After - Anna Todd
Al final no puedo soportarlo más. Sé que debería esperarlo aquí con la puerta cerrada a cal y canto, pero mis pies tienen otros planes y, antes de darme cuenta, ya estoy bajando los escalones de dos en dos, en busca de Hardin. Cuando llego abajo veo el horrendo pelo rosa de Molly y su vestido cinturón. Respiro aliviada cuando no encuentro a Hardin por ningún sitio. —Pero bueno… —dice una voz a mis espaldas. Me vuelvo y veo a Jace a menos de un metro de mí—. Hardin nos ha dicho que no te encontrabas bien. Le va a crecer la nariz… Se ríe y se saca un mechero del bolsillo. Le quita la tapa con el pulgar, lo enciende y se lo lleva al bajo de los vaqueros para quemar los flecos. Decido no dejar mal a Hardin. —He bajado porque me encontraba mejor —le digo. —Qué rapidez. —Se ríe. Está claro que le parece divertidísimo. La habitación se ve ahora mucho más pequeña y la fiesta mucho más grande. Asiento e inspecciono el salón, intentando desesperadamente encontrar a Hardin. —Ven, quiero que conozcas a mis amigos —dice Jace. Cada vez que habla me entran escalofríos. —Es que… creo que debería buscar a Hardin —tartamudeo. —Venga, mujer. Hardin estará con ellos —dice, e intenta pasarme el brazo por los hombros. Doy un paso para fingir que no me he dado cuenta de lo que iba a hacer. Pienso en si debería volver arriba para que Hardin no se entere de que he bajado, pero estoy segura de que Jace me seguiría o se lo contaría a él. O las dos cosas. —Vale —asiento dando mi brazo a torcer. Sigo a Jace entre la multitud y me lleva al jardín trasero. Está oscuro, iluminado únicamente por las luces del porche. Empieza a preocuparme lo de seguir a este tipo afuera, pero sólo hasta que mis ojos encuentran los de Hardin. Los abre como platos, primero de sorpresa y luego de enfado, y hace amago de levantarse pero al final se queda sentado. —Mira a quién he encontrado vagando en solitario —dice Jace señalándome. —Ya lo veo —masculla Hardin. Está cabreado. Estoy frente a un pequeño círculo de caras que no conozco, sentadas alrededor de lo que parece el foso de una hoguera hecho con pedruscos, sólo que no hay ningún fuego encendido. Hay algunas chicas, pero casi todo son tíos con pinta de duros. —Ven —dice Hardin haciéndose a un lado para que me siente en la misma piedra que él. Me instalo junto a él y me lanza una mirada de esas que dicen que, de no ser porque estamos rodeados de gente, me gritaría hasta desgañitarse. Jace le dice algo al oído a un tío que tiene el pelo negro y lleva una camiseta blanca rota. —¿Por qué no estás en mi habitación? —me dice Hardin esforzándose por hablarme en voz baja. www.lectulandia.com - Página 366
—No lo sé… Pensé que Molly… —En cuanto empiezo a decirlo me doy cuenta de lo tonto que suena. —No lo dirás en serio —replica con un toque de exasperación en la voz mientras se pasa la mano por el pelo. Todo el mundo nos mira cuando el tío de pelo negro me pasa una botella de vodka. —Ella no bebe —dice Hardin quitándomela de las manos. —Joder, Scott, la chica tiene boca —repone otro tío. Tiene una bonita sonrisa y no da tanta grima como Jace o el tipo del pelo negro. Hardin se ríe, aunque sé que la risa es falsa. —Nadie te ha dado vela en este entierro, Ronnie —dice en tono