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CUENTOS PARA<br />
NIñOS<br />
Por Sarah Mulligan<br />
Facebook:<br />
Los Cuentos de Sarah Mulligan<br />
www.sarahmulligan.com.ar<br />
Los<br />
cuentos<br />
de<br />
Sarah Mulligan<br />
h<br />
abía una vez, en un lejano y<br />
bello paraje, un niño de cabellos<br />
del color de las castañas<br />
que deambulaba solo por una colina.<br />
Desde la cima podía ver las luces<br />
del pueblo y a sus gentes moviéndose<br />
de aquí para allá. Era la<br />
noche de navidad. El cielo estaba<br />
plagado de puntitos titilantes y la<br />
brisa era sedosa y fresca.<br />
- ¡Qué noche preciosa!- murmuró el<br />
niño, extasiado.<br />
- ¿Qué has dicho?- Murmuró una<br />
voz dulcísima y firme que venía de<br />
todos lados y de ninguna parte. El<br />
niño pegó un salto, asustado, y se<br />
escondió tras un arbusto diciendo:<br />
- ¿Quién me ha hablado?<br />
- Soy yo, aquí arriba- El niño miró<br />
hacia arriba pero no vio más que a<br />
una estrella.<br />
- Aquí, eyyy, ¿Es que no me ves??<br />
Soy la Estrella del Oriente. ¿Qué a-<br />
cababas de decir?<br />
- Que es una noche preciosa.<br />
- ¡Por supuesto! Hoy se festeja la<br />
16<br />
venida del Amor.<br />
- ¡Oh! Claro- Musitó el niño de los<br />
brillantes cabellos castaños. Sus o-<br />
jos se llenaron de lágrimas.<br />
- ¿Qué tienes, niño?<br />
- Nada. Es que… es el recuerdo de<br />
la venida del Amor pero… ¡no tengo<br />
con quien festejarlo!<br />
- ¿Cómo que no? ¡Tienes a la mismísima<br />
Estrella del Oriente! ¿Te parece<br />
poco?- rió la estrella. Y como<br />
bien se sabe, cuando las estrellas se<br />
ríen producen una serie de destellos<br />
increíbles en el cielo. El pequeño<br />
quedó maravillado con las piruetas<br />
luminosas que hizo su nueva<br />
amiga y también se rió.<br />
- ¡Ven conmigo!- lo entusiasmó la<br />
Estrella.<br />
- ¿Adónde?<br />
- ¡¡Ven y veráaas!!!<br />
El niño dudó unos instantes. Como<br />
no tenía mejor cosa que hacer a-<br />
quella noche, decidió seguir a la e-<br />
nigmática Estrella del Oriente.<br />
Caminó por la ladera, conversando<br />
animadamente y vieron un leñador<br />
que venía del bosque, cargando<br />
una inmensa bolsa de leños sobre<br />
la espalda y apoyándose en su hacha<br />
como un bastón.<br />
- Eyyy, leñador… ¿sabes que hoy es<br />
el recuerdo de la venida del Amor?-<br />
Clamó la estrella.<br />
- Ah, sí- dijo el leñador, ensimismado,<br />
sin preguntarse de dónde venía<br />
aquella voz y sin mirar al niño.<br />
- ¡Eyyyy! – gritó más fuerte la Estrella<br />
del Oriente. -¿Acaso no te ale-<br />
gra?-<br />
- Me da lo mismo. He perdido a toda<br />
mi familia. ¿Qué me importa?<br />
- Pues aquí tienes una. Te presento<br />
al... ¡Pastorcito de los brillantes<br />
cabellos de castañas y –señalándose<br />
a sí misma con un haz de luz- a la<br />
mismísima Estrella del Oriente!<br />
¿Qué tal?<br />
- Sí. Je. ¡Vaya Familia!<br />
- ¡Ven! ¡Sígueme!<br />
- ¿Adónde?- dijo el leñador, intrigado<br />
ante tanto alborozo.