After - Anna Todd

22.05.2018 Views

—No, pero es una larga historia. Justo después de que su padre lo llamara para contárselo, se marcharon de la ciudad durante el fin de semana para celebrarlo. Creo que por eso ha venido aquí, para enfrentarse a él. Nunca pisa esta casa —me explica, y abre la puerta trasera. Veo una sombra sentada a una pequeña mesa en el patio. Es Hardin. —No sé qué crees que puedo hacer yo, pero lo intentaré. Landon asiente. Se inclina y me coloca la mano en el hombro. —Estaba gritando tu nombre —me dice en voz baja, y mi corazón se detiene. Camino hacia Hardin y él levanta la vista. Tiene los ojos inyectados en sangre, y el pelo escondido bajo un gorro de lana gris. Abre unos ojos como platos, y entonces éstos se ensombrecen y quiero retroceder. Su aspecto casi resulta aterrador bajo la tenue luz del patio. —¡¿Qué estás haciendo tú aquí?! —grita, y se pone de pie. —Landon me ha… —contesto, y entonces desearía no haberlo hecho. —Joder, ¡¿la has llamado?! —chilla en dirección a Landon, que vuelve a entrar en la casa. —Déjalo en paz, Hardin. Está preocupado por ti —lo reprendo. Se sienta de nuevo, y me hace un gesto para que haga lo mismo. Tomo asiento delante de él y lo observo mientras agarra la botella casi vacía de licor oscuro y se la lleva a la boca. Veo cómo su nuez se mueve mientras la apura. Cuando ha terminado, deja la botella con fuerza contra la mesa de cristal y doy un respingo al pensar que podría haberse roto la botella, la mesa o las dos cosas. —Menuda pareja. Qué predecibles sois. El pobrecito Hardin está enfadado, ¡así que os aliáis contra mí para intentar hacer que me sienta mal por haber destrozado una puta vajilla! —dice arrastrando las palabras con una sonrisa enfermiza. —¿No decías que no bebías? —inquiero, y me cruzo de brazos. —Y no lo hacía. Hasta ahora, supongo. No seas condescendiente conmigo; tú no eres mejor que yo —replica apuntándome con un dedo, y coge la botella para darle otro trago. Me da miedo, pero no puedo negar que estar cerca de él, aunque esté así de borracho, hace que me sienta viva. He echado de menos cómo me hace sentir. —No he dicho que sea mejor que tú. Sólo quiero saber por qué estás bebiendo. —Y ¿a ti qué te importa? ¿Dónde está tu «novio»? —Me mira directamente a los ojos, y el sentimiento que los suyos me transmiten es tan intenso que me veo obligada a apartar la mirada. Ojalá supiera de qué sentimiento se trata; imagino que es odio. —Está en mi habitación —digo—. Sólo quiero ayudarte, Hardin. —Me inclino un poco sobre la mesa para tocarle la mano, pero él la aparta. —¿Ayudarme? —Se echa a reír. Deseo preguntarle por qué estaba gritando mi nombre si va a seguir comportándose de este modo tan despreciable, pero no quiero volver a delatar a Landon. www.lectulandia.com - Página 114

—Si de verdad quieres ayudarme, lárgate. —¿Por qué no me cuentas qué te pasa? —Me miro las manos y empiezo a limpiarme las uñas. Suspira, se quita el gorro de lana y se pasa la mano por el pelo antes de volver a colocárselo. —Mi padre ha decidido contarme, precisamente ahora, que va a casarse con Karen, y que la boda es el mes que viene. Debería habérmelo dicho hace tiempo, y desde luego no por teléfono. Estoy convencido de que Landon el perfecto lo sabe desde hace tiempo. «¡Vaya!» La verdad es que no esperaba que me lo contara, así que ahora no sé muy bien qué decir. —Seguro que tenía sus motivos para no decírtelo. —Tú no lo conoces. No le importo una mierda. ¿Sabes cuántas veces hemos hablado el último año? ¡Unas diez! Lo único que le importa es su enorme casa, su ahora futura esposa y su nuevo hijito perfecto —balbucea, y da otro trago. Yo aguardo en silencio mientras prosigue—: Deberías ver el cuchitril en el que vive mi madre en Inglaterra. Ella dice que le gusta, pero sé que no es verdad. ¡Toda la casa es más pequeña que el dormitorio que tiene mi padre aquí! Mi madre prácticamente me obligó a venir a estudiar a Estados Unidos, para que estuviera más cerca de él, ¡y mira cómo ha salido todo! Tras la información que me ha proporcionado, creo que empiezo a entenderlo mucho mejor. Hardin está dolido; por eso es como es. —¿Cuántos años tenías cuando se marchó? —le pregunto. Me mira con recelo, pero contesta: —Diez. Pero incluso antes de que se marchara, nunca estaba en casa. Se pasaba cada noche en un bar diferente. Y ahora es don Perfecto y posee toda esta mierda — dice señalando con la mano hacia la casa. Su padre los abandonó cuando tenía diez años, como el mío, y ambos eran alcohólicos. Tenemos más en común de lo que pensaba. Este Hardin herido y borracho parece mucho más pequeño, mucho más frágil que la persona enérgica y socarrona que había conocido hasta ahora. —Siento que os abandonara, pero… —No, no necesito tu compasión —me interrumpe. —No es compasión. Sólo intento… —¿Qué intentas? —Ayudarte. Estar aquí para ti —digo con ternura. Él sonríe. Es una sonrisa preciosa pero vacía, y, aunque me gustaría tener esperanzas de poder ayudarlo con esto, sé perfectamente lo que viene a continuación. —Eres patética. ¿No ves que no te quiero aquí? No quiero que estés aquí para mí. Sólo porque me haya enrollado contigo no significa que quiera nada de ti. Pero aquí estás, y dejas al «majo» de tu novio, que sorprendentemente soporta estar contigo, www.lectulandia.com - Página 115

