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DOMINGO 3 DE JUNIO DE 2 018 / AÑO VIII / EDICIÓN 399 / 20 PÁGINAS<br />

POLÍTIC A<br />

¡Dolor en la<br />

UPEA!<br />

Para Pablo Mamani la<br />

muerte de Jonathan Condori<br />

es un crimen para los<br />

jóvenes aymaras. /4<br />

S O C I E DA D<br />

Ochenta años de<br />

la migración judía<br />

a Bolivia<br />

Lupe Cajías explica los aportes<br />

que la comunidad judía<br />

heredó al país. / 6-7<br />

ideas<br />

E N P O L Í T I C A Y S O C I E D A D<br />

i d e a s @ p a g i n a s i e te . b o /EDITORA: CARLA HANNOVER<br />

CRÓNIC A<br />

Ningún Mundial<br />

como el nuestro<br />

¿Cómo vive el boliviano los<br />

mundiales de fútbol? Gabriel<br />

Mamani reflexiona sobre<br />

este tema. /9<br />

Análisis político<br />

Si nos comparamos<br />

con Alemania,<br />

entonces ¿no<br />

deberíamos financiar<br />

los partidos?<br />

l El financiamiento de<br />

los partidos políticos en<br />

el país debiera ser<br />

transparente. Para ello es<br />

necesario restaurar<br />

mecanismos de<br />

financiamiento, pero<br />

también de control<br />

estricto de gastos de<br />

partidos, señala el<br />

politólogo Hernán<br />

Sarmiento. / 10-11<br />

A imagen y semejanza<br />

l Esbozos sobre el libro S emejanzas... de Juan Carlos Salazar del Barrio que se presenta esta semana.<br />

lL e t ra s : Era 1998, el premio que alguna vez sirvió de algo.<br />

lPoesía: Una reflexión sobre el premio “Yolanda Bedregal”.<br />

lCine: Un descenso a Av e r n o , de Marcos Loayza: algunas señalizaciones.


ideas<br />

2 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

I n te r n a c i o n a l<br />

Marx para analistas<br />

i n te r n a c i o n a l e s<br />

l Para el autor de este artículo las ideas de Marx representan una<br />

negación de la política. Son, de hecho, la anti-política porque reducen al<br />

Estado a un simple instrumento al servicio de la clase dominante.<br />

El 5 de mayo de 1818 nació<br />

en Tréveris el filósofo<br />

Karl Marx. Fue el hombre<br />

que, como otros<br />

pensadores del siglo XIX, intentó<br />

elevar a la Historia, con mayúsculas<br />

al modo hegeliano, a la<br />

categoría de ciencia y de libro de<br />

instrucciones para entender el<br />

presente y construir el futuro.<br />

Pero el balance final sobre su<br />

legado está lleno de contradicciones,<br />

que suelen ser el resultado<br />

de supeditar las premisas<br />

ideológicas a los hechos. Esto no<br />

es extraño porque el pensamiento<br />

de Marx quería asemejarse a<br />

una fortaleza inexpugnable, resguardada<br />

por un temperamento<br />

abrupto, lleno a la vez de lógica e<br />

indignación, y opuesto por completo<br />

a las ensoñaciones románticas<br />

de su tiempo en la política o<br />

en la literatura.<br />

Sin embargo, coincidía con algunos<br />

de esos románticos en la<br />

conciencia de estar en el mundo<br />

para cumplir una excelsa misión,<br />

si bien era él mismo el encargado<br />

de elaborar paulatinamente los<br />

contenidos de la doctrina para<br />

llevarla a cabo. Uno de los biógrafos<br />

de Marx, Isaiah Berlin,<br />

contrasta las largas horas dedicadas<br />

al estudio en la biblioteca<br />

del Museo Británico y a la redacción<br />

nocturna de escritos con el<br />

escaso interés demostrado por<br />

conocer sobre el terreno la realidad<br />

del país que le da cobijo.<br />

Marx juntamente con Friedrich<br />

Engels fue en su día analista<br />

de la política internacional de su<br />

tiempo por medio de una serie<br />

de artículos publicados en el<br />

diario New York Daily Tribune,<br />

un periódico considerado el más<br />

influyente de EEUU entre 1840 y<br />

1870. El medio, fundado por Horace<br />

Greely, destacaba por su<br />

oposición a la esclavitud y a la<br />

autocracia, y buscaba un corresponsal<br />

en Londres, aunque solo<br />

estaba dispuesto a pagar una libra<br />

por artículo. No le importaba<br />

demasiado a Marx, pese a no estar<br />

nunca sobrado de dinero,<br />

pues quería tener a su disposición<br />

una tribuna influyente.<br />

Los temas le eran impuestos a<br />

Marx, pero si no eran de su agrado<br />

o no tenía demasiados conocimientos,<br />

eran redactados por<br />

Engels. Su método de trabajo casi<br />

siempre era el mismo: un breve<br />

esquema de los sucesos o personajes<br />

descritos, seguidos de una<br />

M a rc o<br />

A n to n i o<br />

B a r ro s o<br />

Mendizábal<br />

Ab o ga d o ,<br />

diplomático y<br />

c a te d r á t i c o<br />

“Gan -<br />

dhi habría<br />

compar tido<br />

muchas de<br />

las críticas<br />

de Marx al<br />

capitalis -<br />

mo, pero<br />

no habría<br />

coincidido<br />

con él en la<br />

utiliz ación<br />

de medios<br />

violentos<br />

para combatirlo”.<br />

exposición de los intereses ocultos<br />

o de las actividades siniestras<br />

derivados de ellos. Eso le interesaba<br />

más que los motivos explícitos.<br />

Marx era un analista internacional<br />

marcado por el escepticismo,<br />

la sospecha y probablemente<br />

por lo que hoy se conoce<br />

como “teorías de la conspirac<br />

i ó n”. Tampoco es extraño porque<br />

las ideas de Marx representan<br />

una negación de la política.<br />

Son, de hecho, la anti-política<br />

porque reducen al Estado a un<br />

simple instrumento al servicio<br />

de la clase dominante.<br />

Pero destruir el Estado y el orden<br />

político sin tener bien definido<br />

lo que le va a sustituir, no deja<br />

de ser una incertidumbre. Este<br />

vacío solo puede ser colmado por<br />

un sistema de partido único.<br />

Algunos de los artículos más<br />

difundidos son los que analizan<br />

la dominación británica en la India<br />

y los futuros resultados de<br />

esta dominación publicados en<br />

1853. Se diría aquí que Marx, mucho<br />

antes de que Oswald Spengler<br />

lo expusiera en La decadencia<br />

de Occidente, cree en la muerte de<br />

las civilizaciones, y no parece lamentar<br />

la supuesta muerte de la<br />

civilización hindú a manos de los<br />

imperialistas británicos.<br />

Para Marx, la India carece de<br />

historia, o por lo menos de historia<br />

conocida. Los relatos que ha<br />

leído acerca de este inmenso territorio,<br />

que pocas veces ha estado<br />

unificado, se reducen a la historia<br />

de sus sucesivos invasores,<br />

“hinduizados”después por una<br />

sociedad pasiva e inmutable que<br />

apenas les ha ofrecido resistencia.<br />

Sin embargo, con Gran Bretaña,<br />

representante de una civilización<br />

superior a la hindú, en<br />

expresión de Marx, esto no ha<br />

sucedido. Es todo un reconocimiento<br />

al progreso técnico-industrial<br />

de la primera potencia<br />

del siglo XIX. Ciertamente el colonialismo<br />

podía ser brutal, pero<br />

resultaba necesario para destruir<br />

el modo de producción y la<br />

cultura arcaicos de la India.<br />

En la visión de Marx, Gran Bretaña<br />

cumplía una misión a la vez<br />

destructora y regeneradora: “Tie -<br />

ne que destruir la vieja sociedad<br />

asiática y sentar las bases de la sociedad<br />

occidental en Asia”.<br />

Al referirse a las pequeñas comunidades<br />

campesinas de la India,<br />

Marx parece dar por sentado<br />

que las tradiciones indias son<br />

exclusivamente religiosas, anticientíficas<br />

y jerárquicas. Su destino,<br />

por tanto, era el de ser destruidas<br />

con la llegada del progreso<br />

técnico-científico importado<br />

de Occidente. En cambio, el premio<br />

Nobel de Economía, Amartya<br />

Sen, escribió hace unos años<br />

The Argumentative Indian, donde<br />

pretende demostrar que la racionalidad<br />

no es ajena a la civilización<br />

de la India. Este país tiene<br />

una larga tradición argumentativa,<br />

pero los tópicos exotistas<br />

acuñados en Occidente han dejado<br />

de lado, en opinión de Sen,<br />

la enorme aportación cultural en<br />

los ámbitos de las matemáticas,<br />

la lógica, la epistemología, la astronomía,<br />

la fisiología, la lingüística,<br />

la fonética, la economía,<br />

las ciencias políticas y la<br />

psicología.<br />

Como es sabido, la India no alcanzó<br />

su independencia por medio<br />

de ningún ejército, sino por<br />

la acción pacífica de Gandhi y<br />

sus seguidores. Gandhi habría<br />

compartido muchas de las críticas<br />

de Marx al capitalismo, pero<br />

no habría coincidido con él en la<br />

utilización de medios violentos<br />

para combatirlo. Por lo demás, la<br />

reflexión de Marx no deja de expresar<br />

la creencia en la fuerza militar<br />

como poder supremo. El<br />

gran escritor bengalí Rabrindanath<br />

Tagore opinaba en cambio,<br />

en 1917, que “si en su avidez de<br />

poder, una nación multiplica sus<br />

armas a costa de su alma, será<br />

ella quien corra un peligro más<br />

grande que sus enemigos”.<br />

Estas tres observaciones del<br />

analista Karl Marx sobre la India<br />

no se han ajustado a la realidad.<br />

La historia en el sentido marxista,<br />

entendida como progreso lineal,<br />

se ha dado de bruces con la<br />

rueca india, representada en su<br />

bandera, y que encarna una concepción<br />

cíclica que no da nada<br />

por definitivo, y menos aún una<br />

teoría que, como hija del pensamiento<br />

hegeliano, preconiza el<br />

fin de la historia.


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

I n te r n a c i o n a l<br />

Los retos del comercio<br />

internacional para América Latina<br />

3<br />

ideas<br />

l Para el experto la región tiene aún un amplio camino por recorrer para<br />

lograr un aumento de su participación en el comercio mundial.<br />

Deiby Andrés<br />

Ra m í re z<br />

Va n e ga s<br />

Asesor de<br />

comunicaciones<br />

y prensa de la<br />

Fe d e ra c i ó n<br />

Latinoamericana<br />

de Bancos<br />

FEL ABAN<br />

“Las auto<br />

r i d a d e s<br />

nacionales<br />

pueden<br />

emprender<br />

procesos de<br />

armoniza -<br />

ción de sus<br />

acuerdos<br />

b i l a te ra l e s<br />

de comercio,<br />

así como<br />

la renegociación<br />

y<br />

moderniza -<br />

ción de tratados<br />

mult<br />

i l a te ra l e s ”.<br />

El comercio internacional<br />

es una variable que<br />

aún luce rezagada en<br />

América Latina. Si bien<br />

la apertura comercial y la liberalización<br />

arancelaria de principios<br />

de los años noventa llevó a la<br />

región a incrementar los niveles<br />

de comercio cercanos al 43% del<br />

producto regional en 2016 (en<br />

1960 dicho indicador era del<br />

23%), dicho registro aún es insuficiente<br />

para generar una oferta<br />

exportable de valor, diversificada,<br />

con menos dependencia de<br />

los precios de los bienes básicos,<br />

y con capacidad de generar encadenamientos<br />

productivos que<br />

aumenten el ingreso per cápita.<br />

La región tiene aún un amplio<br />

camino por recorrer para lograr<br />

un aumento de su participación<br />

en el comercio mundial. Por un<br />

lado, está la diversificación de<br />

socios comerciales. La región<br />

abre puertas a través de tratados<br />

de libre comercio (TLC) con Estados<br />

Unidos, China, la Unión<br />

Europea, Japón, y países asiáticos<br />

en general.<br />

Sin embargo, lo hace más de<br />

manera unilateral que usando<br />

los bloques comerciales existentes.<br />

China con el llamado “B elt<br />

Ro a d ”ha hecho un llamado a la<br />

región a profundizar los vínculos,<br />

mientras que los miembros<br />

del TPP (Transpacific Partnership)<br />

abren una puerta para que<br />

más países se vinculen a este<br />

acuerdo de colosales proporciones<br />

económicas.<br />

Por otro lado, está el reto de<br />

aumentar el comercio intra-regional.<br />

Según cálculos de la CE-<br />

PAL (Comisión Económica para<br />

América Latina y el Caribe), éste<br />

llegaría a ser tan solo el 16,8% del<br />

comercio total, mientras que en<br />

Europa se registra el 62% y en<br />

Asía el 50%.<br />

Es aquí donde aparecen dificultades<br />

de orden estructural<br />

que conllevan mucha voluntad<br />

de las autoridades nacionales en<br />

materia económica y comercial.<br />

Pese a que se habla de integración<br />

económica y comercial desde los<br />

tiempos de la guerra de independencia,<br />

hoy la región tiene 44 tratados<br />

bilaterales entre Centroamérica<br />

y los países de Sudamérica;<br />

éstos tienen un alcance limitado<br />

en cuanto los bienes y servicios<br />

que son objeto de comercio.<br />

Además, cada uno de los acuerdos<br />

tiene sus propias reglas de<br />

origen y según el BID se contabilizan<br />

al menos 47 reglas de origen,<br />

lo cual hace que exportar o importar<br />

bienes en la región sea un<br />

verdadero rompecabezas. Según<br />

el Instituto Brookings, muchos<br />

de dichos tratados firmados en<br />

diferentes momentos del tiempo<br />

se traslapan unos a otros creando<br />

aún más complejidades para el<br />

comercio.<br />

Otro factor que juega en contra<br />

del comercio internacional en<br />

América Latina tiene que ver con<br />

las barreras de comercio no arancelarias<br />

o barreras técnicas, sanitarias<br />

o fitosanitarias. Según un<br />

trabajo del Fondo Monetario Internacional,<br />

un país como Brasil<br />

tiene 1.800 medidas no arancelarias,<br />

lo cual en la práctica se convierte<br />

en una barrera al comercio.<br />

Otro aspecto tiene que ver con<br />

los aspectos logísticos que se<br />

asocian con el manejo de las<br />

aduanas. De acuerdo con el World<br />

Economic Forum, la capacidad<br />

de las aduanas y la logística<br />

en la región son muy limitadas,<br />

poco eficientes, susceptibles<br />

frente a la corrupción y necesitan<br />

aumentar su transparencia.<br />

Caso particular lleva el comentar<br />

la ausencia de infraestructura<br />

física de transporte que permite<br />

la circulación de mercancías.<br />

Una mayor existencia de medios<br />

y modos de transporte genera un<br />

incentivo para el comercio. Sin<br />

embargo, en la región la velocidad<br />

promedio de transporte en<br />

Centroamérica es de 11 kilómetros<br />

por hora, y el costo del viaje<br />

entre la región noroccidental de<br />

Argentina y la costa puede ser<br />

dos veces que el costo del embarque<br />

al continente asiático.<br />

Trayendo a colación al Nobel<br />

de Economía Edward Prescott, el<br />

comercio puede constituirse en<br />

una forma de incentivar la competitividad.<br />

Temas como los trámites,<br />

el transporte, la logística y<br />

las barreras no arancelarias son<br />

temas en los que la región puede<br />

avanzar para facilitar el comercio<br />

entre la región y promover las exportaciones.<br />

Hoy de acuerdo con<br />

la Organización Mundial del Comercio,<br />

los costos asociados a<br />

factores como los anteriormente<br />

señalados en Latinoamérica pueden<br />

ser el doble de aquellos pagados<br />

en Estados Unidos, y cerca<br />

del 50% superiores a aquellos del<br />

Medio Oriente.<br />

Estas tareas en la región aún<br />

están pendientes de revisar, y<br />

son necesarias para crecer más y<br />

generar más oportunidades de<br />

ingreso. Con el fin de superar estos<br />

escollos las autoridades nacionales<br />

pueden emprender procesos<br />

de armonización de sus<br />

acuerdos bilaterales de comercio,<br />

así como la renegociación y<br />

modernización de tratados multilaterales.<br />

Igualmente, un fortalecimiento<br />

de la institucionalidad<br />

de las entidades aduaneras<br />

con mayor transparencia, gobernabilidad<br />

y generación de información<br />

al público mejorarían el<br />

acceso a los mercados.<br />

Por supuesto, es necesario que<br />

se implementen sistemas nacionales<br />

de ciencia y tecnología que<br />

promuevan la investigación<br />

científica que dé paso a la creación<br />

de nuevos productos, innovación<br />

y generación de industrias,<br />

donde se creen productos<br />

con alto valor agregado, posibilidades<br />

de encadenamiento productivo<br />

y conocimiento en la<br />

punta del saber.<br />

Por último, la política de invertir<br />

en infraestructura física, aeropuertos,<br />

puertos, carreteras,<br />

pasos transfronterizos de calidad<br />

abrirían las posibilidades<br />

del flujo de mercancías a lo largo<br />

de la región incrementado las<br />

posibilidades de ventas e intercambio<br />

para los empresarios.


