Richard Cohen - Comprender y sanar la homosexualidad
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Por eso creo que no nacemos puros. Nacemos con filtros mentales o predilecciones, que pueden<br />
influir en cómo vemos y respondemos a una determinada situación. Los filtros mentales/preferencias son<br />
algo así como ver <strong>la</strong> vida con gafas ahumadas. Vemos <strong>la</strong>s cosas desde una perspectiva determinada, no<br />
necesariamente como son. Un filtro mental puede hacer que malinterpretemos <strong>la</strong>s acciones o <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de<br />
otro. “El concepto de filtración o <strong>la</strong> formación de una “dotación cognitiva” está muy próximo a lo que suele<br />
l<strong>la</strong>marse “dotación de aprendizaje” o “mapa cognitivo”. Es una reg<strong>la</strong> por <strong>la</strong> que una persona interpreta <strong>la</strong>s<br />
tareas de aprendizaje o los estímulos que proceden del ambiente” 44 . Bert Hellinger, fundador de <strong>la</strong> Terapia<br />
Sistémica de <strong>la</strong> Familia en Alemania, enseña que acumu<strong>la</strong>mos sentimientos de miembros de <strong>la</strong> familia,<br />
conocidos y no conocidos (p. e., de abuelos y bisabuelos, parejas divorciadas y amantes). Estos<br />
sentimientos y problemáticas están presentes en el sistema familiar e influyen en todos sus miembros.<br />
Cómo pueda esto influir en el desarrollo de un desorden de afecto hacia <strong>la</strong>s personas del mismo sexo<br />
es algo que dependerá de cada individuo, teniendo en cuenta temas presentes en el sistema familiar. EN EL<br />
CENTRO DE UN DESORDEN DE AFECTO HACIA LAS PERSONAS DEL MISMO SEXO ESTÁ EL SENTIDO DE<br />
NO ENCAJAR, DE NO ESTAR EN EL LUGAR DE UNO, Y EL SENTIMIENTO DE SER RECHAZADO. Estos<br />
sentimientos y pensamientos pueden ser una característica heredada por el niño. Si es así, ya ha nacido con<br />
una predisposición para sentirse rechazado. Tiene una propensión a malinterpretar <strong>la</strong>s conductas y <strong>la</strong>s<br />
pa<strong>la</strong>bras de sus padres y de los demás. No se trata de que los acontecimientos le vayan dando forma a él,<br />
sino que se trata de su respuesta a esos acontecimientos. La percepción se convierte en <strong>la</strong> realidad. Esta<br />
característica heredable puede contribuir a que el niño albergue sentimientos de rechazo y de ser diferente,<br />
algo que está en el mismo centro de un desorden de afecto hacia <strong>la</strong>s personas del mismo sexo.<br />
Jed creció en el seno de una familia de c<strong>la</strong>se media. Su padre era un baluarte de <strong>la</strong> comunidad.<br />
Asistían religiosamente a su iglesia. El padre de Jed era muy crítico y exigente, como su padre lo había sido.<br />
Jed siempre se sintió inseguro e inadecuado en re<strong>la</strong>ción con su padre, sintiéndose incapaz de cumplir sus<br />
expectativas. A una edad muy temprana, Jed se distanció emocionalmente de su padre y se identificó con su<br />
madre. Creo que Jed había nacido con una predisposición hacia el rechazo y el distanciamiento. Como<br />
provenía de un linaje que había soportado una intensa persecución, Jed experimentó con facilidad un<br />
sentimiento de no pertenencia, de inadecuación y de ser diferente.<br />
Albert nació dentro de un sistema familiar con muchas tensiones. Su padre era ejecutivo de una gran<br />
empresa. Traía a casa <strong>la</strong>s preocupaciones y <strong>la</strong>s cargas de su trabajo y se <strong>la</strong>mentaba todo el tiempo de <strong>la</strong> vida<br />
que llevaba. La madre de Albert era muy infeliz en su re<strong>la</strong>ción con su marido. Se abrazaba a su hijo y<br />
compartía con él su dolor y su pena. Albert, siendo un niño, se distanció internamente de ambos, de su padre<br />
y de su madre. Se sintió no aceptado, como un extraño. Estaba seguro de que había sido adoptado, sin que le<br />
importara que continuamente sus padres le repitieran que era su hijo. Albert también procedía de una estirpe<br />
que había sentido una fuerte discriminación y rechazo social durante muchas generaciones. Tenía una<br />
predisposición a experimentar el ridículo y el rechazo, que entonces proyectaba en sus padres y en<br />
ocasiones sobre sus hermanos y compañeros.<br />
TEMPERAMENTO<br />
Algunas de <strong>la</strong>s características temperamentales que pueden conducir a un desorden de afecto hacia<br />
<strong>la</strong>s personas del mismo sexo son <strong>la</strong> hipersensibilidad, una naturaleza más bien artística, una niña más<br />
masculina, un niño más afeminado y los niños que requieren “mucho mantenimiento”.<br />
La característica de <strong>la</strong> HIPERSENSIBILIDAD o una mayor sensibilidad puede pertenecer a <strong>la</strong> naturaleza<br />
original o heredada de un individuo. En este mundo en que vivimos, tal y como es actualmente, yo l<strong>la</strong>mo a<br />
esta característica una “maldición-bendición”. He observado que muchos hombres y mujeres que sufren un<br />
desorden de afecto hacia <strong>la</strong>s personas del mismo sexo también tienen una MAYOR SENSIBILIDAD ante<br />
cualquier estímulo. Por supuesto, esto no significa que todo niño sensible es o vaya a ser un homosexual.<br />
Hay que recordar que hay una combinación de factores que son los que conducen a crear una orientación<br />
sexual: no se trata de una so<strong>la</strong> variable.<br />
44<br />
E. WILSON, Counseling and homosexuality (Waco, TX, Word Books, 1988), p. 67.<br />
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