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Mundo Plural<br />
PERIODISMO INTERNACIONAL POR CARLES VILANOVA<br />
PAN Y CIRCO<br />
El poeta romano Juvenal (100 a. C.) lo expreso en sus "Sátiras", cuando al Pueblo se le compra la voluntad<br />
con espectáculos, como el circo romano en su día y el Futbol en los nuestros, los políticos no son<br />
covenientemente fiscalizados.<br />
El marxismo clásico señaló a la religión como al “opio del pueblo” y, como fenómeno<br />
de substitución, deidificó a Karl Marx y al Secretario General del Polit Bureau<br />
como a su “hijo” en la tierra prometida del paraíso socialista. Más modernamente se<br />
dieron cuenta que no bastaba, era necesario aportar un modelo intermedio – al<br />
estilo de los héroes griegos –que surgiera del “Pueblo” y que fuera “renovable”, es<br />
decir: que pudieran aclamarlo o repudiarlo según sus éxitos o fracasos; un héroe<br />
“santificable”, un deportista. Un guerrero con que oponerse a sus más directos competidores,<br />
los recontra bien criados universitarios norteamericanos, en las batallas<br />
estadísticas que son las olimpiadas. Eran los tiempos de la Guerra Fría. De hecho,<br />
respecto al Deporte al menos, los tiempos no han cambiado mucho aunque la Historia<br />
haya avanzado un poco.<br />
En el otro extremo de Europa, y del repertorio ideológico, en la España franquista,<br />
Manuel Fraga, por entonces ministro del gobierno del Caudillo –por la gracia de<br />
Dios, como rezaba en las extintas pesetas- entendió lo útil que podía ser para el régimen<br />
el futbol y lo impulsó tanto como pudo. Eso sí, favoreciendo tanto como se<br />
podía al equipo del gusto de Franco, el Real Madrid. Mientras que, su competidor<br />
más directo, el F.C. Barcelona, era sospechoso de sedición catalanista, con ficha policial<br />
incluida. La cosa llegó al punto que un partido, con Franco en las gradas viéndolo,<br />
se tuvo que alargar antirreglamentariamente más de cinco escandalosos minutos<br />
un partido para favorecer la victoria del predilecto de su Excelencia –¡¿O que se<br />
pensaban esos rojillos separatistas?!- .<br />
Y llegó el siglo XXI. Rusia ya se convirtió. Ahora es rabiosamente capitalista y tan<br />
futbolera que organiza unos mundiales en unos estadios tan ultra modernos que su<br />
olor a nuevo llega hasta esta apartada orilla. ¿Y que pasa el día de los fastos inaugurales?<br />
Que Mario Dragui decide dar una conferencia de prensa para anunciar ajustes<br />
que les quitarán cierta alegría a las dolientes economías europeas –Oh, que casualidad-.