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After - Anna Todd

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CAPÍTULO 95<br />

—¡Cómo me gusta llegar a casa! —proclamo al entrar en el apartamento. Y entonces<br />

me doy cuenta de que hace un frío que pela—. Excepto cuando no dejas la<br />

calefacción encendida. —Castañeteo con los dientes y Hardin se ríe.<br />

—Todavía no sé cómo funciona. Es tecnología punta.<br />

—Iré a por unas mantas —digo mientras él se pelea con el termostato.<br />

Cojo una de la cama y dos del armario y las dejo en el sofá. Luego vuelvo al<br />

dormitorio a cambiarme.<br />

—¡Hardin!<br />

—¡Voy!<br />

—¿Puedes bajarme la cremallera? —le pido cuando entra.<br />

Su momento manitas parece haberlo dejado frustrado. Tiene los dedos<br />

congelados, y tiemblo cuando me rozan la piel desnuda. Se disculpa, termina de<br />

bajarme la cremallera y el vestido cae al suelo. Me quito los zapatos. El suelo de<br />

hormigón impreso parece de hielo. Corro a buscar el pijama más calentito que tengo.<br />

—Ten, esto abriga más —dice sacando del armario una sudadera gris con<br />

capucha.<br />

—Gracias. —Sonrío.<br />

No sé por qué me gusta tanto ponerme la ropa de Hardin, es como si eso nos<br />

uniera más aún. Nunca lo había hecho con Noah, sólo una vez, cuando fuimos de<br />

acampada con su familia y tuvo que prestarme una sudadera.<br />

Y a Hardin parece que le gusta que lo haga. Me observa mientras me pongo la<br />

sudadera con una mirada cargada de deseo. Le cuesta quitarse la corbata y me acerco<br />

de puntillas a echarle una mano. Permanece en silencio y le quito la tira de tela y la<br />

dejo a un lado. Luego saco un par de calcetines largos, gordos y violeta que mi madre<br />

me regaló las Navidades pasadas.<br />

Me recuerdan que sólo faltan tres semanas para Navidad, y me pregunto si mi<br />

madre todavía querrá que la pase con ella. No he vuelto a casa desde que empecé la<br />

universidad.<br />

—¿Eso qué es? —Hardin se troncha de la risa y tira de los pompones que adornan<br />

mis tobillos.<br />

—Unos calcetines. Unos calcetines calentitos, para ser exactos. —Le saco la<br />

lengua.<br />

—Muy bonitos —se mofa. Se pone un pantalón de chándal y una sudadera.<br />

Para cuando volvemos a la sala de estar, el apartamento se ha calentado un poco.<br />

www.lectulandia.com - Página 434

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