After - Anna Todd
hasta le sonríe un poco, y Ken le devuelve la sonrisa. No cabe en sí de gozo. Landon está de pie al lado de Ken, en la tarima, pero a Hardin no parece importarle. Jamás habría accedido a subirse ahí arriba. Cuando Karen entra, todos los presentes suspiran. No hay palabras para describir lo bonita que está mientras camina hacia el altar. La expresión de su rostro al ver al novio hace que me apoye en el hombro de Hardin. Irradia felicidad y su sonrisa ilumina la carpa. Lleva un vestido largo y tiene las mejillas resplandecientes. Es perfecto. La ceremonia es preciosa, y cuando a Ken se le quiebra la voz y deja escapar un pequeño sollozo mientras recita sus votos se me llenan los ojos de lágrimas. Hardin me mira y sonríe, me suelta la mano y me seca las mejillas. Karen es una novia preciosa, y su primer beso como marido y mujer hace que los asistentes aplaudan y los vitoreen. —Cursilona —me dice Hardin cuando apoyo de nuevo la cabeza en su hombro mientras la gente empieza a salir. Poco después acompañamos a su abuela a la otra carpa. Estaba en lo cierto: es aún más bonita que la primera. Cerca de las paredes hay mesas vestidas con manteles blancos y servilletas negras. Los centros de mesa son flores blancas y negras. El techo está cubierto de farolillos como los del jardín, que proporcionan una iluminación cálida y muy agradable que se refleja en la cristalería nueva y en los relucientes platos blancos. El centro de la carpa está despejado. El suelo es de azulejos blancos y negros, y creo que será la pista de baile. Los camareros están en posición, esperando que todo el mundo tome asiento. —No desaparezcas. Quiero volver a verte esta noche —dice la abuela de Hardin antes de dejarnos. —Es la boda más lujosa a la que he ido —comenta él, y mira la tela blanca que adorna el techo. —Yo no he estado en una boda desde que era pequeña —replico, y sonríe. —Eso me gusta —dice y me besa en la mejilla. No estoy acostumbrada a que me demuestre afecto en público, pero podría acostumbrarme rápidamente. —¿El qué? —pregunto cuando se sienta a una de las mesas. —Que no hayas estado en ninguna boda con Noah —responde, y me echo a reír para no tener que mirarlo mal. —A mí también —le aseguro. La comida está exquisita. Yo pido el pollo y Hardin el filete. Lo sirven todo en una especie de bufet para que parezca informal, pero esta comida de informal no tiene nada. Rebaño la salsa cremosa con un trozo de pollo y me llevo el tenedor a la boca, pero Hardin me lo roba y se lo come. Se atraganta un poco porque le cuesta reír y www.lectulandia.com - Página 424
tragar a la vez. —Eso te pasa por quitarme la comida —lo regaño, y me llevo otro trozo a la boca antes de que me lo robe de nuevo. Se ríe y apoya la frente en mi hombro. Enfrente de nosotros hay una mujer mirándonos. No parece que le haga gracia ver a Hardin besarme en el hombro. Le devuelvo una mirada igual de borde que la suya y aparta la vista. —¿Te traigo otro plato? —le pregunto a Hardin lo bastante alto como para que la mujer me oiga. Ella mira al hombre que tiene al lado y enarca una ceja. Él no parece prestarle la menor atención y eso la cabrea aún más. Sonrío y cojo la mano de Hardin. Al igual que el hombre de enfrente, no se ha enterado de nada. Mejor. —Sí, por favor —dice—. Y gracias. Le doy un beso en la mejilla y me voy a la cola de la comida. —¿Tessa? —dice una voz familiar. Levanto la vista y veo a Christian Vance y a Trevor a unos pocos metros de distancia. —Hola. —Sonrío. —Estás espectacular —dice Trevor, y le agradezco el cumplido en voz baja. —¿Qué tal va el fin de semana? —me pregunta el señor Vance. —Fabuloso. Aunque los días laborales tampoco desmerecen —le aseguro. —Ya, ya… —Se echa a reír y coge un plato. —¡Nada de carne roja! —le dice Kimberly por detrás. Él hace un gesto de pegarse un tiro en la sien y le lanza un beso. ¿Estos dos salen juntos? Quién lo habría imaginado. El lunes le pediré detalles a Kimberly. —Mujeres —dice Vance, y llena un plato mientras yo preparo otro para Hardin —. Nos vemos luego. Sonríe y se va con su cita. Kimberly me saluda con la mano y consigue que el niño que tiene sentado en brazos haga lo mismo. Les devuelvo el saludo y me pregunto si será hijo suyo. Trevor se acerca y me resuelve la duda. —Es el hijo del señor Vance. —Ah —digo apartando la vista de Kimberly. Trevor sigue mirando a mi jefe. —Su mujer falleció hace cinco años, justo después de que naciera el niño. No había vuelto a salir con nadie hasta que conoció a Kim. Sólo llevan unos meses juntos, pero está coladito por ella. —Se vuelve hacia mí y me sonríe. —Ahora ya sé a quién recurrir para estar al tanto de los cotilleos de la oficina — bromeo, y los dos nos reímos. —Nena… —dice Hardin rodeándome por la cintura con los brazos, marcando territorio. —Me alegro de verte. Hardin, ¿no es así? —pregunta Trevor. www.lectulandia.com - Página 425
