Richard Cohen - Comprender y sanar la homosexualidad
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Con independencia del mentor, EL ADULTO-NIÑO PASARÁ POR TRES ESTADIOS DE DESARROLLO:<br />
DEPENDENCIA, INDEPENDENCIA e INTER DEPENDENCIA. Primero, el adulto-niño será dependiente del<br />
mentor, recuperando el tiempo perdido para satisfacer sus necesidades incumplidas. Tras curar sus heridas<br />
e interiorizar el amor del mentor, obtendrá un sentido de independencia. Finalmente, aprenderá a ser<br />
interdependiente, cuando pueda mantenerse firme y cuando necesite ayuda de los demás.<br />
Una dificultad particu<strong>la</strong>r para los hombres está en COMPARTIR SUS SENTIMIENTOS y en ADQUIRIR<br />
UNA INTIMIDAD EMOCIONAL. Las mujeres por lo general son más capaces de expresar sus sentimientos y<br />
de establecer un contacto visual. Los hombres están más centrados en <strong>la</strong> acción, no en <strong>la</strong>s emociones. Los<br />
varones aprenden desde muy temprano que es socialmente inaceptable expresar sus sentimientos. La<br />
psicología del varón también ofrece otra razón: les inclina a tomar distancias. El despertar emocional les<br />
castiga más, debido a sus hormonas, por consiguiente aprenden a ais<strong>la</strong>rse y a cerrarse desde temprana<br />
edad 144 .<br />
Un varón que tenga que tratar con su atracción hacia <strong>la</strong>s personas de su mismo sexo puede que esté<br />
más en contacto con su <strong>la</strong>do emocional. Es un reto muy especial para los mentores varones. Puede ser más<br />
fácil para el mentor implicar al adulto-niño en rituales que forjen una vincu<strong>la</strong>ción, tales como practicar<br />
deportes, ir al monte o ir de pesca. Pero, en cambio, puede que le resulte extremadamente difícil compartir<br />
sus sentimientos, aceptar los sentimientos del adulto-niño y proporcionarle el regalo de un contacto físico<br />
sano. Para ambas partes todo esto supondrá un reto. Puede que el adulto-niño tenga que instruir al mentor<br />
acerca de sus específicas necesidades de intimidad y contacto. EL MENTOR TIENE QUE DARSE CUENTA DE<br />
QUE DETRÁS DE ESE CUERPO DE ADULTO SE OCULTA EL CORAZÓN DE UN NIÑO LASTIMADO QUE<br />
NUNCA EXPERIMENTÓ, O LO EXPERIMENTÓ DE MODO INSUFICIENTE, EL AMOR DE SU PADRE. El mentor<br />
masculino tendrá en sus brazos al adulto-niño en <strong>la</strong> misma forma en que tendría a su propio hijo.<br />
Algunas personas me han preguntado específicamente acerca del tacto directo, sobre <strong>la</strong> piel, con sus<br />
mentores (como quitarse <strong>la</strong> camiseta practicando un deporte). Las re<strong>la</strong>ciones sanas, no eróticas, están<br />
mode<strong>la</strong>das según <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones familiares: padre/hijo, madre/hija, hermano/hermano, hermana/hermana,<br />
tío/sobrino, tía/sobrina, abuelo/nieto o abue<strong>la</strong>/nieta (todas, sanas re<strong>la</strong>ciones familiares con personas del<br />
mismo sexo). Sencil<strong>la</strong>mente, hay que preguntarse: “¿Encajaría mi acción dentro de los límites de alguna de<br />
estas re<strong>la</strong>ciones?”. Si <strong>la</strong> respuesta es no, entonces no debes hacerlo. Si <strong>la</strong> respuesta es sí, entonces<br />
ade<strong>la</strong>nte. El mentor y el adulto-niño también pueden pensar: “¿La conducta de qué edad es <strong>la</strong> adecuada? ¿En<br />
qué etapa del crecimiento se encuentra el adulto-niño en este momento?”.<br />
Tiene que existir un contraste, de verificación, tanto para el mentor como para el adulto-niño. Para <strong>la</strong>s<br />
dos partes implicadas en este proceso, un cónyuge, un cura, un religioso o un consejero resultan elecciones<br />
acertadas. Yo aconsejo que los mentores y el terapeuta o el consejero espiritual tengan reuniones periódicas<br />
(al menos una vez al mes o cada dos semanas) en <strong>la</strong>s que poner en común, apoyarse mutuamente, p<strong>la</strong>ntearse<br />
preguntas e ir contro<strong>la</strong>ndo el desarrollo personal.<br />
He podido comprobar cómo este tipo de re<strong>la</strong>ción es una bendición no sólo para el adulto-niño sino<br />
también para el mentor. DANDO, RECIBIMOS bendiciones y COMPARTIENDO LA CURACIÓN DE OTRA<br />
PERSONA, NOSOTROS APRENDEMOS Y CRECEMOS. Esta re<strong>la</strong>ción le enseñará al mentor muchas cosas<br />
acerca de sí mismo. Le ayudará a llevar sus habilidades al límite para comprender el sufrimiento de otra<br />
persona y para aprender a ser un hombre más compasivo.<br />
Precauciones:<br />
El terapeuta o el consejero no deben hacer de mentores. El terapeuta puede ayudar a formar<br />
mentores, pero está desaconsejado que él asuma el papel del mentor.<br />
Varios de los varones con los que he trabajado han intentado ser menores los unos de los otros. Esto<br />
no puede funcionar por <strong>la</strong> sencil<strong>la</strong> razón de que <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones homosexuales no sirven: NO PUEDES DAR LO<br />
144 M. WELCH, Holding time: intensive one day seminal, cintas de audio, 1996.<br />
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