de broma. —¿Y si jugamos a algo? —pregunta Jace. Miro a Hardin. —Por favor, decidme que vosotros no jugáis a la tontería esa de Verdad o desafío en las fiestas —refunfuño—. De verdad, no le veo la gracia a tanto jueguecito. —Me cae bien. Tiene un par —comenta Ronnie, y me río. —¿Qué tiene de malo jugar un poco de vez en cuando? —replica Jace arrastrando las palabras, y Hardin se pone tenso a mi lado. —En realidad, estábamos pensando en el strip póquer —dice otro tío. —Ni de coña —contesto. —¿Y si jugamos a chupar y soplar? —dice Jace, y me entra el miedo y me ruborizo. No sé qué es eso, pero no suena a algo a lo que me apetezca jugar con esta panda. —No sé lo que es, pero no, gracias —digo. Veo a Hardin sonreír con el rabillo del ojo. —Es un juego muy divertido, sobre todo con un par de copas encima —explica alguien por detrás de mí. Me planteo quitarle la botella a Hardin y echarle un trago, pero mañana tengo que madrugar y no quiero tener resaca. —Nos faltan chicas para el chupar y soplar —dice Ronnie. —Voy a por unas cuantas —decide Jace, y desaparece en la casa antes de que nadie pueda protestar. —Vuelve arriba, por favor —me dice Hardin en voz baja para que nadie más pueda oírlo. —Si te vienes conmigo —respondo. —Vale, vámonos. Pero en cuanto nos ponemos en pie, el círculo nos abuchea. —¿Adónde vas, Scott? —pregunta uno de los tíos. —Arriba. —Venga, tío, hace meses que no te vemos el pelo. Quédate un rato más. Hardin me mira y me encojo de hombros. www.lectulandia.com - Página 367
- Page 316 and 317: Parece que en este campus sirven al
- Page 318 and 319: —Y eso es todo lo que fue, nena:
- Page 320 and 321: CAPÍTULO 74 Hardin sigue la direcc
- Page 322 and 323: —¡Por supuesto! —Echa la cabez
- Page 324 and 325: CAPÍTULO 75 Al final, Hardin se qu
- Page 326 and 327: Mis ojos encuentran los suyos y eso
- Page 328 and 329: despacho! www.lectulandia.com - Pá
- Page 330 and 331: andar y es un alivio descubrir que
- Page 332 and 333: CAPÍTULO 77 Me molesta muchísimo
- Page 334 and 335: —Imagino que hemos terminado de d
- Page 336 and 337: sigue dibujando círculos con la le
- Page 338 and 339: —Yo también te tengo ganas —co
- Page 340 and 341: experiencia. Su sonrisa se desvanec
- Page 342 and 343: qué la gente le da tanto bombo al
- Page 344 and 345: desván. No me estás dando argumen
- Page 346 and 347: en Vance, ya hemos comprado la cort
- Page 348 and 349: No puedo disimular la sonrisa que s
- Page 350 and 351: tono de voz suave. Hardin abre unos
- Page 352 and 353: CAPÍTULO 81 Hardin se marcha despu
- Page 354 and 355: debería ponerse Hardin y que me ll
- Page 356 and 357: —¿Por qué me has presentado com
- Page 358 and 359: CAPÍTULO 82 Cuando llegamos a la r
- Page 360 and 361: —¿Por qué no? —No lo sé. No
- Page 362 and 363: —Vale, pues paga tú la tele por
- Page 364 and 365: CAPÍTULO 83 Hardin ve a Jace al mi
- Page 368 and 369: —Bueno, vale —cede él conduci
- Page 370 and 371: junto a mí. —Creo que Hardin deb
- Page 372 and 373: ayudarlo. Se levanta tambaleante y
- Page 374 and 375: —Vete —me dice dirigiéndose ha
- Page 376 and 377: CAPÍTULO 85 En lo que parece un in
- Page 378 and 379: azos para no caerme de la cama cuan
- Page 380 and 381: —Jace. Sólo que no me ha contado
