Richard Cohen - Comprender y sanar la homosexualidad
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
su piso y tomé el metro hasta casa. Cuando estaba esperando el metro, en el subsuelo, me fui a un rincón<br />
oscuro y comencé a llorar. Me sentía ultrajado y decepcionado. BUSCABA CERCANÍA, UN LUGAR SEGURO<br />
PARA ABRAZAR Y SER ABRAZADO. Lo que experimenté me pareció como una vio<strong>la</strong>ción.<br />
Volví a casa y nunca le hablé a nadie de lo que había pasado. Al final, cundo se acababa mi último año<br />
de bachillerato, hablé con mis padres sobre mis conflictos con <strong>la</strong> atracción hacia <strong>la</strong>s personas de mi sexo. Mi<br />
madre me dijo que lo sabía, lo que me enfadó mucho. Desde mi primera infancia había tenido una re<strong>la</strong>ción de<br />
amor-odio con el<strong>la</strong>. No sabía dónde empezaba el<strong>la</strong> y dónde terminaba yo. Sabía que parte de mi confusión de<br />
género se debía a nuestra inadecuada proximidad. Mi padre se avergonzó de mi reve<strong>la</strong>ción. Se había formado<br />
en una escue<strong>la</strong> militar y había sido un marine durante <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial. Pedí que me llevaran a un<br />
psiquiatra. Fui, pero fue una experiencia estéril. Él y yo no conectamos en absoluto.<br />
2. UNIVERSIDAD<br />
En 1970 fui a <strong>la</strong> Universidad de Boston, para estudiar música. Comencé con psicoterapia, dos veces<br />
por semana, con un psicoanalista de <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> freudiana tradicional. Continué durante los tres años<br />
siguientes, pero resultaba un tiempo insoportable de dolor y escaso resultado. Aprendí algo más sobre mi<br />
vida, pero no aprendí nada acerca de los orígenes de mis deseos, ni experimenté ninguna calma en mi dolor.<br />
Durante mi primer año de universidad acudí a algunos bares gay, pero no me gustó el ambiente.<br />
Parecía un MERCADO DE CARNE y no tenía ningún interés en convertirme en una MERCANCÍA SOBRE UNA<br />
ESTANTERÍA. Fui a algunas reuniones de <strong>la</strong> asociación de estudiantes “gays y lesbianas” de mi universidad.<br />
En el primer año de universidad tuve varios “novios”, cada uno de ellos durante algunos meses.<br />
Cuando volví a <strong>la</strong> casa, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción era aún de mayor confrontación, pues echaba mano de algunas de<br />
mis herramientas terapéuticas para desafiar a mis padres. En una ocasión mi padre y yo nos enzarzamos en<br />
una pelea. Mi padre me golpeó mientras yo estaba en <strong>la</strong> cama. Mi madre comenzó a gritar a mi padre: “¡Para!,<br />
¡para!, por el amor de Dios, para!” YO volví <strong>la</strong> cabeza hacia el<strong>la</strong> y le dije: “¡No! ¡Esto es magnífico! ¡Esto es lo<br />
más cerca que hemos estado en nuestra vida!”. El<strong>la</strong> se fue corriendo de <strong>la</strong> habitación, entre lágrimas.<br />
Recuerdo que después de una de mis visitas, mi padre escribió una carta que me hirió<br />
profundamente. Al mismo tiempo, me sentí asfixiado por mi entonces “novio”, Mike. Además de todo eso, <strong>la</strong>s<br />
tareas en <strong>la</strong> universidad eran ingentes. Decidí tomar una botel<strong>la</strong> de Bufferin y acabar con todo. A pesar de<br />
ello, me desperté a media mañana, enfermo como un animal, pero todavía vivo. L<strong>la</strong>mé a mi hermana, que vivía<br />
cerca. Vino y me llevó a <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> de urgencias del hospital donde me vaciaron el estómago y me estabilizaron.<br />
Me recuperé; continué con <strong>la</strong> terapia; volvía a <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses; acabé mi re<strong>la</strong>ción con Mike; cambié de<br />
carrera y elegí el teatro; y comencé a sentirme un poco más esperanzado. En mi segundo año de universidad<br />
conocí a Tim, que era diplomado en Arte. Fuimos amantes durante los tres años siguientes.<br />
Desde mi primera infancia había tenido tres sueños. Primero, quería tener un mejor amigo, alguien<br />
con quien pudiera ser totalmente yo, sin disculpas o excusas. Segundo, quería actuar en un grupo que viajara<br />
por el mundo, educando y entreteniendo a <strong>la</strong> gente. Tercero, quería casarme con una mujer hermosa y crear<br />
una familia llena de amor.<br />
Tim fue mi primer sueño hecho realidad. Pero había un precio que pagar. Era una re<strong>la</strong>ción “montaña<br />
rusa”. Yo era el perseguidor y él el escapado. Así fue nuestra continua danza durante los tres años. Los<br />
momentos íntimos eran increíbles, y el amor que compartíamos era maravilloso. Éramos los mejores amigos.<br />
Aprendí muchas cosas viendo <strong>la</strong> vida a través de los ojos de Tim. Él tenía una afinidad con <strong>la</strong> naturaleza y<br />
aprendí a ver cosas que nunca antes había visto. Era y sigue siendo un hombre excepcional.<br />
3. ITINERARIO ESPIRITUAL<br />
Durante nuestra re<strong>la</strong>ción ocurrió otro acontecimiento muy significativo. Tim tenía un gran amor por<br />
Jesucristo. Yo me metía duramente con sus creencias hasta que me dijo: “<strong>Richard</strong>, déjalo ya. Cree lo que<br />
quieras creer y déjame creer lo que creo”. Me di cuenta de que tenía razón y le pedí perdón. Como quería a<br />
8