ideas<br />

4 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

El universitario Jonathan<br />

Quispe Vila de la Universidad<br />

Pública de El<br />

Alto murió en medio de<br />

la represión policial del día jueves<br />

24 de mayo. El Gobierno sostiene<br />

que la causa de la misma fue<br />

por una canica disparada por los<br />

propios manifestantes, hecho<br />

que no creen en la UPEA, ni en<br />

varios sectores de El Alto. Quispe<br />

fue estudiante de la carrera de<br />

Comunicación Social con una<br />

edad juvenil de 20 años.<br />

Hace tres años, y particularmente<br />

en los últimos dos años, la<br />

universidad alteña, nacida el 1 de<br />

mayo de 2000 en un contexto del<br />

neoliberalismo, exige ahora un<br />

tratamiento igualitario en la coparticipación<br />

tributaria mediante<br />

la modificación de la Ley<br />

195. Esta ley le otorga un miserable<br />

0,355% que es insuficiente<br />

para sus necesidades frente a<br />

otras universidades que reciben<br />

más de 1,25%. Esto muestra un<br />

trato injusto -financieramente<br />

hablando- del Estado a la Universidad<br />

Pública de El Alto.<br />

Ante el reclamo, el Gobierno<br />

ha respondido con propaganda<br />

publicitaria aduciendo que éste<br />

tiene suficiente dinero en millones<br />

de bolivianos, algo que no es<br />

cierto porque ya no tiene para los<br />

gastos de funcionamiento. Y para<br />

no quedar en su contradicción<br />

es el mismo Gobierno que dice<br />

que se puede usar el IDH para pagos<br />

de sueldos y salarios, cuando<br />

no es correcto. Así en los hechos<br />

la universidad alteña tiene un<br />

déficit de cerca de 150 millones<br />

de bolivianos. Y aquí el detalle.<br />

Pues lo sustancial es que la universidad<br />

es demasiado joven y,<br />

por tanto, tiene muchas carencias<br />

como toda institución nueva.<br />

Y aun así el Gobierno se empeña<br />

en desprestigiarla y de tratarle<br />

indecorosamente junto al<br />

resto del sistema universitario<br />

para luego reprimirlas.<br />

Por ello, en el velorio y el entierro<br />

de Jonathan docentes y estudiantes<br />

con el dolor en la garganta<br />

han elevado su voz: “Evo y Álvaro<br />

no te queremos”. Madres y<br />

vecinos alteños han expresado<br />

su indignación ante esta imbécil<br />

desatención gubernamental y el<br />

a s e s i n a t o.<br />

La indignación se irradia en el<br />

llanto de la madre, una mujer de<br />

pollera, y su padre, quien pidió a<br />

los jóvenes: “no olvidarse nunca<br />

de su hijo”. Y ante esto Evo Morales<br />

dice “Toda mi solidaridad<br />

con la familia…Jonathan Quispe<br />

Vi l a …”, cuando el ministro Romero<br />

luego sostiene que la causa<br />

del deceso es por una canica disparada<br />

por los propios estudiantes.<br />

Afirmación que no se la cree<br />

nadie en la UPEA.<br />

Hay otros casos parecidos por<br />

represión con muertos por canicas<br />

en Colomi, Cochabamba,<br />

Caranda, en Santa Cruz, y otros.<br />

Y además entre el lugar de la<br />

muerte de Jonathan y el lugar indicado<br />

por el Gobierno hay una<br />

distancia demasiado grande, según<br />

se observa en los videos presentados<br />

por la UPEA.<br />

Este es un crimen alevoso,<br />

Po l í t i c a<br />

¡Dolor en la UPEA!<br />

l El autor señala que la muerte del estudiante Jonathan Condori,<br />

suscitada la semana pasada, es un crimen contra los jóvenes de origen<br />

aymara y los sectores populares.<br />

Pa b l o<br />

Mamani<br />

Ra m í re z<br />

Sociólogo<br />

“Po r<br />

ello, en el<br />

velorio y el<br />

entierro de<br />

Jonathan<br />

docentes y<br />

e s t u d i a n te s<br />

con el dolor<br />

en la garganta<br />

han<br />

elevado su<br />

voz: ‘Evo y<br />

Álvaro no<br />

te queremos’”.<br />

aunque uno duda de dónde viene<br />

finalmente, en contra de jóvenes<br />

de origen aymara y de sectores<br />

populares. Así la muerte y dolor<br />

aquí ocurrida es uno más de<br />

aquellos sangrientos hechos en<br />

contra de la juventud en Bolivia.<br />

Puesto que aquí como en Caranavi<br />

o en Chaparina, Apolo, y<br />

con los universitarios de la UM-<br />

SA en 2017 y los discapacitados,<br />

las fuerzas policiales han actuado<br />

violentamente.<br />

Así en medio de pobreza y desatención<br />

de El Alto, el tratamiento<br />

de los 0,355% que recibe<br />

la UPEA entonces es un trato sin<br />

duda insólito. Aquí se observa<br />

un abierto racismo estatal porque<br />

ese porcentaje la recibe en<br />

una tortita aparte del 5% del resto<br />

de las universidades. Entonces<br />

estamos ante un racismo económico<br />

y Estado racista. Teniendo<br />

presente que en ella estudiantes<br />

jóvenes de ascendencia aymara;<br />

muchos de ellos/as, también<br />

los docentes, apellidan:<br />

Apaza, Quispe, Mamani, Condori,<br />

Huaranca y no apellidos como<br />

Rada, Esquivel, Kuljis, Romero,<br />

García, etc.<br />

Y la propia ciudad de El Alto<br />

recibe un trato poco diligente<br />

del Gobierno, en tanto que es<br />

una ciudad heroica en las jornadas<br />

de octubre de 2003. El Alto<br />

sigue viviendo en condiciones<br />

de pobreza. Tiene muchísimas<br />

calles polvorientas, avenidas,<br />

como la mismísima 6 de Marzo,<br />

lleno de tierra y aceras abandonadas.<br />

En las noches muchos barrios<br />

no tienen seguridad pública,<br />

dado que ronda todo tipo de<br />

criminales en ella; ante los cuales<br />

los vecinos deben hacer frente<br />

con sus pechos de adobe. Sus alcantarillas<br />

son inadecuadas,<br />

puesto que en tiempos de lluvia<br />

se rebalsan y botan los desechos<br />

en los patios de las casas afectadas.<br />

Así, la UPEA al ser también la<br />

ciudad de El Alto, tiene muchas<br />

necesidades porque tiene pocas<br />

condiciones de infraestructura<br />

para la<br />

enseñanza-aprendiza -<br />

je; hay hacinamiento en<br />

sus aulas, no tiene calefacciones<br />

en una ciudad<br />

que está a 4.000<br />

metros de altura, sus<br />

terrenos son reducidos,<br />

no hay condiciones<br />

adecuadas para la<br />

lectura ni jardinerías<br />

como las tiene cualquier<br />

universidad en el<br />

mundo; éste es un requisito<br />

vital para la actividad<br />

académica e intelectual.<br />

De otra parte,<br />

gran parte de la juventud<br />

viene de las periferias<br />

de esta ciudad<br />

como Jonathan desde<br />

el sector de Lagunas,<br />

periferia de El Alto. Y<br />

las condiciones económicas<br />

de ellos no son<br />

las más adecuadas porque<br />

se alimentan en los<br />

agachaditos que son<br />

lugares de comida de<br />

cinco bolivianos; y entonces<br />

tienen dificultades<br />

para el aprendizaje<br />

o adquieren enfermedades.<br />

Esta es la<br />

cruda y blasfemante<br />

realidad en la que los<br />

docentes y los estudiantes<br />

pasamos clases<br />

en la universidad alteña.<br />

Y ante esta situación<br />

el gobierno envía policías<br />

pertrechados con<br />

equipos antimotines<br />

como para aplastar a unos criminales<br />

que no lo son, pues en los<br />

hechos son estudiantes y docentes<br />

que reclaman un adecuado<br />

tratamiento económico para su<br />

universidad. Sin duda, El Alto es<br />

una ciudad pujante gracias a su<br />

propia dinámica económica y<br />

cultural, pero el Gobierno y el<br />

Estado boliviano los tiene sumidos<br />

en lacerante racismo, discriminación,<br />

violencia policial, divisiones<br />

de sus organizaciones<br />

sociales. Una estrategia maquiavélica<br />

para debilitar organizaciones<br />

y aplastar a nuevos movimientos<br />

sociales. El legado colonial<br />

de “dividir y reinarás”aquí<br />

se aplica con eficiencia.<br />

Y en este contexto ocurrió este<br />

alevoso crimen de Jonathan, que<br />

es un crimen contra la UPEA y El<br />

Alto. El dolor y llanto ha oscurecido<br />

el presente de los jóvenes<br />

universitarios y de sus docentes.<br />

Y, sin embargo, la voz unánime<br />

es: “la UPEA está de luto, pero<br />

firme…”.


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

Pasión y disciplina<br />

Manifiesto por la<br />

universidad que vendrá<br />

l Martín Mercado invita a tomar consciencia sobre la educación que se<br />

imparte en las universidades y el giro que éstas deberían tomar.<br />

Martín<br />

M e rc a d o<br />

Fi l ó s o fo<br />

“No se<br />

necesita ser<br />

demasiado<br />

inteligente,<br />

ni siquiera<br />

tener 70 mil<br />

millones de<br />

neuronas ,<br />

para percatarse<br />

que si<br />

la universidad<br />

continúa<br />

bajo el<br />

imperativo<br />

de hacer<br />

ciencia con<br />

fines extractivistas,<br />

será imposible<br />

salvar...<br />

el planeta”.<br />

Si es posible decirlo modestamente,<br />

el objetivo de<br />

la universidad es doble y<br />

serio, consiste en no otro<br />

proyecto que el de salvar el mundo<br />

y salvar el planeta. Sé que muchos<br />

lectores ya habrán alzado involuntariamente<br />

una ceja como expresión<br />

del sintomático escepticismo<br />

que hoy en día nos gobierna.<br />

!Salvar el mundo! !Salvar el planeta!<br />

Son dos frases que no pueden<br />

ser más grandilocuentes, dejando<br />

de lado el muy exigente y<br />

frustrante problema sobre el sentido<br />

de la vida. Pero permítame,<br />

desconocido lector, abusar de lo<br />

que le queda de juventud en la testa,<br />

o mejor dicho, de lo que le queda<br />

de juventud en eso que, acusando<br />

a algo así como un principio<br />

vital, solemos llamar alma.<br />

Permítame, pues, proponerle<br />

un breve manifiesto por la universidad<br />

que vendrá. Comencemos,<br />

entonces, por decir que el planeta<br />

y el mundo no son equivalentes.<br />

Entre ellos hay un hermoso desbalance,<br />

un cierto movimiento arrítmico<br />

que debe mantenerse a como<br />

de lugar. El planeta es el sistema<br />

de los ecosistemas, un astro<br />

vagando en el universo; hay que<br />

salvarlo. El mundo es aquello que<br />

nos reúne separándonos en nosotros,<br />

otros y aquellos.<br />

El planeta hormiguea, se retuerce,<br />

de muere y revive; mas no<br />

se crea que aquí el planeta es sólo<br />

la romántica naturaleza preñada<br />

de las dádivas de una vitalidad<br />

que revienta por su exuberancia.<br />

El planeta también es ese conjunto<br />

de regularidades físicas<br />

que le dan estabilidad a eso que<br />

llamamos ecosistema. El planeta<br />

es el macrosistema de sistemas<br />

medianos, pequeños, y también<br />

de otros todavía más pequeños.<br />

Tampoco es falso que el planeta<br />

sea, como dice la Real Academia<br />

de la Lengua Española, un “cuer -<br />

po sólido celeste que gira alrededor<br />

de una estrella y que se hace<br />

visible por la luz que refleja. En<br />

particular giran al rededor del<br />

Sol”; esto quiere decir que un<br />

planeta es cada uno de los siete<br />

astros que giraban en torno a la<br />

Tierra según Ptolomeo y que en<br />

la actualidad, según se dice, se<br />

desplazan en torno al Sol.<br />

Este planeta llamado Tierra es<br />

el que la universidad que vendrá<br />

debe enseñar a salvar. Este planeta<br />

de paradójica denominación,<br />

ya que es más líquido que<br />

sólido, se ha visto transformado<br />

de un amplio plato cuyas aguas<br />

rebalsan y se ha convertido en<br />

una esfera azul que la década de<br />

1960 nos heredó como estampa<br />

de la NASA. Una aparente esfera<br />

que vaga por el universo se convirtió<br />

en un ecosistema que ahora<br />

causa alarma por su nivel de<br />

i r re g u l a r i d a d .<br />

La deforestación en Bolivia se<br />

traduce en la pérdida de 350 mil<br />

hectáreas de bosques al año. Aunque<br />

Bolivia ocupa un puesto entre<br />

las 20 reservas más importantes<br />

de agua dulce en planeta, somos<br />

uno de los países con mayor aceleración<br />

de los niveles de contaminación,<br />

tanto por la minería como<br />

por la falta de tecnología que permita<br />

minimizar la huella negativa<br />

en uso de recursos hídricos.<br />

La plausible, y tal vez pronta,<br />

desaparición de las abejas y el<br />

irremplazable puesto vacante de<br />

polinización que afectaría directamente<br />

en la diversidad y calidad<br />

alimentaria, así como en la<br />

reproducción de la cosecha. El<br />

proceso de unificación de la producción<br />

a nivel mundial, la competencia<br />

del mercado mundial ha<br />

llevado a una sobreexplotación<br />

no sólo de los recursos, sino también<br />

de sus tiempos de producción<br />

y reproducción. Se ha tratado<br />

de sincronizar el tiempo de<br />

producción y reproducción del<br />

planeta con el tiempo del consumo<br />

humano; de sea manera se ha<br />

quebrado el balance arrítmico<br />

entre mundo y planeta.<br />

No se necesita ser demasiado<br />

inteligente, ni siquiera tener 70<br />

mil millones de neuronas, para<br />

percatarse que si la universidad<br />

continúa bajo el imperativo de<br />

hacer ciencia con fines extractivistas,<br />

será imposible salvar, por<br />

lo menos, esta parte del planeta<br />

que ingenuamente llamamos<br />

“n u e s t ra ”. Esto por dos razones,<br />

una universidad así, se concentrará<br />

en el desarrollo de proyectos<br />

de explotación y no en proyectos<br />

que reduzcan los niveles<br />

de contaminación y daño. Cuando<br />

un río o un lago se secan, no<br />

sólo aparece una nueva porción<br />

de desierto; en muchos casos<br />

donde aparece este desierto hubo<br />

niños, familias, alguna comunidad.<br />

La pérdida de flora y fauna<br />

en Bolivia ha comenzado a ingresar<br />

en cifras negativas.<br />

La universidad que viene no<br />

puede sólo concentrarse en la<br />

explotación de la naturaleza y de<br />

la extracción de sus recursos. La<br />

universidad que vienen debe enseñar<br />

a salvar el planeta; caso<br />

contrario, un día, este sólo temblará<br />

como un animal que se sacude<br />

para acomodarse mejor y<br />

todos los proyectos, de derecha e<br />

izquierda, serán partículas indiscernibles<br />

en el polvo cósmico.<br />

Si no aprendemos a soñar con<br />

salvar el mundo, no quedará planeta<br />

en que vivir.<br />

Mientras las abejas van descansando<br />

de la polinización, la universidad<br />

también se nos está resecando;<br />

y eso es preocupante si lo<br />

que queremos es también salvar el<br />

mundo. Tomás de Aquino habría<br />

escrito para sus estudiantes algunas<br />

recomendaciones para llegar a<br />

la sabiduría. La primera de sus recomendaciones,<br />

en fácil paráfrasis,<br />

podría leerse del siguiente<br />

modo: si quieres llegar al mar, navega<br />

primero por los riachuelos;<br />

que a lo difícil, se llega por lo fácil.<br />

¿Qué es lo más difícil hoy para nosotros?<br />

¿En qué dirección deberíamos<br />

conducir nuestras humanas<br />

naves? Lo más difícil es salvar el<br />

mundo. No sólo porque un día el<br />

planeta puede sacudirse de su juguetona<br />

fauna, fauna que, por<br />

cierto, se caracteriza por el paroxismo<br />

de su onanismo simbólico.<br />

Tampoco porque no sea fácil ponernos<br />

de acuerdo en qué nos caracteriza<br />

como humanos, o que no<br />

se pueda determinar qué cultura,<br />

qué libros, qué práctica, qué idioma<br />

son los que se debería quedar<br />

resguardados en bibliotecas, sabiendo<br />

la multiplicidad de formas<br />

de vida humana. Nada de eso, la<br />

tarea más difícil que se mienta<br />

cuando se habla de salvar el mundo<br />

es la tarea de aprender a soñar y<br />

de aprender a convivir.<br />

Si la universidad que ha de venir<br />

no enseña a soñar con una<br />

nueva convivencia, tendremos<br />

pronto generaciones de jóvenes<br />

cuyo único objetivo es rellenar<br />

los puestos de empresas emprendedoras<br />

en los negocios de<br />

la extracción, del avasallamiento<br />

de reservas naturales, funcionarios<br />

públicos y privados cuya<br />

mayor satisfacción es el ritmo<br />

del aparente cumplimiento de<br />

tareas, el desembolso en la cuenta<br />

y la fiesta de fin de semana.<br />

Eso que hoy tristemente se llama<br />

ética profesional, y que suele<br />

resumirse en las normas de comportamiento<br />

del buen empleado,<br />

o del autoexplotado y servil<br />

emprendedor, debe reventar por<br />

dentro para dar paso a una exigencia<br />

verdadera: aprender a<br />

salvar el planeta, aprender a salvar<br />

el mundo.<br />

Si usted es de los cínicos que<br />

opina que ya nada se puede hacer<br />

y que esto no es más que grandilocuencia,<br />

por favor, defenéstrese,<br />

que a nosotros no nos van a<br />

robar el derecho a soñar. Hoy soñar<br />

es un imperativo. Es el imperativo<br />

de la universidad que vendrá.<br />

5<br />

Archivo digital<br />

ideas


ideas<br />

6 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

Sociedad<br />

Ochenta años de la<br />

migración judía a Bolivia<br />

l La llegada de judíos a Bolivia entre las décadas del 30 y 40 contribuyó a la modernización<br />

del país. Entonces, su arribo estuvo amparado en un decreto supremo promulgado por<br />

Germán Busch. En la actualidad, el país carece de una clara política para alentar la migración.<br />

