After - Anna Todd
Sé que todo eso es verdad, y que tiene razón. Pero entonces ¿por qué me duele tanto? El lunes por la mañana, Landon está apoyado contra la pared de ladrillo de la cafetería, esperándome. Lo saludo al verlo, pero entonces me doy cuenta de que tiene el ojo derecho morado. Cuando me acerco, veo que tiene otra magulladura en la mejilla. —¡¿Qué te ha pasado en el ojo?! —exclamo corriendo hacia él. Entonces caigo en la cuenta, alarmada. —¡Landon! ¿Esto te lo ha hecho Hardin? —digo con voz temblorosa. —Sí… —admite, y me quedo horrorizada. —¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —Quiero matar a Hardin por hacerle daño a este chico. —Salió hecho una furia de casa después de que te fueras, pero una hora más tarde volvió. Estaba muy borracho. Empezó a buscar más cosas que destrozar, de modo que lo detuve. Bueno, nos peleamos. En realidad no fue para tanto. Creo que los dos descargamos la rabia que sentimos. Él también se llevó lo suyo —alardea. No sé qué decir. Me sorprende la ligereza con la que Landon habla sobre su pelea con Hardin. —¿Seguro que estás bien? ¿Puedo hacer algo? —le pregunto. Tengo la sensación de que esto es culpa mía. Hardin estaba enfadado por lo nuestro. Pero ¿agredir a Landon? —No, de verdad, estoy bien. —Sonríe. Mientras nos dirigimos a clase, me cuenta que el padre de Hardin adelantó su vuelo y llegó a casa antes de que se mataran, y que su madre se echó a llorar cuando vio que Hardin había roto todos sus platos. Aunque no tenían ningún valor sentimental, le dolió que fuera capaz de hacer eso de todos modos. —Pero en otro orden de cosas, tengo buenas noticias: Dakota va a venir a visitarme la semana próxima. ¡Viene para la hoguera! —Sonríe. —¿La hoguera? —Sí, ¿no has visto los carteles por todo el campus? Es un acontecimiento anual, para empezar el Año Nuevo. Todo el mundo va. No suelo asistir a ese tipo de eventos, pero ya que viene ella… Deberías decirle a Noah que venga también. Podríamos quedar los cuatro. Sonrío y asiento. Tal vez invitar a Noah sea una manera de demostrarle que tengo buenos amigos, como Landon. Sé que Hardin y Landon…, quiero decir, Noah y Landon se llevarían de maravilla, y tengo muchas ganas de conocer a Dakota. Ahora que él ha mencionado lo de la hoguera, veo los carteles por todas partes. Supongo que la semana pasada estuve demasiado distraída y ni siquiera me percaté de que estaban ahí. www.lectulandia.com - Página 150
Sin apenas darme cuenta, estoy en clase de literatura y empiezo a otear el aula en busca de Hardin, a pesar de que mi conciencia me dice que no lo haga. Al no verlo, sus palabras resuenan en mi cabeza: «Acabaré con ella». ¿Qué podría hacerme que fuese peor que obligarme a confesarme con Noah? No lo sé, pero empiezo a imaginarme todo tipo de cosas hasta que Landon me saca de mi ensimismamiento. —Creo que no ha venido. Lo oí hablando con ese tal Zed sobre intercambiarse las clases. Qué lástima. Me habría gustado que vieras su ojo morado. —Landon me sonríe y miro de inmediato hacia la parte delantera del aula. Quiero negar que estaba buscando a Hardin, pero sé que no puedo. ¿Él también tiene el ojo morado? Espero que esté bien. Bueno, no, en realidad espero que le duela a rabiar. —Ah, vale —farfullo, y jugueteo con mi falda. Landon no vuelve a mencionar a Hardin durante el resto de la clase. El resto de la semana transcurre exactamente de la misma manera: yo no hablo de Hardin con nadie, y nadie me lo menciona. Tristan se ha estado pasando por nuestra habitación todos los días, pero no me importa. La verdad es que me cae genial, y Steph se ríe mucho con él. Hasta yo me río, a veces, a pesar de que estoy viviendo lo que parece ser la peor semana de mi vida. Me he estado poniendo cualquier cosa limpia que tenía a mano, y me he recogido el pelo en un moño a diario. Mi corta relación con el lápiz de ojos ha terminado, y he vuelto a mi rutina de siempre: dormir, ir a clase, estudiar, comer, dormir, ir