REVISTA JUNIO 2018

Mundo Plural
LA MÚSICA – XX
Los orígenes de la música
A partir de lo que se logra con la voz (no solamente humana, pues también los animales
se expresan a través de ella) y las manifestaciones espontáneas de distintos
eventos naturales (como el viento, las tormentas, los movimientos marítimos) se
produce música, tal cual lo he manifestado en mi artículo anterior.
Pero para considerar a la música como lo que realmente es, un arte, debemos agregar
otros elementos, tales como técnicas que pueda derivar en lo que se ha llamado
“sonido complejo”, esto es una melodía que incluya cambios en las notas, su duración
y su combinación, sin contar con las armonías, contrapuntos, etcétera, lo cual
contribuye a la formación de “piezas musicales”, un conjunto de tales sonidos.
Por tratarse de un arte, consecuentemente, su belleza o su fealdad serán motivo de
juzgamiento con alto grado de subjetividad.
Como no ha quedado ningún registro de las primeras expresiones musicales solamente
podemos guiarnos por representaciones gráficas y restos de instrumentos,
todo lo cual puede ser interpretado como un origen, sin que podamos definir el tipo
de melodías que se difundirían y escucharían.
Ya el Antiguo Egipto desarrolló una cultura musical bastante avanzada pero reservada
a los sacerdotes. Estos eran prestigiosos ciudadanos que participaban en actos
religiosos, en las campañas bélicas y en las ceremonias palaciegas. Estamos hablando
de unos 3000 años AC).
Pero en la civilización asirio caldea la música tiene orígenes contemporáneos o anteriores,
ya que se pueden observar reproducciones pictóricas y escultóricas de
instrumentos. De épocas posteriores datan incluso documentos con la notación
musical denominada “babilónica” (aproximadamente 1800 años AC).
Los primeros instrumentos fueron el arpa y un aerófono similar al óboe.
Precisamente el arpa como cordófono es muy apreciado en la Mesopotamia
y precursor de todos los instrumentos de cuerda de occidente