FUNDES'" - (PDF, 101 mb) - USAID

Esto es asi, porque s6lo en la medida en que nuestros pueblus tengan
acceso al ser y al hacer cultural, social, econ6mico y politico, podr~n
concentrarse en un desarrollo real y en una libertad aut6ntica.
Recuerdo que en varias ocasiones, pero especialmente cuando asistf en
abril del an'o pasado a una reuni6n de FUSADES, coincidiamos con el Presidente
de la entidad, don Roberto Murray Meza, en la concepci6n de enfrentar como
sector prioritario, en el modelo econ6mico, la economia no formal. No olvido
nunca que fueron la pequea y la microempresa, las que quedaron sosteniendo la
economia del pais en aquellos aciagos moentos de 1980 cuando muchos grandes
empresarios dejaron el barco en proceloso mar y se fueron del pafs. Hoy
tambi~n son estas mismas pequenas y microempresas el 92% - como dice don
Ricardo - las que contin6an sosteniendo la economa nacional.
Y es justo reconocer que ese sector nunca tuvo, hist6ricamente, ni
cr~ditos, ni ayuda t~cnica, ni mercados, ni exportaciones, ni otros alicientes
o estimulos necesarios para crecer o progresar.
En el pafs, la disponibilidad para la pequeha y la microempresa
hist6ricamente no pasaba de dos millones de colones mientras el resto de las
empresas recibfan por lo menos 1000 millones de colones de cr dito.
Por eso es que con una visi6n mAs realista tenemos que impulsar a los
pequeios y microempresarios, con determinaci6n y en la forma m~s adecuada
posible.
Debemos tener presente que el 35% del sector privado de nuestro pais estA
conformado por el sector de la pequeha empresa y que 6sta genera m~s del 50%
del Producto Bruto Nacional. Adem~s, el 80% del empleo es generado a trav~s
de este sector. Y es el sector mAs econ6mico en la generaci6n de empleo
porque para ser una gran empresa, para poder dar un solo empleo, se necesitan
miles de miles de d6lares, pero en una microempresa se puede tener una
inversibn pequena para conseguir un empleo y lo que necesitamos es proliferar
a la microempresa y la pequea empresa para que de ellas salgan despu6s las
grandes empresas, que sean estables y no empresas gigantescas que salen sin
capital propio o sin fuerza suficiente y en los momentos dificiles no resisten
la crisis.
Las microempresas resisten las crisis, porque est~n fundamentadas en el
trabajo del hombre, de esa mujer que en el mercado vende lo que puede, o de
ese hombre que con gran dedicacibn logra trabajar para lograr sus objetivos.
Conscientes de esa realidad estamos haciendo todo el esfuerzo posible en
la creacibn de un sistema financiero que responda al proyecto democr~tico que
se basa en fomentar la rentabilidad de la producci6n y no en la especulaci6n
financ iera.
Es indudable que la mediana, pequefia y microempresa son una alternativa
para la creaci6n de empleo y redistribuci6n de la riqueza con caracterfsticas
particulares. Tienen gran capacidad potencial del crecimiento, bajo consumo
de energia, poco coeficiente de inversi6n por puesto de trabajo, alta
intensidad de mano de obra, uso extensivo de materias primas locales y mayor
flexibilidad para aurnentar el nivel tecnol6gico del pais.
De ahf la prioridad que tiene en el desarrollo social.