Una Apuesta a la Vida N°275

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AÑO 24 - Junio 2018
NÚMERO 275
HAZ VISIBLE
LO INVISIBLE
LOS SUEÑOS...
¿CADUCAN?
LA INCERTIDUMBRE
COMPAÑERA
DE VIAJE
TRANSFORMAR
COSTO EN VALOR
El ERROR
COMO
SUPERACIÓN
23 años de edición

“Los hombres aprenden mientras enseñan”.
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Una Apuesta a la Vida
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Silvia Rodríguez Borges
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MAYO 2018 - AÑO 24 - Nº 274

E D I T O R I A L AÑO 24 - Número 275
JUNIO 2018
Silvia Rodríguez
Borges
Directora
SUMARIO
La pasión detrás de lo que hacemos es lo que nos motiva,
nos impulsa y nos entusiasma a dar lo mejor.
Es lo que nos permite atravesar los obstáculos y los miedos.
No se puede ver, no se puede tocar, sin embargo es una
fuerza que potencia al ser humano.
Es como un viento fuerte que sopla para llevarnos donde
queramos ir.
“Yo no concibo una sola página escrita
sin emoción,
sería un mero juego de palabras
en el sentido más triste”.
Jorge Luis Borges
Mes a mes renace esta pasión, y mientras va despertando,
voy “creando” cada página de la revista.
Toda palabra tiene su propia vibración y cada contenido de
la revista “contiene”.
Contiene lo invisible que habita mi mente y que va tomando
forma física con el impulso de la intención.
La pasión hace que uno no se detenga hasta ver su obra reflejada
en palabras escritas.
Detrás de cada página están los sentimientos, las emociones,
las intenciones conscientes que comparto y hacen que
sienta que aporté mi granito de arena a este mundo.
Esa pasión es la que me impulsa a que nuevamente este
sueño sea realidad.
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REFLEXIÓN DEL MES
HAZ VISIBLE
LO INVISIBLE
RELATO
EL AGUA CLARA
UNA ANÉCDOTA DE MI VIDA
EL ERROR COMO
SUPERACIÓN
SABÍAS QUÉ
LOS SUEÑOS…
¿CADUCAN?
ANTE LO IMPOSIBLE
CONTINUÓ
ADELANTE
TRANSFORMAR
COSTO EN VALOR
RELATO
MOTIVADOR
SUPLEMENTO EDUCATIVO
PARA LA VIDA
LA INCERTIDUMBRE
COMPAÑERA
DE VIAJE
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JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275

Reflexión del mes
Haz visible
lo invisible
Todo lo que nos rodea partió del mundo invisible
del pensamiento. Y después de un proceso,
se manifestó.
En cada uno de nosotros reside la capacidad
de crear y de manifestar.
Los sueños son invisibles, sólo nosotros los
conocemos porque habitan en nuestra mente.
Cuando los hacemos visibles reafirmamos
el poder creador de todo ser humano.
Una sensación de bienestar invade cada
célula de nuestro cuerpo.
Es la vida circulando, fluyendo.
Todo sueño que habita nuestra mente,
busca ser realidad.
“Establecer metas es el
primer paso
para volver visible lo
invisible”.
“La gente no puede
descubrir nuevas tierras,
hasta que tenga el valor
de perder de vista la orilla”.
André Gide
ESPACIO DE APOYO
ANÓNIMO
JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275 5

Establecer metas es tener un propósito en
la vida.
Es avanzar hacia adelante.
Es vivir con un sentido, con entusiasmo, con
estímulo.
Es fluir en una dirección.
“Las personas necesitan un
propósito que tenga significado,
esa es nuestra razón de vivir. Con
un propósito somos capaces de
conseguir cualquier cosa”
Warren Bennis
Recordemos por un momento el gato de
Cheshire de Alicia en el país de las maravillas
cuando dijo: ¡si no sabes a dónde ir, cualquier
camino que tomes es correcto!
Si no sabemos qué camino tomar, nuestro
propósito no estará definido.
Ni los proyectos, ni los objetivos, ni mucho
menos llegar a las metas.
Será vivir sin una clara dirección.
“El hombre sin propósito
es como un barco sin timón,
un soplo, nada, nadie”.
Thomas Carlyle
Si no existe un propósito se viaja distraído.
No hay sitio donde llegar.
Entonces habitará nuestro interior “el vacío
existencial”.
Hay preguntas que son necesarias:
¿Qué sueño deseo manifestar?
¿Cuál es el más importante para mí?
¿Me comprometo a lograrlo?
Esto significa enfocarse en lo que nos da
satisfacción.
“Las grandes mentes
tienen propósitos,
otros tienen sueños”.
Washington Irving
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Si no tenemos un plan, vamos a formar
parte de los planes de los demás.
Hay tantas demandas en estos tiempos,
que es un gran reto encontrarse con uno mismo
y saber lo que se quiere...
El poder de enfoque es como una luz.
Un haz difuso tiene poco poder de impacto,
pero podemos enfocarlo concentrando su
energía.
Los rayos del sol con la ayuda de una lupa,
pueden ser dirigidos para quemar papel u hojarasca.
Cuando la luz es enfocada aún más (como
los rayos láser), puede atravesar el acero.
Hombres y mujeres han hecho las más
grandes diferencias en la historia, por haber
tenido un enfoque bien definido y sostenido
en el tiempo, con perseverancia, atravesando
los obstáculos.
Vivir con propósito es haber encontrado un
por qué en la vida. Motiva y los días adquieren
un sentido renovado.
Tener propósito marca la diferencia entre
vivir plenamente y simplemente existir.
“El mundo le abre paso al hombre
que sabe a dónde se dirige”.
Ralph Waldo Emerson
Caminar hacia la manifestación de un sueño,
concentrando la atención en cada paso
que se da, permite ir disfrutando.
Sentir la fuerza de la acción y sus logros,
aporta energía, plenitud, alegría.
Esa misma fuerza se convierte en motivadora
para continuar.
Cuando menos lo esperamos, lo invisible
que anidó en el mundo de la mente, será hará
visible ante nuestros ojos.
Silvia Rodríguez Borges
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Relato
El agua clara
Un día, cuando caminaban
por una región montañosa,
Gautama Buda ya mayor,
bajo el sol de mediodía le dijo a su discípulo
Ananda:
―Estoy sediento, Ananda. Cuando
atravesamos las montañas, pasamos un
arroyo. ¿Puedes retroceder el camino y
traerme un poco de agua?
