After - Anna Todd
desván. No me estás dando argumentos válidos. —Lo sé. Sólo es que me encanta oírte hablar sobre héroes literarios. —Se aparta el pelo de la frente y, en un momento de infantilismo, le saco la lengua—. Entonces ¿lo que me estás diciendo es que quieres casarte conmigo? Te prometo que no tengo a ninguna esposa loca escondida en casa. Se acerca a mí. Ya, ya sé que no tiene esposa, pero me oculta un montón de cosas, y eso es lo que me preocupa. El corazón se me sale del pecho cuando lo tengo delante. —¿Qué? —digo—. No, claro que no. Sólo hablaba del matrimonio en general, no de nosotros en concreto. Estoy desnuda y hablando con Hardin sobre el matrimonio. ¿Qué está pasando en mi vida? —Entonces ¿no quieres casarte conmigo? —No. Bueno, no lo sé. ¿Por qué estamos hablando de matrimonio? Escondo la cara en su pecho y noto que se ríe, divertido. —Era sólo por saberlo. Pero ahora que me has planteado un argumento válido tendré que reconsiderar mi postura en contra del matrimonio. Podrías hacer un hombre decente de mí. Parece que lo dice en serio, pero me está tomando el pelo, o eso creo. Estoy empezando a preguntarme si se le ha ido la pinza cuando suelta una carcajada y me besa en la sien. —¿Podemos hablar de otra cosa? —refunfuño. Perder la virginidad y hablar de matrimonio en un mismo día es demasiado para mi cerebro melindroso. —Claro. Pero no voy a cambiar de opinión sobre el apartamento. Tienes hasta mañana para pensarlo —dice—. No voy a esperar eternamente. —Qué tierno. —Pongo los ojos en blanco y se levanta para abrazarme. —Ya me conoces, soy don Romántico. —Me da un beso en la frente—. Ahora vamos a ducharnos, que de tenerte desnuda me están entrando ganas de tirarte en la cama y volver a follarte como un loco. Meneo la cabeza y salgo de entre sus brazos; luego me pongo el albornoz. —¿Te apetece? —digo cambiando de tema y señalando mi bolsa de aseo para que venga a ducharse. —No sabes cuánto, pero me temo que por ahora tendré que conformarme con una ducha. Me guiña el ojo y acepto el brazo que me ofrece; luego caminamos juntos por el pasillo. www.lectulandia.com - Página 344
CAPÍTULO 80 Para cuando los dos estamos duchados y en la cama, son casi las cuatro de la madrugada. —Tengo que levantarme dentro de una hora —refunfuño contra su pecho. —Llegarías puntual aunque durmieras hasta las siete y media —me recuerda. No me apetece tener que arreglarme corriendo, pero necesito las horas de sueño. Por suerte he dormido la siesta, a ver si eso me ayuda a no quedarme dormida de pie durante mi primer día de verdad en Vance. —Mmm… —musito contra su piel. —Pondré la alarma. Me escuecen los ojos por la falta de sueño mientras intento rizarme la maraña de pelo. Me pinto los ojos con un lápiz marrón y me pongo mi nuevo vestido rojo rubí. Tiene el escote cuadrado y lo bastante bajo para realzar mi busto sin ser indecente. El dobladillo acaba justo en mis rodillas, y el cinturón estrecho en la cintura crea la ilusión de que me he pasado horas arreglándome. Sopeso si debo ponerme colorete o no pero, gracias a mi noche con Hardin, tengo las mejillas sonrosadas. Me pongo los zapatos nuevos y me inspecciono delante del espejo. El vestido es muy favorecedor, y estoy más guapa de lo que imaginaba. Miro de reojo a Hardin, que sigue envuelto en las mantas de mi minúscula cama. Se le salen los pies del colchón y sonrío. Espero hasta el último minuto para despertarlo. Me planteo si debo dejar que siga durmiendo, pero soy una egoísta y quiero darle un beso de despedida. —Tengo que irme —digo dándole pequeños empujones en el hombro. —Te quiero —musita, y me ofrece los labios sin abrir los ojos. —¿Vas a ir a clase? —le pregunto después de besarlo. —No —contesta, y vuelve a dormirse. Le doy un beso en el hombro y cojo mi chaqueta y mi bolso. Me muero por volver a meterme en la cama con él. «A lo mejor lo de vivir juntos no es mal plan. Al fin y al cabo, ya pasamos casi todas las noches juntos.» Me quito la idea de la cabeza. No es un buen plan, es demasiado pronto. Demasiado pronto. Aun así, me paso todo el trayecto imaginándome alquilando un apartamento con Hardin, escogiendo las cortinas y pintando las paredes. Para cuando subo al ascensor www.lectulandia.com - Página 345
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Para cuando los dos estamos duchados y en la cama, son casi las cuatro de la<br />
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—Tengo que levantarme dentro de una hora —refunfuño contra su pecho.<br />
—Llegarías puntual aunque durmieras hasta las siete y media —me recuerda.<br />
No me apetece tener que arreglarme corriendo, pero necesito las horas de sueño.<br />
Por suerte he dormido la siesta, a ver si eso me ayuda a no quedarme dormida de pie<br />
durante mi primer día de verdad en Vance.<br />
—Mmm… —musito contra su piel.<br />
—Pondré la alarma.<br />
Me escuecen los ojos por la falta de sueño mientras intento rizarme la maraña de<br />
pelo. Me pinto los ojos con un lápiz marrón y me pongo mi nuevo vestido rojo rubí.<br />
Tiene el escote cuadrado y lo bastante bajo para realzar mi busto sin ser indecente. El<br />
dobladillo acaba justo en mis rodillas, y el cinturón estrecho en la cintura crea la<br />
ilusión de que me he pasado horas arreglándome. Sopeso si debo ponerme colorete o<br />
no pero, gracias a mi noche con Hardin, tengo las mejillas sonrosadas. Me pongo los<br />
zapatos nuevos y me inspecciono delante del espejo. El vestido es muy favorecedor, y<br />
estoy más guapa de lo que imaginaba. Miro de reojo a Hardin, que sigue envuelto en<br />
las mantas de mi minúscula cama. Se le salen los pies del colchón y sonrío. Espero<br />
hasta el último minuto para despertarlo. Me planteo si debo dejar que siga durmiendo,<br />
pero soy una egoísta y quiero darle un beso de despedida.<br />
—Tengo que irme —digo dándole pequeños empujones en el hombro.<br />
—Te quiero —musita, y me ofrece los labios sin abrir los ojos.<br />
—¿Vas a ir a clase? —le pregunto después de besarlo.<br />
—No —contesta, y vuelve a dormirse.<br />
Le doy un beso en el hombro y cojo mi chaqueta y mi bolso. Me muero por<br />
volver a meterme en la cama con él.<br />
«A lo mejor lo de vivir juntos no es mal plan. Al fin y al cabo, ya pasamos casi<br />
todas las noches juntos.»<br />
Me quito la idea de la cabeza. No es un buen plan, es demasiado pronto.<br />
Demasiado pronto.<br />
Aun así, me paso todo el trayecto imaginándome alquilando un apartamento con<br />
Hardin, escogiendo las cortinas y pintando las paredes. Para cuando subo al ascensor<br />
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