15.05.2018 Views

Clip Diciembre Web

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- ¡¡Ven y veráaass!!- El hombre dudó<br />

un instante. Miró el pueblo animado<br />

y ruidoso y supo que allí se sentiría<br />

más solo que nunca. ¿Qué perdía<br />

siguiendo a la simpática Estrella<br />

y al callado niño? Entonces, los<br />

siguió. Caminaron un buen trecho.<br />

La Estrella no paraba de hablar.<br />

- ¡Hooooola! – gritó la Estrella del<br />

Oriente a una ancianita sentada sobre<br />

una roca que cascaba unas<br />

nueces. -¿Qué haces, abuelita?<br />

- ¿Abuelita? Ni un solo nieto tengo.<br />

¡Ja! ¡Abuelita!<br />

- Vamos, aquí tienes uno- le dijo la<br />

estrella mostrándole con un dedo<br />

luminoso al pastorcito que no pronunciaba<br />

palabra. La anciana lo miró<br />

y gruñó:<br />

- ¡Bahh! ¡Estrella mentirosa! ¡Habráse<br />

visto! Y siguió cascando nueces.<br />

- ¿Piensas quedarte aquí solita con<br />

tus nueces? ¿Qué te parece si vienes<br />

con nosotros?<br />

- ¿Adónde?<br />

- ¡¡Ven y veráaas!!!<br />

La anciana estiró sus piernas y se<br />

dio cuenta de que hacía mucho<br />

tiempo que estaba sentada en la<br />

misma posición sobre la roca. Mal<br />

no vendría caminar, se dijo, y la Estrella<br />

le daría la luz necesaria para<br />

andar sobre el monte sin tropezar.<br />

Se levantó con esfuerzo y los siguió.<br />

Al rato se escuchó una bella<br />

melodía navideña. Caminaron<br />

unos pasos y hallaron a un joven<br />

robusto, de frondosa barba negra<br />

que cantaba al son de la guitarra.<br />

- ¡Epa! ¡Qué bien cantas!<br />

- ¡Oh! Le canto a mi familia que vive<br />

en el Gran Continente. He venido a<br />

trabajar por unos meses a este paraje<br />

y no sabes cuánto quisiera estar<br />

con ellos en esta Nochebuena.<br />

- ¡Oh! ¡Sígueme!- lo invitó la estrella.<br />

¡Pero trae tu guitarra! ¿Eh?<br />

El hombre, cautivado por el bondadoso<br />

aspecto de la Estrella, decidió<br />

seguirla sin dejar de rasgar las cuerdas<br />

de su instrumento. El camino<br />

se llenó de música y la luz de la estrella<br />

iluminó pronto a un hombre<br />

alto que sostenía a una joven embarazada<br />

y caminaba por la ladera.<br />

- ¡Hooola bonita pareja! ¿Qué<br />

andan haciendo?<br />

- Mi esposa está por dar a luz. Hemos<br />

pedido que nos den alojo en<br />

varias casas, pero nadie ha querido<br />

recibirnos.<br />

- ¡Oh! Conozco un lugar perfecto<br />

para ustedes… ¡Síganme!<br />

- ¿Adónde?<br />

- ¡¡Vengan y veráaann!!!<br />

Y los jóvenes, desesperados, la<br />

siguieron. Pronto llegaron a un<br />

pequeño y primoroso establo. Allí<br />

descansaba una vaca que se levantó<br />

enseguida a recibirlos.<br />

- ¡Bienvenidos! ¿Qué hacéis por<br />

aquí a estas horas?<br />

- ¡Hola Vaquita linda! Estos chicos<br />

necesitan un favorcito. Está por nacer<br />

su bebé. ¿Tendrías un buen colchoncito<br />

donde ubicarlos?<br />

- ¡Pero, claro que sí! ¡Estábamos sintiéndonos<br />

tan solos! ¡Adelante! ¡Pasen,<br />

pasen!- La vaca estaba tan<br />

contenta que la campanita que colgaba<br />

de su cuello no paraba de tintinear.<br />

- ¡Aquí tienen mi propia cama!, le<br />

dijo la vaca contenta. El niño de los<br />

cabellos castaños estiró su túnica<br />

de pastor sobre el montón de heno<br />

de la generosa vaca y la joven madre<br />