Ananda, deshaciendo el camino, llegó al
arroyo, pero cuando llegó allí se dio cuenta
de que unas carretas acababan de atravesarlo,
embarrándolo todo. Las hojas muertas
que antes yacían en el fondo ahora
flotaban sobre el agua. Ya no era bebible
y por supuesto no podía llevársela a Buda.
Así que decidió regresar junto a Buda. Además,
sabía que unas millas más allá del sitio
donde había parado, corría un gran río
de agua cristalina.
Pero Buda, que era muy estricto, le dijo:
―Vuelve otra vez, porque recuerdo que
cuando pasamos esa agua era pura y
cristalina.
Ananda protestó:
―Entiéndelo: entre que llegamos
aquí, pasaron unas carretas por el riachuelo
y el agua ya no es bebible.
―Lo sé ―dijo Buda―, pero ve y siéntate
en la orilla, lleve el tiempo que lleve.
Ve y siéntate. No te metas en la corriente,
porque si te metes en ella, la ensuciarás de
nuevo. Simplemente espera observa y no
hagas nada. Esas hojas muertas desaparecerán,
el barro se asentará. Entonces, llena
mi cuenco y regresa.
Ananda fue al riachuelo de nuevo porque
no podía desobedecer a Buda y allí se
sentó esperando. Y esperando, vio que el
barro y las hojas muertas se iban asentando
despacito, dejando el agua clara y pura,
tal cual es su naturaleza.
Llenó su cuenco y de regreso entendió lo
que Buda trataba de decirle.
―Ananda, no te metas en el río, no sigas
la corriente de tu mente, espera en la orilla
y simplemente observa. La naturaleza verdadera
de tu mente es esa claridad cristalina,
ensuciada por pensamientos y emociones
pasajeros.
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Una anécdota de mi vida
EL ERROR COMO
SUPERACIÓN
Desde muy pequeña el “error” estuvo ligado
a penitencia, castigo.
Recuerdo de mi infancia, un domingo al ir a
misa, se resbaló la mantilla, sin darme cuenta,
la perdí. En ese entonces, era obligación
colocarla en la cabeza para entrar a la iglesia.
Como en mi hogar era muy preciada, extraviarla
significó una semana en penitencia.
En otra oportunidad perdí unos flamantes
lentes de sol.
Me enviaron a buscarlos y no los encontré.
En castigo tuve que permanecer en la cama
unos días. Pendía sobre mí otra penitencia si
no los encontraba.
Rezaba rosario tras rosario suplicando a
dios y a todos los santos por su hallazgo.
En esos momentos de soledad en el dormitorio,
desesperada por solucionar esta situación,
tuve una brillante idea. Le pedí a la madre
de una amiga que me prestara el dinero
para comprar otros iguales.
Me aseguré que en la óptica existieran.
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¡Qué alivio cuando los vi…!
Le confié lo que me pasaba, y me dio el dinero
necesario.
No recuerdo cómo hice para devolvérselo!!
Regresé a mi casa, mintiendo para salvarme
de la penitencia anunciada…!
Siempre puse la intención de no equivocarme.
Por miedo a ello, muchas veces me descomponía
del estómago.
Temía no hacer las cosas bien y no obtener
las calificaciones que evitarían cualquier castigo
o penitencia en mi casa.
Hay un día que viene a mi memoria.
Estábamos aprendiendo la división entre
dos cifras. No había sido fácil entenderla. Una
prima, que siempre me apoyaba en las tareas
domiciliarias, me enseñó, a su manera.
Al otro día la maestra, religiosa del colegio
al que yo iba, hizo que pasara al pizarrón y resolviera
una división.
Mientras lo hacía, explicaba en voz alta como
ella lo pidió para que escucharan mis compañeros.
La hice por el método de mi prima.
Comenzó a los gritos, y de pronto, inesperadamente,
sentí una bofetada en el rostro.
¡Jamás me lo hubiera esperado!
Y quedé sobre la tarima que estaba al frente
del salón parada, en penitencia.
¡Qué vergüenza sentí!
Llegó el final de la clase y quedé sola, parada
allí sin moverme.
Llorando, pensaba que cuando llegara tarde
a mi casa además tendría el castigo de mi
Carolina Morin
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JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275

madre. Sabía por experiencias anteriores que
no escucharía mis justificaciones.
Fue un 5 de agosto este hecho. Estaba cursando
tercer año de escuela.
¿Por qué lo recuerdo?
Cuando salí temblando de miedo encontré
unos tíos que andaban en un camión. Me llevaron
y me dejaron en casa.
Esto desdibujó la situación. Como era el día
del cumpleaños de mi madre y ella siempre
a la noche se reunía con familiares y algunas
vecinas, atareada, se confundió en la hora.
¡No se dio cuenta!!
Me había salvado de más sufrimiento del
que había tenido al imaginar las consecuencias
en mi casa.
Para la educación tradicional, el error o
equivocación se pena, se castiga.
Se lo ve como negativo e indeseable.
Por esto uno desea evitarlo y también esquivar
los sentimientos de miedo, vergüenza,
humillación, desvalorización.
Sé con certeza que muchos educadores
aceptan el error como algo propio del ser humano
e indispensable para el desarrollo de su
potencial.
De lo contrario sólo se logra la inhibición.
Qué liberación interior fue leer aquella frase
de Louise Hay, considerada como la madre
del crecimiento personal y precursora de libros
de autoayuda, en su libro “Ud. puede sanar
su vida”.
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“Todos hacemos lo mejor
que podemos hacer
con el entendimiento,
el conocimiento
y la información que tenemos”.
Fue como salir de una jaula donde había
estado aprisionada por largo tiempo, evitando
cometer errores, algo que es imposible, y
culpándome por ello.
¡Cómo una simple frase realmente comprendida,
puede darnos un giro en
la forma de percibir e interpretar.
¿Quién no comete errores?
Ahora en cada error que veo me
digo: estoy o está haciendo lo mejor
que puede.
Concibiéndolo de esta manera,
cada error es como un punto de
inflexión que puede llevarnos a la
superación.
Muchas personas ante la posibilidad de equivocarse
se paralizan, restringen su iniciativa y
creatividad. Los potenciales quedan detenidos.
El peso emocional que tiene el “error” viene
de nuestros padres, maestros, autoridades y
de la sociedad en general.
Ha quedado en nuestra memoria la asociación
de:
error - castigo
acierto – premio
Sir Ken Robinson sentencia que “si no estás
preparado para equivocarte, nunca llegarás a
nada original”.
Es necesario ver el error como parte de
un proceso natural de los niños, jóvenes y
adultos.
Aprendamos de nuestras equivocaciones.
¡Cuántos hallazgos formidables fueron hechos
por una creencia diferente!!!
