14.06.2018 Views

La ineficiencia de la desigualdad

Dando continuidad al énfasis que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha puesto en la igualdad desde 2010, y en concordancia con el propósito de no dejar a nadie atrás expresado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en este documento se analizan mecanismos mediante los cuales la desigualdad reduce la eficiencia dinámica de las economías de América Latina y el Caribe. Se analizan y miden los efectos de la desigualdad de acceso a la salud y a la educación en la productividad y los ingresos, así como las consecuencias de la desigualdad de oportunidades causada por la discriminación por razón de género o condición étnico-racial. También se examina cómo estas desigualdades se reflejan en el territorio, la infraestructura y la dinámica urbana, generando costos no solo en términos de productividad, sino también de ineficiencia energética y deterioro del medio ambiente, lo que compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Las restricciones impuestas por la desigualdad a la innovación y la creatividad son más intensas porque se internalizan en la cultura de los agentes, dando lugar a una cultura del privilegio en la que los muchos bienes públicos y derechos no son impersonales y parte importante de la población no accede a ellos. Esto debilita la confianza en las interacciones sociales y en las instituciones democráticas.

Dando continuidad al énfasis que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha puesto en la igualdad desde 2010, y en concordancia con el propósito de no dejar a nadie atrás expresado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en este documento se analizan mecanismos mediante los cuales la desigualdad reduce la eficiencia dinámica de las economías de América Latina y el Caribe. Se analizan y miden los efectos de la desigualdad de acceso a la salud y a la educación en la productividad y los ingresos, así como las consecuencias de la desigualdad de oportunidades causada por la discriminación por razón de género o condición étnico-racial. También se examina cómo estas desigualdades se reflejan en el territorio, la infraestructura y la dinámica urbana, generando costos no solo en términos de productividad, sino también de ineficiencia energética y deterioro del medio ambiente, lo que compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Las restricciones impuestas por la desigualdad a la innovación y la creatividad son más intensas porque se internalizan en la cultura de los agentes, dando lugar a una cultura del privilegio en la que los muchos bienes públicos y derechos no son impersonales y parte importante de la población no accede a ellos. Esto debilita la confianza en las interacciones sociales y en las instituciones democráticas.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>La</strong> <strong>ineficiencia</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>sigualdad<br />

Capítulo IV<br />

En re<strong>la</strong>ción con el empleo, los programas <strong>de</strong> transferencias monetarias para <strong>la</strong> superación <strong>de</strong> <strong>la</strong> pobreza no<br />

<strong>de</strong>sincentivan <strong>la</strong> participación <strong>la</strong>boral a nivel <strong>de</strong> hogar y, <strong>de</strong> hecho, pue<strong>de</strong>n fomentar<strong>la</strong>. Encontramos pruebas<br />

<strong>de</strong> ello tanto en ensayos contro<strong>la</strong>dos aleatorios en países <strong>de</strong> América <strong>La</strong>tina (Honduras, México y Nicaragua),<br />

Asia (Indonesia y Filipinas) y África (Marruecos) (Banerjee, Chassang y Snowberg, 2016) como en evaluaciones<br />

<strong>de</strong> impacto llevadas a cabo en América <strong>La</strong>tina (CEPAL, 2017a; CEPAL/OIT, 2014). En el caso <strong>de</strong>l programa<br />

brasileño Bolsa Família, por ejemplo, <strong>la</strong> proporción <strong>de</strong> personas que buscan trabajo es significativamente<br />

mayor en los hogares usuarios <strong>de</strong>l programa (De Oliveira y otros, 2007) y <strong>la</strong>s tasas <strong>de</strong> participación <strong>la</strong>boral en<br />

los tres <strong>de</strong>ciles inferiores <strong>de</strong> <strong>la</strong> distribución <strong>de</strong>l ingreso son más elevadas entre los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong>l programa<br />

que entre los no <strong>de</strong>stinatarios (Me<strong>de</strong>iros, Britto y Soares, 2008).<br />

En Colombia, una evaluación <strong>de</strong> Familias en Acción muestra que este programa tiene un impacto positivo<br />

significativo sobre <strong>la</strong> tasa <strong>de</strong> ocupación en los hogares urbanos y redunda en una disminución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tasas<br />

<strong>de</strong> inactividad y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> 3,2 puntos porcentuales y 0,7 puntos porcentuales, respectivamente.<br />

A<strong>de</strong>más, genera un aumento <strong>de</strong>l ingreso per cápita <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong> un 25% en promedio (Núñez, 2011). Los<br />

resultados re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> inclusión <strong>la</strong>boral <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres son mixtos (Holmes y otros, 2010). Los efectos<br />

diferenciados en hombres y mujeres se <strong>de</strong>ben a razones que pue<strong>de</strong>n actuar con diferente peso en cada caso,<br />

