After - Anna Todd

22.05.2018 Views

—Hablando de tu padre… —Alzo la vista y veo que Hardin ya se ha puesto tenso. Me mira con recelo, a la espera de que acabe la frase—. Por eso he llegado tarde: estaba en su despacho. Me ha conseguido una entrevista en Vance mañana. ¿No es genial? —¿Que ha hecho qué? —resopla. «Ya estamos otra vez.» —Me ha conseguido una entrevista. Es una gran oportunidad, Hardin —digo intentando que me comprenda. —Bien —suspira. —Hay más. —Cómo no… —Me ha invitado a la boda la semana que viene… Bueno, a los dos. Nos ha invitado a los dos. —Me ha costado un mundo decirlo porque me está desollando con la mirada. —Yo no voy. Punto. Da media vuelta y echa a andar sin mí. —Espera, ¿quieres escucharme, por favor? —Lo cojo de la muñeca pero me aparta. —No. No te metas en esto, de verdad, Tessa. No es broma. Métete en tus asuntos por una vez —me espeta. —Hardin… —repito, pero me ignora y desaparece en el aparcamiento. Tengo los pies de plomo y no puedo seguirlo. Su coche blanco abandona el parking. Está exagerando y no voy a echar leña al fuego. Necesita tiempo para calmarse antes de que volvamos a hablar. Sabía que no quería ir, pero esperaba que al menos estuviera dispuesto a hablarlo. «¿A quién quiero engañar?» Sólo hace dos días que hemos pasado a más. No sé por qué sigo esperando que las cosas sean distintas. En algunos aspectos lo son: en general, Hardin es más amable conmigo y me besa en público, lo cual es sorprendente. No obstante, sigue siendo Hardin, y es muy cabezota y tiene un problema de actitud. Suspiro, me cuelgo la bolsa del hombro y echo a andar hacia mi cuarto. Steph está sentada con las piernas cruzadas en el suelo, viendo la televisión. —¿Dónde te metiste anoche? No es propio de ti salir entre semana, jovencita. —Estaba… por ahí —le digo. No sé si debería decirle que me quedé a dormir con Hardin. —Con Hardin —añade por mí, y miro hacia otra parte—. Sé que estabas con él. Me pidió que le diera tu teléfono, se fue de la bolera y no volvió. —Sonríe, se nota que se alegra por mí. —No se lo digas a nadie —digo—. Ni yo misma sé muy bien qué está pasando. Steph me promete no decir ni una palabra y nos pasamos la tarde hablando de ella y de Tristan, hasta que él viene a buscarla para llevarla a cenar. La besa en cuanto se www.lectulandia.com - Página 234

abre la puerta, la abraza mientras recoge sus cosas y le sonríe sin parar. ¿Por qué Hardin no puede ser así conmigo? No sé nada de él desde hace varias horas, pero no quiero escribirle yo primero. Es infantil, lo sé, pero me da igual. Cuando Steph y Tristan se marchan, termino de estudiar y preparo mis cosas para darme una ducha. Hasta que me vibra el móvil. El corazón me da un salto mortal en cuanto veo el nombre de Hardin en la pantalla. Abro el mensaje de inmediato: ¿Duermes esta noche conmigo? Lleva horas sin hablarme, pero ¿quiere que duerma con él otra vez? ¿Por qué? ¿Para que puedas volver a comportarte como un capullo conmigo? Quiero verlo, aunque sigo enfadada. Voy hacia allá. Prepara tus cosas. Pongo los ojos en blanco. Es un mandón, pero aun así me hace ilusión verlo. Corro a ducharme para no tener que hacerlo en la fraternidad. Para cuando termino, apenas me queda tiempo para prepararme la ropa de mañana. Odio tener que ir en autobús hasta Vance cuando en coche sólo se tardan treinta minutos. Tengo que volver a intentar comprarme un coche. Estoy doblando pulcramente mi ropa y guardándola en mi bolsa cuando Hardin abre la puerta, por supuesto sin llamar. —¿Lista? —pregunta cogiendo mi monedero. Asiento, me echo la bolsa al hombro y lo sigo. Caminamos hacia su coche en silencio y rezo para que el resto de la noche no sea así. www.lectulandia.com - Página 235

—Hablando de tu padre… —Alzo la vista y veo que Hardin ya se ha puesto<br />

tenso. Me mira con recelo, a la espera de que acabe la frase—. Por eso he<br />

llegado tarde: estaba en su despacho. Me ha conseguido una entrevista en<br />

Vance mañana. ¿No es genial?<br />

—¿Que ha hecho qué? —resopla.<br />

«Ya estamos otra vez.»<br />

—Me ha conseguido una entrevista. Es una gran oportunidad, Hardin —digo<br />

intentando que me comprenda.<br />

—Bien —suspira.<br />

—Hay más.<br />

—Cómo no…<br />

—Me ha invitado a la boda la semana que viene… Bueno, a los dos. Nos ha<br />

invitado a los dos. —Me ha costado un mundo decirlo porque me está desollando con<br />

la mirada.<br />

—Yo no voy. Punto.<br />

Da media vuelta y echa a andar sin mí.<br />

—Espera, ¿quieres escucharme, por favor? —Lo cojo de la muñeca pero me<br />

aparta.<br />

—No. No te metas en esto, de verdad, Tessa. No es broma. Métete en tus asuntos<br />

por una vez —me espeta.<br />

—Hardin… —repito, pero me ignora y desaparece en el aparcamiento.<br />

Tengo los pies de plomo y no puedo seguirlo. Su coche blanco abandona el<br />

parking. Está exagerando y no voy a echar leña al fuego. Necesita tiempo para<br />

calmarse antes de que volvamos a hablar. Sabía que no quería ir, pero esperaba que al<br />

menos estuviera dispuesto a hablarlo.<br />

«¿A quién quiero engañar?» Sólo hace dos días que hemos pasado a más. No sé<br />

por qué sigo esperando que las cosas sean distintas. En algunos aspectos lo son: en<br />

general, Hardin es más amable conmigo y me besa en público, lo cual es<br />

sorprendente. No obstante, sigue siendo Hardin, y es muy cabezota y tiene un<br />

problema de actitud. Suspiro, me cuelgo la bolsa del hombro y echo a andar hacia mi<br />

cuarto.<br />

Steph está sentada con las piernas cruzadas en el suelo, viendo la televisión.<br />

—¿Dónde te metiste anoche? No es propio de ti salir entre semana, jovencita.<br />

—Estaba… por ahí —le digo. No sé si debería decirle que me quedé a dormir con<br />

Hardin.<br />

—Con Hardin —añade por mí, y miro hacia otra parte—. Sé que estabas con él.<br />

Me pidió que le diera tu teléfono, se fue de la bolera y no volvió. —Sonríe, se nota<br />

que se alegra por mí.<br />

—No se lo digas a nadie —digo—. Ni yo misma sé muy bien qué está pasando.<br />

Steph me promete no decir ni una palabra y nos pasamos la tarde hablando de ella<br />

y de Tristan, hasta que él viene a buscarla para llevarla a cenar. La besa en cuanto se<br />

www.lectulandia.com - Página 234

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!