Lupe Cajías<br />

Pe r i o d i sta<br />

“Pa ra<br />

Bieber, la<br />

m i g ra c i ó n<br />

judía en Bolivia<br />

en los<br />

años 30 y<br />

40 tuvo luces<br />

y sombras,<br />

sin olvidar<br />

además<br />

los esquemas<br />

corruptos<br />

de<br />

autorida -<br />

des bolivianas<br />

para negociar<br />

visas<br />

falsas ”.<br />

Italiana, mujer, judía y comunista,<br />

Giorgina Levi no tenía<br />

un panorama fácil cuando llegó<br />

a Bolivia en 1939 como una<br />

de las muchas personas obligadas<br />

al exilio o a la emigración política y<br />

económica entre las dos guerras<br />

mundiales.<br />

Junto a su esposo, médico alemán<br />

y judío, Enzo Arian, Giorgina<br />

no tuvo mucho para elegir.<br />

Los gobernantes militares bolivianos<br />

después de la Guerra del<br />

Chaco eran de los pocos que<br />

aceptaban asilar a judíos; es más,<br />

en el caso de ser médico, inclusive<br />

le ofrecían trabajo.<br />

Levi (1910-2011), treintañera,<br />

pero recién casada, sabía que era<br />

casi imposible permanecer en su<br />

país junto a un judío berlinés,<br />

quien ya de hecho había perdido<br />

a casi toda su familia en las razías,<br />

después de la decisión fascista<br />

de emitir las leyes racistas.<br />

Con sus regalos primorosos,<br />

como dos camisones de seda y<br />

una preciosa carterita, Giorgina<br />

partió a ese país absolutamente<br />

desconocido. Pronto experimentó<br />

que de nada le servirían<br />

los trajes a la moda de Turín ni la<br />

fina costura. Aprendió a cocer<br />

chaquetas de bayeta y a vestir<br />

pantalones de mezclilla, a cubrirse<br />

con chalinas de alpaca y a<br />

portar enormes sombreros.<br />

Primero, para defenderse del<br />

viento en un pueblillo perdido<br />

en Zudañez, donde el único forastero<br />

era un árabe vendedor de<br />

telas colorinches que todavía<br />

pensaba que la tierra era plana.<br />

En Sucre encontró más fácil<br />

trabajo de peluquera que enseñando<br />

alguno de los siete idiomas<br />

que dominaba a la perfección,<br />

inclusive el latín y el griego.<br />

Recién esa práctica la tuvo en La<br />

Paz, donde mi padre Huáscar fue<br />

su alumno y de quien ella dice<br />

que le discutía sus posiciones<br />

comunistas.<br />

Más comprensión consiguió<br />

compartiendo con prostitutas y<br />

parias que con los propios judíos<br />

que también se discriminaban entre<br />

alemanes, polacos, divorciados,<br />

librepensadores, anarquistas,<br />

aunque todos sufrían la misma<br />

nostalgia de la patria lejana.<br />

Tuvo frío en Oruro, en la mina<br />

Apacheta, en el campamento de<br />

Santa Fe. Sin embargo, poco a<br />

poco se dio cuenta que la realidad<br />

del país que la acogía y que<br />

tanto había golpeado inicialmente<br />

su elegancia y finura, la<br />

afirmaba en su militancia antifascista<br />

y en su ideología comunista.<br />

Bolivia, de ser un lugar de<br />

soledad y de desorden continuo,<br />

se fue pareciendo a la Maestra<br />

Vida, a la Madre que acoge y consuela.<br />

Hizo contactos con otros europeos,<br />

austriacos, croatas, alemanes.<br />

En su extensa entrevista con<br />

Marcella Filippa (traducida por<br />

Clara López) detalla escenas y<br />

personajes de la vida boliviana<br />

de los años 40 que no se encuentran<br />

en otros textos nacionales.<br />

Centenaria, defendía al comunismo<br />

y recordaba a Oruro y a La<br />

Paz, a los niños bolivianos, a los<br />

mineros bolivianos. Celebró el<br />

triunfo de Evo Morales y preguntaba<br />

por detalles de la vida cotidiana.<br />

Un extraordinario personaje,<br />

cuya lucidez y memoria, permite<br />

conocer mejor una época que fue<br />

gloriosa. Dan ganas de continuar<br />

indagando sobre el polaco Citrín,<br />

el antifascista Deutsch, el<br />

italiano Bono, el rabino de Coblenza<br />

y tantos otros que viajaron<br />

por el altiplano boliviano,<br />

ahí organizaron su pedazo de resistencia<br />

y más tarde volvieron a<br />

sus países.<br />

Esa biografía no es única, Decenas<br />

de judíos pasaron por Bolivia<br />

hace 80 años.<br />

Lo cotidiano<br />

De niña, no conocía a esos personajes<br />

grandiosos, las estadísticas,<br />

la historia de los nazis y<br />

menos los seculares problemas<br />

de los judíos con los árabes.<br />

Para mi numerosa familia la<br />

presencia judía en Bolivia se reducía<br />

a la tarde privilegiada<br />

cuando mi madre nos llevaba de<br />

c o m p ra s .<br />

En el salón Edith, en la Avenida<br />

6 de Agosto casi Guachalla –<br />

según recuerdo– compraba los<br />

sacos de tonos cálidos, rojos mis<br />

preferidos, bordados en alto relieve<br />

con rositas y hojas lanceoladas<br />

de verde bosque. Era una adquisición<br />

preciada, para el cumpleaños,<br />

para la fiesta de fin de<br />

año. Había que cuidarla. Hasta<br />

volver otra vez y escuchar la lejana<br />

charla de la clienta con la señora<br />

de cabello rojizo, enrulado.<br />

¿Será que mi memoria me engaña?<br />

Tengo tan clara esa imagen<br />

que dudo que sea mi invento.<br />

Más reciente es el retrato de<br />

los esposos que atendían la tienda<br />

de niños Lupo en la Yanacocha<br />

porque igual que mi madre,<br />

también yo compré ahí pañales y<br />

los primeros pantaloncitos cortos<br />

de mi hijo. Él callado, hablando<br />

una jerga extraña; ella más<br />

amable, blanca bajo un cabello<br />

oscuro y unos bigotillos que me<br />

i m p re s i o n a b a n .<br />

Todavía en los años 60 tocaban<br />

el timbre de la casona en pleno<br />

Sopocachi paceño judíos que<br />

vendían telas, libros, discos.<br />

En las épocas austeras de nuestra<br />

infancia, los doce sólo podíamos<br />

festejar afuera al terminar el<br />

ciclo escolar y el lugar escogido<br />

era siempre la heladería Max<br />

Bieber. Teníamos temor si caía<br />

agua sobre el bonito mantel,<br />

romper un vaso o colocar mal los<br />

abrigos al ingreso en la calle 20<br />

de octubre casi Aspiazu. Local<br />

que atendían los Resnikovski, no<br />

sé por qué conexión familiar.<br />

Sobrevive la otra confitería famosa,<br />

Elys, que supo siempre renovarse<br />

y atender a cada comensal<br />

como al único cliente del<br />

mundo. El querido Max y los<br />

mozos y mozas con tantos años<br />

de experiencia, las visitas de<br />

Juan Lechín y la plana mayor de<br />

la Federación de Mineros y de la<br />

Central Obrera, la música detenida<br />

en el tiempo, los cuadros de<br />

muchachas con pasadas modas.<br />

En Cochabamba, en Oruro, las<br />

pastelerías eran de alemanes, de<br />

judíos, mejor dicho, de mujeres<br />

judías, de origen alemán o aust<br />

r i a c o.<br />

El registro oficial<br />

Fue el historiador boliviano de


origen judío, León Bieber, el autor<br />

que con gran paciencia consiguió<br />

documentar aquellas vidas,<br />

más allá de la simple anécdota,<br />

de la nostalgia.<br />

Aunque la presencia de los alemanes<br />

en Bolivia ha interesado y<br />

aún interesa a muchos historiadores<br />

e investigadores, Bieber ha<br />

escrito los principales textos.<br />

Sin leerlo, no se conoce cómo,<br />

por qué y qué pasó con la llegada<br />

de miles de migrantes desde<br />

1938.<br />

Como me contaba en un reciente<br />

intercambio postal, entidades<br />

como el Planetario Max<br />

Schreier, la principal editora y librería<br />

bajo la conducción de<br />

Werner Guttentag, la Orquesta<br />

Sinfónica Nacional, la práctica<br />

del andinismo y de esquí en Chacaltaya,<br />

la creación de grupos<br />

deportivos (Heinz / Happ, Werner<br />

Schein), el atletismo, el ajedrez,<br />

el arte de la fotografía (Kavlin,<br />

Grunbaum), la medicina<br />

(Gerd Simon) no se explicarían<br />

sin la llegada de judíos perseguidos<br />

en Europa.<br />

Para Bieber, la migración judía<br />

en Bolivia en los años 30 y 40 tuvo<br />

luces y sombras, sin olvidar además<br />

los esquemas corruptos de<br />

autoridades bolivianas para negociar<br />

visas falsas.<br />

Lo importante fue que más allá<br />

de muchos proyectos fracasados,<br />

de tantos que no lograron<br />

adaptarse al medio rural donde<br />

supuestamente tenían que aportar,<br />

las disputadas internas entre<br />

judíos de origen alemán y<br />

austriaco y los otros judíos, el<br />

Decreto de Germán Busch permitió<br />

salvar muchas vidas, antes<br />

y durante la Segunda Guerra<br />

Mundial.<br />

Aunque Bieber ha publicado<br />

diferentes textos sobre el aporte<br />

judío a Bolivia, destacando Cochabamba,<br />

y sobre las relaciones<br />

boliviano alemanas, es el libro<br />

Presencia judía en Bolivia, la ola migratoria<br />

de 1938-1940)(Lewy, Santa<br />

Cruz de la Sierra, 2010) el que recoge<br />

la parte central de sus larguísimas<br />

indagaciones en archivos<br />

bolivianos y mundiales y decenas<br />

de entrevistas realizadas<br />

en varios países de América y de<br />

Europa para conocer la opinión<br />

de quienes alguna vez estuvieron<br />

refugiados en Bolivia.<br />

La llegada de migrantes judíos<br />

a Bolivia tuvo tres etapas,<br />

1933-34, la principal entre 1938 y<br />

1940 y la última entre 1941 y 1945.<br />

La primera no fue tan intensa como<br />

a otros países latinoamericanos,<br />

motivada por la llegada de<br />

los nazis al poder en 1933 y el despido<br />

masivo de empleados de<br />

origen hebreo, además de los<br />

primeros indicios de una violenta<br />

persecución.<br />

La comunidad creó inmediatamente<br />

una entidad de resistencia<br />

y contingencia para ayudar<br />

a los refugiados y perseguidos.<br />

En Bolivia también funcionaron<br />

dos entidades fundamentales:<br />

la JOINT (American Jewish<br />

Jo i n t D i s t r i b u t i o n C o m i t e e,<br />

1933), que contribuyó a la llegada<br />

y a la integración de miles de judíos<br />

en Bolivia; y la SOPRO (Sociedad<br />

de Protección a los Inmigrantes<br />

Israelitas (SOPRO),<br />

constituida formalmente en La<br />

Paz el 16 de febrero de 1939, que<br />

contó con importantes aportes<br />

del “barón del estaño”de origen<br />

judío, Mauricio Hoschild.<br />

El 14 de marzo de 1938 la prensa<br />

boliviana publicó una Resolución<br />

Suprema donde instruía<br />

que todos los representantes bolivianos<br />

debían canalizar las solicitudes<br />

de migración judía a<br />

través del Ministerio de Agricultura.<br />

Bolivia tenía la idea de<br />

aprovechar esa migración para<br />

modernizar el agro, aunque- como<br />

el caso de Georgina Levieran<br />

muchos académicos y formados<br />

en otras ciencias y no<br />

querían quedarse a cuidar gallinas.<br />

En mayo, la Cancillería informó<br />

en La Paz que la cuota de migrantes<br />

no tenía límites y el 9 de<br />

junio de 1938, fecha histórica, el<br />

gobierno boliviano anunció que<br />

las puertas del país estaban<br />

abiertas a todos los que quisieran<br />

venir a trabajar las “exube -<br />

rantes tierras que les entregaremos<br />

gratuitamente”.<br />

Lo central fue el Decreto de 9<br />

de junio de 1938 que abría las<br />

puertas de Bolivia a los migrantes<br />

judíos, aunque siempre con<br />

la dificultad que tenían que llegar<br />

atravesando otros países, como<br />

Brasil, Argentina o Chile, que<br />

no siempre los ayudaron. Había<br />

trabas por el desorden, la corrupción<br />

y la burocracia bolivianas,<br />

pero sobre todo las odiseas<br />

más desesperantes las creaban<br />

las oficinas y fronteras europeas<br />

y los consulados en Alemania.<br />

La fecha fue clave porque poco<br />

después se agudizarían los violentos<br />

pogroms en Berlín y en toda<br />

Alemania, más tarde en varios<br />

países europeos.<br />

La posición oficial aclaraba<br />

que Bolivia no se podía hacer coparticipe<br />

de odios y persecuciones,<br />

texto también relevado por<br />

el historiador estadounidense<br />

Herbert Klein.<br />

El Decreto estaba además<br />

acompañado por otras declaraciones<br />

oficiales bolivianas contra<br />

la persecución a judíos y destacando<br />

a la vez la necesidad de<br />

recibir a migrantes que ayudarían<br />

a la modernización del<br />

país.<br />

Los resultados<br />

Es fácil imaginar el impacto de<br />

Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

“La llegada<br />

de<br />

cientos de<br />

chinos ha<br />

causado<br />

malestar en<br />

la población<br />

porque<br />

no se<br />

percibe que<br />

traigan mejoras<br />

tecnológicas<br />

o<br />

conoci -<br />

miento, sino<br />

todo lo<br />

c o n t ra r i o”.<br />

la llegada masiva de estas familias<br />

a ciudades tan provincianas<br />

como eran entonces La Paz, Cochabamba,<br />

Sucre, Oruro, también<br />

Santa Cruz y Tarija. Algunos<br />

autores calculan hasta en 10<br />

mil el número de migrantes, una<br />

cifra inimaginable aún para<br />

nuestros días.<br />

Se crearon sinagogas, colegios<br />

israelitas, cementerios, centros<br />

de estudio, las primeras confiterías<br />

y los primeros restaurantes<br />

diferentes a las tradicionales<br />

pensiones, tiendas de moda,<br />

centros de deporte y la dinámica<br />

social se transformó.<br />

Sin embargo, muchos recién<br />

llegados no se encontraban a<br />

plenitud en un medio indígena,<br />

muy diferente a su esencia cultural<br />

y después de la guerra la mayoría<br />

retornó a Europa o partió al<br />

nuevo Estado de Israel fundado<br />

en 1948.<br />

Los que se quedaron, generalmente<br />

se casaron y se relacionaron<br />

con nativos y formaron hogares<br />

boliviano judíos y a la mayoría<br />

les sonrío el éxito económic<br />

o.<br />

Los habitantes reaccionaron<br />

con diferentes matices. En cambio,<br />

dos partidos políticos expresaron<br />

claramente su antisemitismo:<br />

desde la visión del nacionalismo<br />

católico, los falangistas<br />

mantenían la idea de que los<br />

judíos mataron a Jesucristo y rechazaron<br />

su venida en masa; desde<br />

la influencia nacional socialista,<br />

los movimientistas incluyeron<br />

en su primer programa<br />

ideológico su rechazo a la migración<br />

hebrea.<br />

Los nuevos tiempos<br />

Actualmente Bolivia carece de<br />

una clara política para alentar la<br />

m i g ra c i ó n .<br />

La llegada de cientos de chinos<br />

ha causado malestar en la población<br />

porque no se percibe que<br />

traigan mejoras tecnológicas o<br />

conocimiento, sino todo lo contrario.<br />

La imagen de explotadores<br />

de obreros y campesinos, de<br />

traficantes de animales, el irrespeto<br />

a las leyes sociales bolivianas<br />

y la forma oscura de hacer negocios<br />

con el gobierno es una impronta<br />

que difícilmente se podrá<br />

s u p e ra r .<br />

Con el caso venezolano, hay dos<br />

reacciones; indignación porque<br />

en esta década llegaron tantos militares<br />

y comerciantes que aprovecharon<br />

sus lazos políticos para<br />

introducirse en el país sin dejar<br />

nada a cambio; y la compasión a<br />

cada vez más caraqueños apostados<br />

en las calles bolivianas ofreciendo<br />

arepas o comidas varias.<br />

Mientras escribo esta nota, escucho<br />

una vez más en la radio noticias<br />

sobre la violenta represión<br />

de Israel contra los palestinos en<br />

Gaza y Cisjornadia, los hombres<br />

y mujeres castigados desde hace<br />

70 años por la creación de Israel y<br />

su expulsión irresuelta de las tierras<br />

de sus padres.<br />

La historia nos revela que el alto<br />

precio por el Holocausto no lo<br />

pagaron los europeos sino otros<br />

pueblos, que viven como esclavos<br />

en su propio territorio.<br />

7<br />

ideas


ideas<br />

8 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

LA H PARLANTE<br />

Blog<br />

l Espacio quincenal que recupera breves análisis de La H Parlante,<br />

página gestionada por el periodista Rafael Archondo.<br />

La H Parlante<br />

MÍNIMA AYUDA GRINGA EN 1967<br />

He aquí el memorándum de entendimiento<br />

firmado por los generales<br />

Alfredo Ovando Candia y Luis Lafuente,<br />

y el coronel Kenneth T. Macek<br />

del comando de reclutamiento del<br />

ejército de los Estados Unidos (foto).<br />

El documento de dos páginas fue<br />

acordado tras la detección en Bolivia<br />

de la guerrilla del Che.<br />

En él se fijan las condiciones para<br />

que un grupo de 16 instructores estadounidenses<br />

llegue a Santa Cruz<br />

a entrenar un batallón de soldados<br />

en tácticas de combate contrainsurgente.<br />

El objetivo era contar, al<br />

cabo de cuatro meses, con una fuerza<br />

de reacción rápida, capaz de operar<br />

en la jungla y en terreno difícil.<br />

Las Fuerzas Armadas bolivianas<br />

se comprometen a dotar al batallón<br />

de un cuartel, de municiones suficientes<br />

y a sostener reclutas durante<br />

al menos dos años. A su vez, los Estados<br />

Unidos se comprometen a proporcionarles<br />

el armamento necesario,<br />

pero sobre todo, la instrucción.<br />

Se especifica que los instructores<br />

no tendrán autoridad de comando<br />

sobre los bolivianos y que no están<br />

autorizados a participar en ninguna<br />

operación de combate, salvo en<br />

el rol de observadores o asesores.<br />

Cualquier acto de indisciplina de<br />

los extranjeros será sancionada por<br />

sus superiores.<br />

El adiestramiento del batallón se<br />

dio entre junio y septiembre de<br />

1967. El Che era capturado y ejecutado<br />

un mes después, con lo cual la<br />

ayuda norteamericana sirvió de<br />

muy poco.<br />

ANTONELLA PETRO<br />

La niña luce el uniforme amarillo<br />

de la selección Colombia. Mira sorprendida<br />

a las cientos de personas<br />

que gritan su apellido y el nombre<br />

de su padre. “Se siente, se vive, Petro<br />

presidente”... Lleva una gorra<br />

que encubre su larga trenza. Mira el<br />

micrófono con fascinación. Cuando<br />

la candidata a la vicepresidencia<br />

termina de hablar, aprovecha que<br />

ella levanta la mano de su padre y la<br />

multitud estalla en aplausos. Es su<br />

oportunidad. Lo toma. “Hola...”,<br />

casi pregunta con timidez, como pidiendo<br />

permiso Nadie la escucha<br />

aún. “Petro presidente, Petro presid<br />

e n t e”...<br />

“Buenas noches”, insiste. La vocecita<br />

ya está ahí. “Buenas noches”,<br />

responden todos. La madre la abraza<br />

por atrás, Petro la mira derretid<br />

o.<br />

“Vamos a hacer algo que hemos<br />

hecho muchas veces, vamos a hacer<br />

un corazón con las manos, los invito<br />

a votar por Gustavo Petro...”. Y se<br />

da la vuelta con cara de pregunta.<br />

Vuelve a mirar a las masas... “el 17 de<br />

j u n i o”, completa.<br />

La multitud brinca de emoción.<br />

“Felicidades por tu hija, Gustav<br />

o. . . ”, se alcanza a escuchar. Ya nadie<br />

más puede hablar. La euforia es<br />

completa. La madre la abraza más,<br />

la sumerje entre sus brazos. ¿Será<br />

que ahora sí la izquierda gobierna<br />

por primera vez en Colombia?<br />

CHAU HORACIO,<br />

PERO ¿POR QUÉ?<br />

Horacio Cartes renunció sorpresivamente<br />

a la Presidencia de Paraguay.<br />

Tenía que dejar el cargo dentro<br />

de dos meses, dado que ya existe<br />

un sucesor electo (Mario Abdo) de<br />

su propio partido, el invencible Colorado.<br />

Pese a ello, Cartes salió antes<br />

de palacio. ¿Por qué?<br />

Se trata de una hábil maniobra. Si<br />

no renunciaba antes, como lo hizo,<br />

se transformaba en senador vitalicio<br />

sin derecho a voto. Eso le sucede<br />

a todos los presidentes del Paraguay.<br />

Él no se conforma con tan poco.<br />

Cartes quiere estar en el senado,<br />

pero con derecho a voto, para influir,<br />

para contar, para que le consulten.<br />

Pues resulta que de manera ilegal,<br />

logró habilitarse como candidato al<br />

senado en las pasadas elecciones,<br />

aún siendo Presidente. Como su<br />

partido las gana todas, Cartes es el<br />

primer presidente/senador electo.<br />

Al no haber terminado su mandato<br />

completo, entonces jurará al senado<br />

con los demás elegidos y aunque<br />

no será vitalicio, podrá votar.<br />

La nueva presidenta del país por<br />

dos meses será Alicia Pucheta de<br />

Correa (foto), quien además de vicepresidenta,<br />

era magistrada de la<br />

Corte Suprema de Justicia. Y, ¿qué<br />

creen? Doña Alicia fue la jueza que<br />

dirimió para que Cartes pudiera ser<br />

candidato a senador a pesar de que<br />

ejercía la jefatura del Estado. Pues<br />

ahora recibe su premio y se convierte<br />

en la primera Presidenta en la historia<br />

de ese país. Vaya manera...<br />

EL FENÓMENO DUQUE<br />

Iván Duque podría ser el próximo<br />

presidente de Colombia. Si logra<br />

ganarle a Gustavo Petro en junio, su<br />

mentor, el expresidente Álvaro Uribe,<br />

volverá a probar que es el fenómeno<br />

político nacional de las últimas<br />

décadas.<br />

En 2014, Duque era un total desconocido.<br />

Uribe lo invitó a ser candidato<br />

al Senado y lo sentó a su lado.<br />

En estos cuatro años se transformó<br />

en su asesor internacional. Duque<br />

aprovechó bien su paso por el<br />

Banco Interamericano de Desarrollo<br />

y la Organización de las Naciones<br />

Unidas.<br />

Cuando se planteó la candidatura<br />

a la Presidencia, Duque se anotó<br />

en la lista. Derrotó, con el pulso de<br />

Uribe, a viejas figuras del partido<br />

como Zuluaga, Holmes y Valencia.<br />

En las interpartidarias obtuvo más<br />

de 4 millones de votos, este domingo<br />

27, les sumó 3 millones más. Muchos<br />

creen que sólo fue un traspaso<br />

de respaldo al estilo del padre al<br />

hijo. Los análisis dicen que no. Duque<br />

fue más lejos. su falta de trayectoria,<br />

lo puso en un lugar invulnerable,<br />

inmune a las críticas. Su juventud<br />

lo colocó en la ruta de la renovación<br />

y sus posiciones ultraconservadoras<br />

le dieron aliados inesperados<br />

en las filas religiosas.<br />

¿Será que le alcanza para llegar al<br />

Palacio de Nariño?


