Iberia Magazine Nº 13 Edición

Cocinar
con ketchup
EL PRINCIPAL
APORTE ES TU
IMAGINACIÓN
El kétchup es la salsa más popular
del mundo. Con ella acompañamos,
carne, patatas, hamburguesas... e
incluso lo usamos como base para
otras salsas, como la salsa rosa.
Pero el kétchup también puede servir
para cocinar. Te damos cuatro
ejemplos: Chuletas asadas, muslos,
alitas o el mismo pollo entero cocinado
con kétchup o unos ricos panecillos
con sabor a kétchup. ¿Lo
habías oído? Pero, lo que se pueda
hacer con esta salsa en la cocina es
cuestión tan solo de imaginación, ya
que su sabor en pocas dosis puede
aportar a cualquier receta una nota
diferente y, además, perfectamente
reconocible para nuestro paladar.
Esta famosa salsa sin duda es el rey del
acompañamiento de multitud de platos.
Además de para nuestros populares
fritos o empanadas también sirve
para acompañar todo tipo de papas
fritas sin importar la forma en que las
cortes (bastones, cubos, paja, chips).
Perfecta también para mojar los aros
de cebolla. Te proponemos también
que pruebes el sándwich de queso
gratinado con kétchup. Verás que
sabor. Otra opción: Al sándwich de
huevo le puedes poner esta salsa
encima o dentro, con el relleno.
Otras variantes del sándwich de
huevo clásico son el sándwich
caliente de huevo, queso y
jamón, y el de huevo y tocineta.
En cuanto a otro alimento
que solemos comer
mucho, los bocaditos fritos
de cualquier tipo admiten
también la salsa kétchup. Ya
sea bastoncitos de pescado,
bocaditos de pollo, de mozzarella, camarones,
nuggets de pollo. Y, no hay
duda, que también todo tipo de croquetas
saben mejor con un toque de
kétchup, desde las clásicas croquetas
de patata, de pollo y de arroz, hasta las
originales croquetas de mariscos, de
brócoli o de puerro. Toma nota.