- Page 382 and 383: aunque ya sé la respuesta. —No,
- Page 384 and 385: insoportable. El resto del día tra
- Page 386 and 387: —¡Hardin! ¡Déjame acabar! Iba
- Page 388 and 389: —Te he traído tus cosas de tu ha
- Page 390 and 391: —Te quiero —dice mientras meto
- Page 392 and 393: —Gracias. Estas cosas tenemos que
- Page 394 and 395: Hardin se niega a levantarse y sól
- Page 396 and 397: esa el hombro, sale de mí y me ayu
- Page 398 and 399: CAPÍTULO 89 Cuando me despierto, t
- Page 400 and 401: está de mi parte, y me siento mejo
- Page 402 and 403: noche? ¿Pelearte con alguien? No t
- Page 404 and 405: Incluso las pesadillas. O eso, o he
- Page 406 and 407: conozco, siento que soy yo la que t
- Page 408 and 409: CAPÍTULO 91 Llevamos por lo menos
- Page 410 and 411: —Por supuesto. Es tu madre, Tessa
- Page 412 and 413: correctamente—. El apartamento no
- Page 414 and 415: nada, y quiero decir nada, que pued
—No lo sé… Pensé que Molly… —En cuanto empiezo a decirlo me doy cuenta<br />
de lo tonto que suena.<br />
—No lo dirás en serio —replica con un toque de exasperación en la voz mientras<br />
se pasa la mano por el pelo.<br />
Todo el mundo nos mira cuando el tío de pelo negro me pasa una botella de<br />
vodka.<br />
—Ella no bebe —dice Hardin quitándomela de las manos.<br />
—Joder, Scott, la chica tiene boca —repone otro tío. Tiene una bonita sonrisa y<br />
no da tanta grima como Jace o el tipo del pelo negro.<br />
Hardin se ríe, aunque sé que la risa es falsa.<br />
—Nadie te ha dado vela en este entierro, Ronnie —dice en tono de broma.<br />
—¿Y si jugamos a algo? —pregunta Jace.<br />
Miro a Hardin.<br />
—Por favor, decidme que vosotros no jugáis a la tontería esa de Verdad o desafío<br />
en las fiestas —refunfuño—. De verdad, no le veo la gracia a tanto jueguecito.<br />
—Me cae bien. Tiene un par —comenta Ronnie, y me río.<br />
—¿Qué tiene de malo jugar un poco de vez en cuando? —replica Jace arrastrando<br />
las palabras, y Hardin se pone tenso a mi lado.<br />
—En realidad, estábamos pensando en el strip póquer —dice otro tío.<br />
—Ni de coña —contesto.<br />
—¿Y si jugamos a chupar y soplar? —dice Jace, y me entra el miedo y me<br />
ruborizo.<br />
No sé qué es eso, pero no suena a algo a lo que me apetezca jugar con esta panda.<br />
—No sé lo que es, pero no, gracias —digo.<br />
Veo a Hardin sonreír con el rabillo del ojo.<br />
—Es un juego muy divertido, sobre todo con un par de copas encima —explica<br />
alguien por detrás de mí.<br />
Me planteo quitarle la botella a Hardin y echarle un trago, pero mañana tengo que<br />
madrugar y no quiero tener resaca.<br />
—Nos faltan chicas para el chupar y soplar —dice Ronnie.<br />
—Voy a por unas cuantas —decide Jace, y desaparece en la casa antes de que<br />
nadie pueda protestar.<br />
—Vuelve arriba, por favor —me dice Hardin en voz baja para que nadie más<br />
pueda oírlo.<br />
—Si te vienes conmigo —respondo.<br />
—Vale, vámonos.<br />
Pero en cuanto nos ponemos en pie, el círculo nos abuchea.<br />
—¿Adónde vas, Scott? —pregunta uno de los tíos.<br />
—Arriba.<br />
—Venga, tío, hace meses que no te vemos el pelo. Quédate un rato más.<br />
Hardin me mira y me encojo de hombros.<br />
www.lectulandia.com - Página 367