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

Salida al mar<br />

Ningún Mundial como el nuestro<br />

l “En los mundiales, la pasión del fanático boliviano es una botella que<br />

se lanza a ese mar que no tenemos”, escribe Gabriel Mamani.<br />

9<br />

ideas<br />

Gabriel<br />

Mamani<br />

Magne<br />

E s c r i to r<br />

“...en el<br />

fondo, aunque<br />

no nos<br />

guste, los<br />

bolivianos<br />

somos eso:<br />

unos llokallas<br />

de costras<br />

peladas<br />

que miran<br />

casi babeando<br />

las<br />

jugadas que<br />

el jailón<br />

Brasil y la<br />

jailonísima<br />

Alemania<br />

exhiben en<br />

nuestros<br />

televiso -<br />

res ”.<br />

En cuatro años suceden<br />

muchas cosas: acabas<br />

una carrera, tu hijo pasa<br />

de los pañales a los calzoncillos,<br />

una promesa del fútbol<br />

se convierte en estrella, algunos<br />

gobiernos dejan el poder<br />

(solo algunos), etcétera.<br />

De un mundial al otro hay tanta<br />

vida, pero el latido futbolero<br />

sigue una cronología diferente al<br />

de la vida fuera de la cancha. Entre<br />

una Copa y la siguiente haces<br />

un hijo o un doctorado. Sin embargo,<br />

para el niño interno que<br />

soñó con ser como Batistuta no<br />

hay paternidad mayor que aquella<br />

del 7 a 1, ni diploma que importe<br />

más que la figurita de MesutÖzil.<br />

Es como contener la respiración:<br />

inhalé en 2014 y solo<br />

exhalaré cuando la Telstar 18<br />

ruede en el Olímpico Luzhnikí.<br />

A nosotros, el Mundial nos llega<br />

junto con el invierno. Menuda<br />

época para ser freelance. La gélida<br />

La Paz me hace sentir como en<br />

la tierra de Tolstoi. Y el Illimani,<br />

espalda ubicua, canoso padre,<br />

pero folklórico, bien podría hacerse<br />

pasar por el miembro más<br />

digno de los Urales.<br />

Tengo el frío. Televisión por cable.<br />

Frazadas. Un niño que cuidar.<br />

Y ningún biométrico me espera.<br />

Ser boliviano y amar los mundiales<br />

parece una contradicción<br />

hasta biológica. Para nosotros,<br />

mirar la Copa es como puertear<br />

en las afueras del Siles o del Teatro<br />

al aire libre. Ningún gol será<br />

realmente nuestro. Nos emocionaremos<br />

con las jugadas de<br />

Mbappé o Messi, pero la gloria<br />

será para otros.<br />

Patrias postizas: durante<br />

treinta días, somos brasileños o<br />

argentinos, alemanes o portugueses,<br />

belgas o uruguayos o, he<br />

aquí lo que el increíble Salah logra,<br />

egipcios.<br />

Ser boliviano es comprar el álbum<br />

de Panini y ver que nadie en<br />

las figuritas, salvo algún mexica,<br />

se parece a vos.<br />

Nada de eso importa realmente.<br />

Quien puertea en un concierto<br />

de rock puede alucinar más<br />

que el jailón al que mami le ha pagado<br />

una entrada VIP.<br />

Porque, en el fondo, aunque no<br />

nos guste, los bolivianos somos<br />

eso: unos llokallas de costras peladas<br />

que miran casi babeando<br />

las jugadas que el jailón Brasil y la<br />

jailonísima Alemania exhiben en<br />

nuestros televisores.<br />

Poco importa, lo repito. Nuestra<br />

realidad nos sitúa en los márgenes<br />

del fútbol, pero no fuera de<br />

él. Conozco Sudamérica, una<br />

porción de ella, y puedo decir<br />

que ni siquiera en la pentacampeona<br />

Brasil vi más intelectuales<br />

del fútbol que en la unimundialista<br />

Bolivia.<br />

Nuestra pasión es desprendida.<br />

Pide poco. De hecho, nada: si Neymar<br />

se corona campeón, agradecerá<br />

a deus y al pueblo brasileño.<br />

No a los bolivianos que lo idolatran<br />

desde sus tiempos de enfant terrible<br />

tropical, cuando lucía un<br />

peinado a lo Pájaro Loco y guiaba<br />

una goleada de ocho pepinos.<br />

La pasión futbolera tiene una<br />

vocación de búmeran: el hincha,<br />

incluso el hincha más incondicional<br />

gasta sus cánticos con la<br />

inocultable intención de que estos<br />

retornen en forma de trofeos.<br />

En los mundiales, la pasión del<br />

fanático boliviano es una botella<br />

que se lanza a ese mar que no tenemos.<br />

Llegará a una orilla en la<br />

que a lo mejor se hable otro idioma,<br />

pero llegará.<br />

Mis botellas en Rusia 2018 ostentarán<br />

los ribetes de Francia,<br />

Alemania y Perú. Cuando era niño,<br />

la cuestión era más binaria: o<br />

te gustaba Brasil o te gustaba Argentina.<br />

Si escogías Brasil, se suponía<br />

que eras táctico, gambeteador,<br />

incluso buen tipo; si escogías<br />

lo segundo, algo de arrogante<br />

debía de haber en vos, mucha<br />

garra, orgullo gaucho. Siempre<br />

escogía Argentina. No por<br />

jactancioso ni por la tan relamida<br />

mitología rioplatense, sino<br />

porque en esa selección jugaba<br />

mi ídolo, mi tocayo: Gabriel<br />

Omar Batistuta.<br />

Ab e c o r<br />

Ser argentino era difícil. Y, al<br />

parecer, todavía lo es: nunca los<br />

vi campeonar, ni siquiera con<br />

Messi, que le inyecta a la camiseta<br />

una poesía límpida y una humildad<br />

que deroga todos los est<br />

e re o t i p o s .<br />

Como dije, este Mundial seguiré<br />

con atención a tres selecciones.<br />

De Francia me gusta todo<br />

eso que a Le Pen debe dolerle: lo<br />

migrante de su alineación:<br />

Mbappé, Dembelé, Pogba. Hijos<br />

de africanos, estos jóvenes dialogan<br />

en la cancha como si se conociesen<br />

de toda la vida. Dembelé y<br />

Mbappé son magia pura. Osados,<br />

escurridizos. No por nada,<br />

al del PSG lo han apodado con un<br />

nombre de tortuga ninja: Donate -<br />

ll o. Paul Pogba, por su parte, es la<br />

voz de la razón. Si Mbappé es un<br />

Donatello de ficción, el del Manchester<br />

United es el Donatello<br />

del Renacimiento: mira el campo<br />

de juego como quien mira un<br />

bloque de mármol intacto y su<br />

arte consiste en cavilar igual que<br />

un escultor antes de cincelar con<br />

el martillo: soberbia caricia.<br />

A Alemania la sigo desde antes<br />

que se pusiera de moda. Gracias<br />

al Borussia Dortmund, siempre<br />

he pensado que la Bundesliga es<br />

más placentera que la liga española.<br />

Ya en mi PlayStation 2, allá<br />

por 2013, me gustaba escoger la<br />

camiseta alterna de la Mannschaft<br />

–verde floresta– y alinear<br />

un hexágono que siempre daba<br />

resultado: Khedira, Özil, Gundogan,<br />

Müller, Reus, Klose. Bien<br />

pensado, lo de los alemanes más<br />

parece un equipo de futbolín.<br />

Son tan organizados, que difícilmente<br />

un jugador pierde la línea.<br />

Esa rigurosidad les significó una<br />

casi capota en el Mineirãoen 2014,<br />

y cómo la celebré: miré el juego<br />

con mis amigos en el cine de la<br />

Casa de la Cultura y luego bebimos<br />

como si estuviésemos en<br />

Oktoberfest .<br />

Finalmente, Perú. Los veo desde<br />

que Gareca asumió la dirección<br />

técnica y a partir de entonces<br />

no han hecho otra cosa que<br />

tapar bocas. Con o sin Guerrero,<br />

con o sin los puntos que la FIFA le<br />

arrebató a Bolivia, los mediocampistas<br />

y atacantes peruanos<br />

remiten a veces a lo que España<br />

logró en su tiempo y Chile hasta<br />

hace muy poco. Tiquitaca incaico,<br />

diciendo. Ese segundo gol<br />

que le hicieron en marzo a la<br />

Croacia de Rakitic y Modric –ta -<br />

conazo de Carrillo a Trauco, incursión<br />

de Farfán, definición de<br />

F l o re s –despierta pulsiones que<br />

nuestros vecinos consideraban<br />

enterradas desde la llegada de<br />

P i z a r ro.<br />

Así que la gloria es esto, me<br />

dijo emocionado un colega limeño.<br />

Bonita época para que los bolivianos<br />

nos sintamos altoperuanos<br />

de nuevo, le respondí. Al final<br />

de cuentas fuimos parte del<br />

mismo imperio, dijo él.<br />

La misma vaina.<br />

Mismos anhelos.


ideas<br />

10 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

Po l í t<br />

Si nos comparamos co<br />

¿no deberíamos fina<br />

l El financiamiento de los partidos políticos en el país debiera ser transpar<br />