Los fuegos artificiales, los rayos X, el celofán,
la penicilina, el teflón, el velcro, el
microondas…
“He aprendido que los errores
a menudo pueden ser
buenos maestros del éxito”.
~ Jack Welch
Desde hace un tiempo tengo una
mirada y una actitud diferente,
ante el error.
Cuando trabajé como docente
no tenía esta información.
¡Cómo hubiera deseado tenerla
con aquellos niños que fueron mis
alumnos!
Sin embargo, tuve la oportunidad
de experimentar esta nueva postura.
Enseñando una técnica a un grupo de adultos,
vi a uno de ellos estresarse porque no
comprendía y erraba en los pasos a seguir en
el procedimiento que se estaba explicando.
Me acerqué con la mayor disposición para
acompañarlo a salir de ese punto en que se
había atascado, generándole gran tensión.
Ahora podía ver con claridad qué produce a
nivel corporal y emocional “errar”.
Quizás el “debería” de ser adulto y no entender
frente al resto del grupo, le generaba
más estrés.
Puse atención para descubrir en qué parte,
había detenido su proceso de aprendizaje.
Con paciencia y tomando esta oportunidad
El mayor error que
una persona
puede cometer es
tener miedo
de cometer un error.
Elbert Hubbard
Espacio de Apoyo
Anónimo
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como un reto para mí, descubrí hasta dónde
había llegado su comprensión.
Entonces, repetí las veces necesarias la explicación
de los siguientes
pasos y fui acompañando
hasta tener certeza de su
comprensión.
Una sensación de gran
satisfacción recorrió mi interior
y hasta podría decir
un sentimiento de triunfo
cuando logró seguir adelante y superar esa
dificultad.
“Me gustan mis errores,
no quiero renunciar
a la libertad deliciosa
de equivocarme”
~ Charles Chaplin
Era un mérito de los dos.
Este enfoque sobre el error es aplicable
en nuestra vida diaria, en el trabajo, en las
relaciones…
Nuestra forma de reaccionar
cambia significativamente. Los
conflictos pueden ser abordados
de otra manera.
Errar es parte de nuestra
naturaleza.
Nos acompañará durante
toda la vida y es una posibilidad con la que
debemos convivir.
“El error no es fracaso,
es una oportunidad de superación”.
Silvia Rodríguez Borges
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SABIAS
QUE
Los primeros fuegos artificiales fueron inventados
en la Antigua China hace ya unos
2000 años. La leyenda cuenta que un cocinero
chino utilizó para hacer fuego al aire libre
una mezcla con ácido sulfúrico, salitre y carbón
vegetal. Al juntar estos elementos, se produjo
una explosión que después comprimiría en un tubo de
bambú dando origen por tanto a los fuegos artificiales, que eran
utilizados para espantar a los malos espíritus en ritos como el matrimonio.
En 1908 nació el celofán. El ingeniero suizo Jacques Brandenberger
quiso crear un material que evitara las manchas en los manteles. Realizó
varios ensayos en su laboratorio pero todos eran fallidos hasta que
en uno de esas pruebas poco fructíferas se dio cuenta de que el líquido
viscoso que había aplicado sobre una tela había creado una capa que
se podía separar y que además podía ser adhesiva.
En 1930, Roy Plunkett, un investigador que trabajaba en la empresa
DuPont, descubrió el teflón por casualidad mientras realizaba ensayos
con sustancias refrigerantes. Se trata de una sustancia blanca y
cerosa usada para revestimientos de aviones, cohetes y naves espaciales,
además de ser el material estrella para las sartenes.
El inventor que más vidas ha salvado en los últimos 50 años no fue un médico,
sino un ingeniero. Nacido en Buffalo (Nueva York) en 1919, Wilson Greatbatch
nunca pensó en dedicarse a la sanidad. Toda su carrera estaba dirigida a la
electricidad, rama de la que era ingeniero. Pero -una vez más- una casualidad
puso a su alcance un descubrimiento que ha permitido revolucionar la cardiología.
Estaba trabajando en un sistema para registrar los latidos del corazón.
Pero un error al elegir un componente produjo un fenómeno nuevo: una emisión
rítmica de impulsos eléctricos. El genio de Greatbatch fue darse cuenta de que ese
pa- trón podía identificarse con el de un corazón. Sumó dos y dos y, tras recordar las charlas
con algunos médicos en las que estos le explicaban que en el fondo el corazón es un motor que se
alimentaba con electricidad, se puso manos a la obra hasta que consiguió el primer marcapasos
implantable. Es considerado uno de los hallazgos del siglo.
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LOS SUEÑOS…
¿CADUCAN?
Los sueños no tienen fecha límite, pero sí
es necesario que la tengan.
Esto hace que esas ilusiones se realicen en
menor tiempo.
Los sueños caducan cuando quedan en el
plano de lo invisible.
Sólo habitan nuestra mente y permanecen
como ilusiones.
Imaginarlos una y otra vez y ver que no
se manifiestan, sólo conducen a la frustración.
Con el transcurso del tiempo, se van
desvaneciendo.
La causa es que no hemos hecho nada, no
hemos establecido metas para alcanzarlos,
ni fijado fechas de su realización.
¿Cuándo comenzamos a transitar el camino
para que se hagan realidad?
Como es una ilusión, lo primero es definirla,
darle forma, plasmarla en palabras escritas.
Luego, establecer la fecha que consideramos
posible para que se pueda concretar, y
planear las acciones a realizar.
Es muy favorable expresarlo en voz alta.
El ambiente óptimo para hacerlo es encontrar
un lugar que sea significativo, a orillas
de un río, en un jardín, o en un espacio de la
casa que tenga un valor especial. Luego de
permanecer unos minutos en quietud, silencio,
meditación o relajación, se lee en tono de
decreto.
La gente con metas triunfan porque
saben a dónde van.
Earl Nightingale.
Si establezco como meta: “Viajo a Perú en
la fecha 26 de octubre de 2018”, a continuación
planifico.
Las acciones serán: buscar agencias de viajes,
escuchar ofertas, reservar el pasaje, encontrar
el hotel adecuado y organizar otros
detalles del mismo.
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Si no cumplo uno de estos requisitos que
planifiqué, es muy posible que no se
realice porque lo “no hecho” se
transforma en energía negativa
que puede auto-sabotear el
viaje.
Una meta sin un plan
es solo un deseo.
-Larry Elder
La postergación, la pereza,
la falta de un plan de acción,
nos aleja de concretar lo que
deseamos.
Los “sueños” son proyectos,
logros para nuestra vida.
