FUNDES'" - (PDF, 101 mb) - USAID

la paz y no sobre la guerra; que hablemos con el FMLN de c6mo van a venir
ayudar a toeos lcs sectores productivos del pais, a los trabajadores, a la
microempresa, a la mediana empresa con su participaci6n en el proceso.
Vamos a hablar con el FNfLN a ver si es posible que ellos abandonen la
violencia como instrumento para la toma del poder y se incorporen al proceso
deumocritico. Vainos a hablar con el FWLN sobre c6mo ellos pueden garantizar su
vida y participar en los procesos electorales que vienen dentro de poco. Y
c6mo entonces, todos juntos, en el esfuerzo democr6tico que significa el
conflicto entre los distintos sectores, podamos hacer la gerencia del
conflicto social salvadoreilo para que los distintos sectores con los
diferentes intereses, podamos ir buscando un factor intermediario para llegar
a las conclusiones de que, tomando en cuenta a todos, aceptando la
participaci6n de todos, es posible alcanzar una paz, un progreso y un
desarrollo sostenido a base de que no nos odiemos, no nos peleemos, que
tengamos diferencias, pero que sin odios y sin rencores logremos hacer el bien
que tanto necesita nuestro pueblo.
S61o juntos, entonces, podre,cz alcanzar el 6xito anhelado.
Eiueste sentido los pequerios y microempresarios deben aprovechar el
esfuerzo del gobierno a trav6s de sus instituciones de fomento, ya sean
financieras o de incentivos, tales como la Ley de Asociaciones de Cooperativas
que los libera de buena parte de la carga de impuestos.
Estimados amigos.
Reitero aqul la importancia vital de la pequena y microempresa en el
desarrollo econ6mico y social, pero es necesario que junto a este
reconocimiento busquemos los caminos que nos conduzcan a un apoyo integral,
para lo cual se requiere trabajo, comprensi6n, decisiones y un inmenso
esfuerzo compartido.
Esos microempresarios a11A afuera no conocen del cario, no conocen de los
amigos que les van avudar y eso es lo que buscan primero; una tocadita en el
hombrc y a Alguien que les diga "te voy a ayudar a salir adelante".
Hay diversidad de formas que pueden significar f6rmulas de progreso. El
recurso del di~logo entre todos los sectores interesados debemos aprovecharlo,
pero tambifn apoyar las iniciativas que tiendan a enfrentar con sentido de la
realidad que vivimos, la dura situaci6n del pais. Hay mucho que conversar,
pero hay mucho mAs por hacer.
No hay que olvidar que estamos en guerra y que los recursos y las medidas
que se adopten tienen que estar en consonancia con esta situaci6n.
Yo no voy a dejar ni un solo momento de buscar medidas que sean
estimulantes para la paz y el desarrollo del sector no formal de nuestra
economia, propiciando una participaci6n acorde a la importancia q,'e tiene en
el quehacer nacional, dentro del proceso de democratizaci6n.
En ese orden de ideas hay que recordar que la democracia no es s6lo un
ejercicio del sufragio, no s6lo estA en las elecciones libres, aunque sea una
de las caracterfsticas iportantes. La democracia - lo he dicho muchas veces
- es un sistema de vida que permite a todos participar en la construcci6n de
una sociedad m~s justa y de promover la dignidad del hombre.