de control estricto de gastos de partidos, señala el autor, quien con<br />

Hace un tiempo acólitos<br />

del partido de gobierno<br />

empezaron la comparación<br />

-en tono de justificación-<br />

entre Bolivia y Alemania.<br />

Morales a través de su cuenta de<br />

Twitter felicitó a la canciller alemana<br />

por una cuarta reelección,<br />

haciendo una referencia a sus propios<br />

planes: “Sinceras felicitaciones<br />

a la canciller alemana, Angela<br />

Merkel, reelecta democráticamente<br />

por cuarta vez consecutiva<br />

por su pueblo soberano”y agregó<br />

en una segunda publicación:<br />

“Pueblos son sabios, reelección<br />

garantiza continuidad de proyectos<br />

a mediano y largo plazo”.<br />

Alemania, “referencia de desarrollo<br />

en el mundo”. Pero ¿es posible<br />

comparar los regímenes de<br />

ambos países? Difícil, pues sus<br />

sistemas políticos son muy distintos,<br />

siendo Alemania parlamentarista<br />

mientras Bolivia tiene<br />

un sistema presidencialista.<br />

No es plausible para nadie que<br />

lo piense seriamente imaginar al<br />

gobierno alemán desconociendo<br />

un referéndum vinculante,<br />

menos aún con la argucia de alegar<br />

que la repostulación es un<br />

derecho humano.<br />

Una democracia plena<br />

Para considerar una democracia<br />

plena existen varios aspectos<br />

a tomar en cuenta además del derecho<br />

de los ciudadanos al voto.<br />

Las fuerzas políticas que aspiran<br />

al poder en un sistema democrático<br />

saludable y pleno deben<br />

competir -más o menos- en<br />

igualdad de oportunidades.<br />

Para que las fuerzas políticas<br />

que representan a la sociedad<br />

puedan competir en igualdad de<br />

oportunidades algo muy importante<br />

aunque poco considerado<br />

es el financiamiento público de<br />

los partidos. En Bolivia el financiamiento<br />

estatal de partidos<br />

políticos, agrupaciones ciudadanas<br />

y pueblos indígenas se<br />

abolió mediante la Ley 3925 del<br />

año 2008, esos recursos se destinaron<br />

en cambio al Fondo Nacional<br />

de Solidaridad y Equidad<br />

a favor de los discapacitados.<br />

En el momento de aprobada la<br />

ley los argumentos del partido<br />

de gobierno parecían loables, es<br />

decir, nadie creía que los desprestigiados<br />

y “desgraciados políticos”<br />

debían continuar recibiendo<br />

dinero público, incluso<br />

Hernán<br />

Sarmiento C<br />

Po l i t ó l o g o<br />

“Con el<br />

caudillismo<br />

siempre<br />

i m p e ra n te<br />

por un lado<br />

tenemos a<br />

M o ra l e s . . .<br />

en campaña<br />

permanen -<br />

te, con todos<br />

los recursos<br />

del<br />

Estado a su<br />

disposi -<br />

c i ó n”.<br />

era un acto de justicia otorgar esos<br />

recursos a los hermanos con discapacidad<br />

¿cierto?<br />

Transparentar el financiamiento<br />

El cese de financiamiento conlleva<br />

un serio problema que no se ha<br />

considerado profundamente. Al<br />

no contar los partidos con financiamiento<br />

es difícil tener una idea<br />

muy clara de quien pone los billetes<br />

para la acción política, y esto es<br />

fundamental, pues como dice el refrán<br />

“con la plata baila el mono”.<br />

Vemos en Bolivia que la sociedad<br />

“no corporativizada”tiene escazas<br />

oportunidades de ser más o menos<br />

representada. Con el caudillismo<br />

siempre imperante por un lado tenemos<br />

a Morales, el alcalde-presidente<br />

y en campaña permanente,<br />

con todos los recursos del Estado a<br />

su disposición y que usa sin el menor<br />

pudor, algunos han estimado<br />

que el gasto -solo en difusión- de<br />

propaganda gubernamental supera<br />

los 600 millones de dólares al año.<br />

Al frente están los representantes<br />

del gran capital, llámense Samuel<br />

Doria Medina-Rubén Costas, o<br />

quienes han ejercido la función pública<br />

en niveles sub nacionales por<br />

un largo tiempo como Luis Revilla<br />

-Percy Fernández. Saben bien los<br />

funcionarios públicos de todos los<br />

niveles del Estado cuánto del dinero<br />

que ganan cada mes va a las arcas<br />

de sus partidos, en un aporte “vo -<br />

l u n t a r i o”pero obligatorio.<br />

Por su parte el ciudadano de a<br />

pie-minibús casi no tiene opción de<br />

ser representado en un partido, ninguna<br />

iniciativa política libre de condicionamiento<br />

podría florecer sin<br />

dinero, al menos no como para tener<br />

alcance nacional. ¿Pero entonces,<br />

qué pasa en Alemania con el financiamiento<br />

público de partidos?<br />

El caso alemán<br />

En la democracia representativa<br />

alemana, se considera a los partidos,<br />

mediadores indispensables<br />

entre población y Estado. Por lo<br />

tanto, es importante garantizar<br />

que las partes tengan los recursos<br />

financieros necesarios para realizar<br />

sus tareas. Si tuvieran que depender<br />

exclusivamente de fuentes<br />

de financiación social, como las<br />

cuotas de membresía y las donaciones,<br />

existiría el peligro de favorecer<br />

a aquellas partes que tienden<br />

a tener ventajas económicas o a representar<br />

puestos económicos o<br />

e m p re s a r i a l e s .<br />

Por otro lado, sus competidores,


t i c a<br />

Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

n Alemania, entonces<br />

anciar los partidos?<br />

11<br />

ideas<br />

rente. Es necesario restaurar mecanismos de financiamiento, pero también<br />

nsidera que el tema debería estar en la agenda del debate público.<br />

que están más comprometidos con<br />

los intereses de las comunidades<br />

desfavorecidas, sufrirían considerables<br />

desventajas competitivas.<br />

Si las partes no pierden su carácter<br />

social, y están enraizadas en las organizaciones<br />

populares y no mutan<br />

a los órganos estatales, pueden<br />

acceder a un financiamiento de<br />

fondos públicos, luego de comprobar<br />

que este financiamiento no es<br />

la única fuente de ingresos.<br />

La seguridad financiera del funcionamiento<br />

de los partidos políticos<br />

debe consistir en un equilibrio<br />

entre el uso de los recursos públicos<br />

y sociales para garantizar la independencia<br />

de las partes del Estado.<br />

La “capacidad de funcionam<br />

i e n t o” y“libertad del Estado”<br />

son los principios constitucionales<br />

más importantes a tomar en<br />

Ab e c o r<br />

cuenta para el diseño de financiación<br />

de un partido político.<br />

Se complementan con los principios<br />

de igualdad de oportunidades<br />

y transparencia. La igualdad de<br />

oportunidad refiere a que no debe<br />

ser un tipo particular de partido,<br />

por ejemplo, los partidos con una<br />

base de membresía tradicionalmente<br />

alta, que favorece a unos sobre<br />

otros, ya que acceden a menos<br />

cuotas de membresía y, por lo tanto,<br />

son más dependientes de las<br />

donaciones. El principio de igualdad<br />

de oportunidades está respaldado<br />

por el requisito de transparencia,<br />

que está consagrado en el<br />

artículo 21 de la Constitución de<br />

Alemania. Las partes deben dar<br />

cuenta pública del origen y uso de<br />

sus fondos y sus activos. A través<br />

de los informes anuales que se presentarán<br />

al público, se puede acceder<br />

a la información de quién patrocina<br />

a los diferentes partidos.<br />

El fundamento principal para<br />

otorgar los fondos estatales a partidos<br />

políticos, reside en su inherencia<br />

a la sociedad. Esto se mide<br />

por el éxito electoral de los partidos<br />

en las elecciones federales, estatales<br />

y europeas y por el alcance<br />

de las cuotas de afiliación y las donaciones<br />

de personas físicas. Esto<br />

se refleja en el hecho de que el subsidio<br />

estatal respectivo está vinculado<br />

al número de votantes. Los<br />

beneficiarios son todos los partidos<br />

que han ganado al menos un<br />

0,5 por ciento de los votos en cada<br />

una de las últimas elecciones al<br />

Bundestag y al Parlamento Europeo,<br />

y el 1 por ciento en las elecciones<br />

estatales. En 2017, hubo un total<br />

de 20 partidos. Cada año, reciben<br />

0,83 euros por voto válido.<br />

Durante los primeros cuatro millones<br />

de votos, esta cantidad aumenta<br />

a 1,00 euro, lo que debería<br />

compensar las desventajas competitivas<br />

para aquellos partidos que<br />

no están representadas en el parlamento.<br />

Adicional a la cuota por el<br />

éxito electoral, existe una subvención<br />

de contribución y donación:<br />

Por cada euro de cuotas de membresía<br />

y por euro donado, las partes<br />

reciben un subsidio estatal de<br />

0.45 euros, esto solo se aplica a las<br />

donaciones de personas físicas de<br />

hasta una donación anual de 3.300<br />

euros por persona.<br />

Esta cantidad también marca el<br />

límite de descuento de impuestos<br />

para las cuotas de membresía y las<br />

donaciones privadas de 3.300 euros<br />

por persona y por año. Las donaciones<br />

corporativas (de empresas,<br />

asociaciones, etc.) no pueden<br />

ser desgravadas a efectos fiscales, y<br />

las donaciones de empresas del<br />

sector público están prohibidas.<br />

Las disposiciones mencionadas<br />

anteriormente sirven para salvaguardar<br />

el funcionamiento de los<br />

partidos políticos, su independencia<br />

del estado y su igualdad de<br />

oportunidades. El principio de<br />

transparencia también debería<br />

rendir cuentas en la nueva Ley de<br />

Partidos Políticos. Por ejemplo, las<br />

personas y las empresas deben ser<br />

nombradas públicamente si donan<br />

más de 10.000 euros.<br />

Se prohíben las donaciones en<br />

cuotas y las donaciones en efectivo<br />

de más de 1.000 euros. Además de<br />

estos requisitos de divulgación,<br />

“...si<br />

nos comparamos<br />

con<br />

Alemania<br />

¿no deberíamos<br />

financiar<br />

a<br />

los partidos<br />

políticos?<br />

La tendencia<br />

autoritaria<br />

del<br />

G obierno<br />

es un buen<br />

a r g u m e n to<br />

en sí mismo<br />

para restaurar<br />

mecanismos<br />

de<br />

financia -<br />

miento, pero<br />

también<br />

de control<br />

estricto de<br />

gastos de<br />

par tidos”.<br />

existen diversas opciones de<br />

sanción. En la práctica de donación<br />

ilegal, las penas de prisión<br />

de hasta tres años son posibles<br />

para los responsables en todos<br />

los niveles del partido. Si una<br />

parte presenta un estado de<br />

cuenta que no cumple con las<br />

disposiciones de la Ley de Partidos<br />

Políticos, pierde el derecho a<br />

la financiación estatal parcial<br />

para ese año.<br />

Y: si las donaciones se obtienen<br />

ilegalmente o no se enumeran<br />

adecuadamente en la rendición<br />

de cuentas, el partido interesado<br />

pierde el derecho a declarar los<br />

fondos por la cantidad de estas<br />

donaciones. Además, debe pagar<br />

una cantidad igual a las donaciones<br />

obtenidas ilegalmente<br />

al Presidente del Bundestag. Los<br />

flujos de retorno correspondientes<br />

se envían a organizaciones<br />

benéficas.<br />

Competencia en igualdad<br />

Como vimos, el financiamiento<br />

público es importante para garantizar<br />

la competencia en igualdad<br />

de oportunidades y también<br />

la independencia del Estado.<br />

Entonces, si nos comparamos<br />

con Alemania ¿no deberíamos financiar<br />

a los partidos políticos?<br />

La tendencia autoritaria del Gobierno<br />

es un buen argumento en<br />

sí mismo para restaurar mecanismos<br />

de financiamiento, pero<br />

también de control estricto de<br />

gastos de partidos. Este es un tema<br />

excluido del debate público,<br />

evidentemente no es un tema popular,<br />

pero es en todo caso muy<br />

n e c e s a r i o.<br />

El costarricense Óscar Arias,<br />

Premio Nobel de la paz advertía<br />

como un régimen puede subvertir<br />

la democracia usando en principio<br />

la misma democracia, algo a<br />

tener en cuenta: “no se debe confundir<br />

el origen democrático de<br />

un régimen con el funcionamiento<br />

democrático del Estado. Hay<br />

en nuestra región gobiernos que<br />

se valen de los resultados electorales<br />

para justificar su deseo de<br />

restringir libertades individuales<br />

y perseguir a sus adversarios. Se<br />

valen de un mecanismo democrático,<br />

para subvertir las bases de la<br />

democracia. Un verdadero demócrata,<br />

si no tiene oposición,<br />

debe crearla. Demuestra su éxito<br />

en los frutos de su trabajo, y no en<br />

el producto de sus represalias”.


12 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

¿Son invisibles los poetas<br />

de raza negra?<br />

l Desde los “poetas de la negritud”, los escritores afroamericanos y afroeuropeos<br />

han ganado visibilidad aunque siguen siendo unos desconocidos.<br />

Po e s í a<br />

R i c a rd o<br />

B e l l ve s e r<br />

E s c r i to r<br />

“Auto -<br />

res y autoras<br />

de raza<br />

negra que<br />

han sido silenciados,<br />

ningunea -<br />

dos o desdeñados<br />

por la tradición<br />

ortodoxa<br />

de la<br />

literatura ,<br />

cuyos estudiosos<br />

no le<br />

ha concedido<br />

ni un<br />

instante de<br />

aliento cultural<br />

”.<br />

Hace tiempo que quería<br />

escribir sobre Ríos ancestrales.<br />

Poesía afroamericana<br />

contemporánea, un monográfico<br />

de la revista Ánfora Nova.<br />

Revista Literaria que se edita en<br />

Rute, Córdoba, España, (nº<br />

109-110) y no lo había hecho por la<br />

dificultad que supone hablar de<br />

autores que nadie o muy pocos conocen,<br />

autores y autoras de raza<br />

negra que han sido silenciados,<br />

ninguneados o desdeñados por la<br />

tradición ortodoxa de la literatura,<br />

cuyos estudiosos no le ha concedido<br />

ni un instante de aliento<br />

cultural .<br />

Esto es así hasta el extremo de<br />

que “sistemáticamente se les haya<br />

negado el acceso a la educación,<br />

sobre todo durante la época<br />

de la esclavitud, cuando se les<br />

castigaba duramente si aprendían<br />

a leer o escribir”, como nos<br />

recuerda el autor del prólogo, la<br />

selección y las notas de esta edición,<br />

Juan Ignacio Guijarro.<br />

Pero si hoy lo hago es porque<br />

no se me imponga el prurito de<br />

temer que hablo de autores desconocidos<br />

a la calidad de sus trabajos,<br />

pues eso me haría cómplice<br />

de una nueva marginación: no<br />

hablar de autores que por razones<br />

indecentes no se habla.<br />

El asunto ha venido precedido<br />

de algunas antologías imprescindibles,<br />

como las que abrieron<br />

la lata de estas esencias y nos dieron<br />

a conocer a “Los poetas de la<br />

negritud” que eran, principalmente,<br />

escritores y poetas francófonos,<br />

muchos de los cuales<br />

habían estudiado en París, e incluso<br />

habían ejercido la docencia<br />

en Universidades francesas.<br />

Aquel movimiento, del que destacaron<br />

el senegalés Léopold Sedar<br />

Senghor, el martiniqués Aimé<br />

Césaire o el malgache Jacques<br />

Rebemananjara, por citar a tres<br />

imprescindibles, tuvo una vida<br />

corta y se autodestruyó a finales<br />

de los años sesenta del siglo pasado,<br />

porque muchos consideraron<br />

que la palabra “negritud”<br />

era, en sí misma, racista. Se hizo<br />

muy popular una sentencia del<br />

fino poeta y novelista Wole Soyinka,<br />

premio Nobel de Literatura<br />

1986, quien advirtió: “el tigre<br />

no declara su tigritud. Salta<br />

sobre su presa”, con lo que se incorporaba<br />

al sector, digámoslo<br />

así, agresivo y reivindicativo del<br />

movimiento y reclamaba que todos<br />

se comprometieran más.<br />

No opinaba así Joan Paul Sartre,<br />

quien en su preámbulo a la Antolo -<br />

gía de la nueva poesía negra indicó<br />

que este movimiento, el de la negritud,<br />

era “un momento de paso<br />

y no un término”, dicho con otras<br />

palabras “un medio y no un fin”,<br />

aparte de que, para el filósofo<br />

existencialista “negritud es la negación<br />

de la negación del hombre<br />

negro”. A partir de ese momento<br />

el movimiento, si es que podemos<br />

llamarlo así, adquirió media docena<br />

de nombres, rótulos y etiquetas<br />

o se incorporó al caudal<br />

general “Black lives matter”,<br />

“Black arts movement”, etc.<br />

De todas estas antologías, Vo -<br />

ces africanas, fue la que tuvo mayor<br />

resonancia, tanto por los 21<br />

nombres escogidos, todos ellos<br />

escritores de la segunda mitad<br />

del siglo XX, del Camerún, Costa<br />

de Marfil, Senegal, etc. donde<br />

se reivindicaba no sólo a los autores<br />

francófonos, sino también<br />

a escritores negros en inglés como<br />

Langston Hugues o Claude<br />

MacKay o en español como Nicolás<br />

Guillén o Manuel de Cab<br />

ra l .<br />

La selección que Juan Ignacio<br />

Guijarro ha hecho para la revista<br />

Ánfora Nova, con traducción de<br />

Juan Ignacio Guijarro, es una colección<br />

breve pero muy acertada,<br />

se centra en escritores en<br />

lengua inglesa, recorre todo el<br />

siglo XX, y selecciona a cuatro<br />

mujeres y tres hombres. Empieza<br />

con Claude McKey<br />

(1889-1948) que viene a ser el patriarca.<br />

Es un poeta oriundo de<br />

Jamaica, autor de uno de los<br />

poemas inexcusables al hablar<br />

de la poesía negra, el soneto Si<br />

hemos de morir modelo de poesía<br />

militante, “Si hemos de morir,<br />

que no sea como cerdos / perseguidos<br />

y acorralados en un lugar<br />

infame, / rodeados de la rabiosa<br />

y hambrienta jauría / que se burla<br />

de nuestra suerte adversa”,<br />

que acaba de un modo estremecedor<br />

“¿Qué importa que ante<br />

nosotros se encuentre la tumba<br />

abierta? / Como hombres hagamos<br />

frente a esa horda cobarde y<br />

asesina, / ¡Contra la pared, a<br />

punto de morir, pero luchando!”,<br />

no sabía que muchos años<br />

después asesinarían a Luther<br />

King de esta manera.<br />

Le sigue, cronológicamente,<br />

Langston Hughes (1902-1967),<br />

de nuevo un autor de referencia<br />

en lo que se refiere a los posicionamientos<br />

de izquierda –iz -<br />

quierda según un modelo norteamericano–<br />

y uno de los primeros<br />

y más intensos escritores<br />

que vinculan la poesía hecha por<br />

ciudadanos afroamericanos con<br />

el jazz, el soul, el blues, la música<br />

negra y marginal que terminará<br />

por condicionar todos los géneros<br />

musicales hijos del jazz, la<br />

marginación, el góspel y la queja,<br />

y Amiri Baraka (1934-2014), estéticamente<br />

vinculado a la generación<br />

Beat y portavoz del Black<br />

Arts Movement.<br />

Le siguen cuatro mujeres, cada<br />

una con una energía diferente,<br />

Audre Lourde (1934-1992) que<br />

fue capaz de definirse como “ne -<br />

gra, lesbiana, madre, guerrera y<br />

poeta”, con lo que se situó en el<br />

centro de las tres corrientes envenenadas<br />

mas definitorias del<br />

siglo XX, racismo, sexismo y xenofobia,<br />

pilares de su obra. Nikki<br />

Guiovanni (1943), poeta racial<br />

y de denuncia de la realidad<br />

norteamericana infectada de racismo,<br />

Lucille Clifton<br />

(1943-2010), quien aunque estuvo<br />

varias veces nominada al Pulitzer<br />

no lo consiguió, “tu sabes<br />

que las mentiras más tristes / son<br />

las que nos contamos nosotros<br />

mismos / (…) tú sabes lo peligroso<br />

que es / tener la piel oscura”,y<br />

la imprescindible Tracy K. Smith<br />

(1972), reciente premio Pulitzer<br />

de poesía 2012 y probablemente<br />

la nueva voz afroamericana más<br />

interesante del momento y con<br />

mayor futuro, “Siempre hay un<br />

camino, / el mar, pelo oscuro, dolor.<br />

/ Siempre una pregunta”.<br />

Aún así cinco poetas de raza negra<br />

han obtenido el Nobel de Literatura,<br />

Wole Soyinka en 1986, Nadine<br />

Gordimes en 1991, JM Coetzee<br />

en 2003, Derek Walcott en 1992<br />

y una mujer, Toni Morrison.


