Richard Cohen - Comprender y sanar la homosexualidad
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En una ocasión traté a un hombre alto y guapo l<strong>la</strong>mado Dirk. Si le vierais nunca pensaríais que<br />
hubiese tenido problemas con su imagen corporal. Hoy, Dirk es un culturista muy musculoso. Sin embargo,<br />
cuando estaba en <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> era INCAPAZ PARA EL DEPORTE E INFERIOR SOCIALMENTE A SUS<br />
COMPAÑEROS. Para <strong>sanar</strong> estas heridas en <strong>la</strong> edad adulta, practicó una gran variedad de deportes, aprendió<br />
a ser uno más en un grupo, y finalmente aprendió a pasárselo bien. Muchas organizaciones que ayudan a <strong>la</strong>s<br />
personas a salir de <strong>la</strong> <strong>homosexualidad</strong> organizan actividades deportivas para ayudarles a superar sus<br />
temores respecto al deporte y <strong>la</strong> competición.<br />
Dan era bombero, <strong>la</strong> imagen típica del “macho”: guapo, musculoso, atlético y educado. Sin embargo,<br />
se sentía inferior a los hombres y atraído hacia los chicos adolescentes. Dan SE HABÍA DESARROLLADO<br />
FÍSICAMENTE MÁS TARDE QUE SUS COMPAÑEROS. Entró en <strong>la</strong> pubertad hacia los quince años. Cuando<br />
tenía que ducharse con otros compañeros después de c<strong>la</strong>se de gimnasia, SE SENTÍA AVERGONZADO POR<br />
SU FALTA DE MADUREZ FÍSICA. Dan no se sentía capaz de compartir su dolor con su padre. Su padre era un<br />
adicto al trabajo y al alcohol. Además, solía pegar a Dan cuando estaba embriagado. En aquel<strong>la</strong>s<br />
circunstancias, Dan se quedó “atascado” en los años de <strong>la</strong> pre-adolescencia. Pese a que maduró y se<br />
convirtió en un hombre guapo y fuerte, siendo un adulto se seguí considerando inferior a otros hombres.<br />
Un grupo de hombres a los que traté eran más bajos que <strong>la</strong> media masculina. Esto tuvo un impacto en<br />
un sentido de identidad de género. Todos ellos estaban EMOCIONALMENTE DISTANCIADOS DE SUS<br />
PADRES. Este distanciamiento, combinado con <strong>la</strong> menor altura, les hacía SENTIRSE INFERIORES A OTROS<br />
HOMBRES. En otros casos se trataba de varones con sobrepeso o muy delgados, o bien que tenían algún<br />
tipo de defecto físico. Estos factores creaban en ellos un sentido de “DESIDENTIFICACIÓN” CON SU PROPIO<br />
GÉNERO.<br />
ABUSOS SEXUALES<br />
Un gran porcentaje de los homosexuales adultos ha sufrido abuso sexual en <strong>la</strong> infancia. Estudios de<br />
investigación y observaciones clínicas apoyan esta tesis. En el caso de <strong>la</strong>s mujeres homosexuales, en un 90<br />
% de los casos han sufrido abusos sexuales por parte de varones, y entre un 75 % y un 85 % de los varones<br />
homosexuales han padecido abusos sexuales 70 .<br />
Patrick Dimock 71 y Mike Lew 72 descubrieron que <strong>la</strong> confusión sobre <strong>la</strong> orientación sexual podía<br />
deberse a un abuso sexual en <strong>la</strong> primera infancia. Tanto David Finkelhor, uno de los mejores investigadores<br />
en el área del abuso sexual infantil (en su libro Abusos sexuales infantiles: nuevas teorías e investigaciones,<br />
New York , Free Press 1984) como Jonson y Shrier ( en su artículo Agresión sexual de los niños, en Journal<br />
of Adolescente Health Care, 1985) hal<strong>la</strong>ron una fuerte corre<strong>la</strong>ción estadística entre el abuso sexual infantil y<br />
<strong>la</strong> actividad homosexual en <strong>la</strong> adolescencia y en el estado adulto. “Los niños que habían sido agredidos por<br />
hombres adultos tenían cuatro veces más probabilidades de tener actualmente re<strong>la</strong>ciones homosexuales que<br />
aquéllos que no habían padecido tales agresiones” 73 . Jonson y Shrier estudiaron grupos de adolescentes<br />
durante un período de seis años y descubrieron que aquéllos que habían sufrido agresiones sexuales en <strong>la</strong><br />
infancia “se identificaban a sí mismos como homosexuales en una proporción próxima a siete veces mayor, y<br />
como bisexuales, casi seis veces más” que aquéllos que no habían padecido <strong>la</strong>s agresiones 74 .<br />
El doctor Charles Socarides y otros terapeutas han observado que un alto porcentaje de sus<br />
pacientes habían sufrido abusos sexuales en <strong>la</strong> infancia. Wendy Maltz y Beverly Colman confirman que “<br />
estudios hechos en niños que habían sufrido abusos sexuales cometidos por hombres indican que un alto<br />
porcentaje de ellos tienen re<strong>la</strong>ciones homosexuales cuando son adultos” 75 . Muchos directores de programas<br />
de curación de ex homosexuales han manifestado que un gran porcentaje de los hombres y mujeres que<br />
buscan ayuda habían padecido abusos sexuales en <strong>la</strong> niñez.<br />
70<br />
D. BYRD, Understanding and treating homosexuality (Washington, D. C., 13 de marzo, 1988).<br />
71<br />
P. DIMOCK, “Adult males sexually abused as children”, Journal of interpersonal violence 3, nº. 2 (junio 1988), pp. 203-221.<br />
72<br />
M. LEW, Victims no longer (Nueva York, Nevraumont publishing, 1988), p. 78.<br />
73<br />
D. FINKELHOR, Chile sexual abuse: New theory and research (Nueva York, Free Press, 1984), p. 195.<br />
74<br />
R. JOHNSON Y D. SHRIER, “Sexual victimization of boys”, Journal of adolescent health care 6, nº. 5 (septiembre 1985), pp. 372-376.<br />
75<br />
W. MALTZ Y B. HOLMAN, Incest and sexuality: A guide to understanding healing (Lexinton, MA, Lexinton Books, 1987), p. 72.<br />
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