Hay que establecerles una
fecha de caducidad, hacerlo ya
es una meta.
Y una meta es un fin adonde dirigimos
las acciones para lograr lo que
deseamos.
Sin metas y planes
para llegar
a ellos,
eres como un barco que
ha zarpado sin destino.
-Fitzhugh Dodson
¿Por qué es imprescindible determinar
esa fecha de caducidad?
Porque hacerlo, hace que el
sueño tenga carácter de necesario
para nuestra psiquis.
Si no establezco la fecha,
puede suceder en algún momento
o no.
Si el 26 de octubre de 2018 no
se realiza el viaje, el psiquismo
que ya lo tiene como necesario,
va a hacer lo imposible
por concretarlo. De alguna
manera se va a resolver.
Para que los sueños dejen
de ser sueños y se vuelvan
realidad, necesitan que se establezca
un fecha.
¿Qué tiempo dedicas a hacer realidad
tus sueños?
Apunta a la luna.
Incluso si fallas,
aterrizarás en las
estrellas.
-Les Brown.
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Había una vez un violinista llamado
Paganini.
Algunos decían que era muy raro. Otros
que era sobrenatural. Que era mágico. Las
notas mágicas que salían de su violín tenían
un sonido diferente, por eso nadie
quería perder la oportunidad de ver su
espectáculo.
Ante lo
imposible
continuó
adelante
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Una noche, el público estaba preparado
para recibirlo.
La orquesta entró y fue aplaudida. El director
fue ovacionado. Pero cuando Paganini
apareció, el público deliró (aplaudía,
gritaba,...). Paganini coloca su violín en el
hombro y lo que sigue es indescriptible,
sorprendente,...
Blancas, negras, corcheas,... las notas
parecen tener alas y volar con el toque de
aquellos dedos encantados.
¡De repente, un sonido extraño interrumpe
el ensueño...
¡Una de las cuerdas del violín de
Paganini se rompe!
El director de la orquesta paró. La orquesta
paró de tocar. El público paró.
¡Pero Paganini no paró! Mirando su
partitura, él continuó sacando sonidos
deliciosos de su violín sin problemas. El
director y la orquesta, admirados, vuelven
a tocar.
El público se calmó, cuando de repente,
otro sonido extraño...
¡Otra cuerda del violín de Paganini se
rompe!
El director paró de nuevo. La orquesta
paró también.
¡Paganini no paró. Como si nada hubiera
ocurrido, olvidó las dificultades y siguió
arrancando sonidos imposibles de su violín.
El director y la orquesta, impresionados,
vuelven a tocar.
Pero el público no podía imaginar lo
que iba a ocurrir a continuación.
Todas las personas, asombradas, gritaron
un ohhhh! que retumbó por toda la
sala.
Una tercera cuerda del violín de Paganini
se rompió. El director para. La orquesta
para.
La respiración del público para.
¡Pero Paganini NO para!!!
Como si fuera un contorsionista musical,
arranca todos los sonidos posibles de
la única cuerda que sobra de aquel violín
destruido. Ninguna nota fue olvidada.
El director, asombrado, se anima. La
orquesta también. El público pasa del silencio
a la euforia (grita, aplaude, se pone
de pie, llora,... Paganini alcanza la Gloria,
triunfa,...
MORALEJA:
Cuando todo parece derrumbarse, sigamos
adelante!!!
Despertemos al Paganini que existe
dentro de nosotros.
“Victoria” es el arte de continuar
“donde todos resuelven parar”.
La Barraca
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JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275

TRANSFORMAR
COSTO EN
VALOR
La palabra costo proviene etimológicamente
del término latino “costus” y del griego
“kostos” y es la cantidad que se debe dar o
pagar a cambio de una cosa.
Se aplica a todo lo que se debe sacrificar
para obtener algo material o inmaterial que
satisfaga las necesidades humanas.
La palabra valor viene del latín valere que
significa “ser fuerte”. Es la importancia o utilidad
de bienes materiales o espirituales que
sirven para saciar las necesidades humanas.
Los únicos medibles son los monetarios.
A la palabra costo la relacionamos con:
cuesta, esfuerzo, sacrificio, culpa, dolor…
A la palabra valor con: satisfacción, placer,
comodidad…
En la economía
La economía es el equilibrio entre lo que
las cosas valen y lo que las cosas cuestan.
En general hemos sido educados para enfocarnos
en el costo y no en el valor.
FOTOGRAFÍA Y
VIDEO DIGITAL
CARLOS
GEYMONAT
TEL 45342790
ccgeymonat@gmail.com
JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275 19

Esto es lo que nos lleva a disfrutar de
las ofertas, de adquirir “gangas”, así no las
necesitemos.
En estos casos disfrutamos creyendo que el
costo es bajo y no evaluamos si aporta valor.
La sociedad influye para que busquemos el
auto más barato, la carne más barata, la construcción
más barata, lo que está en oferta.
Siempre buscamos el menor costo.
Lo hacemos casi inconscientemente.
Robert Kiyosaki, autor del libro “Padre
Rico, Padre Pobre” y de muchos otros títulos,
comenta en uno de ellos que los “pobres”
-no con el concepto que tenemos nosotros
de esta palabra sino los que tienen una mala
economía- actúan de la siguiente manera:
Compran todos los productos en oferta,
aunque no los necesiten. Hacen la compra en
el supermercado sin criterio, sin revisar qué es
lo que necesitan comprar realmente. Aprovechan
todas las ofertas y promociones aunque
no necesiten nada de ese producto en concreto,
simplemente porque “está muy barato” o
había oferta 3×2.
Al momento de comprar una oferta, está
ausente la pregunta: ¿Cuál es el valor de esta
mercadería? ¿Me aporta comprarla?
También nuestra mirada se enfoca en el
costo cuando vamos a pagar la factura de la
luz, el agua, el teléfono, el alquiler… Sentimos
que nos cuesta, nos quejamos, muchas veces
llegamos a enojarnos, a juzgar, a criticar…
Sentimos que pagamos con esfuerzo, sacrificio
o de mala gana.
Estamos acostumbrados a relacionar pago
con el sentimiento de esfuerzo, de que me sacan,
de que pierdo, de desagrado. Para este
hábito que hemos heredado, pasa desapercibido
el valor que tienen todas esas cosas por
las que pagamos.
Al abonar una sesión de masajes, se puede
sentir el costo que tiene en dinero, o el valor
en la sensación corporal que queda.
Si es mayor el valor, el costo disminuye.
Quizás ni se lo sienta.
En un presupuesto de construcción, si
nuestra atención está en el costo de dinero,
quizás no atendamos el valor que puede tener
el desempeño de ese albañil ya sea por su experiencia,
prolijidad u otras cualidades.