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

13<br />

Era 1998: el premio que<br />

alguna vez sirvió de algo<br />

Wilmer<br />

U r re l o<br />

E s c r i to r<br />

“En<br />

2018 ya serán<br />

20 años<br />

del Nacional<br />

de Novela.<br />

20<br />

años de novelas<br />

importantes<br />

y<br />

otras no<br />

tanto, y<br />

otras que ni<br />

siquiera recordamos<br />

.<br />

Ese no es el<br />

problema .<br />

El problema,<br />

creo, es<br />

que ya dio<br />

de sí, ya no<br />

puede<br />

más”.<br />

l Urrelo opina que<br />

el Premio Nacional<br />

de Novela ha<br />

perdido su<br />

importancia y que<br />

ahora debe<br />

re c o b ra rl a .<br />

Chicuelo dice<br />

Era 1998 y el Chicuelo usaba<br />

lentes (como ahora),<br />

era extremadamente mal<br />

hablado (como ahora),<br />

quería ser escritor (como ahora) y<br />

andaba de acá para allá con una<br />

agilidad sospechosa (y no como<br />

ahora). Era 1998, decía: y nació el<br />

Premio Nacional de Novela, el<br />

cual iba a ser impreso por el sello<br />

Alfaguara y encima te iban a dar<br />

como 10.000 dólares. Era 1998 y<br />

eso (como ahora) era un montonazo<br />

de plata, Florecita Rockera, y<br />

uno que tiene el autoestima superdesarrollado<br />

jamás creía que podía<br />

terminar de escribir una novela.<br />

Decía que era 1998 y un amigo, a<br />

quien mencionaré en esta crónica<br />

como el Maldito Duende, me decía:<br />

—Voy a escribir una novela y la<br />

mando a este Premio y seguro gan<br />

o.<br />

Ja. Me reí. ¿No te das cuenta,<br />

menso, que este Premio es para<br />

gente ya experimentada, con alto<br />

vuelo literario, que está más<br />

allá de nosotros y nuestro limitado<br />

(mejor dicho: inexistente) talento<br />

novelístico? La cosa es que<br />

el Maldito Duende no escribió<br />

nada, ni yo tampoco. Al poco<br />

tiempo el primer resultado del<br />

Premio Nacional de Novela que<br />

—Que ganó el Gonzalo Lema<br />

–dice la Ovejita Literaria–, qué<br />

injusto puede ser el mundo, muchachos.<br />

Sí: todo el que perdió o el que<br />

no podía escribir una novela decente<br />

pensó eso. (De hecho, me<br />

daría cuenta más tarde, todas las<br />

personas que pierden piensan lo<br />

mismo). Luego el Premio ganó<br />

fuerza, se unieron más auspiciadores,<br />

ganó en expectativa y sobre<br />

todo se patentizó que acá en<br />

Bolivia podía sostenerse algo de<br />

estas características. Claro, había<br />

un antecedente muy importante:<br />

el Erich Guttentag. Diría<br />

un futbolero ilustrado: el Tahuichi<br />

de las letras bolivianas. Y pese<br />

al horror que me da que el<br />

Mundial esté tan cerca (¡Perú<br />

campeón!), pese a que tendremos<br />

que soportar muy pronto<br />

hablar de este deporte hasta la<br />

saciedad, lo que dice el futbolero<br />

ilustrado es cierto.<br />

Este Premio dio grandes novelas.<br />

Grandes apuestas literarias.<br />

Sin embargo, llegó 1998 y el Guttentag<br />

desapareció, y nació la<br />

certeza de que el recientemente<br />

creado Premio Nacional de Novela<br />

tenía larga vida, y la tuvo.<br />

Hasta ahora, pues en los últimos<br />

años se han posicionado con<br />

fuerza dos premios que jalan un<br />

montón de gente: el Plurinacional<br />

de Novela Marcelo Quiroga<br />

Santa Cruz, auspiciado por la Alcaldía<br />

de Cochabamba y el Premio<br />

Internacional de Novela Kipus,<br />

de la editorial del mismo<br />

n o m b re.<br />

En 2018 ya serán 20 años del<br />

Nacional de Novela. 20 años de<br />

novelas importantes y otras no<br />

tanto, y otras que ni siquiera recordamos.<br />

Ese no es el problema.<br />

El problema, creo, es que ya dio<br />

de sí, ya no puede más. Dio demasiado<br />

así como está ahora: escribes<br />

tu novelín, imprimes tres<br />

ejemplares, le das un beso de la<br />

buena suerte a cada uno de ellos<br />

y luego a esperar. Digo que ya dio<br />

de sí porque los otros dos premios<br />

ya son los protagonistas de<br />

esta teleserie: el Nacional de Novela<br />

pasó a un papel terciario, y a<br />

veces ni eso. Esto se patentiza en<br />

la cantidad de manuscritos que<br />

se presentan ahora: antes de la<br />

aparición de los premios mencionados<br />

había más de cien<br />

ejemplares y ahora con esfuerzo<br />

se llega a sobrepasar la mitad.<br />

Y no digo que las más recientes<br />

novelas premiadas sean un desastre,<br />

no, digo lo siguiente: es hora,<br />

estoy seguro, de pasar a otro estadio,<br />

a otro nivel. Señora ministra<br />

de Culturas que antes salía en la<br />

tele: esta es una propuesta para<br />

que el Premio Nacional de Novela<br />

vuelva a tener la importancia que<br />

tuvo en su momento; ministra de<br />

Culturas que cuando salía en la tele<br />

escuchaba a la gente del común:<br />

acá unos puntos para que el Premio<br />

evolucione, para que salga del<br />

estancamiento en el que se halla<br />

ahora :<br />

Primero y antes que nada: que<br />

el ministerio de Culturas pague<br />

el Premio en el acto de presentación<br />

de la novela ganadora y no<br />

después (este después no es una<br />

semana o dos, sino a veces meses<br />

de meses). ¿Cree que no nos enteramos<br />

que en muchas ocasiones<br />

se pagó el dinero mucho<br />

tiempo después? Entiendo el cerebro<br />

de los funcionarios públicos,<br />

aunque un carajazo bien<br />

puesto haría maravillas. (Y eso le<br />

compete sólo a usted).<br />

Segundo: que ya no se premie<br />

un manuscrito inédito, no, ya no,<br />

sino una novela ya publicada en<br />

el transcurso del año. Y que sea<br />

un Premio Nacional de Novela<br />

dado por designación. El jurado<br />

(otro favorcito: páguele a tiempo,<br />

no tarden tanto o no se hagan<br />

a los del otro viernes), el jurado,<br />

decía, deberá buscar las novelas<br />

con ayuda del ministerio y deberá<br />

dar el Premio a la que considere<br />

la mejor de ese año.<br />

Tercero: el dinero (ahora unos<br />

11.000 dólares, más o menos) puede<br />

ser repartido de la siguiente<br />

manera: una parte grande para el<br />

autor o autora y la otra restante<br />

para la editorial que invirtió en ese<br />

libro, muchas veces sabiendo que<br />

perderá recursos o que los recuperará<br />

en varios años.<br />

Cuarto: suba el importe del<br />

premio, dígale gracias por todo a<br />

las empresas privadas y a las embajadas,<br />

y que sea un premio meramente<br />

del Estado Plurinacional.<br />

¿No le da vergüenza estirar la<br />

mano cuando tenemos plata (según<br />

el presidente) hasta para pagar<br />

el doble aguinaldo? El Premio<br />

ya dio de sí, ya no puede estirarse<br />

más, se está muriendo de a poco,<br />

se está haciendo pedacitos, ministra<br />

de Culturas que antes salía<br />

en la tele. No ayude a que desaparezca,<br />

más bien colabore para<br />

que dé un brinco más allá de lo<br />

que se hizo hasta ahora.<br />

Esta nueva forma de enfocar el<br />

Premio sí viene a ser un reconocimiento<br />

para la novelística boliviana.<br />

¿No es injusto que novelas<br />

como Pronuncio un nombre hueco,<br />

de Cristina Zavalaga o Catre de fier<br />

ro , de Alison Spedding, hayan<br />

pasado sin ninguna clase de reconocimiento<br />

por parte del Estado?;<br />

ministra de Culturas que<br />

cuando salía en la tele parecía tener<br />

los pies en la tierra: mandar<br />

un manuscrito es fácil, cualquiera<br />

lo hace, pero publicar una novela<br />

(mediante una editorial<br />

equis o por el propio esfuerzo del<br />

autor o autora) es otra cosa; sí,<br />

también lo hace cualquiera, sin<br />

embargo la diferencia está en<br />

que las circunstancias son otras.<br />

Y me temo que estamos tirando<br />

la plata (cuando su ministerio<br />

paga a tiempo) sólo porque hay<br />

que cumplir con el calendario de<br />

actividades del ministerio y no<br />

por una verdadera política de incentivos<br />

a la creación cultural.<br />

Ministra de Culturas que ahora<br />

parece estar en las nubes y eso<br />

que antes salía en la tele: la decisión<br />

es suya, el carajazo es suyo<br />

(o debe salir de usted) para salvar<br />

el Premio Nacional de Novela<br />

de un merecido tercer lugar que<br />

la burocracia estatal se encargó<br />

de llevar, y hacer algo más o menos<br />

creativo. La literatura no salva<br />

a la gente de las drogas (muchas<br />

veces es lo contrario), pero<br />

tampoco lo hace el deporte. Ya<br />

son muchas canchitas, ministra<br />

de Culturas que cuando salía en<br />

la tele parecía tener las cosas claras,<br />

y que ojalá se rebele ante el<br />

Evo, que sea jodida como cuando<br />

salía en la tele: dígale al presidente,<br />

dame más plata para el<br />

Premio Nacional de Novela o no<br />

te vuelvo a dirigir la palabra en<br />

las reuniones del gabinete, ley<br />

del hielo, te juro; porque una cosa<br />

es el fútbol (semillero de adictos)<br />

y otra la novelística boliviana<br />

(semillero de adictos, sí, pero<br />

que hasta ahora es más conocida<br />

en el mundo que la selección nacional;<br />

ah, por cierto: ¡Perú campeón<br />

con Paolo Guerrero o sin<br />

él!). ¿Qué le costaría al Evo desprenderse<br />

de dos o tres canchitas<br />

de césped sintético al año si<br />

podemos hacer que el Premio<br />

Nacional de Novela vuelva a ser<br />

lo que fue en sus gloriosos años?<br />

Ministra de Culturas que ahora<br />

tiene un edecán que le carga las<br />

cosas y que antes sólo tenía un camarógrafo<br />

que no pagaba las salteñas<br />

de las 10 de la mañana y que<br />

usted siempre invitaba: está en<br />

sus manecitas hacer algo que quede<br />

como un punto alto en esta su<br />

triste y deslucida gestión porque<br />

del Dakar sólo se acuerda ese que<br />

parece Chuck Norris y el Quico (¿o<br />

era Chavo?) Salvatierra.<br />

¿Agarra la onda o explico todo<br />

de nuevo con la ayuda de títeres?<br />

Cambio y fuera.


14 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

A imagen y semejanza<br />

l Semejanzas. Esbozos biográficos de gente poco común es el título del más reciente libro de Juan<br />

Carlos Salazar del Barrio. Sobre este trabajo escribe el autor, quien define sus textos como<br />

percepciones, apuntes elaborados a imagen y semejanza de alguien.<br />

L i b ro s<br />

Juan<br />

Carlos<br />

Salazar del<br />

Barrio<br />

Pe r i o d i sta<br />

“El presente<br />

trabajo<br />

recoge<br />

las aproximaciones<br />

a<br />

la vida de<br />

una serie<br />

de personajes<br />

vinculados<br />

al autor<br />

por amistad,<br />

en la<br />

mayoría de<br />

los casos, o<br />

por simples<br />

relaciones<br />

profesiona -<br />

les”<br />

Según el Antiguo Testamento,<br />

Dios creó al hombre<br />

a su imagen y semejanza.<br />

Tomó polvo y le<br />

dio vida con su propio aliento,<br />

haciendo de él un ser singular, el<br />

único de la creación. Siendo el<br />

Creador espíritu, la semejanza<br />

no es física, sino espiritual. La<br />

representación de Adán nos permite<br />

intuir a Dios, no verlo.<br />

Creemos ver en la criatura al<br />

propio Creador, porque nadie se<br />

parece a sí mismo, sino a lo que<br />

representa. Desde otro punto de<br />

vista, como diría Friedrich Nietzsche,<br />

“el hombre, en su orgullo,<br />

creó a Dios a su imagen y semejanza”.<br />

El gran retratista mexicano<br />

Juan Soriano, citado por el escritor<br />

e historiador Enrique Krauze,<br />

dice que el retrato es un “re -<br />

lámpago de vida”, el fragmento<br />

de una existencia destinado a<br />

pervivir en el recuerdo. El propio<br />

Krauze sostiene que cada individuo<br />

es un “j e ro g l í f i c o”, cuyo significado<br />

puede ser descifrado,<br />

revelado e iluminado a través de<br />

esa serie de “re l á m p ago s ”que no<br />

son otra cosa que los componentes<br />

de toda biografía.<br />

Al igual que el retratista, el<br />

biógrafo traza bocetos, simples<br />

esbozos que buscan rescatar las<br />

apariencias que dejan esos destellos.<br />

En todo caso, el bosquejo<br />

siempre será, según su propia<br />

definición, una idea vaga, apenas<br />

preliminar, no concluida ni<br />

perfeccionada, de la persona esbozada.<br />

Según el dicho popular, “los<br />

hombres se pintan solos”. En<br />

realidad, no se pintan, los pintamos.<br />

Somos como nos ven, no como<br />

somos, ni siquiera como<br />

creemos ser. “¿Qué culpa tengo<br />

de parecerme a mí mismo?”, pregunta<br />

angustiado Felipito, el<br />

amigo de la popular Mafalda,<br />

preocupado no por la imagen<br />

que se ha forjado de sí mismo, sino<br />

por la que perciben de él sus<br />

compañeros de pandilla. “Soy lo<br />

que los demás ven, no lo que yo<br />

a n o t e”, decía a su vez el viejo<br />

anarquista argentino-tupiceño<br />

Liber Forti.<br />

Para el historiador Thomas<br />

Carlyle, la biografía es una suma<br />

de anécdotas, y la historia del<br />

mundo, el conjunto de biografías<br />

de los grandes hombres. Y de<br />

algunos que no lo son, según qué<br />

se entienda por gran hombre.<br />

Jorge Luis Borges no les daba<br />

mucha importancia. Con su conocida<br />

ironía, afirmaba que “son<br />

el ejercicio de la minucia, un abs<br />

u rd o”, y que “algunas constan<br />

exclusivamente de cambios de<br />

d o m i c i l i o”.<br />

La semblanza, uno de los géneros<br />

más atractivos del periodismo,<br />

requiere de un tono y un hilo<br />

conductor. Son las anécdotas,<br />

entendidas como sucesos circunstanciales,<br />

las que conforman<br />

el derrotero de esa gran crónica<br />

que es la vida, y es el entorno<br />

el que matiza y da sentido a esos<br />

pequeños acontecimientos.<br />

En todo caso, la semblanza no<br />

es una “historia de vida”, como<br />

se supone, ni siquiera un “per -<br />

fil”, sino una visión fugaz, la percepción<br />

del destello de una trayectoria,<br />

un trazo que apenas insinúa<br />

contornos y contextos, sin<br />

precisar facciones ni semblantes.<br />

No es, pues, una fotografía,<br />

sino apenas una apariencia.<br />

El destello imprime en la retina<br />

del observador la aureola que<br />

rodea a la silueta, pero oculta las<br />

sombras que la circundan.<br />

Muestra una imagen en blanco y<br />

negro, en la que -por contrasteresalta<br />

el positivo sobre el negativo.<br />

Siendo generosos, se puede<br />

decir que la brevedad de la “ex -<br />

p o s i c i ó n” –a propósito de la definición<br />

de Soriano- exime al bió-<br />

grafo de las lógicas omisiones y<br />

protege al biografiado de las inevitables<br />

distorsiones. Valga,<br />

pues, como advertencia.<br />

El presente trabajo recoge las<br />

aproximaciones a la vida de una<br />

serie de personajes vinculados al<br />

autor por amistad, en la mayoría<br />

de los casos, o por simples relaciones<br />

profesionales -en todo caso,<br />

circunstanciales-, en otros. En<br />

este sentido, tienen algo –o mucho-<br />

de autobiográficas, puesto<br />

que parten de la experiencia o las<br />

vivencias del cronista.<br />

Incluye también retazos de<br />

conversaciones, a manera de entrevistas,<br />

con el único propósito<br />

de mostrar al entrevistado a través<br />

de sus opiniones.<br />

La mayoría de los textos ha tenido<br />

una primera versión –resu -<br />

mida o con otro enfoque– en la<br />

Agencia de Noticias Fides<br />

(ANF), el quincenario Nueva<br />

Crónica y el diario Página Siete<br />

de La Paz, entre 2011 y 2016. Todos<br />

han sido ampliados y actualizados<br />

para la presente edición,<br />

pero mantienen las características<br />

propias del estilo periodístico.<br />

El humorista Paulovich (alias<br />

Alfonso Prudencio Claure) solía<br />

decir que el periodista “no nace<br />

ni se hace”, sino que “se deshac<br />

e”en su afán de escribir de manera<br />

clara, precisa, concisa, fluida<br />

y directa, en correcta aplicación<br />

de los manuales de estilo,<br />

más allá de toda pretensión literaria.<br />

Valga como segunda adver<br />

tencia.<br />

He tratado de ser breve, como<br />

me exigían mis editores y aconsejaba<br />

el entrañable Jorge Suárez<br />

(“en periodismo, menos es<br />

más”), pero no siempre lo he<br />

conseguido. Apelo, pues, a la indulgencia<br />

de los lectores ante el<br />

exceso de palabras.<br />

Los personajes no han sido elegidos<br />

al azar. La selección tiene<br />

que ver, como todo lo que ocurre<br />

en el periodismo, con la pertinencia<br />

noticiosa. Ha sido su fugaz<br />

asomo a la actualidad mediática,<br />

en algunos casos, o esa última<br />

anécdota vital que es la muerte,<br />

en otros, lo que ha llevado al<br />

memorioso a recuperar estos pedazos<br />

de vida, que tienen más<br />

sentido de testimonio que de homenaje.<br />

En todo caso, si tienen<br />

algo en común, es que son poco<br />

comunes.<br />

Antes que semblanzas, prefiero<br />

llamarlas apariencias –a sabiendas<br />

de que las apariencias (casi)<br />

siempre engañan–, porque simplemente<br />

son eso, percepciones,<br />

apuntes elaborados a imagen y<br />

semejanza de alguien.


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

15<br />

Con los ojos<br />

escrutadores de un gato<br />

l Carlos D. Mesa escribe sobre el libro de semblanzas S emejanzas..., del periodista<br />

Juan Carlos Salazar del Barrio que se presenta este 7 de junio en el auditorio de la<br />

