11.08.2018 Views

Una Apuesta a la Vida N°277

Revista de Crecimiento Personal

Revista de Crecimiento Personal

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

de Fray Bentos, nos despedimos y fuimos de<br />

noche, caminando hacia <strong>la</strong> ruta que estaba a<br />

unas tres cuadras para tomar el ómnibus.<br />

Recuerdo que contemp<strong>la</strong>ba una fi<strong>la</strong> de árboles<br />

que apenas se dibujaban contra el oscuro<br />

cielo a ambos <strong>la</strong>dos del camino.<br />

Era muy tarde.<br />

Tenía miedo.<br />

No me soltaba de <strong>la</strong> mano de mi mamá.<br />

Cansada de esperar dijo “vamos caminando<br />

despacio”.<br />

De pronto, sin ver ni oír absolutamente<br />

nada, algo nos tiró al suelo y nos pasó por<br />

arriba.<br />

En el silencio y sin entender lo que había<br />

sucedido lloraba “a mares”.<br />

Tendida en el suelo estaba<br />

mi madre. Creí que había<br />

muerto.<br />

Lloraba a gritos,<br />

desesperada, envuelta<br />

en pánico.<br />

Era muy pequeña,<br />

tal vez tenía<br />

cinco años. No sabía<br />

qué hacer.<br />

Esa protección invisible<br />

que siempre he<br />

percibido que está presente<br />

en mi vida, hizo que una señora<br />

a lo lejos sintiera mi l<strong>la</strong>nto.<br />

Era un lugar casi despob<strong>la</strong>do.<br />

Vino a auxiliarnos y coincidió que el ómnibus<br />

también llegó.<br />

Lograron que recobrara <strong>la</strong> conciencia mojándole<br />

el rostro con agua.<br />

Sin ningún otro recaudo, <strong>la</strong> levantaron<br />

y <strong>la</strong> subieron en el ómnibus para llevar<strong>la</strong> al<br />

hospital.<br />

Recuerdo c<strong>la</strong>ramente, cómo todas <strong>la</strong>s personas<br />

iban alcanzándoles sus pañuelos de<br />

te<strong>la</strong> para absorber <strong>la</strong> sangre que drenaba por<br />

su nariz.<br />

Yo estaba <strong>la</strong>stimada pero sólo en <strong>la</strong>s<br />

piernas.<br />

Supe después que varios jóvenes que iban<br />

en bicicleta, en sentido contrario a nosotros,<br />

sin luz, nos habían atropel<strong>la</strong>do. Dispararon.<br />

¿Por qué esta anécdota?<br />

Después que mamá fue atendida, al otro<br />

día le avisaron a mi padre para que nos fuera<br />

a buscar.<br />

Muy pocas veces salíamos<br />

con él.<br />

El<strong>la</strong> siempre se resistía<br />

cuando nos<br />

invitaba a pasear<br />

en el auto. Como<br />

niña no entendía<br />

su negación y me<br />

enojaba.<br />

Con los años<br />

comprendí que <strong>la</strong><br />

invitaba sólo cuando<br />

él estaba alcoholizado, y el<strong>la</strong><br />

temía que nos sucediera algo.<br />

¡Cuando llegó mi padre a buscarnos sentí<br />

tanta algarabía!!<br />

¿Por qué?<br />

Pensé que <strong>la</strong> quería.<br />

¡Qué inocencia <strong>la</strong> de un niño!<br />

AGOSTO 2018 - AÑO 24 - Nº 277 9

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!