After - Anna Todd
CAPÍTULO 36 —¿Qué haces tú aquí? —le pregunto a Hardin, aunque no quiero saber la respuesta, y menos delante de Noah. —¿Tú qué crees? Te has marchado a hurtadillas cuando dormía. ¡¿A qué coño ha venido eso?! —brama. Contengo el aliento mientras su voz retumba contra las paredes. El rostro de Noah se inunda de ira, y sé que está empezando a encajar las piezas del rompecabezas. Me encuentro dividida entre explicarle a mi novio lo que está pasando o tratar de explicarle a Hardin por qué me he marchado. —¡Contéstame! —chilla Hardin, y se planta delante de mí. Me sorprendo al ver que Noah se interpone entre nosotros. —No le grites —le advierte. Me quedo paralizada mientras observo el rostro de Hardin enfureciéndose. ¿Por qué está tan enfadado porque me haya ido? Anoche se burlaba de mi falta de experiencia, y probablemente me habría echado él de todas maneras. Tengo que decir algo antes de que todo esto me explote en la cara. —Hardin…, por favor, no hagas esto —le ruego. Si se marcha ahora, puedo intentar explicarle a Noah lo que está sucediendo. —¿Que no haga qué, Theresa? —pregunta, y empieza a caminar alrededor de Noah. Espero que mi novio mantenga la distancia. No creo que Hardin vacilase a la hora de golpearlo. Noah está bastante fuerte de jugar al fútbol, sobre todo en comparación con el cuerpo definido y fibroso de Hardin, pero estoy convencida de que él es capaz de repartir lo suyo, y probablemente vencería. ¿Cómo ha cambiado tanto mi vida que ahora tengo que preocuparme de que Noah y Hardin no se peleen? —Hardin, por favor, márchate y ya hablaremos de esto más tarde —digo intentando calmar los ánimos. Pero Noah niega con la cabeza. —¿Hablar de qué? ¿Qué coño está pasando aquí, Tessa? «Joder.» —Díselo. Vamos, díselo —insiste Hardin. No me puedo creer que esté haciendo esto. Sé hasta qué punto puede ser cruel, pero esto ya pasa de castaño oscuro. —¿Qué es lo que tienes que decirme, Tessa? —pregunta Noah, y veo que su www.lectulandia.com - Página 142
actitud es agresiva a causa de Hardin, pero se suaviza cuando se dirige a mí. —Nada, lo que ya sabes, que he pasado la noche en casa de Hardin y Landon — miento. Intento mirar a Hardin a los ojos con la esperanza de que acabe con esto de inmediato, pero él aparta la mirada. —Díselo, Tessa, o lo haré yo —ruge. Sé que está todo perdido. Sé que ya no tiene sentido ocultarlo, y me echo a llorar. Pero quiero que Noah lo sepa de mi boca, no de la del capullo engreído que nos ha llevado a este punto. Me siento humillada, no por mí, sino por Noah. No se merece esto, y me avergüenzo de cómo lo he tratado y de lo que voy a tener que confesarle delante de Hardin. —Noah…, yo… Hardin y yo hemos estado… —empiezo. —Dios mío —balbucea él, y sus ojos empiezan a humedecerse. «¿Cómo he podido hacerle esto? ¿En qué demonios estaba pensando?» Noah es tan bueno…, y Hardin, en cambio, es tan cruel que es capaz de hacer que le rompa el corazón delante de él. Noah se lleva las manos a la frente y sacude la cabeza. —¿Cómo has podido, Tessa? Después de todo lo que hemos vivido juntos. ¿Cuándo empezó esto? —Las lágrimas descienden por su rostro desde sus brillantes ojos azules. Jamás me había sentido tan mal. Yo he provocado esas lágrimas. Miro a Hardin, y el odio que siento hacia él es tan intenso que lo empujo en lugar de contestarle a Noah. Lo pillo desprevenido y se tambalea hacia atrás, pero recupera el equilibrio antes de caerse. —Noah, lo siento muchísimo —digo—. No sé en qué estaba pensando. Corro hacia mi novio e intento abrazarlo, pero él se niega a que lo toque. Y tiene todo el derecho del mundo. La verdad es que no me he portado bien con él desde hace algún tiempo. No sé en qué demonios estaba pensando. Supongo que en algo tan absurdo como que Hardin se transformara en una buena persona y en romper con Noah para salir con él. ¿Cómo he podido ser tan estúpida? O en que podría mantenerme alejada de Hardin y Noah jamás se enteraría de lo que había sucedido entre nosotros. El problema es que no puedo mantenerme alejada de Hardin. Soy como una polilla ante su llama, y él nunca duda en quemarme. Ambas eran ideas totalmente estúpidas e ingenuas, pero desde que conocí a Hardin no pienso con claridad. —Yo tampoco sé en qué estabas pensando —responde Noah con los ojos cargados de dolor y pesar—. No te reconozco. Y, dicho eso, se marcha, de la habitación y de mi vida. —¡Noah, por favor, espera! —grito. Me dispongo a correr tras él, pero Hardin me agarra del brazo e intenta retenerme. —¡No me toques! —chillo—. ¡No puedo creer que hayas hecho eso! Ha sido www.lectulandia.com - Página 143
- Page 92 and 93: Mojarme los pies no me parece tan m
- Page 94 and 95: En un alarde de valentía, nado has
- Page 96 and 97: —¿Estás ansiosa? —Sonríe y y
- Page 98 and 99: espiración vuelva a la normalidad.