biblioteca de la UCB, a la 19:00.<br />

Carlos D.<br />

Mesa<br />

Gisbert<br />

E x p re s i d e n te<br />

de Bolivia<br />

“Reta -<br />

zos perfectamente<br />

escogidos<br />

y<br />

n a r ra d o s<br />

que const<br />

r uye n<br />

nuestra vida<br />

colectiva.<br />

Líneas<br />

apasionan -<br />

tes y entretenidas,<br />

y<br />

aquí la palabra<br />

no tiene<br />

–como no<br />

puede ten<br />

e r–ningu -<br />

na sinonimia<br />

con superficiali<br />

-<br />

dad”.<br />

L i b ro s<br />

Un libro de semblanzas,<br />

aunque su título sea inteligente<br />

y sugestivo,<br />

puede ser una trampa,<br />

la de los fragmentos deshilvanados,<br />

la de pedazos inconclusos e<br />

insuficientes, la de lo efímero,<br />

una recopilación que interesa<br />

hoy y será olvido mañana.<br />

Juan Carlos Salazar del Barrio,<br />

G ato a efectos de su verdadera y<br />

única identificación, la que le<br />

han dado sus ojos únicos y escrutadores,<br />

asume el reto. Sabía de<br />

su vida porque como periodista<br />

que soy, escuché de él como referencia<br />

del buen hacer en los<br />

tiempos duros del trabajo que en<br />

Bolivia estuvo a salto de mata entre<br />

la “dictablanda” (como él<br />

prefiere calificar al gobierno democrático<br />

de René Barrientos) y<br />

la dictadura (ésta sí con todas<br />

sus letras) de Hugo Banzer.<br />

El G ato es parte de una generación<br />

de periodistas bolivianos<br />

de leyenda, entre los que se<br />

cuentan José Luis Alcázar, Ted<br />

Córdova, Humberto Vacaflor o<br />

Ana María Campero y es discípulo<br />

(¿preferido?) de ese maestro<br />

que se llama José Gramunt de<br />

Moragas (monárquico y más español<br />

que catalán, pero boliviano<br />

de vida). Le tocó como a tantos<br />

otros dejar, obligado, su tierra<br />

y hacerse fuera. En varios y<br />

exigentes destinos demostró de<br />

lo que era capaz en una profesión<br />

más que competitiva.<br />

Recién lo conocí de verás<br />

cuando se hizo cargo de la dirección<br />

valiente y comprometida de<br />

Página Siete, una voz que desafió<br />

el intento imposible del monólogo<br />

gubernamental del Presidente<br />

Morales basado en la hipótesis<br />

conocida y desgastada de la “he -<br />

gemonía imprescindible para el<br />

c a m b i o”. G ato llevaba entonces<br />

en la espalda, literalmente, una<br />

vida entera dedicada al periodismo,<br />

el de la redacción, la corresponsalía,<br />

la investigación, pero<br />

sobre todo aquel que recoge directamente<br />

los hechos, con un<br />

acontecimiento como emblema,<br />

la cobertura de la presencia de<br />

un mito viviente en el país, el Che<br />

y su guerrilla.<br />

Estas páginas, contra lo que<br />

supuse, se acercan a la totalización<br />

de un tiempo extraordinario,<br />

el que cubre la década más<br />

intensa del siglo XX (guerras<br />

aparte), la de los años sesenta y a<br />

partir de allí el intenso y turbulento<br />

periodo que culminó con la<br />

reconquista de la democracia en<br />

los albores de los años ochenta.<br />

Aunque algunas de las figuras escogidas<br />

nos traen hasta los días<br />

que corren.<br />

Cuando el G ato me dio los originales<br />

del libro y lo ojeé someramente,<br />

me pregunté si tenía sentido<br />

mezclar figuras bolivianas<br />

con otras internacionales y si esa<br />

mezcla no le haría un flaco favor a<br />

la coherencia de los protagonistas<br />

escogidos. Pero nuestro autor<br />

es un “toro corrido en muchas<br />

plazas”. Juan Rulfo, Manuel<br />

Leguineche, Gregorio Selser,<br />

César Menotti (quizás menos),<br />

Juan Pablo II, Gabo y Fidel Castro<br />

(¡cómo no!), tienen mucho<br />

que ver con las dos puntas de este<br />

texto su –si se me permiten las<br />

ex p re s i o n e s – bolivianidad y latinoamericanidad<br />

que, bien vistas,<br />

son una y la misma.<br />

¿Estilo?, es allí donde el autor<br />

combina la calidad narrativa, los<br />

hechos, el perfil humano de los<br />

personajes y la historia intensa<br />

que fluye detrás. El libro es un<br />

trasiego que hipnotiza de los<br />

momentos intensos y alucinantes<br />

de nuestro pasado a partir del<br />

pincel, no sólo de las pinceladas.<br />

Así, rompiendo moldes, G ato<br />

prescinde de las simetrías y las<br />

proporciones “justas” de cada<br />

texto, del orden “n a t u ra l ” de la<br />

c ro n o l o g í a .<br />

Cada personaje es un mundo<br />

diferente, a cada uno le corresponde<br />

una aproximación, una<br />

extensión, unas impresiones<br />

que pueden marcar mejor la naturaleza<br />

íntima del retratado.<br />

No hay reglas porque además las<br />

miradas son distintas ya que fueron<br />

escritas en diferentes momentos<br />

y contextos.<br />

G atodemuestra una vez más en<br />

estas páginas el gran parentesco<br />

y vinculación entre periodismo y<br />

literatura. La idea de los escritos<br />

a vuelapluma más próximos al<br />

periodismo, o la profundidad y<br />

la exigencia de “calidad”enten-<br />

dida como manejo de la lengua,<br />

la imagen y la metáfora, se van diluyendo<br />

ante la conciencia plena<br />

del autor de que atrapar al lector<br />

es un imperativo. Por momentos<br />

algunas semblanzas tienen un<br />

“lead”, aquel clásico principio<br />

de que las tres primeras líneas<br />

definen el éxito o el fracaso de un<br />

reportaje. Podríamos añadir que<br />

los subtítulos debajo de cada<br />

nombre cumplen también esa tarea.<br />

Y, por supuesto, está la inocultable<br />

proximidad emocional,<br />

aquella que marca la cercanía entrañable<br />

del conocimiento y de<br />

la amistad que les da a varios de<br />

los perfiles un toque de intensidad<br />

interior.<br />

“La comida como la pintura<br />

entra por los ojos”, Enrique Arnal.<br />

“Era un hombre que se parecía<br />

a sí mismo”, Rulfo. “No se van<br />

a atrever”, Marcelo Quiroga Santa<br />

Cruz. “El periodismo está acab<br />

a d o”, Leguineche (quizás no le<br />

faltaba razón al decirlo). “Le pedía<br />

(a Dios) que lo liberara del<br />

cáliz que estaba acabando con su<br />

v ida”, José María Bakovic. “Su<br />

muerte preanunciada al estilo<br />

del cine de Sam Peckinpah”, Luis<br />

Espinal…<br />

Hay textos en los que el G ato se<br />

entusiasma y se extiende, nos<br />

cuenta apasionado la historia de<br />

un libertario como Líber Forti y<br />

la ética de un anarquista; la de<br />

ese curioso espía que llegó del<br />

frío que era el Chino Sánchez y la<br />

odisea de la expulsión de Klaus<br />

Barbie; el surrealismo hecho vida<br />

del C a n a ll a Montesinos, el periodista<br />

y su desopilante “l i b ro<br />

Blanco de Lidia Gueiler”; el papel<br />

higiénico convertido en modelo<br />

de derecho por Reynaldo<br />

Peters; la mirada azorada de la<br />

entrañable Loyola Guzmán en su<br />

encuentro con el Che; el volcán<br />

incontenible llamado Filemón<br />

Escobar, hombre comprometido<br />

con su tierra hasta el dolor…<br />

Retazos perfectamente escogidos<br />

y narrados que construyen<br />

nuestra vida colectiva. Líneas<br />

apasionantes y entretenidas, y<br />

aquí la palabra no tiene –como<br />

no puede tener–ninguna sinonimia<br />

con superficialidad. Quien<br />

es capaz de atrapar al lector y entretenerlo,<br />

logra lo que cualquier<br />

escritor debe lograr: cautivar.<br />

En estas páginas compruebo<br />

además del periodista de pura<br />

raza el talento para reflejar una<br />

parte de lo que fuimos en varios<br />

de quienes tuvieron o tienen vidas<br />

dignas de ser contadas…y en<br />

este caso muy bien contadas.


16 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

Premio Nacional de Poesía<br />

Yolanda Bedregal, una reflexión<br />

l La autora escribe sobre el certamen de poesía más importante del país en el que<br />

fue premiado César Antezana por su poemario Masochistics.<br />

Po e s í a<br />

A l e j a n d ra<br />

E ch a z ú<br />

Conitzer<br />

Doctora en<br />

l i te ra t u ra<br />

“. . .e l<br />

poeta observa,<br />

percibe<br />

y recrea<br />

su entorno<br />

desde<br />

una mirada<br />

sensible<br />

a otros<br />

estímulos<br />

pero los entrega<br />

para<br />

que también<br />

nosotros<br />

podamos<br />

sentirlos…o<br />

vivirlos”.<br />

La poesía es esa generosa<br />

madre que acoge a todos<br />

sus hijos por igual, es ese<br />

espacio donde cabe la escritura<br />

épica y lírica junto al breve<br />

haiku japonés y el soneto rimado<br />

está con el caligrama o el<br />

antipoema; en su regazo conviven<br />

la manifestación colectiva y<br />

social hasta la producción más<br />

íntima y solitaria.<br />

Por eso no sorprendió que en la<br />

decimoséptima versión del Premio<br />

Nacional de Poesía Yolanda<br />

Bedregal 2017 la obra ganadora<br />

Masochistics, tratado cotidiano<br />

del paceño César Antezana Lima,<br />

fuera estética y conceptualmente<br />

diferente al poemario L as<br />

Estanciasde la joven cochabambina<br />

Anahí Maya Garvizu que mereció<br />

la Mención de Honor.<br />

El primero explora un intercambio<br />

fértil entre voces de sujetos<br />

femeninos y masculinos y se<br />

ancla en el cuerpo, el segundo<br />

trabaja la evocación, el recuerdo<br />

y se produce un tránsito a través<br />

de diversos espacios de la memoria.<br />

Es este contraste que permite<br />

tomar el pulso a la creación<br />

poética de nuestro país y comprobar<br />

que su expresión nace de<br />

diversas fibras que nos llevan a<br />

percibir la interioridad, como en<br />

el caso de Maya Garvizu o el quehacer<br />

colectivo que gestó la obra<br />

de Antezana.<br />

En suma, el poeta observa, percibe<br />

y recrea su entorno desde<br />

una mirada sensible a otros estímulos<br />

pero los entrega para que<br />

también nosotros podamos sentirlos<br />

…o vivirlos, como en la performance<br />

que realizó el ganador<br />

en el que logró combinar la música<br />

vanguardista de Javier Tapia,<br />

la hermosa voz de Carla Reyes y<br />

su propia y poderosa actuación.<br />

El Premio que se otorgó el martes,<br />

29 de mayo, no es sólo el resultado<br />

de esfuerzos conjuntos<br />

del Ministerio de Culturas y Turismo,<br />

de la Gobernación de La<br />

Paz, de la Familia Conitzer Bedregal<br />

y de Plural Editores, es un<br />

acto de fe, y casi de rebeldía, si<br />

pensamos que en este mundo de<br />

obsolescencias y de tecnologías<br />

renovadas la comunicación se<br />

reduce cada vez más al laconismo<br />

y la fugacidad del chat, de las<br />

abreviaciones y los emoticones<br />

y, sin embargo, cada versión de la<br />

convocatoria (son 11 en 17 años)<br />

recogió al menos un centenar de<br />

obras postuladas. Este dato revela<br />

que la Palabra (con mayúscula)<br />

todavía se gesta en momentos<br />

ajenos al tiempo mismo y en<br />

la inquietud de un universo de<br />

sensaciones, pasiones y experiencias<br />

que se vuelcan en un ritmo<br />

cadencioso y personal.<br />

Por algo la etimología del término<br />

“estética”está vinculada a<br />

la sensación o la percepción. Sabemos<br />

que la Poesía es un corazón<br />

vivo cuya pulsión es necesaria<br />

para comprender la vida, la<br />

muerte y otros misterios.<br />

La expresión poética ha ido<br />

adaptándose a las necesidades<br />

de cada época y a labrar temas vigentes<br />

y vibrantes de la sociedad,<br />

así Francisco de Quevedo,<br />

en el siglo XVII, escribió poemas<br />

metafísicos y religiosos, pero la<br />

efervescencia de las intrigas de<br />

la corte y su aguda visión de la sociedad<br />

lo impulsaron a escribir<br />

sátiras y poemas burlescos.<br />

Esta necesidad de reflexionar<br />

sobre el entorno generó poesía<br />

incluso en la guerra, como la que<br />

escribió César Vallejo. En Bolivia,<br />

los poetas no se sustraen a<br />

esta necesidad reflexiva y así las<br />

obras premiadas plasman esa inquietud<br />

y nos permiten intuir<br />

manifestaciones que no nos resultan<br />

evidentes y el corpus de<br />

los trabajos también es un archivo<br />

de las motivaciones de la creación<br />

poética.<br />

César Antezana Lima, por<br />

ejemplo, trabaja temáticas transgresoras;<br />

en sus propias palabras:<br />

“la literatura es una vía muy eficaz<br />

para conocer profundamente<br />

al ser humano. Ella es un artificio<br />

que nos perturba y retuerce, que<br />

nos consuela y demuele, que nos<br />

incomoda, que a veces nos salva.<br />

Porque se constituye en una interpretación<br />

del mundo, en una<br />

recreación de él”.<br />

El galardón no sólo significa<br />

reconocimiento, es el nacimiento<br />

de muchas posibilidades a través<br />

de la difusión, extendiéndose<br />

más allá de los confines de<br />

nuestro país. La primera convocatoria<br />

de este prestigioso premio<br />

se lanzó el año 2000 y la<br />

inauguró Jorge Campero con su<br />

poemario Musa en jeans descolorido<br />

(Premio 2001).<br />

Desde entonces son ya más de<br />

30 obras publicadas bajo el sello<br />

de la Editorial Plural que dirige<br />

José Antonio Quiroga y que continúa<br />

apostando por la poesía<br />

“mercancía de lujo, al alcance de<br />

todos”, como dijo Rosángela Conitzer.<br />

Fueron publicadas once<br />

obras premiadas además de una<br />

veintena de menciones o finalistas.<br />

En este hermoso abanico de<br />

textos hallamos autores jóvenes<br />

y maduros, de diversas lugares<br />

del país, audaces y más conservadores,<br />

exploradores en temáticas<br />

urbanas y aquellos que se<br />

adentran más en una memoria<br />

colectiva que recupera otros saberes<br />

y otros haceres.<br />

Lejos de celebraciones ostentosas,<br />

el martes festejamos en el corazón<br />

del casco viejo de La Paz la<br />

magia de la poesía que nos lleva a<br />

disfrutar el trabajo de la Palabra,<br />

pero también nos invita a pensar.


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

17<br />

La visionaria<br />

Ana María Vera<br />

l Mendieta<br />

escribe sobre la<br />

labor de la pianista<br />

boliviana, también<br />

del aporte de<br />

Fundación Bolivia<br />

Clásica, que es<br />

impulsada por ella.<br />

Música<br />

Pa b l o<br />

M e n d i e ta<br />

Músico<br />

El roce<br />

con intérpretes<br />

internaciona<br />

-<br />

les contribuiría<br />

a<br />

evolucionar<br />

la aptitud<br />

de sus noveles<br />

ejecutantes,<br />

la<br />

orquesta ha<br />

difundido<br />

obras esenciales<br />

del<br />

reper torio<br />

universal<br />

bajo la dirección,<br />

entre<br />

otros,<br />

de los consagrados<br />

maestros<br />

Plenamente definida y<br />

estable en sus laudables<br />

propósitos formativos y<br />

didácticos, la Fundación<br />

Bolivia Clásica, organización<br />

cultural puesta en marcha<br />

por la afamada pianista nacional<br />

Ana María Vera, se encumbra<br />

hoy en recoger los frutos de un<br />

sostenido trabajo desde su fundación<br />

hace algunos años.<br />

La subrayada aspiración formativa,<br />

ha logrado, en efecto,<br />

erigir una plataforma de acción<br />

conducente a auspiciar a nuevas<br />

generaciones de músicos, potenciar<br />

su talento, y abrirles espacio<br />

mediante técnicas de enseñanza<br />

avanzada.<br />

Con esta visión, fue creada en<br />

el año 2011 la Orquesta de Cámara<br />

Juvenil Bolivia Clásica, elenco<br />

conformado por alumnos de dicho<br />

programa, y dirigido por el<br />

violinista y profesor Armando<br />

Vera Woudstra, músico de alta<br />

escuela que ha posibilitado que<br />

el plan de formación artística se<br />

traduzca no solo en ese eminente<br />

objetivo, sino en la asimilación<br />

paulatina y sólida de un vasto repertorio<br />

orquestal y de presentaciones<br />

públicas.<br />

Sobre ello, persuadidos los impulsores<br />

del proyecto de que el<br />

roce con intérpretes internacionales<br />

contribuiría a evolucionar<br />

la aptitud de sus noveles ejecutantes,<br />

la orquesta ha difundido<br />

obras esenciales del repertorio<br />

universal bajo la dirección, entre<br />

otros, de los consagrados maestros<br />

Jaime Laredo, Israel Getzov,<br />

Andreas Penninger; y con el apoyo<br />

de renombrados solistas vocales<br />

e instrumentales del ámbito<br />

mundial, como Sara Hershkowitz,<br />

Lyda Chen Argerich, Ken<br />

Aiso, Sara Robinson.<br />

Infundidos, asimismo, de que<br />

la música y los músicos bolivianos<br />

son imprescindibles para<br />

dotar a la orquesta de sonidos<br />

absolutamente nuestros, los organizadores<br />

de Bolivia Clásica<br />

han priorizado la ejecución de<br />

obras nacionales, tales como el<br />

Concierto para piano y orquesta de cám<br />

a ra , de Alberto Villalpando,<br />

con la participación al piano de<br />

Ana María Vera, así como la creación<br />

para clarinete solista y orquesta<br />

de cuerdas de Édgar<br />

Alandia; punto de partida, ambas<br />

composiciones, de una acertada<br />

política de divulgación de la<br />

música clásica nacional.<br />

Si, como se decía, el propósito<br />

formativo o didáctico de Bolivia<br />

Clásica se halla fijado de modo<br />

preciso, conviene poner el acento<br />

en que lo propio ocurre con el<br />

sonido de la Orquesta de Cámara<br />

Juvenil Bolivia Clásica. No poco<br />

esfuerzo, dedicación y talento<br />

hubo de combinarse en todos estos<br />

años para que el maestro Armando<br />

Vera y sus dirigidos lograran<br />

uniformar al joven conjunto<br />

de cuerdas con un sonido<br />

empastado, una expresión de<br />

cualidad blanda, dúctil, y de un<br />

nítido color, tal como así fue la<br />

interpretación de la orquesta en<br />

el último concierto ofrecido en el<br />

auditorio de la Universidad Privada<br />

Boliviana.<br />

Bajo el sugestivo título de<br />

“C o n t ra s t e s ”, la artista invitada<br />

para esta ocasión fue la violista y<br />

directora estadounidense Jennifer<br />

Stumm. Acentuada su formación<br />

artística por un impresionante<br />

currículum, ella se sintió<br />

cómoda y complacida en su papel<br />

como directora invitada de la<br />

Orquesta de Cámara Juvenil Bolivia<br />

Clásica.<br />

Pese a la abundancia y diversidad<br />

de ideas musicales del programa,<br />

Stumm, empuñando una<br />

viola construida en 1590 por el<br />

lutier Gasparo de Salò, dirigió<br />

con lucidez un intrincado tejido<br />

de notas. Prueba de ello fue la<br />

sorprendente adaptabilidad<br />

que manifestó en su dirección e<br />

interpretación de las partituras<br />

Drones: Material en mi bemol,<br />

de Nico Muhly, y Valencia, de<br />

Caroline Shaw, cuya contemporaneidad<br />

sonora, asimilada con<br />

la debida proporción por ella y<br />

por la orquesta, alcanzó matices<br />

que motivaron una exquisita<br />

sensación auditiva (toda una<br />

experiencia estética escuchar<br />

una música natural, libre y sustancial<br />

por sí misma, sin atadura<br />

s ) .<br />

De una profundidad armónica<br />

plena de brillo, a la vez que de<br />

sombra, pero, en fin, de una sombra<br />

envuelta en luz que se deslizó<br />

suave y vehemente, arcana y vibrante,<br />

tal como de carácter pulcro<br />

resuena la música litúrgica<br />

judía, Jennifer Stumm y la orquesta<br />

recrearon, con sincronía,<br />

el Te n e b ra e para orquesta de cámara<br />

del compositor argentino y<br />

raíces judías Osvaldo Golijov.<br />

Un cautivador monumento a<br />

la armonía. Completaron el programa<br />

magníficas obras de Boccherini,<br />

Couperin y Purcell. Un<br />

concierto, en suma, que corroboró<br />

el prestigio de Jennifer<br />

Stumm; que puso en evidencia,<br />

una vez más, el gran momento de<br />

la Orquesta Juvenil Bolivia Clásica,<br />

la misma que, en homenaje a<br />

Ana María Vera, refrenda la facultad<br />

visionaria de esta consagrada<br />

artista internacional.


