REVISTA JUNIO 2018
Mundo Plural HISTORIAS QUE INSPIRAN Tengo muchos años en compañía de libros que inspiran, para ser más precisa, un libro que inspira, es aquel que te lleva a conectar con la parte espiritual que habita en nosotros. Son libros escritos de manera inspirada, (disculpen la redundancia), es decir que el autor también se encontraba “en espíritu” al redactarlo. Escribir desde la razón o inspirados, es casi como comparar a las personas que opinan o juzgan a otro/a ya sea desde el ego (la mente) o desde el corazón (la intuición). Este texto puede ser para algunos un plato sabroso y nutritivo y para los agnósticos, poco sustancioso. A no ser que decidan ponerse en modo “open mind” y experimentar. Tal vez lo pasen por alto, no me preocupa, se pierden de catarlo. He conocido muchos agnósticos que al escuchar mi plática, ya sea porque me piden un consejo o por estar cerca, luego ponen en práctica algunas de las cosas que digo y las vivo, comprueban que les funciona y aunque no les modifique sus creencias, ya incorporan a su vida, hábitos saludables, que vienen de la fe aunque no se enteren Entre tantos autores de este tenor de lecturas podría citar a Wayne Dyer con su libro El Poder de la Intención, a Louise Hay y Ud. puede sanar su vida, a Eckhart Tolle, con El Poder del Ahora, etc. Ninguna filosofía o religión predica una raíz distinta, casi todas caen en un fondo común. La fe, el Amor, la Unidad. Abundan los textos y videos en internet, y es mi intuición también la que me lleva a mirarlos u obviarlos. Y así conocí la historia de Suzanne Powell, una irlandesa a quién no conozco más que por un único video de YouTube, en donde habla de la abundancia, y qué significa. En ese video ella narra una experiencia de vida, lo hace en una conferencia. La abundancia es eso. Saber ver cuando algo que te sucede y duele, te lleva a cambiar de vida y a transformarse para ser el trampolín a la “magia”. Suzanne deja un trabajo para ir a servir a Vietnam y cobra un monto de dinero considerable, y en lugar de utilizarlo para los dos años en que vivirá sin trabajar, decide donarlo a su maestro para que lo utilice en las necesidades. Él se opone y le dice que lo va a necesitar, pero ella arguye que se puede vivir cada día con lo mínimo y ella lo hará. Por ser dado de corazón, fue recibido, y al regresar a su casa ese mismo día, un amigo que acababa de cobrar un dinero importante, decide hacer un aporte a la labor que ella va a encarar. Ese monto era el mismo que ella había donado. Dios jamás se deja ganar en generosidad, y si lo vivimos y lo creemos, empezaremos a vivir en esa “magia”. En Vietnam conoció la pobreza, y le sirvió para sacarse de la cabeza tantas tonterías de la vida occidental. Estuvo en un poblado que tras una inundación, la gente llevaba tres meses sin comer. Un puñado de arroz por semana se ponía a hervir, y la
y la familia se alimentaba de la espuma del mismo. Esa espuma que solo contiene almidón. Yendo por una carretera, o más bien, un camino de cabras, observan a un motociclista a quien se le cae un saco de arroz. Lo que comienza a suceder hace que su maestro decida estacionar, para que aprendan.. Cada móvil que venía atrás se abría hacia los lados para dejar que el muchacho quién se había sacado su camiseta y con ella armado una bolsa, juntara grano por grano de arroz. Un grano de arroz, les dijo, es un grano de oro. Cansada físicamente, ella declara un día, “estoy harta de la sopa vietnamita, lo que daría por una baguette con un huevo duro en rodajas, sal y pimienta negra”. Pero en verso se puede decir, en Vietnam no hay pan. Excepto para los turistas en los hoteles. Su maestro en un momento del trayecto decide hacer un pipi break, en un muro de servicio, de un lado del muro los varones, y del otro, las mujeres y él se larga a caminar por un bosque. En eso Javier, amigo de Suzanne, le dice: “allí va una campesina vendiendo huevos”. Y ella ríe diciendo, “si fueran duros”. Regresa el maestro y de nuevo al camino. Qué raro estaba, su campera abultada, cuando de repente declara: Quién quiere pan? Tímidamente todos levantan la mano y reciben uno. Oh, manjar de los dioses. Mete la mano en el bolsillo y dice: Quién quiere huevo, solo ella levanta la mano, Con los dientes hizo las lonjas de huevo. A todo esto, Javier, en voz baja le dice: “llega a tener sal y pimienta negra, y te prendo una vela, santa Susana”. Pues el maestro se acerca a ella y saca un pedacito de papel diario y dentro había una mezcla de sal y pimienta negra.
