MIAMI WISE JUNIO 2018

Reflexión
REFLEXIÓN DE SER PADRE
Y DE RECORDAR A NUESTRO PADRE
Por Francisco Javier Arbolí
La festividad del Día del Padre a menudo a muchos
nos hace vivir sentimientos encontrados, especialmente
aquellos que hemos tenido la agradable
experiencia de ser padres pero por otro lado añoramos el
haber perdido al nuestro. Creo que no hay un privilegio tan
grande como el de crear y criar a una persona.
En mi caso, cuando en el hospital le di por primera vez
la mano a mi hija que acababa de nacer, comprendí lo orgulloso
que se debe sentir Dios al crearnos a cada uno de
nosotros.
Por otro lado, hace unos días vi cómo un amigo acababa
de perder a su padre. En esos duros momentos quise compartir
con él mis sentimientos cuando extraño a mi padre.
Le expresé que sé lo que se siente con su pérdida, porque
yo pasé por lo mismo cuando tuve que despedirme por
última vez (físicamente) de mi padre.
También sé que en ese momento no hay palabras que puedan
llenar y calmar el dolor, porque nuestra mente es tan
pequeña, que no puede llegar a ver ni entender mucho más
allá de lo que nuestra ínfima experiencia nos lo permite.
Pero le invité a ver más allá, a reflexionar no en lo que es la
muerte, sino todo lo contrario, en lo grande que es la vida,
porque antes de nacer no podemos entender todo lo grande
que Dios nos tiene reservado, y en nuestra cabeza tampoco
cabe la grandeza que Él nos guarda... Esa grandeza que los
que perdimos a nuestro papá ya siente y vive, aunque no la
podamos ni imaginar. La ausencia de un padre nos invita
a recordarlos en nuestras oraciones y a pedirle a Dios que
aumente y fortalezca nuestra fe y confianza en Él.
Ahora a mi amigo le sucederá como a mí, que cada vez
que beso a mi hija, va a tener a su papá presente, porque
Dios nos permite sentir en nuestros hijos una forma de
continuación de nuestros padres, pues en ellos están los
genes, su sangre y parte de su espíritu. Hasta esos detalles
tiene Dios con nosotros que nos deja sentirnos “pequeños
creadores”, ¿te imaginas cuánto nos debe querer a cada
uno de nosotros? Le pido a Dios que te bendiga y te conforte,
y cada día le doy gracias por ese tremendo privilegio
de sentirme padre.
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