conciencia
respecto a cuestiones
ambientales) y, en un futuro,
a escala global. Es
decir, les educamos para
el desarrollo y la ciudadanía
global siguiendo las
directrices del equipo de
solidaridad.
Este año el equipo directivo, los tutores,
los alumnos, las familias y el PAS hemos
emprendido la tarea de autoevaluarnos
en relación con el conocimiento de los
derechos y la protección de la infancia, la
participación infantil y el desarrollo de un
clima escolar inspirado por los derechos
de la infancia. A partir de este autodiagnóstico
hemos elaborado un documento
de mejora del que emanará un plan de
acción que daremos a conocer a todos
los participantes en el proceso de autoevaluación
y a la comunidad educativa en
general. Creemos que esta comunicación
servirá para afianzar el compromiso con
el cambio al poner en evidencia que la
participación ha dado sus frutos y las propuestas
se han concretado en acciones.
El reconocimiento de UNICEF como
centro referente en educación en derechos
y ciudadanía global ha supuesto
una oportunidad para seguir mejorando
en nuestro colegio.
Los educadores del
Centro Cultural Vallisoletano
no podríamos
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