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La ineficiencia de la desigualdad

Dando continuidad al énfasis que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha puesto en la igualdad desde 2010, y en concordancia con el propósito de no dejar a nadie atrás expresado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en este documento se analizan mecanismos mediante los cuales la desigualdad reduce la eficiencia dinámica de las economías de América Latina y el Caribe. Se analizan y miden los efectos de la desigualdad de acceso a la salud y a la educación en la productividad y los ingresos, así como las consecuencias de la desigualdad de oportunidades causada por la discriminación por razón de género o condición étnico-racial. También se examina cómo estas desigualdades se reflejan en el territorio, la infraestructura y la dinámica urbana, generando costos no solo en términos de productividad, sino también de ineficiencia energética y deterioro del medio ambiente, lo que compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Las restricciones impuestas por la desigualdad a la innovación y la creatividad son más intensas porque se internalizan en la cultura de los agentes, dando lugar a una cultura del privilegio en la que los muchos bienes públicos y derechos no son impersonales y parte importante de la población no accede a ellos. Esto debilita la confianza en las interacciones sociales y en las instituciones democráticas.

Dando continuidad al énfasis que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha puesto en la igualdad desde 2010, y en concordancia con el propósito de no dejar a nadie atrás expresado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en este documento se analizan mecanismos mediante los cuales la desigualdad reduce la eficiencia dinámica de las economías de América Latina y el Caribe. Se analizan y miden los efectos de la desigualdad de acceso a la salud y a la educación en la productividad y los ingresos, así como las consecuencias de la desigualdad de oportunidades causada por la discriminación por razón de género o condición étnico-racial. También se examina cómo estas desigualdades se reflejan en el territorio, la infraestructura y la dinámica urbana, generando costos no solo en términos de productividad, sino también de ineficiencia energética y deterioro del medio ambiente, lo que compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Las restricciones impuestas por la desigualdad a la innovación y la creatividad son más intensas porque se internalizan en la cultura de los agentes, dando lugar a una cultura del privilegio en la que los muchos bienes públicos y derechos no son impersonales y parte importante de la población no accede a ellos. Esto debilita la confianza en las interacciones sociales y en las instituciones democráticas.

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Capítulo VI<br />

Comisión Económica para América <strong>La</strong>tina y el Caribe (CEPAL)<br />

<strong>La</strong>s instituciones igualitarias son relevantes no solo en re<strong>la</strong>ción con los temas clásicos <strong>de</strong> inclusión política y<br />

económica, sino también con <strong>la</strong>s tres dimensiones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo sostenible: i) <strong>la</strong> social, en términos <strong>de</strong> igualdad<br />

multidimensional; ii) <strong>la</strong> <strong>de</strong> aprendizaje o convergencia con el mundo <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do, en términos <strong>de</strong> ingreso y<br />

capacida<strong>de</strong>s tecnológicas, y iii) <strong>la</strong> ambiental, es <strong>de</strong>cir, que el proceso <strong>de</strong> convergencia sea compatible con<br />

<strong>la</strong> preservación <strong>de</strong> los recursos naturales y el medio ambiente para <strong>la</strong>s futuras generaciones (CEPAL, 2016).<br />

<strong>La</strong> <strong>de</strong>sigualdad en América <strong>La</strong>tina y el Caribe ha generado y reproduce instituciones excluyentes que<br />

limitan el espacio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s políticas <strong>de</strong> cambio estructural que están en el núcleo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo sostenible. Al<br />

mismo tiempo, generan socieda<strong>de</strong>s fragmentadas y culturas <strong>de</strong>l privilegio hostiles al aprendizaje, <strong>la</strong> innovación<br />

y <strong>la</strong> productividad 3 .<br />

B. <strong>La</strong> economía política <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

1. <strong>La</strong>s raíces <strong>de</strong> <strong>la</strong> heterogeneidad estructural<br />

América <strong>La</strong>tina y el Caribe nació a <strong>la</strong> vida in<strong>de</strong>pendiente con patrones muy concentrados <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> los<br />

activos y el ingreso. Si bien es improbable que esas condiciones iniciales expliquen por sí so<strong>la</strong>s <strong>la</strong> situación <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

región en el siglo XXI, hay factores re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> <strong>de</strong>sigualdad y <strong>la</strong> especialización internacional que cruzan<br />

su historia y ayudan a caracterizar <strong>la</strong>s barreras que impi<strong>de</strong>n <strong>la</strong> transformación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s estructuras económicas.<br />