<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> factores como el diseño <strong>de</strong> <strong>la</strong>s condicionalida<strong>de</strong>s, <strong>la</strong>s características <strong>de</strong> los mercados <strong>de</strong><br />

trabajo locales y <strong>la</strong> disponibilidad <strong>de</strong> servicios o prestaciones re<strong>la</strong>cionadas con el cuidado. Una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s es el<br />

tiempo requerido para cumplir <strong>la</strong>s condicionalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los programas y <strong>la</strong> carga <strong>de</strong> responsabilidad que ello<br />

representa, asignada primordialmente a <strong>la</strong>s mujeres (CEPAL, 2014 y 2017b; Martínez y Voorend, 2008). Otra razón<br />

es que recibir regu<strong>la</strong>rmente <strong>la</strong> transferencia, aunque el monto sea pequeño, permite a <strong>la</strong>s mujeres —insertas<br />

en el mercado <strong>de</strong> trabajo en peores condiciones que los hombres— no someterse a condiciones <strong>de</strong> trabajo<br />

<strong>de</strong>masiado <strong>de</strong>sfavorables, como ingresos bajos, jornadas extensas, <strong>la</strong>rgos tiempos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zamiento entre<br />

<strong>la</strong> casa y el trabajo o <strong>la</strong> exposición a abusos (CEPAL, 2017a).<br />

Los canales mediante los cuales <strong>la</strong> protección social pue<strong>de</strong> afectar <strong>la</strong> productividad son diversos, están<br />

interconectados y se pue<strong>de</strong>n dar a nivel micro —individual o <strong>de</strong> los hogares—, meso —comunida<strong>de</strong>s y<br />

economías locales— y macro (Al<strong>de</strong>rman y Yemtsov, 2012). Mediante <strong>la</strong> interacción <strong>de</strong> estos tres niveles —y<br />

<strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción con estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo productivo y <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>cente, con enfoque <strong>de</strong><br />

género y <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> <strong>la</strong> igualdad étnica y racial—, <strong>la</strong> protección social pue<strong>de</strong> contribuir a crear un círculo<br />

virtuoso <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> ingresos autónomos, con importantes efectos multiplicadores (CEPAL, 2017a;<br />

Hanlon, Barrientos y Hulme, 2010; Samson, 2009) 15 .<br />

A nivel individual, <strong>la</strong> protección social mejora los niveles <strong>de</strong> educación y salud, así como los indicadores<br />

<strong>de</strong> empleo y <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> generar ingresos en <strong>la</strong>s familias (Hanlon, Barrientos y Hulme, 2010; Samson,<br />

2009). <strong>La</strong>s transferencias monetarias tienen también efectos multiplicadores sobre <strong>la</strong>s economías locales, al<br />

aumentar el consumo y <strong>la</strong> <strong>de</strong>manda. Los participantes <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> protección social no contributiva<br />

gastan gran parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s transferencias monetarias recibidas <strong>de</strong> los programas a nivel local, particu<strong>la</strong>rmente en<br />

alimentos (Cecchini, 2014; Ibarrarrán y otros, 2017), lo que genera externalida<strong>de</strong>s positivas sobre los hogares<br />

no usuarios <strong>de</strong> los programas o los propietarios <strong>de</strong> negocios 16 . A nivel comunitario, el efecto multiplicador<br />

ocurre gracias a una mayor inversión pública en infraestructura.<br />

Con respecto a <strong>la</strong>s pensiones rurales en el Brasil, Schwarzer (2000) <strong>de</strong>scribe el efecto dinamizador<br />

<strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> compra <strong>de</strong> quienes reciben <strong>la</strong>s transferencias monetarias en <strong>la</strong>s economías <strong>de</strong><br />

los municipios <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> Paraná. El día <strong>de</strong> pago es cuando se “mueve <strong>la</strong> rueda <strong>de</strong> <strong>la</strong> economía” en <strong>la</strong>s<br />

pequeñas localida<strong>de</strong>s rurales y muchas empresas —entre <strong>la</strong>s que se cuentan los bancos comerciales— logran<br />

ganancias gracias a esas transferencias. Se han observado resultados simi<strong>la</strong>res en el caso <strong>de</strong> Bolsa Família:<br />

Luiz Pereira y otros (2008) encuentran que, en los cinco municipios <strong>de</strong> menor índice <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo humano <strong>de</strong>l<br />

15<br />

<strong>La</strong> magnitud <strong>de</strong>l impacto <strong>de</strong> <strong>la</strong> protección social en el crecimiento económico se ve influida por el tamaño <strong>de</strong>l gasto en protección social y su distribución. Aunque<br />

<strong>la</strong> protección social tenga efectos en <strong>la</strong> capacidad productiva a nivel individual o comunitario, es poco probable que su efecto directo sea significativo en el<br />

crecimiento agregado en países con bajos niveles <strong>de</strong> gasto social y gran <strong>de</strong>sigualdad (Mathers y S<strong>la</strong>ter, 2014).<br />

16<br />

Davis, Di Giuseppe y Zezza (2017), mediante mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> equilibrio general basados en microdatos <strong>de</strong> encuestas <strong>de</strong> hogares, calcu<strong>la</strong>n los multiplicadores <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

transferencias monetarias <strong>de</strong> siete programas en África Subsahariana y encuentran que todos generan efectos positivos en <strong>la</strong> economía local. Los multiplicadores<br />

<strong>de</strong> los ingresos reales osci<strong>la</strong>n entre 1,08 (Kenia) y 1,81 (Etiopía).<br />

141

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!