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La ineficiencia de la desigualdad

Dando continuidad al énfasis que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha puesto en la igualdad desde 2010, y en concordancia con el propósito de no dejar a nadie atrás expresado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en este documento se analizan mecanismos mediante los cuales la desigualdad reduce la eficiencia dinámica de las economías de América Latina y el Caribe. Se analizan y miden los efectos de la desigualdad de acceso a la salud y a la educación en la productividad y los ingresos, así como las consecuencias de la desigualdad de oportunidades causada por la discriminación por razón de género o condición étnico-racial. También se examina cómo estas desigualdades se reflejan en el territorio, la infraestructura y la dinámica urbana, generando costos no solo en términos de productividad, sino también de ineficiencia energética y deterioro del medio ambiente, lo que compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Las restricciones impuestas por la desigualdad a la innovación y la creatividad son más intensas porque se internalizan en la cultura de los agentes, dando lugar a una cultura del privilegio en la que los muchos bienes públicos y derechos no son impersonales y parte importante de la población no accede a ellos. Esto debilita la confianza en las interacciones sociales y en las instituciones democráticas.

Dando continuidad al énfasis que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha puesto en la igualdad desde 2010, y en concordancia con el propósito de no dejar a nadie atrás expresado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en este documento se analizan mecanismos mediante los cuales la desigualdad reduce la eficiencia dinámica de las economías de América Latina y el Caribe. Se analizan y miden los efectos de la desigualdad de acceso a la salud y a la educación en la productividad y los ingresos, así como las consecuencias de la desigualdad de oportunidades causada por la discriminación por razón de género o condición étnico-racial. También se examina cómo estas desigualdades se reflejan en el territorio, la infraestructura y la dinámica urbana, generando costos no solo en términos de productividad, sino también de ineficiencia energética y deterioro del medio ambiente, lo que compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Las restricciones impuestas por la desigualdad a la innovación y la creatividad son más intensas porque se internalizan en la cultura de los agentes, dando lugar a una cultura del privilegio en la que los muchos bienes públicos y derechos no son impersonales y parte importante de la población no accede a ellos. Esto debilita la confianza en las interacciones sociales y en las instituciones democráticas.

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Capítulo V<br />

Comisión Económica para América <strong>La</strong>tina y el Caribe (CEPAL)<br />

0,4 empleos por GWh, mientras que <strong>la</strong> mejor estimación para los combustibles fósiles es <strong>de</strong> 0,2 empleos por<br />

GWh (UKERC, 2014). Según datos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Agencia Internacional <strong>de</strong> Energías Renovables (IRENA, 2016b), el 46%<br />

<strong>de</strong>l suministro total <strong>de</strong> energía primaria <strong>de</strong> <strong>la</strong> región proviene <strong>de</strong>l petróleo; dado que esa variable representa<br />

solo el 31% <strong>de</strong>l total en el resto <strong>de</strong>l mundo, hay espacio para cambiar <strong>la</strong> matriz hacia <strong>la</strong>s energías provenientes<br />

<strong>de</strong> fuentes renovables y aprovechar sus oportunida<strong>de</strong>s para <strong>la</strong> expansión <strong>de</strong>l ingreso y <strong>de</strong>l empleo. <strong>La</strong> misma<br />

fuente contabiliza más <strong>de</strong> 8,1 millones <strong>de</strong> empleos en el sector <strong>de</strong> <strong>la</strong>s energías renovables en el mundo.<br />

Según <strong>la</strong> OIT (2016a), en el Brasil, 2,9 millones <strong>de</strong> personas están contratadas en sectores con bajas emisiones<br />

<strong>de</strong> carbono, lo que equivale a un 6,6% <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> empleo formal. En México existen 1,8 millones <strong>de</strong><br />

empleos directos re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s bajas emisiones, lo que representaba un 4,4% <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción ocupada<br />

en 2011 (OIT, 2013) 24 . En 2013 había en el Uruguay 44.108 empleos ver<strong>de</strong>s, que representaban el 2,72% <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> mano <strong>de</strong> obra ocupada (OIT, 2016b).<br />