a clase, estudiar, comer… Cuando llega el viernes, Steph hace todo lo posible por sacar de su encierro a esta solterona. —Vamos, Tessa, es viernes. Vente con nosotros y te traeremos de vuelta antes de ir a casa de Har…, a la fiesta —insiste, pero yo niego con la cabeza. No me apetece hacer nada. Necesito estudiar y llamar a mi madre. He estado evitando sus llamadas toda la semana, y necesito hablar también con Noah y averiguar si ya ha tomado una decisión. Le he estado dando espacio estos días, y sólo le he mandado unos cuantos mensajes amistosos con la esperanza de que venga. Me encantaría que viniera para la hoguera del próximo viernes. —Creo que paso… Mañana quiero mirarme un coche, así que necesito descansar —digo, y es una verdad a medias. Es cierto que quiero mirar coches mañana, pero sé que no voy a descansar nada aquí sola con mis pensamientos sobre lo que va a pasar con Noah y sobre cómo Hardin hablaba en serio cuando dijo que se alejaría de mí, cosa que me alegra, si bien no me lo puedo quitar de la cabeza. «Sólo necesito un poco más de tiempo», me repito sin cesar. No obstante, su manera de actuar la última vez que lo vi, como si quisiera algo de www.lectulandia.com - Página 151
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Sé que todo eso es verdad, y que tiene razón. Pero entonces ¿por qué me duele<br />
tanto?<br />
El lunes por la mañana, Landon está apoyado contra la pared de ladrillo de la<br />
cafetería, esperándome. Lo saludo al verlo, pero entonces me doy cuenta de que tiene<br />
el ojo derecho morado. Cuando me acerco, veo que tiene otra magulladura en la<br />
mejilla.<br />
—¡¿Qué te ha pasado en el ojo?! —exclamo corriendo hacia él.<br />
Entonces caigo en la cuenta, alarmada.<br />
—¡Landon! ¿Esto te lo ha hecho Hardin? —digo con voz temblorosa.<br />
—Sí… —admite, y me quedo horrorizada.<br />
—¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —Quiero matar a Hardin por hacerle daño a este<br />
chico.<br />
—Salió hecho una furia de casa después de que te fueras, pero una hora más tarde<br />
volvió. Estaba muy borracho. Empezó a buscar más cosas que destrozar, de modo que<br />
lo detuve. Bueno, nos peleamos. En realidad no fue para tanto. Creo que los dos<br />
descargamos la rabia que sentimos. Él también se llevó lo suyo —alardea.<br />
No sé qué decir. Me sorprende la ligereza con la que Landon habla sobre su pelea<br />
con Hardin.<br />
—¿Seguro que estás bien? ¿Puedo hacer algo? —le pregunto.<br />
Tengo la sensación de que esto es culpa mía. Hardin estaba enfadado por lo<br />
nuestro. Pero ¿agredir a Landon?<br />
—No, de verdad, estoy bien. —Sonríe.<br />
Mientras nos dirigimos a clase, me cuenta que el padre de Hardin adelantó su<br />
vuelo y llegó a casa antes de que se mataran, y que su madre se echó a llorar cuando<br />
vio que Hardin había roto todos sus platos. Aunque no tenían ningún valor<br />
sentimental, le dolió que fuera capaz de hacer eso de todos modos.<br />
—Pero en otro orden de cosas, tengo buenas noticias: Dakota va a venir a<br />
visitarme la semana próxima. ¡Viene para la hoguera! —Sonríe.<br />
—¿La hoguera?<br />
—Sí, ¿no has visto los carteles por todo el campus? Es un acontecimiento anual,<br />
para empezar el Año Nuevo. Todo el mundo va. No suelo asistir a ese tipo de<br />
eventos, pero ya que viene ella… Deberías decirle a Noah que venga también.<br />
Podríamos quedar los cuatro.<br />
Sonrío y asiento. Tal vez invitar a Noah sea una manera de demostrarle que tengo<br />
buenos amigos, como Landon. Sé que Hardin y Landon…, quiero decir, Noah y<br />
Landon se llevarían de maravilla, y tengo muchas ganas de conocer a Dakota.<br />
Ahora que él ha mencionado lo de la hoguera, veo los carteles por todas partes.<br />
Supongo que la semana pasada estuve demasiado distraída y ni siquiera me percaté<br />
de que estaban ahí.<br />
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