Quid74_Web

Entrevista
ocho
Brian Yorkey
“Quizás los argentinos tengan
una intensidad similar a la de los
personajes de Casi normales”
Su primer musical rock Casi normales ya lleva una década en cartel, acumula varios premios Tony y
recorrió las tablas de muchos lugares del mundo (en Buenos Aires se reestrenó por séptima vez y ya se
volvió una obra de culto). Actualmente prepara la segunda temporada de 13 Reasons Why, la serie de Netflix
que habla sobre el suicidio y el bullying. Un escritor y director que mira de cerca los temas incómodos
La primera vez que Brian Yorkey se puso a escribir no fue
precisamente porque le interesaran demasiado las palabras.
Fue por algo menos romántico y que pocos saben: simplemente
le gustaban mucho las lapiceras y las hojas. Era
fanático de la sensación de pasar la lapicera sobre el papel,
marcando y haciendo líneas. No tardó mucho en darse cuenta
de que no había sido traído al mundo para ser un artista
visual; entonces, y para suerte de los amantes del teatro, se
puso a escribir. Al principio copiaba historias que había leído,
pero con el tiempo fue encontrando su estilo personal. Le
encanta escribir sobre temas que todos evitan. Todo lo que
la mayoría esconde bajo la alfombra, él lo saca a la luz y lo
pone en el centro de la escena. No escribe para entretener ni
para “distraer” al espectador de los temas incómodos: cuenta
historias que atraviesan, sanan y modifican.
–¿Cuál fue el disparador para escribir Feeling Electric,
el proyecto de Casi normales antes de que se convirtiera
en obra? ¿Recuerda el momento en que se le
ocurrió la idea? Me acuerdo del momento exacto. Tom
Kitt y yo estudiábamos juntos en el BMI Lehman Engel
POR Paloma Sirvén
Musical Theater Workshop en Nueva York, y para el trabajo
final de una materia nos hicieron escribir un musical de solo
diez minutos. Entre los dos acordamos que escribiríamos
algo fuera de lo esperado. Queríamos impactar a la clase,
sorprender de alguna manera a nuestros compañeros con
algo distinto a lo que veníamos haciendo. Mientras intentaba
descubrir cuál sería la historia para nuestra obra, una noche
estaba en mi casa viendo televisión y en un momento me
quedé mirando un programa de noticias que se llama Dateline,
donde hablaban acerca de la terapia de electroshock. Me
llamó la atención lo que decían, una estadística demostraba
que eran más las mujeres que recibían esa terapia, y que los
médicos que la recomendaban eran en su mayoría hombres.
El balance era tan drástico que enseguida me hizo pensar
en la historia de una mujer que tiene que pelear con sus
desequilibrios mentales, y varios hombres intentan ayudarla a
lo largo de su vida, pero nunca lo logran.
–¿Por qué piensa usted que Casi normales interesó tanto
en la Argentina? Es una gran pregunta. Me encantaría
que el público argentino me cuente qué es lo que le parece
©Bruce Glikas
más interesante de la obra. Buenos Aires es una ciudad que
amo profundamente porque en algún punto me hace acordar
a Nueva York, que es mi ciudad de origen. Son dos ciudades
que vibran, que están llenas de lugares excitantes, con personas
muy diferentes entre sí pero con ganas de vivir muy intensamente.
Pienso que Casi normales habla sobre enfrentar
una vida complicada y emocionalmente intensa tratando todo
el tiempo de encontrar un equilibrio, de armar una alianza
con esa realidad, con esa manera de vivir. En Buenos Aires
quizás los argentinos tengan una intensidad y una vitalidad
que es similar a la de los personajes de la obra.
–Casi normales se hizo en varios países del mundo.
¿Descubrió cosas nuevas al ver la obra en otros
lugares? ¿Siente que se reactualiza, que se llena de
nuevos significados? Cada vez que veo Casi normales en un
país distinto lo que más me llama la atención es lo local que
parece la obra, ya sea en Argentina, Noruega o Alemania. En
algunos lugares, he podido preguntar a los espectadores si la
familia de la historia les parece muy estadounidense o si les
parece una de su país, y casi siempre responden que se parece
a una familia de su propio país, una familia que ellos conocen.