- Page 33 and 34: El público esperando el anuncio de
- Page 35 and 36: Los ganadores, jurados y autoridade
- Page 37 and 38: Fomentar el desarrollo consciente y
- Page 40 and 41: Exitosa presentación de detengamos
- Page 42 and 43: Lic. Adriana Rodriguez y Antonio No
- Page 44: Asociación Civil conformada por pr
- Page 47 and 48: La lingüística sistémico-funcion
- Page 49 and 50: Estilos Periodísticos Cada periodi
- Page 52: Mundo Plural Selfie Íntimamente en
- Page 56 and 57: Mundo Plural Ver el todo y la relac
- Page 58 and 59: Mundo Plural LOS TALLERES, ABRIENDO
- Page 60 and 61: Mundo Plural Pero, ¿que siente un
- Page 62 and 63: Mundo Plural
- Page 64 and 65: Mundo Plural LA MÚSICA - XX Los or
- Page 66 and 67: Mundo Plural Teatro en la Región P
- Page 68 and 69: Mundo Plural brindan talleres de da
- Page 70: Mundo Plural Entre los Grupos más
- Page 73 and 74: Elenco y ficha técnica completa B
- Page 75 and 76: No llores, no muchacha la gente est
- Page 77: Y así fue como un domingo de Octub
- Page 82 and 83: Mundo Plural FUE UN DÍA. Los miedo
- Page 84: Mundo Plural CULPA Falta o delito q
- Page 87 and 88: Edit Vergara y Adriana Rodríguez
- Page 89 and 90: Una vez iniciado el torneo muchos e
- Page 91: Diego De Horta Periodista
- Page 94 and 95: Hablamos con Javier Martínez, Dire
- Page 98 and 99: Mundo Plural RADIO Que sea evidente
- Page 100 and 101: Mundo Plural Moda Soy Ana Rossi y a
- Page 121 and 122: ¿Dónde se venden los libros de Ed
Mundo Plural<br />
HISTORIAS QUE INSPIRAN<br />
Tengo muchos años en compañía de libros que inspiran, para ser más precisa, un<br />
libro que inspira, es aquel que te lleva a conectar con la parte espiritual que habita<br />
en nosotros. Son libros escritos de manera inspirada, (disculpen la redundancia), es<br />
decir que el autor también se encontraba “en espíritu” al redactarlo.<br />
Escribir desde la razón o inspirados, es casi como comparar a las personas que opinan<br />
o juzgan a otro/a ya sea desde el ego (la mente) o desde el corazón (la intuición).<br />
Este texto puede ser para algunos un plato sabroso y nutritivo y para los agnósticos,<br />
poco sustancioso. A no ser que decidan ponerse en modo “open mind” y experimentar.<br />
Tal vez lo pasen por alto, no me preocupa, se pierden de catarlo. He conocido<br />
muchos agnósticos que al escuchar mi plática, ya sea porque me piden un consejo<br />
o por estar cerca, luego ponen en práctica algunas de las cosas que digo y las<br />
vivo, comprueban que les funciona y aunque no les modifique sus creencias, ya<br />
incorporan a su vida, hábitos saludables, que vienen de la fe aunque no se enteren<br />
Entre tantos autores de este tenor de lecturas podría citar a Wayne Dyer con su<br />
libro El Poder de la Intención, a Louise Hay y Ud. puede sanar su vida, a Eckhart Tolle,<br />
con El Poder del Ahora, etc. Ninguna filosofía o religión predica una raíz distinta,<br />
casi todas caen en un fondo común. La fe, el Amor, la Unidad.<br />
Abundan los textos y videos en internet, y es mi intuición también la que me lleva a<br />
mirarlos u obviarlos. Y así conocí la historia de Suzanne Powell, una irlandesa a<br />
quién no conozco más que por un único video de YouTube, en donde habla de la<br />
abundancia, y qué significa.<br />
En ese video ella narra una experiencia de vida, lo hace en una conferencia. La<br />
abundancia es eso. Saber ver cuando algo que te sucede y duele, te lleva a cambiar<br />
de vida y a transformarse para ser el trampolín a la “magia”.<br />
Suzanne deja un trabajo para ir a servir a Vietnam y cobra un monto de dinero considerable,<br />
y en lugar de utilizarlo para los dos años en que vivirá sin trabajar, decide<br />
donarlo a su maestro para que lo utilice en las necesidades. Él se opone y le dice<br />
que lo va a necesitar, pero ella arguye que se puede vivir cada día con lo mínimo y<br />
ella lo hará. Por ser dado de corazón, fue recibido, y al regresar a su casa ese mismo<br />
día, un amigo que acababa de cobrar un dinero importante, decide hacer un aporte<br />
a la labor que ella va a encarar. Ese monto era el mismo que ella había donado. Dios<br />
jamás se deja ganar en generosidad, y si lo vivimos y lo creemos, empezaremos a<br />
vivir en esa “magia”.<br />
En Vietnam conoció la pobreza, y le sirvió para sacarse de la cabeza tantas tonterías<br />
de la vida occidental. Estuvo en un poblado que tras una inundación, la gente llevaba<br />
tres meses sin comer. Un puñado de arroz por semana se ponía a hervir, y la