After - Anna Todd
CAPÍTULO 96 Los nervios me pueden mientras avanzo por el bar. ¿Cómo es que esto me ha parecido una buena idea? Hardin me va a matar, y Steph va a pensar que me he vuelto loca. Cuando me ve, sonríe de oreja a oreja y exclama: —Pero ¿qué haces tú aquí? Y me da un fuerte abrazo. —Pues… Te estaba buscando —le digo. —¿Va todo bien? ¿O es que me echabas de menos? —Se echa a reír. —Te echaba de menos. —Con eso basta, por ahora. —Cuánto tiempo sin verte, Tessa —dice Nate dándome un abrazo—. ¿Dónde te tenía escondida Hardin? Tristan aparece detrás de Steph y le rodea la cintura con los brazos. Por cómo lo mira ella, sé que han solucionado la pelea que tuvieron por culpa de Molly. Steph me sonríe. —Ven, siéntate con nosotros. Los demás aún no han llegado. «¿Aún?» Me pregunto si querrá decir que Hardin llegará enseguida. Los sigo a un reservado temiendo la respuesta a esa pregunta. Una pregunta que decido no hacer. En vez de eso pido una hamburguesa con patatas fritas. No he comido nada en todo el día y ya son las tres pasadas. —Me aseguraré de que no lleven kétchup —me dice la camarera con una sonrisa antes de volver a la cocina. Se acuerda de la escena que Hardin le montó la última vez que estuve aquí. Me muerdo las uñas pintadas y espero a que la camarera me traiga mi Coca-Cola. —Anoche te perdiste la mejor fiesta del mundo —dice Nate. Alza la jarra y se termina la cerveza. —¿Sí? —Sonrío. Lo más frustrante de mi relación con Hardin es que nunca sé qué puedo y qué no puedo contarle a la gente. Si nuestra relación fuera normal, podría decirle que ayer nos lo pasamos pipa en la boda del padre de Hardin. Pero como mi relación de normal no tiene nada, me quedo callada. —Sí, fue una pasada. Fuimos a los muelles, no a la fraternidad. —Se echa a reír —. En los muelles podemos hacer más el tonto y después no tenemos que limpiar. —Ah, ¿es que Jace vive en los muelles? —pregunto fingiendo que no me interesa. www.lectulandia.com - Página 440
—¿Qué? No, los muelles son muelles de verdad, para barcos. Vive cerca porque de día trabaja allí. —Ah… —Mordisqueo mi pajita. —Hacía un frío de narices y Tristan, que iba muy pedo, se tiró al agua —dice Steph sin poder contener la risa. Tristan le saca el dedo. —No fue para tanto —se ríe—. Estaba tan fría que no sentí nada. La comida llega junto con las alitas de Tristan y otra ronda de cerveza para los tres. —¿No te apetece una cerveza, Tessa? No te van a pedir el carnet —me informa Nate. —No, no. Tengo que conducir. Pero gracias. —¿Qué tal la nueva residencia? —me pregunta Steph robándome una patata frita. —¿Qué? —La nueva residencia —me repite más despacio. —No estoy en una residencia. ¿Eso le ha dicho Hardin, que me he trasladado a otra residencia de estudiantes? —Sí, porque desde luego en la mía ya no vives. Tus cosas desaparecieron de repente y Hardin dijo que te habías cambiado de residencia, que tu madre se había cabreado contigo o algo así —explica, y le da un buen trago a su cerveza. En ese instante decido que me importa un pimiento si Hardin se cabrea: no pienso mentir. Estoy furiosa y avergonzada porque sigue ocultándole al mundo nuestra relación. —Hardin y yo nos hemos ido a vivir juntos —les digo. —¡¿Qué?! —exclaman los tres al mismo tiempo. —Sí, la semana pasada. Alquilamos un apartamento a veinte minutos del campus —les explico. Los tres me miran como si tuviera dos cabezas. —¿Qué? —inquiero perdiendo la paciencia. —Nada. Es sólo que… Vaya…, no sé. Es que nos ha pillado por sorpresa —dice Steph. —¿Por? —salto. Sé que no es justo que la pague con ella cuando con quien estoy realmente enfadada es con Hardin, pero no puedo evitarlo. Frunce el ceño y me mira como si estuviera pensando si debe hablar o no. —No lo sé. Sólo es que no me puedo imaginar a Hardin viviendo con alguien, eso es todo. No sabía que lo vuestro iba tan en serio. Ojalá me lo hubieras dicho. Estoy a punto de preguntarle qué quiere decir con eso cuando Tristan y Nate miran en dirección a la puerta y luego a mí. Cuando me vuelvo, veo a Molly, a Hardin y a Jace. Hardin se está sacudiendo la nieve del pelo y limpiándose las botas en la alfombrilla de paja. Aparto la mirada con el corazón desbocado. Son www.lectulandia.com - Página 441