Cuanto más costo haya en mi vida, peor viviré
porque lo hago desde una energía de supervivencia,
necesidad, escasez que atraerá
más de lo mismo.
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JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275

Podemos pagar con tiempo, escuchando,
cuidando…
Si comenzamos a ver el valor de tener luz,
agua, un teléfono para comunicarnos, un lugar
donde vivir… es pasar de costo a valor.
Para tener una buena economía lo que pagamos
no tiene que ser costo, sino un acto de
agradecimiento y valoración.
Cada pago es una oportunidad de expresar
gratitud en nuestro interior o con palabras.
Cuando más pagamos desde este lugar,
más dinero llegará.
Otros costos
No sólo es en dinero sino que hay otras
formas.
Renuncié por muchísimos años, a cualquier
actividad los días domingos, para ofrecerles
tiempo a los mayores de mi familia. Esto me
permitía compartir momentos de disfrute.
Ver en sus rostros la alegría, hacía desaparecer
el costo. Con el tiempo, después que partieron
de este plano, sentí paz interior.
Hay costos que se pagan con infelicidad,
enfermedades, ruptura en las relaciones,
pérdida de comunicación…
Alguien toma conciencia en algún momento
de su vida, que haberse dedicado tanto al
trabajo restó tiempo a su familia, y tuvo “costo”
en su relación de pareja.
JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275 21

Fumar durante tanto tiempo, tuvo costo en
su salud física.
Sintió el costo de infelicidad por mantener
una relación insana durante mucho tiempo.
No haber establecido límites a sus empleados
tuvo el costo de afectar el rendimiento
de su negocio.
Hacerle todos los gustos a su hijo cuando
era pequeño, llevó a tener un costo alto en la
adolescencia al no aceptar los “no”.
Para hacer esta transformación que tiene
beneficiosas consecuencias, es necesario
identificar qué cosas nos “cuestan”.
¿Nos cuesta pagar el alquiler, la comida, la
nafta, el jardinero…?
¿Hacer ejercicios, cocinar, limpiar, ir al
trabajo, mantener una relación, soportar al
jefe…?
¿Lo que recibo de sueldo siento que tiene
un costo alto en esfuerzo, tiempo o lo que
postergo de mi vida en relación a lo que
recibo?
Si vivo con un hijo alcohólico, puedo amarlo.
Sin embargo convivir tiene un alto costo.
Tomar conciencia de todo aquello que sentimos
que tiene costo en nuestra vida diaria y
disponernos a encontrar su valor, puede hacer
una gran diferencia en nuestra calidad de
vida.
El resultado tiene que ser siempre más valor
que costo.
De lo contrario, con el tiempo, podemos
vernos afectados de distintas maneras.
En las relaciones
En toda relación siempre tiene que haber
más valor y menos costo, de lo contrario no
se sostendrá.
Para que una amistad perdure, el valor tiene
que superar el costo.
Si convivo con una persona que generalmente
me juzga, critica, se queja y esto me
afecta, con el tiempo el costo de permanecer
al lado de ella puede ser pagado en infelicidad
o afectarme emocional y físicamente.
Muchas veces no sabemos ver el valor en
22
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ellas porque como dice el dicho -“el árbol
tapa el bosque”.
Cuando la atención se enfoca en el valor,
vamos descubriendo muchas cualidades que
no veíamos y esto nos cambia totalmente la
forma de percibir.
En experiencias pasadas y
presentes
Es muy importante hacerlo también con las
experiencias pasadas y presentes. Si a cada
situación que vivimos le podemos encontrar
su beneficio, el costo disminuirá.
Miramos el vaso medio vacío pero también
la parte medio llena.
De lo contrario, nos quedamos con el malestar
que provocó, el dolor, sufrimiento, impotencia…
Puede conducirnos imperceptiblemente
a permanecer en el papel de víctima.
Si somos víctimas del pasado, más de lo
mismo vendrá.
Lo contrario, es apreciar el beneficio que
nos otorgó, ya sea aprender, darnos cuenta,
tomar conciencia, errar para no repetir lo
mismo, valorar…
La elección es de cada uno.
O nos quedamos aprisionados en el costo
que tuvo o nos liberamos al ver su valor.
En uno mismo
Encontrar el valor en uno mismo permite
que sea más sencillo verlo en los demás y en
las experiencias cotidianas.
Cuanto más nos lo reconozcamos, más
“Importa mucho más
lo que pienses
de ti mismo
que lo que los demás
opinen de ti”.
Séneca
Espacio de apoyo
Anónimo
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valor llegará a nuestra vida de diferentes
maneras.
No nos han enseñado a reconocer lo que
valemos interiormente.
Muchas veces como jóvenes, fuimos inducidos
a elegir estudios cumpliendo con los “deberías”
de nuestros padres o de la sociedad.
En una conversación, escuché a una madre
contar el don de su hijo con lujo de detalles.
Sin embargo la carrera que cursa no tiene absolutamente
nada que ver. Ante la pregunta,
por qué si no le gusta está estudiando eso,
la contestación fue: por lo menos le dará un
título.
Lo esencial es encontrar qué puedo sumar
de especial para hacer la diferencia. Desde
este lugar establezco el valor de mi sesión.
Si nos valoramos internamente seremos
valorados por el mundo exterior.
Reconocer también el valor de los demás y
el del entorno… hará que llegue más valor a
nuestra vida.
El valor atrae valor.
¿Qué tiene costo en nuestra
vida?
Cuando sentimos que “algo” en nuestra
vida tiene un alto costo y no encontramos
su valor, urge que tomemos decisiones para
cambiar esa circunstancia que vivimos. Si no
sabemos cómo hacerlo requiere recurrir a
personas o profesionales para que aporten
posibles soluciones.
Puedo sentirlo en el trabajo, en la responsabilidad
de cuidar a una persona, en la convivencia
con alguien, en llevar la economía de
la casa…
Reconocer nuestros valores que nos diferencian
de los demás, hace que cuando estemos
en un trabajo reconozcamos lo que podemos
aportar y esto nos permite establecer con más
seguridad la cantidad que deseamos cobrar.
Podemos hacer la misma terapia que otra
persona.
La intensidad del “costo” de una circunstancia
de mi vida, es el indicador de cuanta
gravedad tiene para mi bienestar.
¿Por qué es tan importante convertir
“costo” en “valor”?
Encontrar el valor en uno mismo, en una
relación, amistad, trabajo, objeto, en un servicio,
en una actitud, en un gesto, en la expre-
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24
JUNIO 2018 - AÑO 24 - Nº 275

sión de valores de otros… marca una diferencia
sustancial en la forma de vivir.
