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A sangre fría - Truman Capote

A sangre fría (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. A sangre fría explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. En la novela se quieren mostrar las dos caras del sistema judicial, la humanidad que está detrás de un crimen y, especialmente, el motivo de este.

A sangre fría (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. A sangre fría explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. En la novela se quieren mostrar las dos caras del sistema judicial, la humanidad que está detrás de un crimen y, especialmente, el motivo de este.

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todos aquellos con quienes el señor Clutter había concertado negocios, grandes o pequeños...,<br />

un viaje a paso de tortuga en su pasado. Porque, como Dewey les dijo a sus compañeros:<br />

-Hay que proseguir hasta que conozcamos a los Clutter mejor de lo que ellos mismos<br />

llegaron jamás a conocerse. Hasta que veamos un punto de contacto entre lo que encontramos<br />

aquella mañana de domingo y algo que sucedió quizá cinco años atrás. La conexión. Tiene<br />

que haber una. Tiene que haberla.<br />

La esposa de Dewey dormitaba, pero se despertó otra vez cuando él volvió a levantarse<br />

de la cama. Oyó todavía cómo contestaba de nuevo al teléfono, y de la habitación contigua<br />

donde dormían los niños, le pareció que salían sollozos.<br />

-¿Paul?<br />

Por lo general Paul no se alteraba por nada ni podía decirse que fuera un niño molesto ni<br />

que tuviera nada de llorón. Andaba demasiado ocupado cavando túneles en el patio de la casa<br />

o haciendo prácticas para llegar a ser «el corredor más veloz de Finney County». Pero aquella<br />

mañana, a la hora del desayuno, rompió a llorar. Su madre no tuvo que preguntarle por qué;<br />

sabía muy bien que, aunque el pequeño sólo captaba a medias las razones del movimiento que<br />

había a su alrededor, se sentía amenazado: por aquel teléfono obsesionante, por los<br />

desconocidos que llamaban a la puerta, por los ojos de su padre, cansados y llenos de<br />

preocupación. Ella, entonces, se dirigió a Paul para reconfortarle. Su hermano, tres años<br />

mayor, le ayudó:<br />

-Paul -le dijo-. Tranquilízate, ahora cálmate y mañana te enseñaré a jugar al póquer.<br />

Dewey estaba en la cocina. Marie, que iba en su busca, se lo encontró allí, esperando a<br />

que el café se colara y con las fotografías del escenario del delito desparramadas ante sí, como<br />

manchas macabras en la mesa de la cocina, que estropeaban el efecto de las bonitas frutas<br />

estampadas sobre el hule. (En una ocasión él le había ofrecido enseñarle las fotos y ella había<br />

rehusado diciendo: «Quiero recordar a Bonnie tal como era..., a todos ellos.») Dewey<br />

propuso:<br />

-Quizá sería mejor que los niños estuvieran con mi madre.<br />

Su madre, viuda, no vivía muy lejos, en una casa que a ella le parecía demasiado grande<br />

y silenciosa; los nietos eran siempre bien venidos.<br />

-Por unos pocos días. Hasta..., bueno..., hasta...<br />

-Alvin, ¿crees que alguna vez volveremos a llevar una vida normal? -preguntó la señora<br />

Dewey.<br />

Su vida normal era ésta: los dos trabajaban, la señora Dewey como secretaria en una<br />

oficina, y se repartían los quehaceres domésticos, turnándose en la cocina y en las limpiezas.<br />

(«Cuando Alvin era sheriff, me consta que algunos se burlaban de él y decían: "¡Mira, mira!<br />

¡Ahí va el sheriff Dewey! ¡Todo un machote! Lleva una seis balas automática. ¡Pero en<br />

cuanto llega a casa, deja el arma y se pone el delantal!"») Por entonces, estaban ahorrando<br />

para construir una casa en un terreno de cerca de diez hectáreas que Dewey había comprado<br />

en 1951, varios kilómetros al norte de Garden City. Si hacía buen tiempo y especialmente<br />

cuando los días eran cálidos y el trigo estaba crecido y amarillo, le gustaba llegarse hasta allí<br />

en el coche y probar puntería (disparar a los cuervos, a latas de conserva) o vagar con la<br />

imaginación por la casa que soñaba tener, por el jardín que soñaba cultivar y bajo los árboles<br />

que aún no había plantado. Tenía la seguridad de que algún día, en aquella llanura sin sombra<br />

alguna, se alzaría su propio oasis de robles y olmos.<br />

-Algún día, si Dios quiere.<br />

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