18 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

Un descenso a Av e r n o , de Marcos<br />

Loayza: algunas señalizaciones<br />

l Para a Russo, , el fime de Loayza es una valiosa propuesta<br />

que recogr<br />

ecoge e mitos y leyendas del imaginario colectivo.<br />

E d u a rd o<br />

A. Russo<br />

Crítico<br />

“Po r<br />

Av e r n o , no<br />

es aventurado<br />

ni prematuro<br />

afirmar que<br />

Loayza ha<br />

filmado<br />

una película<br />

que ya en<br />

su recorrido<br />

se orienta<br />

claramente<br />

a la<br />

c a te go r í a<br />

de filme de<br />

c u l to”.<br />

Crítica<br />

Por más que uno crea estar<br />

preparado, nada puede<br />

servir de suficiente providencia<br />

en un descenso<br />

al Av e r n o . Por la información de<br />

prensa cabía esperar una experiencia<br />

atípica, pero la película de<br />

Marcos Loayza y el universo que<br />

construye son más que eso.<br />

Es cierto que durante algunos<br />

tramos iniciales hay que atravesar<br />

algunas dificultades planteadas,<br />

principalmente, por el estilo<br />

interpretativo de los actores,<br />

en especial por el talante parejo,<br />

casi inescrutable de su protagonista,<br />

Tupah. Hay una interioridad<br />

impenetrable en su héroe,<br />

pero ¿quién dice que éste debería<br />

ser legible sin dificultad? Más<br />

bien que se sirva de esa protección,<br />

ya que el trayecto encarado<br />

le permite reservar bajo esa coraza<br />

anímica cierta estabilidad,<br />

porque pronto pronto gana presencia<br />

el vértigo de ese laberinto<br />

que uno adivina mucho más intrincado<br />

y abismal aún que el tramo<br />

que se le da a recorrer.<br />

Impresiona en Av e r n o cómo el<br />

cineasta ha ido canibalizando<br />

(acá recurro de modo un poco<br />

silvestre al célebre procedimiento<br />

antropofágico del poeta y teórico<br />

brasileño Oswald de Andra-<br />

de) un cúmulo de referencias<br />

que uno supondría completamente<br />

disímiles, para armar un<br />

mundo de correspondencias tan<br />

oscuras como potentes. Por un<br />

lado, está el componente mítico<br />

andino, por otro los misterios<br />

iniciáticos de la noche paceña. A<br />

ellos se agrega el imaginario cinéfilo,<br />

con elementos muy caros<br />

a la generación que creció con las<br />

corrientes propias del cine estadounidense<br />

de los años sesenta y<br />

setenta. Allí se dejan reconocer<br />

algunas situaciones a lo Walter<br />

Hill en The Warriors, a lo Scorsese<br />

en After Hours, con referencias<br />

que se hacen entrañables y significativas<br />

para la cultura cinéfila,<br />

que se integran sincréticamente<br />

con coordenadas mucho más anc<br />

e s t ra l e s .<br />

El conjunto demuestra cómo<br />

lo local y lo universal todo el<br />

tiempo extienden sus lazos, como<br />

quieren los mitos cuando<br />

manifiestan su eficacia. Y a propósito<br />

de tender los lazos, también<br />

aquí puede apreciarse que<br />

se trata de ligar linajes. Llama la<br />

atención en Av e r n o la sorprendente<br />

integración en su espacio<br />

imaginario de algunos factores<br />

provenientes de la iconografía<br />

mitológica y las referencias anteriormente<br />

citadas, con ciertas<br />

definidas estéticas actuales de la<br />

joven vida urbana. Puede advertirse,<br />

al respecto, que otros Loayza<br />

de generación posterior<br />

también han puesto lo suyo en el<br />

filme y dejado su nítida marca,<br />

así que es un averno decididamente<br />

intergeneracional y, en<br />

ese aspecto, creación colectiva.<br />

Más allá de sus particularidades<br />

paceñas y del altiplano, en<br />

una proyección latinoamericana,<br />

además de la tropicalia inesperada<br />

y efectiva, cabe destacar en este<br />

recorrido por el Av e r n o las resonancias<br />

de aquel Infierno que<br />

Raúl Ruiz filmó en los años noventa<br />

para la TV británica, ambientando<br />

al descenso del Dante<br />

en una serie de locaciones infernales<br />

cercanas a Santiago de Chile.<br />

Sólo que aquí en lugar de la Comedia<br />

tenemos la contundencia<br />

del imaginario andino, varias leyendas<br />

y mitos urbanos, más la<br />

combinación de ciertos avernos<br />

cinéfilos de larga estirpe.<br />

El espectador puede, descenso<br />

mediante, pasarse un buen rato<br />

explorando algunas de las numerosas<br />

referencias, personajes<br />

y situaciones míticos que lo llevarán<br />

a sus propias derivas. Y<br />

también puede recorrer ese<br />

mundo de la vida cultural y la noche<br />

de La Paz que asoma con tanto<br />

poder como las criaturas legendarias,<br />

acaso por participar<br />

de otra dimensión de leyenda.<br />

Seguramente un espectador que<br />

conozca la noche de La Paz verá<br />

todo desde un ángulo de descubrimientos<br />

y reconocimientos<br />

permanentes, a partir de personajes<br />

que lo rodean y aquí andan<br />

transfigurados en habitantes del<br />

Av e r n o . A través de eso, sin ir más<br />

lejos, uno puede adivinar por<br />

ejemplo la dimensión magnética<br />

y desmesurada de un Jaime<br />

Saenz. Vale la ocasión, entonces,<br />

en cuanto a tomar el filme como<br />

plataforma para lanzarse sobre<br />

alguno de sus libros, por ejemplo<br />

su iniciático Felipe Delgado, que<br />

se hace complemento cabal del<br />

mundo evocado por este filme.<br />

En síntesis, por la densidad de<br />

elementos que uno va recogiendo<br />

en su tránsito por Av e r n o , no es<br />

aventurado ni prematuro afirmar<br />

que Loayza ha filmado una<br />

película que ya en su recorrido se<br />

orienta claramente a la categoría<br />

de filme de culto.<br />

Entre que estuvo planeándola<br />

largo tiempo, y por la notable<br />

sintonía que está sosteniendo en<br />

el encuentro con sus espectadores<br />

¿porqué no fantasearla como<br />

el inicio de un relato de mayor alcance,<br />

con otras estaciones y situaciones,<br />

acaso en unos cuantos<br />

capítulos? Más allá del específico<br />

viaje del joven Tupah que<br />

aquí se relata, sin duda este universo<br />

promete y merece la reincidencia.


Página SIETE Domingo 3 de junio de 2 018<br />

19<br />

Arte versus artista. Sobre una<br />

nota de Alejandro Pereyra<br />

l El autor realiza tres críticas puntuales al arte posmoderno con respecto a las opiniones<br />

vertidas en el artículo de Pereyra.<br />

Fe r n a n d o<br />

Molina<br />

Pe r i o d i sta<br />

“Ya se<br />

sabe que se<br />

detecta a<br />

un artista<br />

posmoder -<br />

no si resulta<br />

mucho<br />

más competente<br />

y<br />

persuasivo<br />

cuando habla<br />

de sí<br />

mismo, de<br />

sus proyectos<br />

y concepciones,<br />

que cuando<br />

t ra b a j a ”.<br />

El cineasta Alejandro Pereyra<br />

firmó un artículo en<br />

Opinión (“Películas en<br />

un parpadeo”) que se<br />

presenta como una respuesta a<br />

una publicación anterior de Mauricio<br />

Souza sobre (y contra) la afirmación<br />

del sentido común según<br />

la cual “es muy difícil hacer cine en<br />

Bolivia”. Sin negar las exigencias<br />

económicas y organizacionales<br />

propias del séptimo arte, Souza<br />

mostró que estas se erigen como<br />

barreras frente a todos los cineastas<br />

del mundo, no sólo ante los bolivianos.<br />

Al mismo tiempo, señaló<br />

que la pequeñez de nuestro mercado<br />

interno, al hacer imposible la<br />

existencia de casas productoras<br />

profesionales que compitan ente<br />

sí, permite paradójicamente una<br />

mayor diversidad, al dejar que determinados<br />

productos y productores,<br />

los cuales no tendrían ninguna<br />

oportunidad en otros mercados,<br />

logren existir y lleguen, así<br />

sea efímeramente, a la cartelera.<br />

Incluso con propuestas personalísimas<br />

como la de Pereyra, quien se<br />

jacta de haber sido desde director<br />

hasta camarógrafo de su último<br />

filme.<br />

Pereyra no se refiere a los argumentos<br />

esgrimidos por Souza en<br />

esta “re s p u e s t a ”, que por eso habría<br />

que calificar de “supuesta”.<br />

Se limita a hablar de su propia<br />

trayectoria cinematográfica y de<br />

los obstáculos que debió enfrentar,<br />

los que presenta con aparente<br />

delectación. Su autobiografía<br />

le parece suficiente refutación<br />

de la tesis de Souza. Una suerte<br />

de contraejemplo demoledor.<br />

Porque él sí sudó la gota gorda.<br />

Tardó hasta cuatro años en rodar<br />

un largo. Sufrió quebrantos económicos<br />

y emocionales. Descubrió<br />

fórmulas ingeniosas y penosas<br />

–que sin embargo encuentra<br />

s a t i s fa c t o r i a s –como extenuar a<br />

sus aprendices. En general, hizo<br />

de “topo en una isla de edición”<br />

cuando podía haberla pasado en<br />

grande “a cielo abierto”.<br />

Mauricio Souza, Rodrigo Ayala<br />

y yo escribimos alternadamente<br />

cada semana en el blog<br />

Tres Tristes Críticos unos artículos<br />

que este periódico tiene la<br />

amabilidad de publicar en papel.<br />

Sin embargo, esto no significa<br />

que seamos un grupo “orgáni-<br />

c o” como algunos quieren presentarnos<br />

(mayormente para<br />

pelear con nosotros) y que por<br />

tanto yo necesariamente comparta<br />

los criterios de Souza en el<br />

citado artículo o que éste suscriba<br />

lo que voy a decir. Me entrometo<br />

en este debate sin representar<br />

en él a nadie más que a mí<br />

mismo. ¿Por qué? Porque el artículo<br />

de Pereyra, que como digo<br />

no hay que considerar una respuesta<br />

a nada previo, es por su<br />

cuenta un muestra excelsa de<br />

ciertas actitudes de algunos artistas<br />

nacionales que, en mi opinión,<br />

no hay que dejarles pasar.<br />

Primero, esa consciencia exagerada<br />

de sí mismos que se superpone<br />

a la necesidad, que debiera<br />

ser primaria, de realizar<br />

una obra sobresaliente. Ya se sabe<br />

que se detecta a un artista<br />

posmoderno si resulta mucho<br />

más competente y persuasivo<br />

cuando habla de sí mismo, de<br />

sus proyectos y concepciones,<br />

que cuando trabaja. El arte posmoderno,<br />

dice Frederic Jameson,<br />

es el que se justifica a sí mis-<br />

mo como tal. Así, Pereyra se dedica<br />

muy pronto y muy prematuramente<br />

a la escritura autobiográfica,<br />

sin abstenerse siquiera<br />

de usarla para algunos ajustes de<br />

cuenta (alusiones malignas a sus<br />

examigos) como si estuviera al<br />

final de su carrera, en el tiempo<br />

del balance y la esterilidad.<br />

Una segunda actitud muy relacionada<br />

con la anterior es la incapacidad<br />

de diferenciar entre<br />

arte y artista, lo que no sólo se<br />

nota porque cuando a este le critican<br />

la obra se pone a hablar de<br />

su vida, sino por algo más grave:<br />

porque cree que el sacrificio, el<br />

esfuerzo y el valor de su dedicación<br />

al cine puede justificar los<br />

resultados obtenidos. Lo que<br />

debemos rechazar categóricamente.<br />

Si un escritor quiere<br />

aplausos, que sea por sus novelas<br />

y no porque contrajo tuberculosis<br />

para redactarlas. Al fin y<br />

al cabo, ha habido muchos tuberculosos<br />

que han escrito novelas<br />

y no por eso alguien va a recordarlos<br />

o se va a tomar el trabajo<br />

de leerlos (aunque no siempre<br />

sea así y a veces solo se lean a<br />

los poetas por haber sido “mal -<br />

ditos”; sin embargo, este caso no<br />

cae en el campo de la estética, sino<br />

en el de la psicología). Todo<br />

eso de “vivir en las catacumbas”<br />

es subjetivo en el peor sentido de<br />

la palabra; no tiene que ver con el<br />

cine más que muy tangencialmente.<br />

Cuando Souza dijo que<br />

en Bolivia hacer cine tal vez no<br />

sólo no sea difícil sino incluso<br />

sea más fácil de la cuenta, es obvio<br />

que no estaba ni ignorando<br />

los sacrificios indudables de los<br />

realizadores ni hablando literalmente:<br />

su afirmación tenía una<br />

ironía que, pese a ser evidente,<br />

Pereyra no pudo captar. Habrá<br />

que preguntarse por qué.<br />

Una tercera actitud, que también<br />

está estrechamente relacionada<br />

con las otras, con las cuales<br />

forma una suerte de “sistema”,<br />

es el enfrentamiento del artista<br />

con la obra como si aquel fuera,<br />

por decirlo así, “un genio cualq<br />

u i e ra ”. Y no, desgraciadamente<br />

no. En realidad los genios son<br />

extraordinariamente escasos.<br />

Todos los demás debemos apañarnos<br />

con el ejercicio de virtudes<br />

menos preclaras como cierta<br />

responsabilidad con lo que hacemos.<br />

Virtudes que por supuesto<br />

no incluyen el rodar, como<br />

confiesa haber hecho Pereyra,<br />

un largometraje sin guión, o,<br />

peor todavía, siguiendo una “in-<br />

tuición sin forma”que en su último<br />

filme le permitió combinar<br />

tres guiones de otros proyectos<br />

anteriores. Todo esto dicho<br />

orondamente. Convengamos<br />

que Pereyra no debe de ser un genio<br />

o ya lo sabríamos. Entonces,<br />

¿no tendría que escribir guiones<br />

con lapicero y no con la cabeza?<br />

Sobre todo, no debería esperar a<br />

concluir una película para saber<br />

qué película quiso hacer. Como<br />

orondamente dice.<br />

Actitud del artista boliviano<br />

(en general): Sentirse genial para<br />

no trabajar seriamente (lo que no<br />

quiere decir “m u c h o”,o“toda la<br />

n o c h e”, que es lo que probablemente<br />

hace Pereyra), sino para<br />

hacerlo de una forma (¿como decirlo?)<br />

mortalmente seria. ¿No<br />

era esto lo que quería Aristóteles,<br />

incluso para las comedias?<br />

Por supuesto que Pereyra tiene<br />

derecho a creer en su cine. La<br />

crítica se ha equivocado muchas<br />

veces al juzgar los resultados artísticos.<br />

Y hay una posibilidad,<br />

aunque sea pequeña, de que Pereyra<br />

sea un genio incomparable<br />

e incomprendido. Tiene entonces<br />

el artista derecho a mandar a<br />

los críticos a la mona o a mejor<br />

parte. Lo cual deja el arte intocado,<br />

pues éste es indiferente a lo<br />

que hace o deja de hacer su autor.<br />

El arte debe triunfar o fracasar<br />

por sí solo.


20 Domingo 3 de junio de 2 018 Página SIETE<br />

Por La Tertulia<br />

EL MOSQUITO<br />

Ratificado: Cochabamba, NO.<br />

Salud: El Gobierno quiere volver en sí.<br />

I n c o n gr u e n c i a : El Evulin tiene sala de lectura<br />

( Fa c e )<br />

Pre g u n t i ta : ¿A Mesa lo quieren juzgar o caniquear?<br />

Alto reclamo: El Canicas es de armas llevar.<br />

Clasificado: Compro canicas para reprimir<br />

marchas (fdo.: El Canicas).<br />

Gran Poder: El alto sangra y yo bailando.<br />

Constatación: Sólo los dictadores organizan<br />

los juegos sudamericanos.<br />

Política internacional: Los únicos que juegan<br />

con bolitas son los gauchos.<br />

Clamor: Estamos cansados de bolitas y bolud…<br />

Entrada del Gran Poder: Puro contrabando.<br />

Coro: La Policía y el Gobierno unidos jamás inve<br />

st i ga d o s .<br />

C o n t ra d i c c i ó n : Equipo renovado con Raldes a<br />

la cabeza.<br />

Mundial: Vacaciones a las esposas.<br />

Jefazo: Yo le meto y mato nomás.<br />

Metafísica popular: En este gobierno los interinatos<br />

son permanentes.<br />

ABC: El retorno de los brujos.<br />

José Feliciano: Esta tarde vi llover.<br />

Salud: El Gobierno se desembarazó de Ariana.<br />

Fútbol: Entró como Eutrópio y salió como El<br />

t ra p o .<br />

Provincianismo Canal 7: Partido entre Orinoca<br />

y equipo presidencial.<br />

Lo c u ra : El Canicas perdió la razón.<br />

Suspiro: Me siento extraño, ¿Qué será, NO?<br />

( Fa c e )<br />

Propaganda deportiva: Emodent.<br />

Geografía: Los cambas gritan No, también los<br />

de Pocoata (Chino Gómez).<br />

Evo pasta dental: Para meternos los dedos en<br />

la boca.<br />

Mexicanismo: La posverdad es nuestra, pos<br />

es c i e r to .<br />

Ultimátum Municipal al Gobierno:Se prohíbe<br />

f u m a r.<br />

Alcoholemia de despedida: Nos bebe-mos<br />

calentando para el Mundial.<br />

P O ST- I T<br />

Bolivia dijo NO<br />

La Policía impidió el ingreso<br />

de María Suárez, que usaba<br />

una camiseta con slogan<br />

en favor del 21F, al estadio Félix<br />

Capriles, donde se inauguraban<br />

los juegos Suramericanos.<br />

El esfuerzo policial<br />

por ocultar su protesta contra<br />

Evo tuvo el impacto contrario<br />

porque el video se viralizó,<br />

llegando a ser visto por<br />

centenares de miles de personas<br />

en todo el país.<br />

Apuntes para un diccionario boliviano<br />

por Álex Aillón Valverde<br />

El enojo<br />

de la gente<br />

Evo dijo que lo acusan de<br />

asesino para sacarlo del Gobierno.<br />

La verdad es que nadie<br />

quiere sacarlo del Gobierno.<br />

La molestia de la gente<br />

se debe a su intento de rerereelección,<br />

violando la<br />

Constitución y el resultado<br />

del referendo. También tiene<br />

mucho que ver con el alto nivel<br />

de corrupción y despilfarro<br />

que se ve todos los días.<br />

Re g i o n a l i s m o<br />

El gobernador de Cochabamba,<br />

Ivan Canelas, dijo<br />

“No vamos a esperar a que un<br />

cruceño venga aquí a gritarnos<br />

‘Bolivia dijo No’, extraños<br />

que vienen a tratar de dañar<br />

los juegos Suramericanos.”<br />

Triste involución la de Canelas...<br />

La Constitución nos<br />

permite a todos los bolivianos<br />

protestar cómo, cuándo y<br />

dónde mejor nos parezca.<br />

PHD<br />

El Ministro de Relaciones<br />

Exteriores, Fernando Huanacuni,<br />

está inmerso en un<br />

escandalete debido a que el<br />

título profesional con nivel<br />

de doctorado que se decía<br />

que tenía es un título honorario<br />

en espiritualidad... Algo<br />

así como un doctor en yoga,<br />

de mucho menor nivel y prest<br />

i g i o.<br />

Evo se escapó<br />

Parece que Evo escapó del<br />

estadio Feliz Capriles –ante<br />

el coro que gritaba Bolivia<br />

dijo No–antes de dar un discurso<br />

de inauguración de los<br />

Juegos Suramericanos. El<br />

pretexto, poco creíble, fue<br />

que tenía que despedir al<br />

(ahora ex) Presidente parag<br />

u a y o.<br />

NO ONE LOVE POETS<br />

Ya nadie se enamora de los poetas.<br />

Todas dicen amarlos pero mienten.<br />

Prefieren a los músicos, a los futbolistas,<br />

a los banqueros y, las peores, a<br />

los políticos. Y quién podría culparlas.<br />

Ser poeta es como ser marciano<br />

y el poema es tu platillo volador. Si<br />

eres poeta y te engañan pues te engañan<br />

dos veces. Una cuando te engañan<br />

y otra cuando te dicen, mirándote<br />

fijamente a los ojos, que no te<br />

engañan. Pero los poetas no pueden<br />

dejar de hacer poemas de amor. Porque<br />

los poemas de amor son actos<br />

de fe, actos de profundo abandono.<br />

No sirven para nada, es cierto, pero<br />

de vez en cuando llega alguien que se<br />

sube al platillo volador del poeta. Entonces<br />

el tiempo y la vida se detienen<br />

en el aire.<br />

Palacio racista<br />

La Ministra de Comunicaciones<br />

afirmó que el viejo Palacio<br />

de Gobierno es frío, excluyente,<br />

racista y clasista.<br />

Sería interesante conocer<br />

qué opina la Ministra de los<br />

aposentos de descanso de<br />

Evo en el nuevo Palacio, con<br />

mil metros de superficie, que<br />

incluyen sauna, hidromasaje<br />

y sala de masajes, entre<br />

o t ro s .<br />

ideas<br />

E d i to ra : Carla Hannover<br />

Diseño: Edmundo Morales.<br />

Ilustración: Abel Bellido Córdova. (Abecor).<br />

Los artículos de opinión no necesariamente<br />

expresan la posición de Página Siete.<br />

DIRECTOR A: ISABEL MERCADO HEREDIA<br />

SUBDIRECTOR A: Mery Vaca Villa<br />

Jefe de Redacción: Alcides Flores Moncada<br />

Jefe de Información: Juan Carlos Véliz Morejón

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