Si nuestra conciencia se enfoca, o sea lleva
la atención a lo que las cosas cuestan, atraeremos
más situaciones de “costo”. Esto sucede
porque olvidamos ver el valor de las cosas.
Enfocar es llevar la atención hacia algo y
la realidad se crea con intención y atención.
Si comenzamos a enfocarnos en el valor,
atraeremos más valor a nuestra vida.
Y “valor” es igual a tiempo y dinero.
¿Imaginan cuánto puede llegar a cambiar
nuestro día a día, si vamos descubriendo
“valor” en todo lo que sucede en nuestra vida
y en nuestro entorno?
fuente: Video Calendario Diamante por Miguel Valls
La magia aparece
cuando mi actitud
en la vida diaria
es transformar
costo en valor.
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Relato motivador
Will Smith es un actor destacado y reconocido
por muchas de sus películas.
Llegó a mi corazón con la titulada, “En busca
de la felicidad”.
Está basada en la historia real del millonario
y filántropo Christopher Gardner, y protagonizada
por Will y su hijo Jadem. Movió la
sensibilidad de todos los que la vimos y nos
dejó muchas frases reflexivas para la vida.
“No permitas que nadie diga
que eres incapaz de hacer
algo, ni siquiera yo. Si tienes
un sueño, debes conservarlo.
Si quieres algo, sal a buscarlo,
y punto. ¿Sabes?, la gente que
no logra conseguir sus sueños
suele decirles a los demás
que tampoco cumplirán los
suyos.”
Tarde
DeTé
Dialogando con Silvia Rodríguez Borges
“EL VALOR EN TI, EN MI…”
Organiza:
Sábado 14
de julio
Hora: de
Valor $380
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Teléfonos: 4542 2591
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Centro Estético MA.I.DA
María Inés Daudet
“Cuidemos la piel”
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“El futuro era incierto, absolutamente,
y había muchos obstáculos, giros
y vueltas por venir, pero siempre
y cuando me mantuviese en
movimiento hacia adelante, un pie
delante del otro, las voces del miedo y
la vergüenza, los mensajes de aquellos
que me querían hacer creer que yo no
era lo suficientemente bueno, serían
calmadas”.
“El mundo es tu ostra. Depende de ti
encontrar las perlas”.
“La riqueza también puede ser la
actitud de gratitud con la cual nos
recordamos a nosotros mismos
nuestras bendiciones cada día”.
En una entrevista que le hicieron contó este
relato que quedó muy grabado en mí.
“Una vez su padre derribó una pared de ladrillo
frente a su negocio. Le dijo a él que tenía 12
años y a su hermano de 9 que lo construyeran.
Ellos dijeron que era imposible.
Les tomó un año y medio pero lo hicieron.
Al terminar su padre le dijo: -“Jamás me digas
que hay algo que no puedes hacer”.
Continúa Smith en su entrevista diciendo:
“No te preparas para construir una pared,
ni dices voy a construir la pared más grandiosa
que haya visto. No inicias desde ahí. Dices
cómo puedo colocar este ladrillo lo más perfecto
que se pueda colocar. Y lo haces todos
los días y pronto tendrás una pared”
Él nació en un humilde hogar el 25 de septiembre
del año 1968 en la ciudad de Filadelfia,
del estado de Pensilvania, Estados Unidos.
En sus anécdotas y en las reflexiones sobre
la vida en general, es un gran motivador.
En uno de sus tantos videos, dejó un mensaje
a todas las parejas del mundo muy interesante
de considerarlo, analizar y sentir.
Estuvimos reflexionando con Jada (su esposa)
acerca del amor, y le pregunté cuál había sido
su revelación más grande acerca de ello.
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Ella dijo: “Tú no puedes hacer feliz a una
persona”.
Y yo pensé que esa era una idea MUY
profunda.
Puedes hacer que una persona sonría, puedes
hacer que una persona se sienta bien,
puedes hacer que una persona se ría. Pero el
hecho de que una persona esté feliz o no esté
feliz, está total y profundamente fuera de tu
control.
Literalmente le dije a Jada: “Suficiente, me
retiro. Me retiro de intentar hacerte feliz. Necesito
que TÚ te hagas feliz a ti misma y me
pruebes que es algo posible”.
Después de reírnos mucho, empezamos a
hablar de que habíamos caído en este falso
concepto romántico de que cuando te casas te
VUELVES UNO con el otro. Y nos dimos cuenta
de que somos dos personas completamente
separadas en dos caminos completamente
separados, y que estábamos ELIGIENDO recorrer
estos caminos separados, pero acompañándonos.
Su felicidad es su RESPONSABI-
LIDAD y mi felicidad es MI RESPONSABILIDAD.
Y decidimos que íbamos a encontrar nuestro
disfrute íntimo-separado-personal, y
luego presentárselo al otro, cuando esté feliz.
No vamos a estar suplicándole al otro, demandándole,
que “atienda mis necesidades”.
Es injusto y muy poco realista.
Inclusive puede ser destructivo, esto de hacer
a otro responsable de tu propia felicidad.
Hay creencias que se han ido recibiendo
de generación en generación y lo que han logrado
es distanciarnos de la felicidad en las
relaciones.
Siempre estamos a tiempo para reflexionar,
observar nuestra propia historia y la de
otros. Hacer cambios puede conducirnos a
encontrar ese bienestar que todos buscamos.
Will Smith, uno como nosotros, viviendo,
experimentando y compartiendo.
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SUPLEMENTO EDUCATIVO PARA LA VIDA
LA INCERTIDUMBRE
Compañera
de viaje
La incertidumbre es una
margarita
cuyos pétalos no se terminan
jamás de deshojar.
Mario Vargas Llosa
La incertidumbre es un sentimiento (una
emoción más mantenida en el tiempo) que
está muy ligado al miedo. Es, por así decirlo,
un miedo mantenido.
Nos acompaña desde el momento del
nacimiento.
El feto, al momento de nacer, la siente con
gran intensidad.
Es una compañera de viaje a la que se requiere
integrarla, conocerla, para que la vida
sea recorrida con más paz y confianza en los
momentos que se hace presente.
Escoltada por la impaciencia, miedo, inquietud,
pavor, agobio… hasta la desesperación.
Detrás de la incertidumbre puede llegar la
frustración pero también la sorpresa.
Todos lidiamos con ella con mayor o menor
éxito.