—Si de verdad quieres ayudarme, lárgate.<br />

—¿Por qué no me cuentas qué te pasa? —Me miro las manos y empiezo a<br />

limpiarme las uñas.<br />

Suspira, se quita el gorro de lana y se pasa la mano por el pelo antes de volver a<br />

colocárselo.<br />

—Mi padre ha decidido contarme, precisamente ahora, que va a casarse con<br />

Karen, y que la boda es el mes que viene. Debería habérmelo dicho hace tiempo, y<br />

desde luego no por teléfono. Estoy convencido de que Landon el perfecto lo sabe<br />

desde hace tiempo.<br />

«¡Vaya!» La verdad es que no esperaba que me lo contara, así que ahora no sé<br />

muy bien qué decir.<br />

—Seguro que tenía sus motivos para no decírtelo.<br />

—Tú no lo conoces. No le importo una mierda. ¿Sabes cuántas veces hemos<br />

hablado el último año? ¡Unas diez! Lo único que le importa es su enorme casa, su<br />

ahora futura esposa y su nuevo hijito perfecto —balbucea, y da otro trago. Yo<br />

aguardo en silencio mientras prosigue—: Deberías ver el cuchitril en el que vive mi<br />

madre en Inglaterra. Ella dice que le gusta, pero sé que no es verdad. ¡Toda la casa es<br />

más pequeña que el dormitorio que tiene mi padre aquí! Mi madre prácticamente me<br />

obligó a venir a estudiar a Estados Unidos, para que estuviera más cerca de él, ¡y<br />

mira cómo ha salido todo!<br />

Tras la información que me ha proporcionado, creo que empiezo a entenderlo<br />

mucho mejor. Hardin está dolido; por eso es como es.<br />

—¿Cuántos años tenías cuando se marchó? —le pregunto.<br />

Me mira con recelo, pero contesta:<br />

—Diez. Pero incluso antes de que se marchara, nunca estaba en casa. Se pasaba<br />

cada noche en un bar diferente. Y ahora es don Perfecto y posee toda esta mierda —<br />

dice señalando con la mano hacia la casa.<br />

Su padre los abandonó cuando tenía diez años, como el mío, y ambos eran<br />

alcohólicos. Tenemos más en común de lo que pensaba. Este Hardin herido y<br />

borracho parece mucho más pequeño, mucho más frágil que la persona enérgica y<br />

socarrona que había conocido hasta ahora.<br />

—Siento que os abandonara, pero…<br />

—No, no necesito tu compasión —me interrumpe.<br />

—No es compasión. Sólo intento…<br />

—¿Qué intentas?<br />

—Ayudarte. Estar aquí para ti —digo con ternura.<br />

Él sonríe. Es una sonrisa preciosa pero vacía, y, aunque me gustaría tener<br />

esperanzas de poder ayudarlo con esto, sé perfectamente lo que viene a continuación.<br />

—Eres patética. ¿No ves que no te quiero aquí? No quiero que estés aquí para mí.<br />

Sólo porque me haya enrollado contigo no significa que quiera nada de ti. Pero aquí<br />

estás, y dejas al «majo» de tu novio, que sorprendentemente soporta estar contigo,<br />

www.lectulandia.com - Página 115

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!