- Page 100 and 101: CAPÍTULO 26 La mano de Hardin sigu
- Page 102 and 103: —Tranquilo. Nos vemos mañana —
- Page 104 and 105: CAPÍTULO 27 Para cuando Steph regr
- Page 106 and 107: de modo que he tenido la habitació
- Page 108 and 109: —Estás guapa —dice, y me da un
- Page 110 and 111: Dejo de besarlo y me aparto de su r
- Page 112 and 113: Nunca ha sido celoso; nunca ha teni
- Page 114 and 115: —No, pero es una larga historia.
- Page 116 and 117: para venir a verme e intentar «ayu
- Page 118 and 119: CAPÍTULO 30 Cuando volvemos a la m
- Page 120 and 121: —¡Debería habértela dado hace
- Page 122 and 123: CAPÍTULO 31 Intento apartarme de
- Page 124 and 125: «No puedo creer que me esté plant
- Page 126 and 127: —Ah —respondo. Se quita la cami
- Page 128 and 129: —No. Bueno, me encantaría verte
- Page 130 and 131: distancia entre nuestros cuerpos y
- Page 132 and 133: acaricia la sien con el pulgar. Me
- Page 134 and 135: cama en lugar de con Noah. Entonces
- Page 136 and 137: —Ya estás mojada. —Su voz es m
- Page 138 and 139: CAPÍTULO 35 Tengo calor, demasiado
- Page 140 and 141: —Noah, lo siento muchísimo, de v
- Page 144 and 145: demasiado rastrero incluso viniendo
- Page 146 and 147: —No hay comparación. ¿Es que no
- Page 148 and 149: hagas esto; ¡tiene novio, y no sab
- Page 150 and 151: Sé que todo eso es verdad, y que t
- Page 152 and 153: mí, se me ha quedado grabada. Mi m
- Page 154 and 155: Las medias de encaje me parecen dem
- Page 156 and 157: Me invaden los celos, es el castigo
- Page 158 and 159: —Yo voy a ir —añade Hardin de
- Page 160 and 161: CAPÍTULO 40 Da igual lo mucho que
- Page 162 and 163: veo cómo entrecierra los ojos. —
- Page 164 and 165: CAPÍTULO 41 Saco los apuntes y los
- Page 166 and 167: Hardin me saca de quicio la mayor p
- Page 168 and 169: CAPÍTULO 42 Un débil zumbido se e
- Page 170 and 171: —Porque siempre haces lo mismo: d
- Page 172 and 173: CAPÍTULO 43 La alarma suena muy te
- Page 174 and 175: comportarse como tales. www.lectula
- Page 176 and 177: vestirse en el aparcamiento. —Dej
- Page 178 and 179: excelente cocinera. Quiero mantener
- Page 180 and 181: Toda la suciedad y el polvo del coc
- Page 182 and 183: —Lo es, pero no he encontrado nad
- Page 184 and 185: ebato. —Ya lo sé, pero es… abu
- Page 186 and 187: Me gustaría contarle lo que está
- Page 188 and 189: CAPÍTULO 47 Cruzo corriendo la pue
- Page 190 and 191: —No te preocupes por él —repon
CAPÍTULO 36<br />
—¿Qué haces tú aquí? —le pregunto a Hardin, aunque no quiero saber la respuesta, y<br />
menos delante de Noah.<br />
—¿Tú qué crees? Te has marchado a hurtadillas cuando dormía. ¡¿A qué coño ha<br />
venido eso?! —brama.<br />
Contengo el aliento mientras su voz retumba contra las paredes. El rostro de Noah<br />
se inunda de ira, y sé que está empezando a encajar las piezas del rompecabezas.<br />
Me encuentro dividida entre explicarle a mi novio lo que está pasando o tratar de<br />
explicarle a Hardin por qué me he marchado.<br />
—¡Contéstame! —chilla Hardin, y se planta delante de mí.<br />
Me sorprendo al ver que Noah se interpone entre nosotros.<br />
—No le grites —le advierte.<br />
Me quedo paralizada mientras observo el rostro de Hardin enfureciéndose. ¿Por<br />
qué está tan enfadado porque me haya ido? Anoche se burlaba de mi falta de<br />
experiencia, y probablemente me habría echado él de todas maneras. Tengo que decir<br />
algo antes de que todo esto me explote en la cara.<br />
—Hardin…, por favor, no hagas esto —le ruego.<br />
Si se marcha ahora, puedo intentar explicarle a Noah lo que está sucediendo.<br />
—¿Que no haga qué, Theresa? —pregunta, y empieza a caminar alrededor de<br />
Noah.<br />
Espero que mi novio mantenga la distancia. No creo que Hardin vacilase a la hora<br />
de golpearlo. Noah está bastante fuerte de jugar al fútbol, sobre todo en comparación<br />
con el cuerpo definido y fibroso de Hardin, pero estoy convencida de que él es capaz<br />
de repartir lo suyo, y probablemente vencería.<br />
¿Cómo ha cambiado tanto mi vida que ahora tengo que preocuparme de que Noah<br />
y Hardin no se peleen?<br />
—Hardin, por favor, márchate y ya hablaremos de esto más tarde —digo<br />
intentando calmar los ánimos.<br />
Pero Noah niega con la cabeza.<br />
—¿Hablar de qué? ¿Qué coño está pasando aquí, Tessa?<br />
«Joder.»<br />
—Díselo. Vamos, díselo —insiste Hardin.<br />
No me puedo creer que esté haciendo esto. Sé hasta qué punto puede ser cruel,<br />
pero esto ya pasa de castaño oscuro.<br />
—¿Qué es lo que tienes que decirme, Tessa? —pregunta Noah, y veo que su<br />
www.lectulandia.com - Página 142