Después de haberla sentido por un tiempo,
llega la noticia de que el examen fue aprobado,
el crédito otorgado, el bebé es sano, el
conflicto se resolvió… o el romance terminó,
la oportunidad que esperaba no se concretó,
los resultados no fueron buenos…
Algunos dicen: “no siempre la incertidumbre
es madre de buenas cosas”.
A muchas personas la incertidumbre la ha
arrojado al fondo del pozo.
Un diagnóstico médico puede sumirnos en
la desesperación. Como tantas veces lo he
dicho, qué importante es hacer diagnósticos,
no pronósticos.
Esto vale para cualquier situación.
¿Quién puede aventurarse a dar un resultado
con total certeza?
Nos guste o no, nos acompañará hasta el
final de nuestros días para demostrarnos la
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inutilidad de tratar de adivinar lo que, con
certeza, nos depara el futuro.
Este desconocimiento nos obliga a educarnos
y a educar a nuestros hijos, a saber
vivir fuera de la zona de confort.
A desarrollar la “resiliencia” que es
la capacidad para recuperarse ante una
adversidad.
La seguridad
La seguridad no existe.
Vivir es experimentar con
más o menos frecuencia situaciones
de incertidumbre
ya sea en el trabajo, en la familia,
en una relación, en la
economía…
Nada ni nadie puede garantizar
algo al 100%
La vida es cambio.
Puede aumentar nuestro bienestar o
traer un aparente malestar que esconde su
aprendizaje.
Es imposible resistirse al cambio.
Lo que existe es la incertidumbre.
“El barco está más seguro cuando
está en el puerto,
pero no es para ello que fueron
construidos”.
Paulo Coelho
En estos tiempos
La incertidumbre ha aumentado considerablemente
en estos tiempos.
Especialmente en el trabajo.
No tener empleo afecta a la persona,
y también sentir la amenaza de poder
perderlo.
Esto puede llevar a altos niveles de miedo
que se transforma en ansiedad y estrés. Y esto
último sostenido en el tiempo, lleva a dolencias
físicas como dolores de cabeza, fatiga,
problemas de insomnio, irritabilidad, etc.
Cuando la persona está preocupada por
este temor, sufre una situación de incertidumbre
por su futuro.
Es totalmente normal que le asalten las
dudas y se sienta angustiado.
No sabe para dónde ir, qué hacer, cómo
resolver.
Hay una sensación de total desamparo,
desprotección.
¿Por qué?
Porque antes la seguridad
se apoyaba en algo externo.
El trabajo, la relación, lo
conocido…
La persona se debilita, se
siente vulnerable y frágil.
Espera que la solución venga
de fuera.
El camino no es ese. Es justamente
el contrario.
Es el momento que hay que viajar hacia
nuestro interior.
Descubrir que en esa soledad nos tenemos
a nosotros mismos.
En estas circunstancias, lo esencial es lo
que puede hacer uno, que no dependa de
otros o de una situación en especial.
Se requiere un cambio en la forma de pensar,
en la actitud.
La incertidumbre es como que de golpe
“algo” nos sacó de la zona de comodidad,
donde estábamos quietos, protegiéndonos
para que nada cambiara. Una situación nos
sacude de pies a cabeza.
Incertidumbre y oportunidad
La incertidumbre no nos agrada generalmente,
porque la relacionamos con el dolor.
No fuimos educados para afrontarlas.
Un cambio de actitud, es interpretar la incertidumbre
como una oportunidad por venir.
Es ir a un destino diferente, no conocido.
Son momentos de duda.
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Detrás de ella se esconde un mundo
de posibilidades que pueden hasta ser
impensables.
Todo es posible.
Es cuando necesitamos manifestar la valentía,
el valor, el coraje, para seguir caminando.
Es un tiempo de introspección.
Edgar Morin en su libro “Los
7 saberes necesarios para la
educación del futuro” dice:
“Es preciso aprender a navegar en
océanos de incertidumbre
en medio de archipiélagos de
certeza”.
Cada situación vivida de incertidumbre,
nos deja aprendizaje, valores y fortalezas.
Podemos traer a nuestra memoria lo anterior
para empoderarnos y confiar en lo
nuevo que nos trae.
Siempre nos hará avanzar en la vida.
Si nos quedamos en nuestro bote, soltando
los remos, dejándonos llevar por la fluidez
de la vida, empezarán a aparecer indicios
de posibilidades.
Habitarán nuestra mente, ya que la psiquis
está buscando cómo salir de esta situación
y las ideas aparecerán.
Serán como semillas.
Elegiremos una y tendremos que nutrirla
con la acción.
Esto hará que se materialice.
Los hijos
Cada vez más, está presente, y la creatividad
será un gran aliado para salir adelante
en situaciones donde la innovación será
fundamental.
La responsabilidad tanto del padre como
de los educadores es fortalecerlos interiormente.
Hacerle vivir experiencias donde
ellos comprueben “que pueden”.
Empoderarlos es desarrollar recursos internos
que son los que siempre estarán con
ellos y permanecerán.
Lo de afuera siempre estará en permanente
cambio.
LOS HIJOS SON COMO LOS
BUQUES
Al mirar un buque en el puerto, imaginamos
que está en su lugar más seguro, protegido
por un fuerte amarre.
Todo padre quiere evitar la incertidumbre
en la vida de los hijos.
Algo imposible porque sería evitarle vivir o
quedarse atrapado en zonas de comodidad.
Desde que recuerdo, “esa seguridad”, se
creía que estaba en una carrera o en el estudio.
Hoy filósofos, personas que avizoran el
futuro, predicen que los padres y los educadores
deben preparar al niño, al joven, para
saber afrontar la incertidumbre.
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Sin embargo, sabemos que está allí preparándose,
abasteciéndose y alistándose
para zarpar, cumpliendo con el destino para
el cual fue creado, yendo al encuentro de sus
propias aventuras y riesgos.
Dejando su estela y dependiendo de lo que
la fuerza de la naturaleza le reserve, tendrá
que desviar la ruta, trazar otros rumbos y
buscar otros puertos.
Pero retornará fortalecido por el conocimiento
adquirido, enriquecido por las diferentes
culturas recorridas. Y habrá mucha
gente esperando feliz en el puerto para celebrar
sus millas navegadas.
Así son los HIJOS. Tienen a sus PADRES,
como puerto seguro, hasta que se tornan
independientes.
Por más seguridad, protección y manutención
que puedan sentir junto a sus padres,
los hijos nacieron para surcar los mares
de la vida, correr sus propios riesgos y vivir
sus propias aventuras.
Cierto es que llevarán consigo los ejemplos
adquiridos, los conocimientos obtenidos
en la familia y en el colegio, pero lo más
importante estará en el interior de cada uno,
en el timón de su corazón
La capacidad de saber ser feliz.
