Iberia Magazine Nº 13 Edición

CRUJIENTE Y SABROSO
POLLO A LA SAL
E
l pollo es una carne blanca
que también sale perfecta cocinada
a la sal. Se trata simplemente
de hacer un pollo
como si fuera al horno, pero
una forma totalmente diferente a la habitual.
El pollo a la sal se puede hacer de
varias formas, una de ellas es cubrir por
completo el pollo con sal, ésta es una receta
muy parecida a la que se utiliza en
el pescado. En la elaboración de este
plato volvemos a insistir en que la sal no
hará el pollo más salado, sino que será
precisamente la sal la que absorba toda
la grasa que irá soltando el pollo.
Como ingredientes vas a necesitar el
pollo, sal gruesa, manteca, ajo, orégano,
ralladura de limón, varias hojas de laurel
y sal y pimienta. Y comenzamos: Mezcla
en un cuenco la manteca con el orégano,
el ajo picado, sal fina y pimienta. Esta
mezcla hazla a tu gusto. Puedes añadir
también romero y trocitos de tomate natural,
por ejemplo. Separa la piel de la
carne del pollo. Entre la piel y la carne
pon la manteca y espárcela bien por
todos lados de forma que todo el pollo
quede bien untado con ese fino baño de
manteca. Coloca en una fuente de horno
la sal, formando una cama de más o menos
1 centímetro y medio de espesor. Agrega
a la sal ralladura de limón y mezcla todo
bien y deja algunas hojas de laurel en esa
cama de sal que has hecho. Ahora coloca
el pollo untado sobre la sal y átale
las patas para que no pierda su forma
cuando se comience a asar. Mételo en el
horno que deberás haber precalentado
antes a una temperatura media, y déjalo
durante al menos unos 40 minutos o hasta
que lo veas bien dorado. Puedes pincharlo
con un palillo o un tenedor para saber si
ya está bien hecho. Cuando lo esté, ya
tienes tu pollo a la sal. Es muy fácil y el
sabor te sorprenderá.