After - Anna Todd

22.05.2018 Views

—Vale, me quedo —le digo, pero levanto la mano para que me deje hablar—. Con una condición. —¿Cuál? —Vuelve a la clase de literatura —le digo. Él enarca una ceja y contesta: —Trato hecho. Su respuesta me hace sonreír, y me estrecha contra su pecho. www.lectulandia.com - Página 224

CAPÍTULO 54 Tras pasar unos minutos entre sus brazos, me pregunto si acceder a pasar aquí la noche ha sido una buena idea. —¿Cómo voy a ducharme por la mañana? —digo. —Puedes ducharte aquí. Me besa en la mandíbula. Sus labios sobre mi piel me nublan la razón. Sabe muy bien lo que se hace. —¿En la casa de la fraternidad? ¿Y si entra alguien mientras me estoy duchando? —Uno: la puerta se cierra por dentro. Dos: yo te acompañaré —dice entre beso y beso. No me gusta su tono, pero decido ignorarlo. —Vale, pero me gustaría ducharme ahora, antes de que se haga más tarde. Asiente, se levanta y coge los vaqueros. Sigo su ejemplo y me pongo los pantalones, pero sin bragas. —¿Sin bragas? —se burla. No le hago ni caso. Pongo los ojos en blanco y le pregunto: —¿Tienes champú? Ni siquiera me he traído el peine. —Estoy empezando a ponerme nerviosa de pensar en todas las cosas que no tengo aquí—. ¿Y bastoncillos para los oídos? ¿Hilo dental? —continúo. —Relájate. Tenemos bastoncillos para los oídos. Creo que también tenemos algún cepillo de dientes de sobra, y sé que hay uno o dos peines por ahí. También es probable que haya bragas de todas las tallas en alguna parte, por si también necesitas eso —me informa. —¿Bragas? —pregunto antes de comprender que se refiere a las que se han dejado otras chicas—. Lo mismo da —añado, y se parte de la risa. Espero que Hardin no coleccione las bragas de todas las chicas con las que se ha acostado. Me acompaña al baño. Me siento más cómoda de lo que imaginaba con él aquí, pero sólo porque ya he estado varias veces en este cuarto de baño. Abre el grifo y se quita la camiseta. —¿Qué haces? —pregunto. —¿Ducharme? —Ah. Creía que iba a ducharme yo primero. —Dúchate conmigo —dice tan tranquilo. —¡No! ¡De eso, nada! —me río. No puedo ducharme con él. www.lectulandia.com - Página 225

—Vale, me quedo —le digo, pero levanto la mano para que me deje hablar—.<br />

Con una condición.<br />

—¿Cuál?<br />

—Vuelve a la clase de literatura —le digo.<br />

Él enarca una ceja y contesta:<br />

—Trato hecho.<br />

Su respuesta me hace sonreír, y me estrecha contra su pecho.<br />

www.lectulandia.com - Página 224

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!