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A sangre fría - Truman Capote

A sangre fría (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. A sangre fría explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. En la novela se quieren mostrar las dos caras del sistema judicial, la humanidad que está detrás de un crimen y, especialmente, el motivo de este.

A sangre fría (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. A sangre fría explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. En la novela se quieren mostrar las dos caras del sistema judicial, la humanidad que está detrás de un crimen y, especialmente, el motivo de este.

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Al recibir como respuesta un movimiento de cabeza afirmativo, el consejero espiritual<br />

del detenido pasó a la habitación contigua, atestada de policías expectantes, y les anunció con<br />

alivio:<br />

-Ya pueden entrar. El muchacho está dispuesto a declarar.<br />

El caso Andrews se convirtió en el fundamento de una cruzada médica y legal. Antes de<br />

iniciarse el proceso, en el que Andrews se declaró inocente en razón de enfermedad mental, el<br />

personal psiquiátrico de la Clínica Menninger llevó a cabo un exhaustivo examen del acusado,<br />

que dio como resultado el diagnóstico de «esquizofrenia simple». Por «simple» los<br />

especialistas entendían el hecho de que Andrews no su<strong>fría</strong> ilusiones, ni percepciones falsas, ni<br />

alucinaciones, sino el primer estadio de la enfermedad mental que consiste en la separación de<br />

pensamiento y sentimiento. Comprendía la naturaleza de sus actos y sabía que eran prohibidos<br />

y que por ellos se hacía merecedor de castigo.<br />

-Pero -declaró el doctor Joseph Satten, uno de los que lo examinaron- Lowell Lee<br />

Andrews no experimenta emoción alguna. Se considera a sí mismo la única persona<br />

importante y significativa del mundo entero. Y en ese recluido mundo suyo, se siente con<br />

igual derecho a matar a su madre como a un animal o a una mosca.<br />

En opinión del doctor Satten y sus colegas, el crimen de Andrews ofrecía un ejemplo<br />

tan indiscutible de irresponsabilidad, que el caso se prestaba admirablemente para debatir la<br />

ley M'Naghten en los tribunales de Kansas. La ley M'Naghten, como hemos dicho ya, no<br />

reconoce forma alguna de enfermedad mental cuando el acusado es capaz de distinguir entre<br />

el bien y el mal: legalmente y no moralmente. Con gran contrariedad de psiquiatras y juristas<br />

liberales, esta ley prevalece en los tribunales de la Comunidad Británica de Naciones y en<br />

Estados Unidos, en todos los estados, además del distrito de Columbia (excepto una media<br />

docena de ellos donde rige la ley más indulgente, si bien para algunos poco práctica, de<br />

Durham, según la cual un acusado no es criminalmente responsable de su acto contra la ley, si<br />

es producto de enfermedad o defecto mental).<br />

En resumen, lo que pretendían conseguir los defensores de Andrews, un equipo<br />

compuesto por los psiquiatras de la Clínica Menninger y dos abogados de primera categoría,<br />

era una victoria que sentara un rotundo precedente legal. El objetivo fundamental era<br />

persuadir al tribunal de que sustituyera la ley M'Naghten por la de Durham. De conseguirlo,<br />

Andrews, con la abundancia de pruebas sobre su esquizofrenia, no sería condenado a la horca,<br />

ni siquiera a la cárcel, sino que sería confinado en el Hospital del Estado para insanos<br />

criminales.<br />

Pero la defensa había hecho planes sin contar con el consejero religioso del acusado, sin<br />

contar con el incansable reverendo señor Dameron, que apareció en el proceso como testigo<br />

principal de la acusación y que, con el complicado estilo rococó de un teatral predicador de<br />

feria, declaró al tribunal que había advertido con frecuencia a su antiguo alumno de la escuela<br />

dominical contra la cólera divina.<br />

-Y yo afirmo que no hay nada en este mundo tan precioso como tu alma y que<br />

reconociste ante mi muchísimas veces que tu fe era débil, que no tenías fe en Dios. Sabes muy<br />

bien que todos los pecados atentan contra Dios y que Dios será tu juez supremo y que ante El<br />

tendrás que responder de tu delito. Todo cuanto he dicho, lo declaro para hacer comprender el<br />

acusado lo terrible de su crimen y que tendrá que responder de él ante el Todopoderoso.<br />

Al parecer, el reverendo Dameron había determinado que el joven Andrews tenía que<br />

responder de su acto no sólo ante el Todopoderoso, sino también ante poderes más<br />

temporales, pues fue su testimonio, unido a la confesión del acusado, lo que decidió el asunto.<br />

El juez que presidía se atuvo a la ley M'Naghten y el jurado condenó a pena de muerte al<br />

acusado.<br />

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