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c<br />
uando nací, estuve internado<br />
2 o 3 meses en una incubadora,<br />
porque nací prematuro,<br />
con algún problema de salud.<br />
Era tan chiquito, había pesado 1,5<br />
kilos, necesitaba calor, no podía<br />
perder calor. La ropa que había, me<br />
quedaba grande y las enfermeras<br />
improvisaron un gorrito con una<br />
venda de yeso que terminaba en<br />
un copito. Era 1987, año en que<br />
estaban muy de moda los pitufos. Y<br />
por la coloración azulada, - había<br />
nacido con bajo oxigeno y por el<br />
chiripá de tela grande-, me comenzaron<br />
a llamar Pitufo.<br />
Mi madre se oponía, ya que me había<br />
puesto dos nombres y por lo<br />
tanto no quería que me llamen así.<br />
Mis tíos y mi papá lo abreviaron y<br />
me empezaron a llamar Pitu.<br />
De hecho en los primeros programas<br />
de teatro que hice me ponían<br />
Pitu. Todo el mundo me llamaba<br />
Pitu.<br />
Pitu… Hijo de actriz. ¿Tu interés<br />
por el teatro comenzó por ver a<br />
mamá o acompañar a un amigo?<br />
En realidad es por ver a mamá (Katy<br />
Bustamante). En el año ‘95 mamá<br />
estaba haciendo un taller con Chichita<br />
Orteri y yo la acompañaba<br />
mucho al teatro, veía lo que hacía y<br />
me encantaba. Repetía todos los<br />
ejercicios que ellos hacían. Tenía 6<br />
años.<br />
¿Y ellos después copiaban lo que<br />
vos hacías?<br />
Estaba fascinado con el espacio y<br />
con todo lo que se hacía.<br />
Y fue Chichita la que me dijo que<br />
había un taller para niños. Roberto<br />
Posik fue mi primer profesor y<br />
director de teatro. Al principio no<br />
me quería tomar ya que el requisito<br />
era que tenía que tener 8 años para<br />
empezar teatro. Yo tenía 6 y no me<br />
quería tomar por la edad.<br />
Tanto insistí que al año siguiente<br />
entré con 7. Y desde ahí no paré de<br />
hacer teatro. Con Roberto hice teatro<br />
hasta el año 2000.<br />
Muchas muestras y muchos infantiles,<br />
durante 5 años. Luego seguí<br />
haciendo teatro y quedó todo en<br />
familia, ya que continué en el grupo<br />
de adolescentes que coordinaba<br />
Daniel Posik, hijo de Roberto.<br />
Otro capo…<br />
Si otro capo. Con él conocí otro<br />
mundo. Admiro mucho a Daniel.<br />
De todos lo directores que tuve fue<br />
el que más me marco. Empecé a<br />
hacer obras que no estaban diseñadas<br />
para cierre de taller o para<br />
mostrarle a mamá y a papá lo que<br />
habíamos hecho durante el año.<br />
Con Daniel, empecé a estudiar la<br />
psicología del personaje, cómo crearlo.<br />
Como empezar a trabajar con<br />
el cuerpo y prestarle al personaje<br />
mi cuerpo. Yo entraba en la adolescencia,<br />
mi cuerpo, mi mente empezaban<br />
a cambiar. Era una época de<br />
muchos cambios y el teatro fue<br />
fundamental en esa etapa.<br />
Con Daniel trabajé durante mucho<br />
tiempo. Luego de 2 años de trabajo,<br />
empecé a buscar otros rumbos<br />
para no quedarme con lo mismo y<br />
conocer más.<br />
Había que sumar…<br />
Fue por impulso de él. Él me impulso<br />
a buscar y me recomendó otros<br />
maestros. El me recomendaba.<br />
Empecé a buscar por el teatro local<br />
primero. Yo hago eso, a los míos les<br />
dije basta. Este es el último año que<br />
compartimos juntos. Quiero verlos<br />
volar.<br />
Se me abrió un abanico inmenso.<br />
En Chivilcoy es increíble lo que saben<br />
de teatro y cómo están dispuestos<br />
a trasmitir esos conocimientos.<br />
Empecé un taller en El Chasqui, con<br />
Jimmy Franciscone y la Pocho,<br />
María Inés (Martínez) muy lindo. Al<br />
año siguiente, en La Cueva, con Di<br />
Renzo y Silvana Torres. Pero siempre<br />
seguí ligado a la Agrupación<br />
Artística. Con ellos hice un infantil,<br />
mi primer temporada en el 2003,<br />
fuera de la Agrupación. Recorrimos<br />
escuelas y comedores escolares<br />
Eso es muy interesante de llevar el<br />
teatro al barrio, al pibe que no tiene<br />
esa posibilidad de ir al teatro.<br />
¿Cómo se llamaba la obra?<br />
“Quien se comió la torta de chocolate”,<br />
era un cuento infantil que a-<br />
daptamos con los directores en<br />
una obra musical con canciones de<br />
María Elena Walsh. Fue una gran<br />
experiencia. La tomé de base para<br />
proyectos que hice más adelante.<br />
La llevábamos por todos lados,<br />
también en la calle.<br />
El teatro se puede hacer en cualquier<br />
espacio. Qué bueno que lo<br />
hayas podido ver desde muy temprano.<br />
Ese fue el proyecto que me abrió la<br />
cabeza. La verdad que el teatro se<br />
puede hacer en cualquier lado.<br />
Mientras haya alguien que quiera<br />
mirar. He estado en varios proyectos<br />
a los que les costó tomar vuelo.<br />
Difundirse, que vaya gente. He llegado<br />
hacer funciones con 3 personas,<br />
lo cual es una experiencia ú-<br />
nica. Uno imagina que hace funciones<br />
y que la sala tiene que estar<br />
llena.<br />
Yo he hecho funciones con 2 personas<br />
y les digo a mis actores…<br />
¡se hace! Esas personas pensaron<br />
en ustedes…<br />
Si tengo que decir de dónde sale,<br />
no sé porqué; es algo que no me<br />
enseñaron, sino que siento. La persona<br />
que va al teatro se tomó el<br />
tiempo para verte a vos.<br />
No hay que privarle a esa persona<br />
de mostrarle lo que hacés, ni tampoco<br />
tenés que privarte vos de<br />
hacerla. En la sala de La Cueva, en<br />
la primer función tuvimos 5 personas<br />
y en la segunda 120. No sabemos<br />
que pasó, pero, son cosas que<br />
suceden. Eso es lo que tiene el teatro,<br />
que siempre te sorprende. Con<br />
Carla Tomasini me hice muy amigo<br />
y empezamos a salir de Chivilcoy<br />
para ver como es el teatro en otros<br />
lados.<br />
A Carla la conocí en la Agrupación,<br />
en la obra que más disfruté “Frankenstein”.<br />
Viajamos juntos a Buenos<br />
Aires a estudiar, los 2 éramos adolescentes,<br />
estábamos en la secundaria,<br />
nos llevaban nuestros viejos<br />
o íbamos en tren.<br />
¡Que pasión tan temprana!, pegó<br />
de una, eso de querer apropiarse<br />
un poco más del teatro.<br />
Nosotros queríamos apropiarnos<br />
un poco más del teatro, pero el teatro<br />
en realidad se había apropiado<br />
de nuestros cuerpos, nuestras cabezas.<br />
Teníamos 16 años. No queríamos<br />
hacer otra cosa que hacer<br />
teatro. Viajamos los fines de semana,<br />
tomábamos el tren a las 7 de la<br />
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