- Page 374 and 375: —Vete —me dice dirigiéndose ha
- Page 376 and 377: CAPÍTULO 85 En lo que parece un in
- Page 378 and 379: azos para no caerme de la cama cuan
- Page 380 and 381: —Jace. Sólo que no me ha contado
- Page 382 and 383: aunque ya sé la respuesta. —No,
- Page 384 and 385: insoportable. El resto del día tra
- Page 386 and 387: —¡Hardin! ¡Déjame acabar! Iba
- Page 388 and 389: —Te he traído tus cosas de tu ha
- Page 390 and 391: —Te quiero —dice mientras meto
- Page 392 and 393: —Gracias. Estas cosas tenemos que
- Page 394 and 395: Hardin se niega a levantarse y sól
- Page 396 and 397: esa el hombro, sale de mí y me ayu
- Page 398 and 399: CAPÍTULO 89 Cuando me despierto, t
- Page 400 and 401: está de mi parte, y me siento mejo
- Page 402 and 403: noche? ¿Pelearte con alguien? No t
- Page 404 and 405: Incluso las pesadillas. O eso, o he
- Page 406 and 407: conozco, siento que soy yo la que t
- Page 408 and 409: CAPÍTULO 91 Llevamos por lo menos
- Page 410 and 411: —Por supuesto. Es tu madre, Tessa
- Page 412 and 413: correctamente—. El apartamento no
- Page 414 and 415: nada, y quiero decir nada, que pued
- Page 416 and 417: eso. A lo mejor soy la única perso
- Page 418 and 419: —Madre mía… ¿Qué es todo eso
- Page 420 and 421: CAPÍTULO 93 Por cambiar de tema, H
- Page 422 and 423: haya, por lo menos, unas doscientas
- Page 426 and 427: —Sí —es todo lo que contesta
- Page 428 and 429: fiesta. —Gracias por haber venido
- Page 430 and 431: casa, me sirve otra copa de champá
- Page 432 and 433: oda de su padre. —Vaya canción m
- Page 434 and 435: CAPÍTULO 95 —¡Cómo me gusta ll
- Page 436 and 437: Sé que no está nada bien, pero no
- Page 438 and 439: tenemos un problema! —le grito, y
- Page 440 and 441: CAPÍTULO 96 Los nervios me pueden
- Page 442 and 443: demasiadas cosas a la vez: Molly es
- Page 444 and 445: Molly ladea la cabeza… Luego hace
- Page 446 and 447: —No. —Ahogo un sollozo y doy un
- Page 448 and 449: —¡Lo has estropeado todo! —chi
- Page 450 and 451: Zed se sienta tras el volante y arr
tragar a la vez.<br />
—Eso te pasa por quitarme la comida —lo regaño, y me llevo otro trozo a la boca<br />
antes de que me lo robe de nuevo.<br />
Se ríe y apoya la frente en mi hombro. Enfrente de nosotros hay una mujer<br />
mirándonos. No parece que le haga gracia ver a Hardin besarme en el hombro. Le<br />
devuelvo una mirada igual de borde que la suya y aparta la vista.<br />
—¿Te traigo otro plato? —le pregunto a Hardin lo bastante alto como para que la<br />
mujer me oiga.<br />
Ella mira al hombre que tiene al lado y enarca una ceja. Él no parece prestarle la<br />
menor atención y eso la cabrea aún más. Sonrío y cojo la mano de Hardin. Al igual<br />
que el hombre de enfrente, no se ha enterado de nada. Mejor.<br />
—Sí, por favor —dice—. Y gracias.<br />
Le doy un beso en la mejilla y me voy a la cola de la comida.<br />
—¿Tessa? —dice una voz familiar.<br />
Levanto la vista y veo a Christian Vance y a Trevor a unos pocos metros de<br />
distancia.<br />
—Hola. —Sonrío.<br />
—Estás espectacular —dice Trevor, y le agradezco el cumplido en voz baja.<br />
—¿Qué tal va el fin de semana? —me pregunta el señor Vance.<br />
—Fabuloso. Aunque los días laborales tampoco desmerecen —le aseguro.<br />
—Ya, ya… —Se echa a reír y coge un plato.<br />
—¡Nada de carne roja! —le dice Kimberly por detrás.<br />
Él hace un gesto de pegarse un tiro en la sien y le lanza un beso. ¿Estos dos salen<br />
juntos? Quién lo habría imaginado. El lunes le pediré detalles a Kimberly.<br />
—Mujeres —dice Vance, y llena un plato mientras yo preparo otro para Hardin<br />
—. Nos vemos luego.<br />
Sonríe y se va con su cita. Kimberly me saluda con la mano y consigue que el<br />
niño que tiene sentado en brazos haga lo mismo. Les devuelvo el saludo y me<br />
pregunto si será hijo suyo.<br />
Trevor se acerca y me resuelve la duda.<br />
—Es el hijo del señor Vance.<br />
—Ah —digo apartando la vista de Kimberly.<br />
Trevor sigue mirando a mi jefe.<br />
—Su mujer falleció hace cinco años, justo después de que naciera el niño. No<br />
había vuelto a salir con nadie hasta que conoció a Kim. Sólo llevan unos meses<br />
juntos, pero está coladito por ella. —Se vuelve hacia mí y me sonríe.<br />
—Ahora ya sé a quién recurrir para estar al tanto de los cotilleos de la oficina —<br />
bromeo, y los dos nos reímos.<br />
—Nena… —dice Hardin rodeándome por la cintura con los brazos, marcando<br />
territorio.<br />
—Me alegro de verte. Hardin, ¿no es así? —pregunta Trevor.<br />
www.lectulandia.com - Página 425