Sabemos que no existe felicidad inmediata,
que no es algo que se guarda en un escondite
para ser dada o transmitida a alguien.
El lugar más seguro para el buque es el
puerto. Pero no fue construido para permanecer
allí.
Los padres piensan que serán el puerto
seguro de los hijos, pero no pueden olvidarse
que deben de prepararlos para navegar mar
adentro y encontrar su propio lugar, donde
se sientan seguros, con la certeza que deberá
ser, en otro tiempo, un puerto para otros
seres (los nietos).
Nadie puede trazar la ruta de los hijos, Lo
que sí podemos hacer es tomar conciencia y
procurar que lleven en su equipaje valores
como:
Amor, Libertad, Justicia, Humildad, Solidaridad,
disciplina, integridad, Tolerancia, Gratitud
y Generosidad.
Los hijos nacen de los padres, pero deben
convertirse en ciudadanos del mundo.
Los padres pueden querer que haya siempre
una sonrisa en los hijos, pero no pueden
sonreír por ellos. Pueden desear su felicidad,
pero no pueden ser felices por ellos.
La felicidad consiste en tener un ideal para
buscar, y la certeza de estar navegando en
mares abiertos con rumbo y marcación hacia
ese logro.
Los padres no deben seguir la travesía de
los hijos y los hijos nunca deben descansar
en los logros que los padres alcanzaron.
Los hijos deben hacerse a la mar desde el
puerto donde sus padres llegaron y como los
buques, partir en busca de sus propias conquistas
y aventuras.
Para ello, requieren ser preparados para
navegar en la vida.
¡Cuán difícil es soltar las amarras y dejar
zarpar al buque!
Sin embargo, el regalo de amor más grande
que puede dar un padre, una madre, es la
autonomía.
¡Hijos, buen viento y buena mar…!
Autor desconocido
Cómo gestionar la
incertidumbre
El mundo de hoy es incierto y estar cómodos
con la incertidumbre es una de las
condiciones que necesitamos para poder
convivir en el mundo.
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Incertidumbre
Es la obsesión por el mañana
lo que arrebata la libertad y serenidad de hoy.
Incertidumbre que lo hace a uno cautivo del
futuro,
del miedo a qué puede pasar.
Desasosiego que destruye la confianza,
ensombrece el momento,
preocupa por un tiempo que no existe,
que estará por venir.
Siempre conjeturando,
adelantando vísperas,
imaginando escenarios,
atribulado, angustiado,
preparándose para lo ficticio.
Creas, supones, previenes
algo que nadie puede asegurar que vendrá
o que el día de mañana querrás,
necesitarás, valorarás
o simplemente que vivirás.
Alfredo Mendoza Cornejo
Guadalajara, Jalisco, México
El miedo tiene que ser un aliado.
No logramos nada resistiéndonos a él.
Lo reconocemos y lo aceptamos. Está bien
tener miedo.
Observar los pensamientos puede ayudarnos
a dirigirlos al momento presente
para dejar de estar tanto
en el pasado como en el
futuro.
Enfocarse en el ahora
trae beneficios porque
es donde aparecen las
oportunidades.
Intenta realizar actividades
placenteras para
no dirigir tanta energía a
dicha situación.
Ejercicios de relajación
y meditación contribuyen
a mejorar el estado energético, emocional
y físico.
La incertidumbre tiene el poder de hacernos
buscar dentro de nosotros los recursos.
De cuestionarnos.
De invocar a la creatividad para salir
adelante.
La actitud es determinante: Víctima o
Guerrero.
Invito a redescubrir el poder de
la incertidumbre y abrazarla y a
dejarnos sorprender por ella. Porque
en un mundo donde nada es seguro
todo, todo, puede ser posible.
Mariela Zelada
Abracemos la incertidumbre, el miedo,
la ansiedad, la preocupación y avancemos
hacia el mar abierto.
Si tenemos que afrontar las olas del futuro,
hagámoslo recordando el valor que
hemos tenido en experiencias pasadas nosotros
y nuestros antepasados. Reflotemos
las fortalezas adquiridas.
Recordemos que a la turbulencia causada
por las tormentas de la vida, le sigue la
calma.
La fe está en nuestra fuerza interior.
Después de la tormenta siempre sale el
sol.
¡Cuántas veces hemos
dejado la seguridad del puerto
y nos hemos aventurado a lo
nuevo trayendo beneficios a
nuestra vida!
De muchas aventuras podemos
contar y de muchos
saltos al vacío.
Todo esto nos ha permitido
evolucionar e ir a nuevos
océanos que nos han
enriquecido.
La aventura tuvo sus
maravillas.
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Estimados lectores:
Cuando vas transitando la vida, reconociendo
que todo tiene un final y que a
todo final le sigue un inicio, lo recorrerás
más feliz.
Si ves que algo anuncia su alejamiento y
no lo retienes, evita el sufrimiento.
Es abrir la puerta a la renovación, porque
la vida está compuesta de ciclos.
Cada uno ha tenido su nutriente.
Concluir es dar espacio a las nuevas experiencias
por venir.
Estancarnos en rutinas, en formas de ser,
en actividades que realizamos sin entusiasmo,
en relaciones… es como dejar escurrir
entre los dedos la valiosa energía de la
vida, la que nos da entusiasmo, motivación,
fuerza, impulso, alegría…
Es el oro que habita en nosotros.
Todo lo que retenemos a la fuerza, va
muriendo lentamente.
Podemos reconocer ese miedo a lo desconocido
que nos mantiene estancados.
Al hacerlo despertaremos el coraje y la
valentía para avanzar.
Seguir transitando la vida expectantes,
es como ir en una aventura esperando
sorprendernos con lo que llegará.
Re-comenzar es re-novarse.
Re-novarse es re-vitalizarse.
Es honrar la vida.
“Entre las orillas del dolor y el
placer fluye el río de la vida.
Sólo cuando la mente se
niega a fluir con la vida
y se estanca en las orillas
se convierte en problema.
Fluir quiere decir aceptación,
dejar llegar lo que viene, dejar ir
lo que se va”.
Sri Nisargadatta Maharaj
Hasta la próxima edición.
Silvia Rodríguez Borges
Muchas de las ilustraciones de esta revista proceden del buscador de imágenes en Google. Si el autor de alguna de ellas desea
que se cambie, puede ponerse en contacto e inmediatamente se suspenderá del medio digital que esté reproducida.
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agua y actúan en los cuerpos energético, emocional, mental y
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Cuando es colocado en algún lugar o habitación, se potencian
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