2. <strong>La</strong> presencia <strong>de</strong>l carbono en <strong>la</strong> matriz eléctrica<br />

disminuye lentamente<br />

En <strong>la</strong> Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo <strong>de</strong> París se requiere un porcentaje creciente<br />

<strong>de</strong> fuentes renovables en <strong>la</strong> matriz energética. De acuerdo con IRENA (2016d), <strong>la</strong> inversión anual mundial<br />

en generación <strong>de</strong> energías renovables aumentó <strong>de</strong> 50.000 millones <strong>de</strong> dó<strong>la</strong>res en 2004 a 360.000 millones<br />

<strong>de</strong> dó<strong>la</strong>res en 2015, y un 85% <strong>de</strong> esas inversiones se realizaron en países <strong>de</strong>l Grupo <strong>de</strong> los 20 (G20). En<br />

<strong>la</strong> proyección <strong>de</strong> inversiones para 2020 (IRENA, 2015), <strong>la</strong> participación <strong>de</strong> <strong>la</strong> región es <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 6%<br />

(21.000 millones <strong>de</strong> dó<strong>la</strong>res). <strong>La</strong> baja participación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s energías renovables en <strong>la</strong> región muestra que existe<br />

aún amplio espacio para <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r el cambio estructural necesario.<br />

En <strong>la</strong> matriz eléctrica <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Sur, por ejemplo, se anticipa un incremento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s inversiones en energías<br />

renovables no convencionales, principalmente <strong>la</strong> eólica y <strong>la</strong> so<strong>la</strong>r (CAF, 2016b), cuya participación en el total <strong>de</strong><br />

inversiones aumentaría <strong>de</strong>l 5,3% en 2016 a más <strong>de</strong>l 37% en 2030 (véase el gráfico V.32). Ese aumento apenas<br />

permitiría llegar hasta una potencia insta<strong>la</strong>da (<strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> energía que pue<strong>de</strong> generar y proveer una central<br />

eléctrica en condiciones i<strong>de</strong>ales) equivalente a cerca <strong>de</strong>l 7,6% <strong>de</strong> <strong>la</strong> matriz eléctrica en 2030 en comparación<br />

con el actual 3,9%. <strong>La</strong> generación efectiva (el rendimiento real con que operan <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas generadoras),<br />

llegaría en 2030 al 5,3% <strong>de</strong> <strong>la</strong> matriz eléctrica <strong>de</strong>l 2,9% que se registraba en 2015 (véase el gráfico V.33).<br />

Gráfico V.32<br />

América <strong>de</strong>l Sur: distribución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s inversiones en <strong>la</strong> matriz eléctrica según <strong>la</strong>s fuentes <strong>de</strong> generación, 2016 y 2030<br />

(En porcentajes)<br />

A. Distribución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s inversiones en proceso en 2016 B. Distribución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s inversiones anticipada para 2030<br />

Energías renovables<br />

no convencionales<br />

(5,3) Energía<br />

térmica<br />

Energías renovables<br />

(29,6)<br />

no convencionales<br />

(37,4)<br />

Energía<br />

térmica<br />

(16,7)<br />

Energía<br />

nuclear<br />

(6,1)<br />

Energía<br />

hidroeléctrica<br />

renovable<br />

(59,8)<br />

Energía<br />

nuclear<br />

(5,3)<br />

Energía<br />

hidroeléctrica<br />

renovable<br />

(39,8)<br />

Fuente: Comisión Económica para América <strong>La</strong>tina y el Caribe (CEPAL), sobre <strong>la</strong> base <strong>de</strong> Banco <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong> América <strong>La</strong>tina (CAF), “Proyectos Estratégicos para<br />

Seguridad Energética Regional (PRESER)”, Caracas, 2016.<br />

24<br />

Los sectores con mayor porcentaje <strong>de</strong> empleos ver<strong>de</strong>s en ese país son: el recic<strong>la</strong>je <strong>de</strong> residuos (12%), <strong>la</strong> construcción sostenible (11%), <strong>la</strong> energía eléctrica<br />

renovable (9%), el aprovechamiento forestal y <strong>la</strong> reforestación (8%), <strong>la</strong> industria limpia (7%) y <strong>la</strong> agricultura orgánica (6%).<br />

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