se recostó allí. El caballo, el buey,<br />

un burro y cuatro ovejitas que<br />

descansaban en el establo los rodearon,<br />

dándoles su calor.<br />

- ¡Qué bien estamos aquí!- dijo la<br />

joven, emocionada.<br />

Mientras tanto, el leñador abrió su<br />

bolsa de leña e hizo una fogata a<br />

pocos metros del establo. El niño<br />

ordeñó a la vaca contenta que se<br />

ofreció a darles su leche. La anciana<br />

sirvió la tibia bebida en las cáscaras<br />

de las nueces y repartía los frutos<br />

mientras el muchacho de negras<br />

barbas cantaba las más bellas canciones<br />

a la luz de la Estrella del O-<br />

riente.<br />

De pronto, se oyó el llanto de un<br />

bebé y todos corrieron a conocerlo.<br />

Sin saber por qué cayeron de rodillas<br />

pues la escena era muy bella y<br />

reinaba allí una paz desconocida.<br />

La mamá acariciaba al niño mientras<br />

el flamante padre los rodeaba<br />

con su tierno abrazo. Entonces la<br />

joven los miró y vio las sonrisas felices<br />

de todos esos seres solitarios<br />

que se unían en una misma dicha.<br />

Le entregó su bebé a la anciana y<br />

ella lo recibió entre sus brazos. Por<br />

unos instantes sintió que mecía a<br />

su propio nieto y sintió un amor<br />

inexplicable. Luego fue el leñador -<br />

que había perdido a su familiaquien<br />

levantó en alto al bebé con<br />

sus brazos fuertes y en ese momento<br />

sintió que recuperaba aquel<br />

cariño entrañable que un día había<br />

sentido. El músico reconoció en los<br />

ojos del niño la verde mirada de su<br />

esposa y de su hijo lejanos y sintió<br />

que su abrazo los alcanzaba también<br />

a ellos. El Pastorcito de los<br />

cabellos del color de las castañas<br />

sintió por un momento que aquel<br />

bebé podía ser su hermano pequeño,<br />

jugó con sus dedos diminutos,<br />

le hizo cosquillas en la mano y rió<br />

feliz.<br />

Entonces, rasgando las cuerdas de<br />

su instrumento, el músico contó<br />

una bella historia: hace muchos,<br />

pero muchos años, en un pueblito<br />

llamado Belén, en un pequeño establo<br />

rodeado de seres solitarios,<br />

nació un rey sencillo. Los seres solitarios<br />

le ofrecieron sus dones: su<br />

túnica de pastor, sus nueces, su<br />

música, sus leños. Y el niño les ofreció<br />

el calor de su amor en los corazones<br />

por siempre jamás.<br />

Todos escuchaban encantados al<br />

juglar que cantó canciones de cuna<br />

hasta que todos se quedaron dormidos.<br />

Al amanecer, el niño de los cabellos<br />

castaños, el robusto leñador, la anciana<br />

y el músico despertaron con<br />

inmensa dicha en el corazón. ¡Habían<br />

vivido la mejor Nochebuena<br />

de sus vidas! Buscaron a la pequeña<br />

familia que los había acompañado<br />

y a la simpática estrella que los<br />

guió pero no los encontraron.<br />

Entonces, entraron al establo donde<br />

vivían la vaca contenta, el burro<br />

y el buey. Allí vieron algo que los<br />

hizo estremecer.<br />

Sobre la pared, yacía un inmenso y<br />

colorido pesebre esculpido en la<br />

piedra. En él pudieron reconocer<br />

los rostros resplandecientes de la<br />

joven madre, del flamante padre y<br />

del bebé recién nacido y la inmensa<br />

sonrisa de la famosa Estrella del<br />

Oriente.<br />

17

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!