Así que siempre me sorprendo por la universalidad de
la obra. También veo que cada elenco hace de los personajes
la mejor versión para su país, se los apropian, y esa capacidad
tan flexible de los actores me parece alucinante. Siempre me
sorprenden los actores, porque están perfectamente elegidos
para encarnar a los personajes y hacerlos a la vez perfectos
para la obra y para ese reparto.
–¿Considera que su arte tiene el propósito de cambiar
algunas cosas del mundo? Me di cuenta de que me
interesa escribir proyectos que tienen el potencial de causar
un impacto en la vida de la gente. Hay tantas obras, libros y
músicos que afectaron mi manera de ver el mundo, la manera
en la que sueño acerca de mi vida, que siento que si puedo
hacer algo que tenga efectos en la vida de las personas, en
especial de los jóvenes, quiero hacerlo.
–¿Por qué le pareció importante convertir la novela
de Jay Asher 13 Reasons Why en una serie de Netflix?
¿Por qué retomar esos temas en ese momento? La
primera vez que leí la novela, antes de entrar en mi vida profesional
como autor, me sentí muy conmovido. Me di cuenta
de que estaba frente a algo poderoso. De pronto me hizo
prestarle atención a cosas que había vivido de joven. Me obligó
a mirar para atrás y tener un mejor entendimiento de que
hay cosas que pueden parecer insignificantes para uno, pero
sin embargo pueden tener un efecto terrible en otra persona
y pueden marcarla para siempre. De la misma manera que
me pasó con Casi normales, otra vez pensé que podía ayudar
a crear algo que muestre una experiencia que normalmente
no se suele ver en teatro o en televisión, y que alguien desde
su casa mire y piense por dentro: “ese programa muestra
cosas que me pasan en mi vida y que nadie entiende”. De
Ser normal no es tan normal
Casi normales, en su séptima temporada en Buenos Aires,
se puede ver en el Teatro Astral (Av. Corrientes 1639)
de miércoles a domingo a las 21 hs.
Protagonizada por Laura Conforte, Mariano Chiesa, Manuela del
Campo, Fernando Dente, Franco Masini y Martín Ruiz. Dirigida por
Luis Romero y producida por el publicista Pablo del Campo.
+ Info en: www.teatroastral.com.ar
vez en cuando cito a David Foster Wallace, un eminente
novelista estadounidense, que alguna vez escribió que el objetivo
de la ficción es hacernos sentir menos solos, y creo que
una serie como 13 Reasons Why puede llegarle a un chico de
cualquier lugar del mundo que esté lidiando con alguna de
esas cosas y decirle “no estás solo y no sos la única persona a
la que le está pasando”. Creo que eso es algo tremendamente
poderoso para hacer, y creo que la serie lo hizo.
–Hay un momento en que sus personajes se preguntan
“qué hubiese pasado si…”. En Casi normales, Diana
se pregunta qué hubiese pasado si su hijo no hubiese
fallecido, y en 13 Reasons Why, Hannah piensa que si
no hubiese recibido tantas agresiones quizás no hubiese
elegido ese destino para ella. ¿Suele usted en su vida
preguntarse “qué hubiese pasado si…”? ¿Qué le resulta
interesante de ese planteo? Creo que es parte de la naturaleza
del ser humano preguntarse qué hubiese pasado si hubiese
hecho esto o aquello. Seguramente es algo que pienso sobre
mí constantemente. Yo tomé una decisión muy importante al
elegir un camino poco convencional, al menos en Estados Unidos,
que es el de ser escritor, el de ser un artista. En mi vida
me rodean muchas personas, especialmente con las que fui al
colegio, que veo que han tomado caminos más convencionales,
y me suelo preguntar qué hubiese sido de mi vida si hubiese
ido en esas direcciones. Creo también que es así como empiezan
las historias, pensando en otras posibles vidas que hay por
ahí. Decimos “¿qué hubiese pasado si...?”. Es el punto inicial y
creo que siempre estoy volviendo al mismo tema
62
63