- Page 390 and 391: —Te quiero —dice mientras meto
- Page 392 and 393: —Gracias. Estas cosas tenemos que
- Page 394 and 395: Hardin se niega a levantarse y sól
- Page 396 and 397: esa el hombro, sale de mí y me ayu
- Page 398 and 399: CAPÍTULO 89 Cuando me despierto, t
- Page 400 and 401: está de mi parte, y me siento mejo
- Page 402 and 403: noche? ¿Pelearte con alguien? No t
- Page 404 and 405: Incluso las pesadillas. O eso, o he
- Page 406 and 407: conozco, siento que soy yo la que t
- Page 408 and 409: CAPÍTULO 91 Llevamos por lo menos
- Page 410 and 411: —Por supuesto. Es tu madre, Tessa
- Page 412 and 413: correctamente—. El apartamento no
- Page 414 and 415: nada, y quiero decir nada, que pued
- Page 416 and 417: eso. A lo mejor soy la única perso
- Page 418 and 419: —Madre mía… ¿Qué es todo eso
- Page 420 and 421: CAPÍTULO 93 Por cambiar de tema, H
- Page 422 and 423: haya, por lo menos, unas doscientas
- Page 424 and 425: hasta le sonríe un poco, y Ken le
- Page 426 and 427: —Sí —es todo lo que contesta
- Page 428 and 429: fiesta. —Gracias por haber venido
- Page 430 and 431: casa, me sirve otra copa de champá
- Page 432 and 433: oda de su padre. —Vaya canción m
- Page 434 and 435: CAPÍTULO 95 —¡Cómo me gusta ll
- Page 436 and 437: Sé que no está nada bien, pero no
- Page 438 and 439: tenemos un problema! —le grito, y
- Page 442 and 443: demasiadas cosas a la vez: Molly es
- Page 444 and 445: Molly ladea la cabeza… Luego hace
- Page 446 and 447: —No. —Ahogo un sollozo y doy un
- Page 448 and 449: —¡Lo has estropeado todo! —chi
- Page 450 and 451: Zed se sienta tras el volante y arr
CAPÍTULO 96<br />
Los nervios me pueden mientras avanzo por el bar. ¿Cómo es que esto me ha<br />
parecido una buena idea? Hardin me va a matar, y Steph va a pensar que me he vuelto<br />
loca.<br />
Cuando me ve, sonríe de oreja a oreja y exclama:<br />
—Pero ¿qué haces tú aquí?<br />
Y me da un fuerte abrazo.<br />
—Pues… Te estaba buscando —le digo.<br />
—¿Va todo bien? ¿O es que me echabas de menos? —Se echa a reír.<br />
—Te echaba de menos. —Con eso basta, por ahora.<br />
—Cuánto tiempo sin verte, Tessa —dice Nate dándome un abrazo—. ¿Dónde te<br />
tenía escondida Hardin?<br />
Tristan aparece detrás de Steph y le rodea la cintura con los brazos. Por cómo lo<br />
mira ella, sé que han solucionado la pelea que tuvieron por culpa de Molly.<br />
Steph me sonríe.<br />
—Ven, siéntate con nosotros. Los demás aún no han llegado.<br />
«¿Aún?» Me pregunto si querrá decir que Hardin llegará enseguida. Los sigo a un<br />
reservado temiendo la respuesta a esa pregunta. Una pregunta que decido no hacer.<br />
En vez de eso pido una hamburguesa con patatas fritas. No he comido nada en todo el<br />
día y ya son las tres pasadas.<br />
—Me aseguraré de que no lleven kétchup —me dice la camarera con una sonrisa<br />
antes de volver a la cocina.<br />
Se acuerda de la escena que Hardin le montó la última vez que estuve aquí.<br />
Me muerdo las uñas pintadas y espero a que la camarera me traiga mi Coca-Cola.<br />
—Anoche te perdiste la mejor fiesta del mundo —dice Nate. Alza la jarra y se<br />
termina la cerveza.<br />
—¿Sí? —Sonrío.<br />
Lo más frustrante de mi relación con Hardin es que nunca sé qué puedo y qué no<br />
puedo contarle a la gente. Si nuestra relación fuera normal, podría decirle que ayer<br />
nos lo pasamos pipa en la boda del padre de Hardin. Pero como mi relación de<br />
normal no tiene nada, me quedo callada.<br />
—Sí, fue una pasada. Fuimos a los muelles, no a la fraternidad. —Se echa a reír<br />
—. En los muelles podemos hacer más el tonto y después no tenemos que limpiar.<br />
—Ah, ¿es que Jace vive en los muelles? —pregunto fingiendo que no me<br />
interesa.<br />
www.lectulandia.com - Página 440