reliquia

Relic y Quia dos hermanos que los une el amor de mamá.
Tienen un hogar humilde, los dos hermanos van a estudiar
mientras, mamá se queda en casa. En el transcurso del
tiempo Quia se vuelve mas ordenado, el quiere sacar su
estudio adelante, y ganarse la vida con un trabajo estable, en
cambio Relic ve el mundo de una forma diferente, siempre le
gustó la magia, se da cuenta que lo que hace sorprende a las
personas y decide sacarle provecho.

La mamá al pasar de los años, le empieza a dar una rara
enfermedad, pasa por varios médicos y ninguno le da
respuesta. Hasta que un día le dan respuesta, pero la cura se
encuentra en una planta extraña poco conocida. Solo se
conoce la existencia de un ejemplar, y ese ejemplar la tiene el
viejo banquero que vive en el bosque.
Un viejo zorro codicioso, avaro y petulante que en sus épocas
era el dueño del mayor banco de el gran valle. Ya en su retiro
vive con su oro apartado en su vieja mansión.

Los hermanos hicieron lo posible para convencer al viejo zorro de utilizar la planta para poder curar a su mama,
pero la avaricia le pudo al miserable zorro. La madre murió en paz viendo a sus dos hijos unidos cuidándola
hasta su ultimo suspiro. Pero el hueco en el corazón que dejo la madre en Relic y Quia era tan grande que no se
podía llenar tan fácil. Decidieron robarle el oro al viejo zorro y así ofrecerle un homenaje a su difunta madre.

Este es el momento, pareciera como si el destino del mundo
se pusiera de acuerdo con los hermanos. Viendo como el
viejo banquero por culpa de su insomnio de hace algunas
noches, el estrés que le generaba la vigilia al momento de
cuidar su mas preciado tesoro, y no dejemos de lado su
migraña dada gracias a las altas dosis de alcohol que ingeria,
se queda dormido. El momento justo de dar el golpe.

Una estatua de oro solido yace en lo alto de una colina, al salir el sol, la luz
reflejada sobre la estatua ilumina todo el gran valle, la forma de un angel da
los primeros rayos del sol a la ciudad. “mira, otra vez Mamá nos esta dando
los buenos días” le dice Relic a Quia.
En ese momento entendieron que el valor de todo el oro
del mundo, no supera el amor de una madre.