<strong>La</strong> crisis <strong>de</strong> 1930 marcó una profunda ruptura con el patrón <strong>de</strong> crecimiento seguido durante <strong>la</strong> primera<br />

globalización, cuando <strong>la</strong> región se insertaba (con notorias diferencias entre un país y otro) en <strong>la</strong> división<br />

internacional <strong>de</strong>l trabajo clásica (materias primas en <strong>la</strong> periferia, manufacturas en el centro), correspondiente<br />

a <strong>la</strong> hegemonía inglesa (CEPAL, 2002). <strong>La</strong> crisis, el co<strong>la</strong>pso <strong>de</strong>l patrón oro y <strong>la</strong> caída <strong>de</strong>l comercio mundial se<br />

tradujeron en gran<strong>de</strong>s cambios políticos y económicos, con el ascenso <strong>de</strong> nuevos actores, el <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s oligarquías tradicionales y el avance <strong>de</strong> <strong>la</strong> industrialización amparada en <strong>la</strong> protección (tarifaria y no tarifaria)<br />

y los tipos <strong>de</strong> cambio múltiples. En general, surgieron patrones <strong>de</strong> industrialización sustitutiva en respuesta al<br />

cierre <strong>de</strong> los mercados tradicionales <strong>de</strong> exportación y, posteriormente, durante <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial,<br />

al hecho <strong>de</strong> que <strong>la</strong> producción industrial <strong>de</strong> los países centrales era absorbida por el esfuerzo bélico. Estos<br />

patrones se mantuvieron y reforzaron durante el período <strong>de</strong> escasez <strong>de</strong> dó<strong>la</strong>res (dol<strong>la</strong>r shortage) hasta fines<br />

<strong>de</strong> los años cincuenta, cuando los países europeos recuperaron <strong>la</strong> convertibilidad <strong>de</strong> sus monedas.<br />

Durante el auge <strong>de</strong> <strong>la</strong> sustitución <strong>de</strong> importaciones entre 1955 y 1980 (o <strong>de</strong> <strong>la</strong> industrialización li<strong>de</strong>rada<br />

por el Estado, en <strong>la</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> Bérto<strong>la</strong> y Ocampo, 2012), hubo procesos significativos <strong>de</strong> aprendizaje, sobre<br />

todo en <strong>la</strong> Argentina, el Brasil y México. Estos se expresaron en el aumento <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s exportaciones<br />

industriales en el total <strong>de</strong> <strong>la</strong>s exportaciones y, en algunos casos, en exportaciones <strong>de</strong> tecnología l<strong>la</strong>ve en mano.<br />

El Brasil y México llegaron a ser consi<strong>de</strong>rados parte <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s economías <strong>de</strong> reciente industrialización<br />

junto con los tigres asiáticos. <strong>La</strong>s capacida<strong>de</strong>s generadas en esos años contribuyeron a <strong>la</strong> conformación <strong>de</strong><br />

enc<strong>la</strong>ves <strong>de</strong> excelencia que aún sobreviven o fueron <strong>la</strong> base <strong>de</strong> <strong>la</strong> reconversión <strong>de</strong> algunas industrias en <strong>la</strong><br />

década <strong>de</strong> 1990. Este fue un período <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s avances y transformaciones sociales y económicas, que<br />

Hirschman (1986) l<strong>la</strong>mó les trente glorieuses <strong>de</strong> América <strong>La</strong>tina.<br />

Mientras tanto, <strong>la</strong>s crisis recurrentes <strong>de</strong>l sector externo, <strong>la</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s exportaciones <strong>de</strong> recursos<br />

naturales y bienes <strong>de</strong> menor intensidad tecnológica, y <strong>la</strong> persistencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>sigualdad indicaban que <strong>la</strong> política<br />

industrial no había creado <strong>la</strong>s condiciones necesarias para <strong>la</strong> convergencia internacional. <strong>La</strong> brecha tecnológica<br />

no se cerró <strong>de</strong> manera <strong>de</strong> permitir que <strong>la</strong> industria compitiera sobre <strong>la</strong> base <strong>de</strong> sus capacida<strong>de</strong>s. A un patrón<br />

rentista basado en los recursos naturales le sucedió un patrón con un peso creciente <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuasirrentas<br />

3<br />

<strong>La</strong>s instituciones excluyentes no son incompatibles con tasas <strong>de</strong> crecimiento elevadas durante ciertos períodos. No obstante, en <strong>la</strong> medida en que se extien<strong>de</strong><br />

el período <strong>de</strong> análisis, surge con más c<strong>la</strong>ridad una re<strong>la</strong>ción negativa entre ambas variables. El efecto negativo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s instituciones excluyentes se vuelve más<br />

evi<strong>de</strong>nte cuando el objeto <strong>de</strong> estudio es más amplio que el crecimiento económico e incluye también <strong>la</strong> distribución <strong>de</strong>l ingreso y el cuidado <strong>de</strong>l medio ambiente.<br />

Sobre <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre instituciones y <strong>de</strong>sigualdad, véase Chong y Gradstein (2007).<br />

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